Zhao Yanzi estaba completamente relajada. Saltaba y brincaba guiándolos a todos. Se vistió hoy con una falda corta, confeccionada con telas de algodón y jean, mostrando sus sedosas y delgadas pantorrillas. Debajo de su camisa de corte bajo y sin mangas similar a un chaleco, salían dos fuertes brazos y una buena porción de piel. Era algo atractiva. Para una chica de su edad, o quizás sólo para Hao Ren, que era un tanto conservador, su elección de atuendo parecía muy atrevida.
Por el otro lado, las sandalias romanas en sus pies perfectamente equilibraban lo sexy con lo vibrante de la juventud. Siguiendo sus corridas y saltos, las sandalias revoloteaban como dos mariposas bailando.
Era conveniente tener una madre diseñadora. Con una mezcla tan casual de atuendo, no sólo no se veía mal Zhao Yanzi, sino que de hecho lucía como una modelo pequeña y bonita de catálogo.
En comparación, Hao Ren no podía estar menos a la moda. Él llevaba una camisa que no había lavado en tres días, un par de jeans arrugados y un par de zapatillas de correr sucias.
Lo único de él que podría llamar la atención era la pequeña mochila rosa en su espalda. Y sin embargo, ésta también pertenecía a Zhao Yanzi. Hablando de eso, ciertamente era muy extraño que un chico como él llevase una mochila rosa.
Mientras Zhao Yanzi se adelantaba, Zhao Guang y Zhao Hongyu caminaban junto a Hao Ren. Mientras Zhao Guang vestía un atuendo casual de negocios, Zhao Hongyu apostó por una sensación joven y atlética; era casi imposible saber que ya era la madre de una estudiante de secundaria.
Continuaron subiendo las escaleras de piedra y finalmente alcanzaron la taquilla para la atracción turística.
Zhao Yanzi ya estaba de pie junto a la ventana de la taquilla esperando impacientemente a que sus padres llegaran y compraran los boletos. Su poca capacidad para contenerse a ella misma hizo que Hao Ren recordara los tiempos en los que iba de paseo con sus padres durante su infancia.
Zhao Guang caminó con calma y compró los cuatro boletos de admisión. Hao Ren se sintió un poco incómodo con que hubiesen pagado por su boleto. Pero en un momento como este, no quería comenzar una discusión hipócrita por algo innecesario.
Continuaron subiendo las escaleras a través de los umbrales de la montaña.
La vista era innegablemente magnífica. Sus alrededores estaban saturados de verde; como resultado, incluso el aire mismo daba una sensación de frescura. El arroyo emergía serpenteando hacia abajo junto al camino, generando un sonido placenteramente claro y melodioso debajo de ellos.
Con su boca abierta de par en par, Zhao Yanzi comenzó a tomar bocanadas exageradamente profundas de aire fresco. Hao Ren no podía hacer otra cosa que sonreír al ver su comportamiento inocente e infantil.
Era increíblemente relajante y satisfactorio para ellos el reencontrarse con la naturaleza otra vez, después de haber pasado un largo tiempo viviendo en la ciudad.
Tomados de la mano, Zhao Hongyu y Zhao Guang se tomaban su tiempo para admirar y apreciar el escenario a su alrededor. Ya que Hao Ren no quería caminar junto a Zhao Yanzi, paseaba detrás de ellos. De la misma manera, Zhao Yanzi no quería terminar atascada con Hao Ren tampoco. Por lo mismo, ella se comportaba como un pequeño animal excitado, corriendo adelante y explorando.
—¡Zi, ve más lento! —advirtió Zhao Hongyu a Zhao Yanzi.
—¡Mamá! ¡Hay una cueva aquí! —gritó con emoción Zhao Yanzi desde más adelante.
Zhao Hongyu dejó salir una risa. Se dio la vuelta y le hizo señas a Hao Ren antes de adelantarse para alcanzar a Zhao Yanzi, y dijo—: Esta cueva fue creada gracias al impacto del agua subterránea. Arroyos en la montaña han formado caminos secretos dentro de la montaña. Cuando se encuentran con las frágiles rocas desgastadas, rompen a través de ellas. Los que hemos visto de camino aquí son afluentes; las verdaderas corrientes de agua están todas contenidas dentro de la montaña…
—¿Y por qué no hay agua dentro de ella entonces? —preguntó Zhao Yanzi con curiosidad.
—Eso se debe a que el tamaño e impacto de las corrientes de agua también dependen de la temporada. Cuando la corriente de agua es fuerte, se filtra el agua. Por supuesto, también podría ser que la corriente se haya desviado. En otras palabras, esto era antes una salida que ha sido bloqueada del interior a causa de algún pequeño derrumbe —explicó con paciencia Zhao Hongyu.
Mientras asentía con su cabeza, los ojos de Zhao Yanzi se iluminaban como si hubiese acabado de descubrir un nuevo continente. Señaló hacia adelante,y dijo—: ¡Mira, hay algo escrito allí!
—"Paraíso Terrenal", esto supuestamente había sido escrito por el famoso poeta Du Fu de la Dinastía Tang. Solía haber un Templo Daoista aquí llamado el "Templo de la Nube Celestial"…—elaboró Zhao Hongyu pacientemente mientras caminaba.
Cerrando y abriendo los ojos, Zhao Yanzi pudo contenerse y seguir a su madre de cerca, observando y escuchando.
Hao Ren estaba maravillado. Le sorprendía que Zhao Hongyu supiese tanto. No sólo era una mujer exitosa en lo que se refiere a diseños arquitectónicos, sino que también era muy elocuente cuando se trataba de astronomía, geología, cultura y la humanidad en general.
Como resultado, avanzaron con rapidez mientras Zhao Hongyu hacía de intérprete a lo largo del camino.
Más aún, con frecuencia se las arreglaba para enlazar un punto con otro para darle más información a Zhao Yanzi. Su voz era gentil y placentera; incluso Hao Ren estaba encantado y había aprendido mucho sólo de escucharla.
Después de caminar por más o menos dos horas, alcanzaron el punto medio y decidieron comer algo en el pequeño restaurante en la montaña.
Sus mesas estaban dispuestas en la parte de afuera debajo de un toldo. Mientras devoraban los vegetales y el arroz, también podían apreciar las magníficas vistas de la Montaña GreenStone.
Hao Ren había estado atrapado dentro de la escuela por demasiado tiempo. La oportunidad que tuvo hoy de viajar con la familia Zhao le refrescó los ojos y la mente, con la verde montaña y los prístinos arroyos; él también estaba ahora alegre.
—Hay un templo en la cima de la montaña llamado Templo de la Unidad Celestial. Se dice que el maestro Daoista Zhang cultivó aquí en algún momento. El palacio más grande en este templo Daoista es el Palacio del Fundador. Todas sus tablillas estaban cubiertas de oro enrollado. Tienen un pino de dos mil años de antigüedad también. Más aún, hay un monumento que fue inscrito por el mismo maestro Daoista Zhang.
Mientras comía, Zhao Guang de repente se puso entusiasta y le comentó a Zhao Yanzi—: ¡Eso suena divertido! —dijo mirando a su padre con anticipación, y agregó—: ¡Vamos a verlo después de que terminemos de comer!
—Toma tres horas llegar hasta allí. Ya que no hay teleféricos aquí, tu mama y yo pasaremos en esta ocasión. Planeamos caminar un poco más, pero después nos tomaremos nuestro tiempo para descender y descansar un poco en el hotel —respondió Zhao Guang.
—Awww…—murmuró obviamente decepcionada Zhao Yanzi.
—¿O puedes pedirle a Hao Ren que vaya contigo? —sugirió Zhao Hongyu.
—¡Quién necesita su compañía! —declaró Zhao Yanzi apretando los dientes, y agregó—: ¡Iré por mi cuenta!
—De ninguna manera. ¡Nos preocuparíamos si fueses hasta allá por tu cuenta! —Zhao Hongyu negó decisivamente la proposición de Zhao Yanzi.
Sabiendo que no podía desafiar a sus padres, Zhao Yanzi bajó la cabeza en silencio con amargura.
Después de comer, continuaron el ascenso. Tras caminar por cerca de media hora y habiendo visitado la Cueva del Señor Anciano que tenía una historia inmensa, Zhao Guang y Zhao Hongyu estaban listos para irse.
Por mucho que Zhao Yanzi quisiese continuar subiendo y explorar el templo Daoista en la cima de la montaña, ahora que sus padres habían decidido dejarlo hasta allí sólo podía acatar la orden.
Viendo que Zhao Yanzi estaba alterada y frunciendo sus labios, Zhao Hongyu preguntó—: ¿Y si hacemos una excepción y te dejamos continuar tu paseo aquí en la montaña?
Los ojos de Zhao Yanzi se iluminaron instantáneamente, y una brillante sonrisa comenzó a florecer en su rostro.
—Pero con una condición: Ren tiene que quedarse contigo. De otra manera nos preocuparíamos —agregó Zhao Hongyu.
Mordiéndose el labio, Zhao Yanzi se debatió por unos segundos pero finalmente aceptó—: De acuerdo, ¡quiero ver lo que hay allá arriba!
Una expresión de alegría apareció en el rostro de Zhao Hongyu al darse vuelta hacia Hao Ren, y dijo—: Ren, por favor quédate con Zi. Vuelvan abajo tan pronto como alcancen la cima de la montaña. Llámanos si necesitan algo. A su ritmo, cuatro horas deberían ser suficientes para que suban y vuelvan a bajar. Toma aproximadamente dos horas más para descender hasta el pie de la montaña así que serían seis horas en total. Esperamos que estén de regreso en el hotel para las siete en punto.
De hecho, Hao Ren tampoco quería volver al hotel tan pronto; era una rara oportunidad para él de poder verse inmerso en la naturaleza. Por lo tanto, asintió con seguridad a Zhao Hongyu y dijo—: Si, tía. Haré mi mejor esfuerzo por cuidar a Zi.
Zhao Guang le dio a Hao Ren un leve golpe de codo alentador antes de darse la vuelta e irse con Zhao Hongyu.
Hao Ren sabía muy bien que los padres de Zhao Yanzi estaban intentando crear oportunidades para que él y Zhao Yanzi pasaran algún tiempo solos y llegaran a conocerse mejor. Sin embargo, no quiso pensarlo demasiado ya que todo lo que él deseaba ahora era visitar el legendario templo Daoista.
Igualmente, Zhao Yanzi estaba pensando lo mismo. Ahora que sus padres se habían alejado, comenzó a gritarle a Hao Ren—: ¡Vamos, apresúrate! ¡No seas un perezoso y no me retrases!
Después de entrecerrar brevemente los ojos, Hao Ren levantó la mirada hacia el interminable camino y dio un paso hacia adelante.