Ruido de auto abriendo y cerrando la puerta. Sonido de auto acelerando.
Una vez afuera de la Casa Rosada y yéndose en su auto, Laura aun estaba sorprendida por lo que había sucedido. El proyecto fue aceptado, ella encabezaría el trabajo que podría poner fin a todos los males del mundo. No mas guerra, no mas contaminación, no mas enfermedades mortales, hola, prosperidad y mejora. Una sonrisa invadió su rostro, tenia la posibilidad de cambiarlo todo. Mientras conducía, freno en un semáforo, en tanto esperaba que la luz se pusiera en verde, ella tomo su maletín y saco algo que no mostro ante el presidente y los ministros, su cuaderno, con el nombre de todos los muertos en la Guerra de Malvinas, los que la acompañaron a las islas, pero no volvieron, los que no pudieron regresar con sus familias, sus nombres y apellidos estaban escritos en hojas de papel que Laura guardaba como una forma de preservar su memoria. Verlos le hacia recordar el porque estaba luchando por su causa.
Laura: Con voz melancólica. Al fin chicos, al fin puedo poner fin a todo esto, para que nadie mas vuelva a pasar por lo que nosotros vivimos.
Una vez la luz del semáforo dio verde, Laura guardo su cuaderno en su maletín y continuo rumbo a su casa. Luego de unos minutos, llega hasta su vivienda y procede a guardar su auto en el garaje. Una vez dentro, Laura se cambia de ropa y se prepara unos mates. Quiere repasar todo lo que ha investigado hasta el momento. Una vez sentada con su computadora y sus mates, inicia su análisis. A medida que va observando y repasando sus datos, se percata de que ha tenido un buen avance hasta el momento, pero es consciente de que llevar esta obra a cabo será un trabajo muy complicado. También, sabe que lo que esta haciendo es algo muy grande, no se trata de una búsqueda para descubrir como prevenir una enfermedad mental, se trata de un proyecto que cambiara para siempre el rumbo de la humanidad, cambiar el cerebro humano, reprogramarlo y darle nuevas funciones y pensamientos.
Una vez terminada su observación, nuestra Doctora se propone ir a dormir para estar lo mas descansada posible para el día siguiente. Mañana se dará inicio al proyecto, su proyecto, el proyecto Velikova. Una vez lista, se acuesta en su cama y cierra sus ojos, preparada para descansar.
Son las 3:15 am, todo esta oscuro, no se puede observar nada mas que un fondo completamente en penumbras. A lo lejos, se comienza a percibir un sonido, parece que proviene de varias entidades, como si de un grupo se tratase. El número de entes generando el sonido parece ser alto. Poco a poco el ruido va incrementando, y con ello nos percatamos de que se lo se esta oyendo no es mas que gritos de dolor y sufrimiento, provocados por un gran número de personas. Sus gritos se vuelven cada vez mas intensos, hasta que su volumen se vuelve cada vez mas desesperante. Estos gritos traumarían a cualquiera. En ese momento, una luz parece iluminar el fondo de la oscuridad, y con ello los gritos van perdiendo fuerza.
De un exalto, Laura se despierta asustada y agitada. Está llena de sudor. Había tenido una pesadilla.
Laura: asustada y exaltada. ¿Chicos?
Los gritos de sus sueños eran de sus compañeros que habían muerto. A pesar de haber pasado 10 años desde lo sucedido, ella no era capas de olvidar los horrores que vivió. Los gritos de desesperación y miedo que escucho en Malvinas la han asechado durante años. Aunque no lo demuestra, por dentro aun tiene miedo por lo que vivió. Su proyecto, además de curar a los humanos de sus maldades, también busca curar los traumas que ella misma ha cargado durante un largo tiempo. Realmente quiere que su trabajo tenga éxito, pero también espera que ese éxito la ayude a superar sus traumas. Laura cree que el experimento la ayudara a sentir que vengo a sus compañeros así dejara de ser acechada por sus gritos. Puede parecer egoísta, pero son esos traumas los que la han llevado a tomar sus decisiones sobre el futuro del mundo e intentar salvarlo.
Luego de una larga noche, Laura se despierta y comienza a prepararse para iniciar su trayecto hacia su laboratorio. Durante el camino, no podía esperar el momento, quería llegar e iniciar el proyecto. Cuando llego, se dio cuenta de que había una persona esperándola.
Se bajo de su vehículo y se dirigió hacia el sujeto.
Sujeto: Hola Laura, ha pasado mucho tiempo. No se si te acuerdas de mí.
Ella lo observo durante unos momentos, allí se dio cuenta de quien era esta persona. Era Sebastián Gaiden, uno de los soldados que estuvo en la Guerra de Malvinas.
Laura: Sorprendida. Sebastián, sos vos. No me lo puedo creer.
Se acerca hacia el y la da un gran abrazo.
Sebastián: Me da mucho gusto verte Laura. Me sorprende que aun te acuerdes de mí, jaja.
Laura: Obvio que acuerdo de vos. Recuerdo a todos los compañeros que fueron conmigo a…bueno, ya sabes…a eso.
Sebastián: Si…a mí también me duele recordar lo que vivimos allá. Y quiero que sepas que admiro mucho todo lo que has hecho. Te volviste una gran doctora y una grandiosa científica. Sos toda una celebridad, jaja.
Laura: Gracias Seba, pero aun me falta bastante para llegar a lo quiero. Ah, por cierto. ¿Qué estás haciendo acá?
Sebastián: Soy un funcionario del gobierno. Me encargaron supervisar como avanza tu proyecto.
Laura: Entonces, ¿vos vas a comunicarle al presidente todo lo que haga?
Sebastián: Mas o menos. Tengo que informar a la Casa Rosada si el desarrollo de tu trabajo va por buen o mal camino.
Laura: Dile al presidente que sea paciente, esto no es algo que pueda hacer en 2 días.
Sebastián: En eso tenes razón, esto no es nada fácil. Por eso mismo contrato a otros científicos que van a venir a ayudarte.
Laura: ¿Qué?, ¿otros científicos? Deciles que no necesito a nadie. Puedo hacerlo sola. Es mi proyecto.
Sebastián: Es verdad, el proyecto el tuyo. Pero quien lo financia es el gobierno. Quieren asegurarse de que todo salga bien. Además, nunca esta mal tener una ayudita extra.
Laura: Pero…no soy muy buena liderando grupos. Siempre me he manejado por mi cuenta.
Sebastián: Laura, escúchame. Estas por iniciar el experimento mas radical en la historia de la humanidad. Yo viví lo mismo que vos, así que se porque lo quieres hacer y para que lo quieres hacer. No seas terca y acepta toda la ayuda que ofrezcan.
Laura: Dubitativa. Suspira. Bueno, esta bien. ¿Cuándo van a llegar los demás?
Sebastián: Están en camino.
Pasados unos minutos, una camioneta con científicos dentro de ella llego al laboratorio. Todos entraron para comenzar los preparativos que darán inicio al proyecto.
Laura: Agradezco a todos por estar aquí. Todos sabemos cuál es la situación de nuestro mundo. Pero es para eso que estamos acá. Trabajando duro y dando nuestro mayor esfuerzo, y un poco más, podremos ser capaces de cambiar el rumbo de la humanidad y dirigirnos hacia una era de prosperidad. Así que dejen todo lo que tengan en este proyecto.
Sonido de aplausos.
El equipo se puso manos a la obra. Planos, dibujos, libros, fotos y herramientas científicas eran lo que predominaba en el ambiente. El gobierno había gastado grandes sumas de dinero en equipamiento avanzado para el trabajo. Entre las nuevas maquinarias la que más destacaba eran los simuladores, proyectores de la más alta tecnología que permitían dar un vistazo virtual a los datos que eran enviados a su sistema. Seria utilizada para observar si todos los análisis planteados podrían funcionar para crear exitosamente el suero.
Todos los presentes estaban muy dedicados con lo que estaban haciendo. Aunque no habían vivido lo mismo que Laura, creían que ella estaba en lo cierto y que era necesario un cambio. Laura era quien estaba al mando, dirigiendo y diciéndoles que hacer a sus los demás, todo bajo los ojos de excompañero en la guerra, quien le había informado al presidente que su gran apuesta había comenzado.