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Los Nuevos Habitantes: Régimen Del Suero

Alejo_Mansilla
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Synopsis

Chapter 1 - Capítulo 1: Una Posible Esperanza.

Sonidos de disparos y ambiente de guerra.

El cielo estaba teñido de gris por el humo de los disparos y explosiones acompañado del grito de los soldados en el campo de batalla. Año 2025, la Guerra de Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña convirtió las islas en un lugar infernal. Ambas naciones competían por un territorio que parecía maldito, cobrando cientos de vidas en cada enfrentamiento. Las trincheras rebosaban de barro, sudor y sangre, mientras el odio y el resentimiento seguían alimentando un conflicto que nadie parecía querer detener.

En este caos, además de los soldados, las enfermeras enviadas a las islas también deben presenciar los horrores de la guerra. Entre ellas, Laura Velikova, una joven medica recién graduada de 25 años, luchaba por mantenerse firme. Al igual que los soldados mas jóvenes, ella junto a otras jóvenes doctoras fue obligada a ir a esta guerra, ya que Argentina quería contar con el mayor numero de doctoras disponibles, sin importar si estas contaban con experiencia o no. Al llegar a Las Malvinas y comenzar a trabajar, Laura se vio eclipsada por la situación. Los disparos de las armas, los gritos de los soldados, las pilas de cadáveres esparcidas por los alrededores eran demasiado para la cabeza de la joven doctora. Su bata blanca estaba teñida de rojo, y sus manos temblaban constantemente.

Laura: "Luego de haber estudiado tantos años, estaba muy contenta de recibir mi título. Quería poder ayudar a las personas con sus lesiones, heridas y enfermedades, hacer eso me hacia sentir como una heroína salvavidas. Entre sollozos. Pero, jamás creí que me tocaría vivir algo como esto"

-Doctora, necesitamos ayuda aquí- grito una de sus compañeras, apuntando a un joven que apenas podía respirar.

Laura corrió hacia él. Tenía el abdomen abierto y el pecho lleno de agujeros de bala. Intento mantener la calma, pero su rostro la traicionaba. El soldado la miro, con lagrimas saliendo de su rostro ensangrentado.

Soldado: Doc…-susurro, apenas entendible-, dígame la verdad, ¿voy a vivir?

Laura trago saliva, intentando encontrar las palabras.

Laura: Si, claro que sí. Confía en mi- mintió, con un nudo en la garganta.

La realidad era menos alentadora. Las heridas eran demasiado graves. A pesar de sus esfuerzos, el monitor emitió un pitido constante. El joven había muerto. Laura dejo caer sus manos, manchadas de sangre, y sintió como si su corazón se detuviera.

Laura: ¿Cuándo va a terminar esto? - murmuro, con la mirada perdida- ¿Cuántos mas tienen que morir para que la humanidad entienda el daño que hacen las guerras?

El combate continuo, llevándose consigo un gran numero de vidas, derramando litros y litros de sangre y acumulando grandes pilas de cadáveres. La desesperación, la ansiedad y el sentimiento de sentirse como una inútil invadieron a Laura. Tenia que ver pacientes que morían frente a sus ojos con heridas incurables, sin que ella pudiera hacer nada, este proceso se repitió a lo largo de todo en enfrentamiento bélico.

Durante la ultima noche de la guerra, Laura, en su cuaderno, escribió el nombre de todos los muertos. El trauma se asentó en su mente. Las guerras no solo destruían vidas, también destrozaban almas.

Cuando termino el conflicto bélico, con Gran Bretaña posicionándose como la vencedora y mas de 600 soldados argentinos muertos, Laura se juró a sí misma que encontraría una manera de salvar el mayor numero de vidas posible. Una vez de regreso, trabajo sin descanso en hospitales y laboratorios, dando lo mejor de sí, y gracias a su compromiso y dedicación, además de sus grandes éxitos en el campo de la medicina y la ciencia, se hizo de un gran renombre en el país, consolidándose como una gran figura en el ámbito científico y salubre y volviéndose toda una referente para los más jóvenes. Pero, a pesar de todo este reconocimiento y del gran número de vidas que lograban salir con vida gracias a ella, Laura seguía sin estar conforme con sus resultados, sentía que sin importar cuanto se esforzara, no lograba ser salvar a todos los que atendía, ya que al igual que sus compañeros en la guerra, tenían heridas y enfermedades incurables las cuales ni siquiera ella era capas de curar. Sentía que debía encontrar una solución para esto. Además, luego de experimentarla, Laura siempre demostró su rechazo hacia las guerras, diciendo en cada oportunidad que se le presentase que llegar a un conflicto armado es uno de los puntos mas bajos a los que puede llegar el ser humano y que la sociedad debe aprender de la historia y darse cuenta de las grandes devastaciones que traen las guerras.

A pesar de que el tiempo pasaba, los gritos de sus compañeros y la imagen de sus pacientes muertos la seguían adonde quiera que valla. Además de encontrar una solución para las enfermedades, Laura quería encontrar la forma de acabar con las guerras de una vez por todas.

10 años después.

Año 2035, nos encontramos en un mundo colapsado. Las guerras no habían desaparecido, es más, se habían vuelto aun mas frecuentes en esta última década, dejando un gran número de muertes. Nuevas enfermedades surgían cada año, y cuando los científicos eran capaces de encontrar una cura, estas ya se habían llevado a miles de personas consigo. A esto, debemos sumarle un nuevo problema: la crisis climática, la cual no había hecho mas que empeorar en los últimos años, los polos casi derretidos, la escasez de recursos por la sobreexplotación y la contaminación amenazaban con hacer la Tierra inhabitable. Laura veía todo esto y sentía una mezcla de rabia e impotencia.

Un día, mientras revisaba informes en su laboratorio, una idea comenzó a tomar forma. ¿Y si el problema no era solo la falta de soluciones, sino la forma en que los humanos pensaban y actuaban? Había pasado meses estudiando el cerebro humano, y había hecho un gran descubrimiento, el motivo por el cual los humanos no eran conscientes de las guerras y la crisis climática, era porque la historia es cíclica, es decir, la historia presenta eventos que se repiten. La primera y la segunda guerra mundial, la guerra fría, la guerra de corea, la guerra de Malvinas mas todas las que se disputaron antes de ellas, mas la constante sobreexplotación de los recursos naturales para aprovecharlos al máximo a lo largo del tiempo, crearon patrones de comportamiento que se impregnaron en el cerebro, lo que lleva a las personas a creer que estos acontecimientos forman parte de la naturaleza y la sociedad y no como eventos que pueden llevar a la destrucción del planeta, atrapando a la humanidad en un ciclo de violencia y negligencia. En paralelo, Laura investigo el sistema inmunológico de los humanos, descubriendo que este es débil a los cambios, por lo que cada nueva enfermedad que surgiera seria destructiva para este porque no es capas de enfrentar nuevas amenazas, dejando muy vulnerable a los humanos, donde aquí la humanidad esta condenada a un ciclo de sufrimiento ante cualquier nueva enfermedad. Su propuesta seria radical, incluso peligrosa, pero si funcionaba, podría cambiar el curso de la historia. Sabia que para llevar a cabo este proyecto necesitaba que alguien lo financiara, por lo que pidió una reunión junto con el presidente de la Republica Argentina, Emiliano Echeverria en la Casa Rosada. El gobierno acepto su petición y la científica se preparo para la reunión.

Sonido de auto abriendo y cerrando puerta. Sonido de tacones en el pasillo.

La sala de reuniones estaba llena de funcionarios, todos esperando a la científica mas renombrada del país. Laura entro con paso firme, y con su maletín en mano. El presidente, un hombre de mirada severa y gesto calculador, la recibió con una sonrisa tensa.

Presidente: Doctora Velikova, bienvenida. Hemos recibido su llamado y no podíamos decirle que no a nuestra mejor científica. Sabemos que tiene algo importante que proponer. La escuchamos.

Laura: respiro hondo antes de comenzar. Señor presidente, como sabrán, nuestro planeta se encuentra en estado crítico. Las guerras, un recurso utilizado para resolver conflictos a cambio de un gran derramamiento de sangre y con un gran costo de vidas, se ha vuelto cada vez más común en la ultima década. Se han registrado siete guerras en diez años. Esto habla de cómo se ha vuelto cada vez más común enviar soldados a morir para resolver los problemas en lugar de recurrir a métodos diplomáticos. Eso no es todo, sino que, durante esta década, las condiciones climáticas y ambientales de nuestro mundo han empeorado catastróficamente, la contaminación se elevo tanto que la capa de ozono esta cerca de desaparecer, lo que traerá un gran riego para nosotros debido a la intensidad de los rayos ultravioleta del sol, la sobreexplotación innecesaria de nuestros recursos naturales ha traído como consecuencia la escases de algunos de ellos, por lo que ya tenemos a varias naciones lanzando planes de contingencia para preservar lo poco que les queda. Esto ha llevado a condiciones deplorables y criticas en la Tierra, que de no ser tratadas pueden destruir el mundo como lo conocemos, o, mejor dicho, como solíamos conocerlo. Y, por último, pero no por ende menos importante, hemos registrado un gran aumento de nuevas enfermedades víricas, las cuales están atentando contra la salud de las poblaciones mundiales, dichas nuevas enfermedades no tienen cura, y para cuando las conseguimos el daño es irreparable, así como en la guerra, un gran numero de individuos pierde la vida culpa de estas nuevas infecciones. Como pueden ver, nos encontramos en un estado deplorable, en el cual necesitamos un cambio drástico que de un nuevo rumbo a la humanidad y a nuestro mundo si no queremos dirigimos a la extinción y a la autodestrucción.

Presidente: asiente, pero sus ojos mostraban escepticismo. Muy bien Doc., veo que ha realizado una exhaustiva investigación, digna de su renombre, pero, la duda que tengo, y que también tienen todos en esta sala es. ¿Qué propone para acabar con esta crisis y salvarnos, digamos, del apocalipsis?

Laura: abre su maletín y saca un dispositivo con diagramas y datos. Propongo la creación de un suero experimental. Este suero generara descargas eléctricas en el cerebro que alteraran las células cerebrales y nos permitirán cambiar los patrones del comportamiento humano, con ello podremos moldear la mente humana para que las personas dejen de utilizar la guerra como un mecanismo para resolver sus conflictos. A la vez, se volverán mas conscientes de la situación del medio ambiente, por lo que dejaran de destruir el ecosistema y comenzaran a cuidarlo y preservarlo, utilizando los recursos en medida justa. Por último, el suero aumentara y mejorara los anticuerpos en el sistema inmunológico, reforzándolo y volviéndolo mucho mas fuerte, por lo que nos volveremos inmunes ante cualquier enfermedad.

Un murmullo recorrido la sala. Algunos ministros intercambiaron miradas incrédulas. Uno de ellos, visiblemente molesto, dijo:

Ministro: "Con todo respeto Doctora, pero esto, digamos, suena muy a película hollywoodense. ¿está diciendo que puede reprogramar la mente humana? Eso no suena muy real que digamos.

La científica no retrocedió.

Laura: Se que suena arriesgado, pero tenemos la tecnología y los conocimientos para hacerlo. Esta en nuestra única oportunidad de salvar a la humanidad.

El presidente se recostó en su silla, pensativo. Después de unos momentos, hablo.

Presidente: Es una propuesta ambiciosa, Doctora. Confiare en su trayectoria y en sus grandes resultados durante los diez años que ha servido a nuestra nación. La apoyaremos con propuesta, pero quiero resultados. Si este proyecto falla, será usted quien cargue la responsabilidad.

Laura asintió, su determinación era inquebrantable.

Laura: Gracias por su apoyo señor presidente, no los decepcionare.

Mientras salía de la sala, sabia que el verdadero desafío apenas comenzaba. Pero también sabía que, si tenía éxito, cambiaria el destino del mundo para siempre. Aunque había conseguido su propósito, la Doctora tenía una duda que recorría su mente. ¿Lograría que el suero sea exitoso o seria un fracaso que en lugar de dar esperanza sería el punto que llevaría al mundo a la perdición? A pesar de sus dudas Laura salió de la Casa Rosada con la frente alto, lista para comenzar el que seria el trabajo de su vida.