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Chapter 15 - Capítulo 15: La primera visita

Hao Ren se dio vuelta, y el pequeño rostro enfadado de Zhao Yanzi entró en su campo de visión nuevamente.

—Solo estoy haciendo un recorrido. ¿Por qué estás tan molesta? — preguntó con ligereza.

Zhao Yanzi no le respondió; tal vez no sabía qué decir.

—Me iré si no soy bienvenido aquí, —continuó Hao Ren.

—¡No! —Zhao Yanzi entornó un poquito los ojos y dijo, —Puedes quedarte aquí.

Viendo su expresión, Hao Ren supo que ella le estaba pidiendo que se quedara para evitar otro regaño por parte de sus padres.

—¿Qué puedo hacer entonces? —preguntóél.

—Lo que quieras. —Zhao Yanzi se sentó frente a la computadora y reactivó la pantalla con el mouse.

La imagen del escritorio era una foto de ella en bikini, en la playa. Su piel delicada brillaba radiante bajo el sol, entre las olas azules. Tenía una sonrisa brillante, y sacaba graciosamente su pequeña lengua en la foto, mostrando sus blancos y parejos dientes. ¿Quién pensaría que ella era en realidad un pequeño demonio?

Rápidamente cambió la pantalla al notar que Hao Ren miraba la fotografía. Sin embargo, Hao Ren no podía ver su expresión desde donde estaba.

Zhao Yanzi comenzó a jugar el juego más popular del momento, "Plantas Vs Zombis". Se concentró en continuar el último nivel que había alcanzado tras decidir ignorar a Hao Ren. (Como pueden notar por el juego, este es un libro antiguo).

Hao Ren caminó hacia el escritorio por el aburrimiento y tomó un libro al azar de la repisa. Zhao Yanzi continuó jugando sin prestarle atención.

Hao Ren se sentó en una silla cerca del balcón. Leyó la novela bajo el sol de la tarde.

Zhao Yanzi no podía evitar echar un vistazo mientras jugaba su juego.

"Él no parece un mal tipo incluso si no es tan lindo…", pensaba mientras miraba a Hao Ren, quien leía tranquilamente a la luz del sol.

—Pero casarme con él…—Zhao Yanzi se sintió en conflicto interno.

Hizo una mueca mientras continuaba con su juego.

El tiempo voló mientras luchaba a través de muchos niveles. Estaba profundamente concentrada en el juego y se había olvidado de Hao Ren.

Había más y más zombis en su pantalla y las cerbatanas que Zhao Yanzi había plantado no eran suficiente para derrotarlos. No podía hacer nada sino observar a los zombis romper la puerta.

Falló el nivel cinco veces y finalmente se frustró. Lanzó el mouse en el escritorio como si estuviese enojada con su computadora.

—Estúpida. —Una voz salió detrás de ella.

Se dio vuelta, sin saber en qué momento Hao Ren se había colocado a sus espaldas.

Su rostro se sonrojó inmediatamente. Se culpó a sí misma por enfocarse tanto en el juego y olvidar la existencia de Hao Ren. Sin embargo, no era del todo su culpa ya que esta era su habitación y siempre había estado sola allí. Su atención completa estaba en el juego, y la hizo olvidarse del silencioso "huésped" en su habitación.

—¡No es de tu incumbencia! —estalló al fin, luego de dos segundos de silencio.

—Planta dos filas de girasoles en el fondo; deja una fila vacía para las cerbatanas de hielo en el frente; planta otra fila de cerbatanas en frente de esa; luego planta una fila de patatas. Lo mismo en el agua, solo planta primero las hojas de loto, —dijo Hao Ren.

—Uf, ¡eso no funcionaría nunca! —Zhao Yanzi no estaba convencida.

Ignorándola, Hao Ren regresó al balcón para leer.

Zhao Yanzhi lo meditó en su silla antes de iniciar el nivel una vez más.

Logró pasar con éxito el nivel utilizando la estrategia de Hao Ren.

—¿Funcionó? —preguntó Hao Ren mientras leía su libro tranquilamente.

—¡No! —dijo Zhao Yanzi en un ataque de resentimiento.

Hao Ren se levantó, fingiendo que se acercaba a revisar. Zhao Yanzi de inmediato salió del juego con pánico.

Sin embargo, la foto del escritorio quedó a la vista de Hao Ren.

—No…¡No la mires! —Zhao Yanzi se levantó apresurada para bloquear su visión.

Esa foto mostraba su cuerpo en un traje de baño. ¡Cómo podría ser vista por personas mayores!

—Ya he visto la versión en vivo. ¿Qué tiene de especial una foto? —dijo Hao Ren con desdén.

Zhao Yanzi apretó los dientes y cerró los puños. Golpeó a Hao Ren en el pecho.

Debido a la pérdida de su Núcleo Interno, no fue un golpe muy fuerte. En lugar de causarle dolor en el pecho a Hao Ren, resultó hecho de una manera mezquinamente encantadora.

Zhao Yanzi estaba un poco satisfecha con la reacción de Hao Ren, porque él se cubrió el pecho fingiendo estar herido. —Uf, ¡te enseñaré otra lección si vuelves a decir algo como eso! —dijo ella.

Entonces se sentó y continuó con su juego de "Plantas Vs Zombis".

Hao Ren estaba cansado de leer, así que tomó la silla junto a ella y la observó jugar.

Zhao Yanzi estaba, de hecho, aburrida de jugar sola, así que le alegraba que él se acercase a verla. Sin mencionar que en realidad necesitaba un poco de ayuda con algunos de los niveles.

—Planta un Mordedor aquí…

—¡Aquí, recoge el sol!

—Aquí viene la última oleada. Alista las Bombas de Cereza.

Hao Ren continuó dándole instrucciones a su lado.

—¡Qué molesto! ¡Yo sé! —Zhao Yanzi lo culpaba mientras hacia lo que él le indicaba. Su mano se movía rápidamente con el mouse.

Los dos estaban tan enfocados en la pantalla que no se dieron cuenta de que Zhao Hongyu había abierto un poco la puerta en silencio, les echó un vistazo mientras permanecía parada en la puerta, y se retiró feliz.

El tiempo voló hasta que alcanzaron el último nivel; ya era hora de cenar.

Toc, toc, toc… sonó el golpe en la puerta.

Zhao Yanzi pausó el juego mientras Hao Ren volvía a la realidad también.

—Ok, suficiente de juegos. Es hora de cenar, —dijo Zhao Hongyu en un tono amable.

Zhao Yanzi giró la cabeza hacia la puerta y luego volvió a mirar a su lado. Se dio cuenta de golpe de que la cabeza de Hao Ren y la suya se habían acercado mucho sin que siquiera lo hubieran notado.

De inmediato inclinó su cuerpo hacia adelante unos 45 grados para alejarse de Hao Ren. Al mismo tiempo, Hao Ren también notó que estaban demasiado cerca. Tosió dos veces avergonzado y se sentó derecho.

Zhao Yanzi apagó la computadora y se apuró a salir de la habitación, fingiendo estar calmada.

"No me agrada el tipo en lo absoluto… cómo es posible que me estuviese divirtiendo tanto jugando juegos con él". Bajó las escaleras acusándose por eso.

—Es tarde, debería ir regresando —dijo Hao Ren.

—Cena aquí, —dijo Zhao Guang en un tono calmado. Sonó más como una orden que una invitación.

"¿Esperarán también que me quede esta noche después de cenar?", pensó Hao Ren.

Pero en seguida abandonó la idea poco realista y se sentó avergonzado.

Era una cena familiar usual, y Zhao Hongyu y Zhao Guang hablaban acerca de las cosas triviales de la vida. Hao Ren escuchaba al azar cuando hablaban de cosas que él no entendía.

Ciertamente, la pareja no hizo que Hao Ren pasara la noche después de cenar. Estaba un poco sensible y dijo adiós.

—Ve a acompañarlo, Zi— le dijo Zhao Hongyu a su hija.

Zhao Yanzi se levantó de malagana. Miró a Hao Ren y lo siguió hasta la puerta.

Hao Ren se dio vuelta desde la vereda fuera de la casa y vio a Zhao Yanzi frunciendo sus pequeños labios; probablemente podría colgar un collar sobre ellos. —Está bien. Ya puedes regresar, —dijo él.

—Oh…—ella se dio la vuelta para irse.

—¡Zi! — sonó la voz de Zhao Hongyu.

A regañadientes, Zhao Yanzi se dio la vuelta otra vez y miró con tristeza a Hao Ren.

Hao Ren caminó hacia la parada del autobús a 500 metros de distancia sin decir una palabra, y Zhao Yanzi mantuvo su distancia de 30 centímetros de él todo el camino. Su manera de "acompañarlo" era seguirlo sin siquiera entrar en su campo de visión.

Era claro que sus padres la habían obligado a hacerlo, por su mirada renuente.

Ninguno de los dos dijo una sola palabra en el camino. Zhao Yanzi pateaba piedritas de tanto en tanto, como si expresase su molestia con ellas.

Las mangas rizadas de su camisa blanca y su corta falda roja de patrones florales danzaban en el viento.

Si no fuera por sus labios fruncidos, su atuendo y su linda apariencia habrían sido muy atractivas. Como decía la frase célebre de Zhou Liren: un poco dulce, un poco linda, un poco madura y un poco sexy…

La distancia de 500 metros no era muy larga, pero no era muy corta tampoco. Pronto, Zhao Yanzi había acompañado a Hao Ren hasta la parada del autobús.

—Vale, ya puedes irte, —dijo Hao Ren y se dio vuelta.

—Sí…—Zhao Yanzi asintió con la cabeza baja.

De golpe, levantó la mirada con una expresión compleja. Entonces, se dio vuelta y caminó de regreso.

Hao Ren se dio cuenta de que ni siquiera tenía su número al verla irse. Incluso aunque solo fuera una estudiante de secundaria, debería tener un teléfono celular en vista de lo adinerada que era su familia.

Permaneció de pie en la parada del autobús mientras observaba a Zhao Yanzi marcharse sin mirar atrás. Hao Ren pensó para sí mismo, "Realmente ella no querrá casarse con un "tío" como yo…".