En un laboratorio que parecía haber sido abandonado hacía algunos meses, pero que llevaba millas de años vacío, un sonido de ruptura emanó de una cápsula increíblemente reforzada. Las luces, que ya comenzaban a fallar, se apagaron por completo. Un sonido como de escape de aire se escuchó desde la cápsula, y al momento siguiente, las luces apagadas se reiniciaron, y una de las consolas afuera dicha sala se activó, comenzando a cargar datos.
Se informa que las reservas de energía de la base de investigación Avalon han caído por debajo del rango necesario para mantener las instalaciones.
Se recomienda al protector de reservas investigar lo sucedido en la zona de contención 22.
Se recomienda al protector investigar la cápsula de incubación 111.
Se recomienda al protector investigar la...
La consola parpadeó y luego quedó en blanco. El sonido de estática llenó el aire, como si la transmisión se hubiera colapsado por completo.
El silencio que siguió era denso, pesado, como si todo en el laboratorio hubiera detenido su respiración. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que el laboratorio se sumió en la quietud? Los segundos parecieron minutos, y los minutos horas, hasta que la oscuridad se hizo más densa, más aplastante.
...Oscuridad. Un vacío inmenso. Y luego, poco a poco, pensamientos. ¿De dónde venían?
Una sensación extraña recorrió mi mente, una semilla de desconocimiento que comenzó a germinar. Algo faltaba. No sabía qué, pero mi conciencia parecía vacía, como si algo estuviera ausente, algo que había olvidado. De repente, como un destello en medio de la oscuridad, una palabra apareció, flotando en mi mente, como si hubiera estado esperando para ser descubierta. "Nolg."
¿Qué era un "nolg"? ¿Por qué esa palabra resonaba dentro de mí con tanto poder, tan fuerte como una explosión, pero vacía de significado? Pero no solo esa palabra, otra apareció al mismo tiempo: "rey". ¿Un rey? ¿Yo? ¿Qué significaba ser rey?
La confusión me invadió, pero al mismo tiempo, algo profundo dentro de mí comenzó a entender. El concepto de "rey" empezó a formarse lentamente, de manera abstracta, como un rompecabezas cuya imagen aún no lograba ver del todo, pero cuyas piezas estaban encajando de forma extraña. Al principio no lo entendía, pero poco a poco, la respuesta fue tomando forma. Algo dentro de mí hizo clic, como si se encendiera una luz tenue en lo más profundo de mi ser.
¿El rey de los nolg? Mi mente ahora comprende, aunque el significado completo aún me eludía, como una verdad a medio revelar. Sentí cómo ese destino, ese título, formaba parte de mi existencia de una manera inquebrantable. El destino... mi destino, era ser el rey de los nolg. Y aunque aún no podía comprender por completo lo que eso significaba, sabía que esa era mi esencia, mi propósito.
Al comprender esto, una oleada de emoción inundó mi ser. Ya no era solo una conciencia vacía de propósito. Mi existencia ahora tenía un propósito mayor, un propósito que estaba ligado a algo más grande que yo mismo: era el rey de los nolg.
Las sensaciones comenzaron a hacerse más claras, más reales. Mi cuerpo, que antes me resultaba confuso, comenzó a hacer sentido en mi mente. ¿Qué es un cuerpo? Un cuerpo está formado por muchas cosas: manos, pies, cabeza, torso... Pero, ¿cómo definiría todo eso? De alguna manera, sabía que todo encajaba, aunque mi conciencia aún intentaba comprender la totalidad de lo que representaba.
Un momento después, abrí mis ojos, y la luz, esa luz que antes no había entendido, ahora era algo visible. Al abrirlos, no solo vi; comprendí. Mis ojos eran ventanas hacia el mundo que se desplegaba ante mí. Vi colores, los colores de la luz que me rodeaba, pero no entendía del todo lo que eran. Había fragmentos de conocimiento que llegaban a mi mente, como piezas dispersas de un rompecabezas, fragmentos que trataban de explicarme qué era la luz. Sin embargo, esos fragmentos no se unían del todo. Eran como intentar moverme igual que un pez en el agua: podía verlo, podía sentir su flujo, pero no lograba comprender completamente cómo se movía. ¿Qué es un pez? Un pez es...
Antes de que pudiera continuar, un sonido vibrante interrumpió mis pensamientos. Esa vibración, que había escuchado antes de mi sueño, volvió, más clara, con una intención. No era solo ruido, era un mensaje, algo que quería ser comprendido. Guiado por esa vibración, con los nuevos sentidos que ahora tenía, sigue el rastro. Mi cuerpo, aún torpe, comenzó a moverse. Las vibraciones llegaban con fuerza, desde lo más profundo de mí.
Estiré mis manos, mi piel crujió, mi cuerpo se tensó. Un sonido de cuero rasgándose y aire explotando llegó a mis oídos. Venía de mí. Era mi propio cuerpo el que vibraba, el que se liberaba. Un destello de entendimiento cruzó mi mente: el sonido es vibración. Esa comprensión fue fugaz, pero suficiente para darme cuenta de que yo estaba creando el sonido.
Con un esfuerzo, me levanté, todavía vacilante. El sonido que llenaba el aire no me permitía pensar en el significado de "cuero", ni en lo que me rodeaba. Antes de que pudiera caer, sentí la necesidad de seguir adelante. Un impulso profundo, como si algo dentro de mí se lo exige.
Así, desde el suelo, con mis recién descubiertos músculos, avancé. El sonido me guiaba, como una brújula. No sabía dónde me dirigía, pero sentía que debía seguirlo. Mi cuerpo, impulsado por algo más allá de mi comprensión, avanzaba. Sin saber exactamente qué buscaba, solo sabía que debía llegar allí.