El viento frío de la noche se colaba entre las ramas de los árboles. La oscuridad era casi impenetrable, salvo por la tenue luz de la luna que se filtraba tímidamente entre las hojas. Emily y Tom, una pareja de campistas, caminaban por un sendero, iluminando su camino con una linterna. La risa de Emily rompía el silencio.
-- No puedo creer que me convenciste de esto -- dijo Emily, abrazando a Tom mientras avanzaban.
-- ¡Vamos, será divertido! Además, necesitamos un descanso de la ciudad. Solo nosotros y la naturaleza. --
Emily resopló, aunque no podía negar que la tranquilidad del bosque tenía algo especial. Se detuvieron en un claro para instalar su pequeña tienda de campaña. Mientras Tom preparaba una fogata, Emily buscaba algo de leña cerca.
-- ¿No te parece demasiado callado? -- preguntó Emily, mirando alrededor con cierta inquietud.
Tom levantó la mirada de la fogata y sonrió.
--Es un bosque, Em. No hay tráfico ni vecinos ruidosos. Es paz, ¿recuerdas? --
Emily intentó relajarse, pero el silencio parecía oprimirla. Entonces, un sonido se escuchó a lo lejos, un susurro bajo y lastimero. Emily dejó caer la leña que había recogido.
--¿Escuchaste eso Tom? – aterrorizara por el susurro.
Tom se incorporó rápidamente, mirando en la dirección de donde provenía el sonido.
--¿Qué fue eso? – preguntó retóricamente tratando de tranquilizar a Emily.
El susurro se repitió, esta vez más cerca. Ambos se miraron con nerviosismo. Tom tomó una linterna y se adentró en el bosque, ignorando las súplicas de Emily para quedarse en el claro.
-- Probablemente solo sea un animal -- dijo, tratando de calmarla y calmarse a sí mismo.
Pero entonces un brusco movimiento de una sombra negra tomó a Tom quien parecía desaparecer entre los árboles, Emily escuchó un grito desgarrador. -- ¡Tom! ¡Tom, ¿dónde estás?! -- gritó Emily, corriendo tras él. Cuando llegó al lugar, encontró la linterna de Tom tirada en el suelo, cubierta de sangre. La luz apenas iluminaba un rastro que se adentraba en la espesura.
-- No, no, no... esto no puede estar pasando -- murmuró Emily, cayendo de rodillas mientras lágrimas rodaban por su rostro. Entonces, un lamento más fuerte la rodeó, acompañado por un susurro que parecía surgir de todos lados a la vez.
El bosque se oscureció aún más, y Emily sintió como si algo la estuviera observando.
La noticia del incidente llegó al día siguiente a través de los periódicos locales. Ethan que estaba sentado en la pequeña sala del hostal donde se hospedaban hojeando las noticias mientras que Dylan limpiaba un arma en la mesa contigua.
--Escucha esto, -- comenzó Ethan. -- Una chica fue encontrada en estado de shock cerca del bosque. Dice que algo atacó a su novio, pero no sabe qué fue. Los médicos creen que está delirando por el trauma. --
Dylan levantó la mirada.
-- ¿Y? ¿Crees que hay algo raro en eso? La gente se pierde en los bosques todo el tiempo Ethan. --
-- Sí, pero mira esto, -- insistió Ethan, señalando un párrafo. -- Ella mencionó haber escuchado susurros antes de que atacaran a su novio. Eso no es normal. --
Dylan se encogió de hombros.
-- Podría ser un lobo, un oso o incluso un asesino. No siempre tiene que ser algo sobrenatural. --
Ethan cerró el periódico con fuerza, frustrado.
-- No es solo eso. Hay algo en su descripción. Dijo que el aire se sentía pesado, como si "algo" estuviera con ellos. Suena demasiado similar a algunos casos del diario de papá. --
Dylan dejó el arma y se cruzó de brazos.
-- Está bien. Vamos a echar un vistazo. Pero si resulta ser una pérdida de tiempo, el próximo caso lo elijo yo. --
Alistaron sus maletas y se subieron al auto y comenzaron el largo trayecto hacia el pequeño pueblo. Ethan, aún agotado, se acomodó en el asiento y pronto cayó dormido. Pero la tranquilidad no duró mucho. Su mente lo llevó de regreso a aquella fatídica noche. Vio a Lucy, atrapada en el fuego, extendiendo la mano hacia él mientras su rostro se deformaba por el dolor. --¡Ethan, ayúdame! --
Ethan se despertó sobresaltado, con el sudor cubriendo su frente. Dylan lo miró de reojo.
-- ¿Otra vez esa pesadilla? -- preguntó con un tono menos severo de lo habitual.
-- No quiero hablar de eso Dylan -- respondió Ethan, mirando por la ventana.
Dylan suspiró.
-- Sabes que no puedes seguir enterrando todo, ¿verdad? Eventualmente, eso te va a consumir. --
Ethan no respondió. Solo se quedó mirando el paisaje pasar, intentando calmar los latidos acelerados de su corazón.
Al llegar a Alaska, los hermanos se hicieron pasar por investigadores privados para poder hablar con Emily. Dylan, con su carisma habitual, logro convencer a Emily de que les diera una pequeña entrevista de manera informal. La joven los llevó a la sala para poder hablar con tranquilidad, se sentó en uno de los sofás abrazando una manta mientras miraba por la ventana. Sus ojos estaban enrojecidos, pero había un destello de determinación en ellos.
-- Emily, que recuerdas de anoche – le preguntó Dylan con una sonrisa tranquilizadora. – Nosotros solo queremos ayudarte a entender qué pasó en el bosque. --
Emily los miró con desconfianza al principio, pero finalmente asintió.
-- ¿Qué quieren saber exactamente? --
-- Todo lo que recuerdes, -- intervino Ethan, adoptando un tono más suave. -- Incluso si parece insignificante. --
Emily tomó aire profundamente antes de comenzar.
-- Escuchamos... susurros. Al principio pensé que era un animal herido, pero había algo extraño. El sonido no venía de un solo lugar, estaba... por todas partes. --
-- ¿Viste algo? -- preguntó Dylan.
Emily negó con la cabeza.
-- No. De un momento a otro una sombra negra se llevó a Tom, cuando fui a buscarlo, ya era demasiado tarde. Algo se lo llevó… para siempre. --
Los hermanos intercambiaron miradas. El patrón coincidía con lo que habían leído sobre ciertos tipos de criaturas, pero necesitaban más pruebas.
-- Gracias, Emily. Has sido muy valiente al contarnos esto, sé que no es fácil revivir esa noche una y otra vez. -- Ethan le dedicó una sonrisa tranquilizadora antes de que ambos salieran de la habitación.
Con la información de Emily y los conocimientos en el diario de su padre ambos creen que podría tratarse se una Banshee, así que saben que el siguiente paso es ir a la morgue y observar el cuerpo de la víctima. La morgue del pueblo es pequeña, con paredes blancas y un ligero olor a desinfectante. Los hermanos se hacen pasar por investigadores del FBI, mostrando documentos falsos que pasan desapercibidos para el personal poco atento.
-- ¿Qué estamos buscando exactamente? -- pregunta Ethan mientras se ponen guantes y batas.
-- Marcas específicas -- responde Dylan mientras abre uno de los compartimientos. -- Una Banshee suele dejar rastros en sus víctimas. Mordidas, arañazos o incluso marcas en el cuello. --
La figura de Tom yace inmóvil en la camilla de metal. La escena es solemne, y Ethan respira hondo antes de acercarse. Dylan comienza a inspeccionar el cuerpo con cuidado evitando respirar debido al terrible olor que expulsa el cuerpo fallecido de Tom.
-- Mira esto -- dice Dylan, señalando el cuello de la víctima.
Ethan observa con detenimiento. Hay marcas profundas, como si algo afilado hubiera atravesado la piel. -- ¿Son arañazos? --
-- Exacto. Demasiado largos y simétricos para ser de un animal común. Además… -- Dylan señala otra marca en el brazo. -- Esta quemadura. Las banshees emiten un tipo de energía que puede dejar este tipo de rastros. --
-- Entonces es oficial-- dice Ethan, enderezándose. --Tenemos una Banshee en nuestras manos. --
Mientras guardan las pruebas y salen de la morgue, Dylan recibe un mensaje en su teléfono. Es de Emily, avisándole que va a regresar al boque, necesita saber que pasó exactamente con Tom. –
-- Em… Ethan, tenemos problemas, checa esto. Es de Emily --
-- ¿Están locos? -- exclama Ethan. -- Es un suicidio. --
-- Exactamente por eso tenemos que detenerlos -- responde Dylan con seriedad. –Vamos, tenemos que prepararnos y los encontraremos en el bosque. --
La noche ha caído cuando Dylan y Ethan llegan al bosque, guiándose por las coordenadas enviadas en el mensaje. El aire es frío, y la brisa nocturna mueve las copas de los árboles, creando un murmullo inquietante.
-- ¿Crees que llegaremos a tiempo? -- pregunta Ethan mientras se baja del auto, sosteniendo una linterna.
-- Lo haremos -- responde Dylan, cargando su mochila con armas y herramientas. -- Solo mantente cerca y no hagas nada estúpido. --
-- ¿Por qué siempre asumes que soy yo quien hace cosas estúpidas? -- replicó Ethan con un tono sarcástico mientras revisaba el diario de su padre.
-- ¿De verdad quieres que empiece la lista? -- Dylan sonríe levemente, pero el gesto no oculta su preocupación.
Caminan por el sendero oscuro, con las linternas iluminando el camino entre los árboles. Escuchan pasos a lo lejos, y pronto encuentran a Emily, junto al hermano menor de Tom, y su padre, quienes caminan con armas rudimentarias y miradas decididas.
-- ¿Qué demonios están haciendo aquí? -- les grita Dylan mientras se acerca.
El padre de Tom, un hombre robusto con rostro endurecido por el dolor responde con desdén -- buscando al maldito monstruo que mató a mi hijo. ¿Quiénes son ustedes para detenernos? --
-- Somos cazadores -- responde Ethan con sinceridad, tratando de sonar más confiado de lo que se siente. -- Sabemos lo que está pasando aquí. Ese monstruo del que hablan no es algo que puedan manejar con escopetas. --
-- ¿Cazadores? -- Emily mira a Ethan con incredulidad. -- ¿Pensé que ustedes eran del FBI, me mintieron? --
Dylan interrumpe antes de que Ethan pueda responder. – No sabíamos cómo mencionar esto al inicio; sin embargo, nosotros sabemos cómo lidiar con esto, y ustedes no. Si siguen aquí, todos ponen su vida en riesgo. Váyanse ahora. --
El padre de Tom niega con la cabeza. -- No vamos a ninguna parte. Ese ser nos arrebató a Tom, y vamos a hacer justicia. --
Dylan se acerca, mirándolo directamente a los ojos. -- Esto no es justicia. Es suicidio. --
Antes de que puedan discutir más, un grito aterrador resuena en la distancia, helando la sangre de todos. Emily se estremece, aferrándose al brazo de Ethan.
-- Es ella -- susurra con voz temblorosa.
-- Apaguen las linternas y quédense juntos -- ordena Dylan con firmeza, sacando un arma con balas grabadas con runas. -- Ethan, vigila a los demás. --
-- Claro, porque soy tan bueno haciendo de babysitter verdad Dylan -- murmura Ethan, sacando un cuchillo encantado.
El grupo avanza con cautela, pero la tensión es palpable. De repente, la linterna de Emily parpadea y se apaga. El grupo se detiene, y el silencio del bosque se vuelve ensordecedor.
-- ¿Qué está pasando? -- pregunta el hermano de Tom, su voz quebrada por el miedo.
-- Es ella -- dice Ethan, revisando el diario de su padre. -- La Banshee manipula la energía a su alrededor. Quiere separarnos. --
Un grito desgarrador corta el aire, y cuando todos giran, el padre de Tom ha desaparecido.
-- ¡Papá! ¡Papá! – grita el hermano de Tom, pero Dylan le tapa la boca con el brazo.
-- No grites. Eso solo la atrae más rápido. --
Otro grito, esta vez más cercano, y el hermano de Tom también desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Ahora solo quedan Dylan, Ethan y Emily.
-- Esto está mal -- dice Ethan mientras revisa frenéticamente las páginas del diario. -- Las banshees no suelen atacar así. Normalmente solo avisan de la muerte. --
-- Tal vez esta sea diferente -- responde Dylan, con el arma lista. -- Y no me interesa saber por qué. Solo tenemos que detenerla. --
Ethan finalmente encuentra una anotación en el diario. -- Aquí está. Dice que suelen construir sus nidos cerca de lugares altos o cavernas donde su voz resuene mejor. --
-- ¿Y ves alguna cueva por aquí? -- pregunta Dylan, frustrado.
Emily, temblando, pero tratando de mantener la calma, interviene. -- Hay una cueva a unos quince minutos de aquí. Tom y yo la vimos cuando llegamos. --
Dylan asiente. --Bien. Vamos. –
Minutos más tarde…
Llegan a la entrada de una cueva oscura y estrecha, donde el eco de sus pasos parece amplificar el miedo en el ambiente.
-- ¿Estás seguro de esto? -- pregunta Ethan, mirando la entrada como si fuera una boca hambrienta.
-- Nunca estoy seguro de nada -- responde Dylan, entrando primero. -- Pero eso no me detiene. --
Dentro de la cueva, encuentran al padre y al hermano de Emily amarrados y desmayados. Dylan comienza a liberarlos mientras Ethan y Emily vigilan.
De repente, un chillido ensordecedor llena la cueva. La Banshee aparece, surgiendo de las sombras como un espectro. Su cabello flota alrededor de su rostro horriblemente distorsionado, y sus ojos negros brillan con un odio sobrenatural.
-- ¡Cuidado! -- grita Ethan mientras la criatura se lanza hacia ellos.
Dylan se gira justo a tiempo para disparar, pero la Banshee es rápida y lo golpea, enviándolo contra la pared de la cueva. Ethan se interpone entre Emily y la criatura, usando su cuchillo para defenderse.
-- ¡Sigue desatándolos! ¡Yo la distraeré! -- grita Ethan.
Emily obedece, desatando a su padre y hermano mientras Ethan esquiva los ataques de la Banshee. Cuando parece que la criatura lo tiene acorralado, Dylan se levanta, sosteniendo un arma con una bala especial grabada con runas.
-- ¡Hey! ¿Por qué no pruebas conmigo? -- grita Dylan, disparando y logrando herir a la Banshee.
La criatura grita de dolor, pero no se detiene. Ataca a Dylan y Ethan al mismo tiempo, pero los hermanos trabajan en conjunto, golpeando y esquivando con precisión. Finalmente, Ethan coge la pistola de Dylan y dispara un último tiro, y la Banshee cae al suelo, disolviéndose en cenizas.
Con el peligro eliminado, el grupo sale de la cueva. Emily, aun temblando, se gira hacia Ethan.
-- Gracias… por salvarnos. --
Ethan asiente, pero antes de que pueda responder, Emily lo abraza y lo besa rápidamente en la mejilla. Dylan sonríe burlonamente, pero no dice nada, con la mirada le hace entender a Ethan lo que piensa. Se acerca a Ethan y la da una palmada en el hombro – vamos Ethan, es hora de regresar – Ambos se giran y siguen su camino hacia el coche.
De vuelta en el hostal, los hermanos se relajan por un momento, pero el teléfono de Dylan suena. Es Zoey.
-- Zoey, ¿estás bien? -- pregunta Dylan, preocupado.
-- Dylan… necesito tu ayuda. Estoy en graves problemas. --
La llamada se corta antes de que Dylan pueda responder. Se queda mirando el teléfono, con el rostro endurecido.
-- ¿Zoey, ¿qué está pasando, Zoey? -- pregunta Ethan.
-- Tenemos que irnos – le dice Dylan a Ethan, guardando sus cosas rápidamente. – Es Zoey, está en problemas y necesita nuestra ayuda –
Ambos toman sus maletas y se dirigen hacia el coche, guardan las armas en la maletera y se suben al coche y dan a marcha a su camino en búsqueda de Zoey.