La voz dejó estupefacto a Hao Ren por un momento antes de dejar el teléfono y apresurase a salir de su litera hacia el balcón.
Vio el Chevrolet negro, estacionado tranquilamente en frente de su dormitorio.
Volvió a la habitación y sin pensarlo mucho se puso algunas ropas y los zapatos. Entonces Hao Ren tomó su teléfono y corrió escaleras abajo.
Zhao Guang estaba en el asiento del conductor mientras que Zhao Hongyu estaba en el asiento del pasajero. Zhao Yanzi estaba sentada en el asiento trasero haciendo pucheros con su pequeña boca.
—¿Por qué están aquí? —preguntó sorprendido Hao Ren.
—Nos vamos de viaje este fin de semana y vinimos a recogerte —respondió Zhao Guang. El tono de su voz era seguro, como si Hao Ren fuera a unírseles indudablemente.
Hao Ren quiso inventar alguna excusa—: Hoy yo…
—Haré que Lu Qing hable con la escuela si hay algo que tengas hacer —dijo Zhao Guang.
—Um…—murmuró Hao Ren, resistiéndose por un momento y finalmente dándose por vencido. Luego agregó—: Está bien, no es gran cosa. No es necesario hablar con el vicedirector.
—Ok —asintió Zhao Guang.
—Sube al auto —dijo sonriendo Zhao Hongyu.
Hao Ren abrió con torpeza la puerta y se sentó en la parte trasera junto a Zhao Yanzi. No tenía otra opción.
—¡Mamá! ¿Por qué lo llevamos con nosotros? ¡Dijiste que sería un viaje familiar! —dijo en tono de queja Zhao Yanzi.
—¿Acaso no es Hao Ren parte de nuestra familia? —preguntó suavemente Zhao Hongyu.
Zhao Yanzi no supo qué decir. Pensó al respecto, y Zhao Guang la interrumpió justo cuando estaba por discutir de nuevo diciendo—: Volveremos a casa si te sigues quejando. Podrías ir a hacer tu tarea entonces.
Ciertamente, eso funcionó para suprimir su temperamento y cerrarle la boca. Sin embargo, el fruncimiento de sus labios se hizo aún más pronunciado.
—Ren, no has desayunado aún, ¿cierto? —preguntó con gentileza Zhao Hongyu, dándose la vuelta.
—Está bien. No tengo hambre —respondió Hao Ren.
—Abre la bolsa, Zi. Dale un trozo de pan a Hao Ren —dijo Zhao Hongyu.
Zhao Yanzi aguantó la respiración y abrió la bolsa. Aún molesta, tomó un pan pequeño y se lo aventó a Hao Ren.
—¡Gracias! —dijo Hao Ren a Zhao Hongyu.
Zhao Guang siguió conduciendo a un ritmo constante y dejó de hablar.
Zhao Yanzi acechaba desde la esquina y mantuvo su distancia de Hao Ren. Era más una demostración de su actitud hacia Hao Ren y sus padres; era evidente que ella estaba molesta con él.
Tras pasar el área del centro de la ciudad, se encontraron en un camino mucho más amplio. Ninguno de los cuatro presentes en el auto volvió a hablar.
El largo viaje y las vistas que se repetían afuera de la ventana empezaron a provocarles sueño. Tanto Hao Ren como Zhao Yanzi estaban quedándose dormidos.
Hao Ren se estaba quedando dormido por la falta de sueño de la que sufría, ya que se acostó muy tarde la noche anterior y esta mañana se levantó muy temprano. En cuanto a Zhao Yanzi, la emoción por el viaje de hoy le hizo difícil conciliar el sueño anoche. Los cómodos asientos del auto también le daban ganas de dormir.
Ambos cayeron hacia el centro del asiento trasero mientras el auto continuó a través del camino…
—¡Ya llegamos! —exclamó una voz fresca, y los despertó a los dos.
Hao Ren y Zhao Yanzi despertaron lentamente mientras se daban cuenta de que sus cabezas se estaban tocando.
—¡Aléjate! —empujó Zhao Yanzi a Hao Ren con la frente arrugada de la rabia. Rápidamente saltó del auto.
La vista que los rodeaba, verdes montañas y aguas cristalinas, rápidamente puso una sonrisa alegre en su rostro.
Hao Ren se limpió la saliva de la boca y salió del auto también. Se dio cuenta de que ya estaban en las montañas.
—¿En dónde estamos? —preguntó.
—La Montaña GreenStone —respondió Zhao Hongyu.
—¿Eh? —Hao Ren estaba sorprendido.
La Montaña GreenStone era una atracción turística famosa a las afueras de la ciudad del Océano del Este, pero estaba a más de 100 kilómetros de distancia del centro de la ciudad. Parecía que imperceptiblemente habían conducido por más de dos horas.
—Alcancemos la cima de la montaña hoy y esta noche quedémonos en el hotel que está al pie de la montaña —continuó Zhao Hongyu.
—¿Eh? —Hao Ren se sorprendió aún más.
Se había obligado a sí mismo a venir a este viaje con la familia de Zhao Yanzi, asumiendo que regresarían ese mismo día. ¿Pero pasar la noche…? Era…
Ya que se encontraban a más de 100 kilómetros de la ciudad, incluso los mismos autobuses que podía conseguir aquí no viajaban en esa dirección. Después de todo, la gente que visitaba este lugar usualmente conducía o tomaba un autobús particular de los que proveen las agencias de viajes.
—Primero dejemos nuestras pertenencias en el hotel —sugirió Zhao Hongyu.
Zhao Guang guardó las llaves del auto y asintió. Tomó la gran maleta de las manos de ella y se dirigió hacia el hotel que estaba cerca.
Aunque Zhao Guang no hablaba mucho, Hao Ren podía sentir la relación de entendimiento y amor tácito entre él y Zhao Hongyu.
—¡Ten! —Zhao Yanzi colocó su mochila en los brazos de Hao Ren y se fue dando saltos detrás de su papá.
Hao Ren se sintió un poco incómodo sabiendo que tenía que quedarse con ellos por dos días. Sin embargo, no había forma de regresar por el momento. Lanzó la mochila de Zhao Yanzi sobre sus espaldas y los siguió hasta el hotel con los hombros encogidos.
El hotel de cuatro estrellas al pie de la famosa montaña no era barato en lo absoluto. Una habitación costaba 1200 yuanes por noche.
Zhao Guang pagó por dos habitaciones con su tarjeta de platino como si no fuera la gran cosa.
Entonces necesitaron coordinar las habitaciones. "No harían que compartiera la habitación con Zhao Yanzi, ¿Cierto?", pensó para sus adentros Hao Ren.
—¡Vamos! —Zhao Guang le una palmadita en el hombro notando las dudas de Hao Ren.
Hao Ren se dio cuenta de repente de que compartiría la habitación con el papá de Zhao Yanzi, y Zhao Yanzi estaría en la otra habitación con su mamá.
"En qué estaba pensando…" Se dijo a sí mismo Hao Ren mientras entraba a la habitación con Zhao Guang.
Sus habitaciones estaban dispuestas una frente a la otra. Hao Ren siguió a Zhao Guang dentro de la habitación y encontró que las habitaciones estaban elegantemente decoradas, aún cuando no eran demasiado grandes.
Abrió las cortinas y el hermoso panorama de la Montaña GreenStone apareció a la vista. Una oleada de aire fresco sopló en su rostro; él nunca había respirado un aire tan fresco en la ciudad.
—Deja todo y arréglate un poco antes de que comencemos a escalar —dijo Zhao Guang a Hao Ren.
—Ok —Hao Ren puso la pequeña mochila rosa de Zhao Yanzi sobre una silla y caminó hacia el baño. Se cepilló los dientes y se lavó el rostro. Había salido con tanto apuro que ni siquiera había tenido tiempo de hacer esto. Le daba mucha vergüenza pensar en ello.
Los tres ya estaban esperando en la puerta cuando Hao Ren salió del baño.
—¡Que lento! —murmuró Zhao Yanzi.
Hao Ren no quería pelear con ella frente a sus padres. Tosió suavemente dos veces y le preguntó a Zhao Guang—: ¿Hora de irnos?
—¡Lleva mi mochila! —gritó Zhao Yanzi.
Hao Ren se dio la vuelta y recogió su pequeña mochila rosa.
—¡Sé cortés, Zi! —regañó Zhao Guang a Zhao Yanzi, sin poder contenerse más.
Zhao Yanzi apretó los dientes al sentir que la habían retado. Estaba tan emocionada por el viaje familiar, pero la repentina aparición de Hao Ren la ponía incómoda.
—Vamos, vayamos a la montaña —dijo Zhao Hongyu.
—Oh, déjame llamar a mi abuela primero. Se suponía que iría a visitarla este fin de semana —recordó Hao Ren súbitamente y sacó su teléfono.
Marcó el número de casa y le dijo a su abuela que no sería capaz de visitarla este fin de semana ya que saldría con sus compañeros de clase. Su abuela no lo culpó. Más bien le dijo que se divirtiera.
Zhao Hongyu sintió que Hao Ren era aún más familiar y comprensivo tomando en cuenta la forma en que utilizaba su tono y sus palabras en el teléfono.
—El aire aquí es muy fresco. Deberías traer a tu abuela alguna vez. Hay un Granjero Anfitrión* al pie de la montaña. Algunos jóvenes de la ciudad traen aquí a sus padres para escapar del calor y disfrutar también de su compañía. Los ancianos pueden jugar cartas, charlar, y probar algunos refrescantes platos. Este lugar es muy popular y relajante —dijo Zhao Hongyu a Hao Ren cuando éste colgó el teléfono.
—Um... —murmuró Hao Ren. Nunca le había mencionado a Zhao Yanzi a su abuela, e incluso le acaba de decir que estaba con sus compañeros de clase. ¿Cómo se suponía que les presentaría a su abuela a los padres de Zhao Yanzi?
No sabía si su abuela se asustaría o se sorprendería de ver a una nuera tan desobediente y mal portada.
—Somos una familia, no seas tan rígido. Relájate un poco. Comencemos el ascenso —dijo Zhao Hongyu sonriéndole a Hao Ren y caminó fuera del hotel sosteniendo la mano de Zhao Guang.
*Un Granjero Anfitrión es un tipo de restaurant/hotel donde la gente puede quedarse con una familia de granjeros de manera de experimentar la vida de la granja.