Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

Proyecto Omega: Apocalipsis

🇲🇽Yoo_ShouSam_
7
chs / week
The average realized release rate over the past 30 days is 7 chs / week.
--
NOT RATINGS
202
Views
Synopsis
En un mundo devastado por un virus que convierte a los humanos en una especie de híbridos, tres supervivientes de diferentes partes del mundo se unen para luchar por la supervivencia. Samara Martínez, una joven mexicana que ha perdido a su familia, se une a Yakov Kuznetsov, un exsoldado ruso que ha visto la destrucción de su país, y Dae-Hyun, un científico coreano que busca encontrar una cura para el virus. Juntos, los tres protagonistas emprenden un peligroso viaje a través de las ruinas de una ciudad infestada de estos infectados, enfrentando hordas de muertos vivientes y otros supervivientes que no dudan en matar para obtener recursos. Los tres deben trabajar juntos para encontrar la fuente del virus y detener su propagación antes de que sea demasiado tarde. Pero cuando se enfrentan a la verdad detrás del apocalipsis, deben tomar una decisión difícil: luchar por la humanidad o sobrevivir a cualquier precio. "Proyecto Omega" es una historia de supervivencia, amistad y sacrificio en un mundo que se ha derrumbado en el caos. ¿Podrán Samara, Yakov y Dae-Hyun encontrar una cura y restaurar la esperanza en un mundo sin futuro?
VIEW MORE

Chapter 1 - Proyecto Omega: Prólogo

Era un día tranquilo en el estado de Tamaulipas, México. Una familia estaba viajando por la carretera en su vehículo para visitar a un familiar.

Era un largo camino, al observar a lo lejos una gasolinera junto a una tienda y decidieron estacionarse. La gasolina del carro ya casi se terminaba, así que, mientras que el padre de la familia cargaba combustible, el resto de la familia ingresa a la tienda para ver qué podían comprar.

La hija mayor antes de entrar, escucha un leve sonido de haber aplastado algo, agacha su cabeza y nota que había aplastado un gusano todo raro, nota que en una bolsa medio vacía salía un gusano, sólo niega con la cabeza al saber que una persona había dejado basura sin terminar y animales comen de lo que quedó.

Al entrar cada integrante toma lo que le parecía necesario, llevaron muchas cosas, entre ellos varias papitas/Sabritas marca puff's. Al ser un camino largo era normal tener bastante comida y agua para no pasar hambre o sed.

Pagaron todo y salieron del establecimiento con bolsas en sus manos, el más pequeño de los hijos corre sonriente al carro mientras reía y se subía.

Los demás suben al vehículo y el hijo del medio y la mayor agarraron lo que querían para comer y beber. El hijo del medio comenzó a comer sus papitas, el silencio invadía el auto; así que, el padre pone música para que el ambiente no fuera tan aburrido.

—Saben raras. —Se queja el joven para dejar sus papitas a medio acabar dentro de su maleta.

—Bueno, déjala para luego tirarla.

La voz de la madre era algo desinteresada, aunque era algo raro, ya que, aquellas papitas eran nuevas y que habían sido empaquetadas hace poco, por lo tanto, no tendría algo malo.

Dejan eso de lado para poder disfrutar el paisaje que había afuera, sería un viaje largo y hasta a algunos les dolía el trasero por estar tanto tiempo sentados.

Para no hacer el cuento largo; habían pasado unas dos horas y media, aunque desde hace una hora que el joven de doce años se estaba quejando por un dolor fuerte en su estómago y también un dolor de cabeza, era tanto el dolor que comenzaba a sudar y temblaba demasiado.

El padre le decía que se calmara porque podría que algo le haya caído mal y que tal vez comer comida chatarra antes de una comida normal puede ser la causante. Ambos padres comienzan a discutir sin darle importancia y lo único que hizo callarlos fue el sonido del vómito y las quejas de sus otros hijos.

—Mami, Lucio vómito —, se acercaba hacia su hermana mayor sentándose en su regazo.

—Qué asco. —Hacían una mueca de disgusto.

Para la alegría del padre se encontraron una casa, era de un sólo piso pero al menos de largo y ancho se veía muy grande para una familia de cinco personas. Estacionan el auto al frente de aquella casa y salen del vehículo para respirar aire fresco y no el olor del vómito.

El señor comienza a limpiar el desastre mientras que los demás entran a la casa, por otra parte la madre lleva al chico a una habitación para que descanse, el lugar era silencioso y con mala espina para la chica de diecinueve años, deja al más pequeño en el sillón para que al menos pudiera dormir bien, el hijo menor de la familia tenía cinco años.

La joven estaba caminando por la sala, armarios, cocina y cada habitación investigando lo que había y porque estaba sola aquella vivienda y con los muebles intactos ahí pero llenos de polvos.

—Está casa fue habitada por unos ancianos. —Decía la joven cuando noto a su padre entrar a la casa.

—Hmm, de seguro sus hijos abandonaron está casa.

Fue lo único que dice para luego caminar hacia la habitación donde se encontraba la madre y Lucio. Cada minuto que pasaba el dolor era insoportable, hasta comenzaba a gritar por eso, que parecía que ninguna medicina calmaba eso, lo único que podían hacer era esperar.

—Gerald, empeora cada segundo —, la madre voltea preocupada mientras seguía limpiando el sudor de Lucio, aquel chico estaba temblando de frío pero al tomarle la temperatura se notaba que la calentura subía demasiado rápido.

—Debemos llevarlo a un hospital—. Aquel hombre se acerca a la mujer poniéndole una mano en su hombro para que se tranquilizara. —Quédate aquí con los niños y yo llevo a Lucio ¿Sí, Lucille?

Comienza a negar algo rápido su cabeza, siendo madre le preocupaba mucho por sus hijos, odiaba verlos sufriendo que deseaba que ella lo tuviera y ellos no. Está vez otra vez una nueva discusión se desata entre ellos y sin que ellos lo notarán, Lucio comenzó a cerrar sus ojos, era un indicio que se había desmayado.

Al no escuchar más quejidos, voltean a verlo y los nervios de la madre se transmiten al padre ocasionando preocupación y trataron de despertarlo sin éxito.

Samara y Jacob, los otros dos hijos de la pareja se habían acercado al escuchar los gritos de sus padres, estaban preocupados de lo que ocurría, no sabían que hacer o al menos no estorbar mientras que los padres intentaban reanimar a su hermano.

La joven voltea hacia una repisa y nota otra bolsa de papitas, está era una vieja de algunos días pero se notaba en buen estado, la agarra para voltearla y nota que sale lo que quedaba de ellas con algo extraño; gusanos. Un grito hace que volteara hacia dónde provenía sólo para encontrar a Lucio mordiendo parte de la mejilla de su madre.

Gerald, el padre, por instinto empuja al chico para que se alejara, jala del brazo de su mujer y retrocede empujando a Samara y a Jacob, por otro lado, Lucio emitía un sonido y se retorcía en aquella cama para luego caer al suelo con sábanas cayendo sobre él.

Todos estaban asustados al verlo así, se pusieron nerviosos al verlo levantarse, la sábana cae revelando el cambio de ojos totalmente inyectados de sangre y casi totalmente oscuros, la sangre en su boca por haber mordido a Lucille, parecía sacar espuma y comenzaba a tambalearse y golpearse con los muebles como un animal rabioso.

Antes de atacar o algo, Gerald cierra la puerta de aquella habitación escuchando un golpe del joven y después un quejido mezclado con un gruñido.

—¡Lucio! —, gritaba la mujer al ver a su hijo así.

—Ese ya no es Lucio, mamá. —Samara la empujaba para luego salir de aquella casa, se subieron al auto, se ponen los cinturones de seguridad, Lucille se quejaba por el dolor, en eso Lucio rompió aquella ventana de la casa y cayó al suelo para luego irse corriendo y tropezando con todo.

—Vámonos —, Samara alza la voz y su padre conduce yéndose de ahí.

—¿Por qué dejamos a Lucio? ¿Qué le ocurre? —; la desesperación del pequeño se hacía presente, acababa de presenciar como su hermano mayor se transformaba en una criatura de matar.

Nadie le decía nada, nadie sabía que ocurría pero otro problema se presentaba y era que después de casi media hora, Lucille comienza a gruñir y comenzar a darle varias convulsiones y comenzaba a sacar espuma de su boca.

Lucille se comienza a transformar en la misma criatura que se había transformado en Lucio.

Comienza a tener un ataque de querer morder a Gerald estirando sus brazos, pero gracias al cinturón de seguridad le evitaba poder morderlo. Lo único malo que hizo el padre fue estirar su brazo para apartar los brazos de Lucille haciendo que le diera un mordisco en su brazo, haciendo que gritara de dolor.

Lucille había logrado que se acerque más para poder morderle en otra zona que era en su hombro del aquel hombre haciendo que se saliera de la carretera y chocará contra un árbol.

El auto tuvo un enorme impacto, al menos los hijos sólo tuvieron leves lesiones y se despertaron de aquel pequeño desmayo, Gerald y Lucille se quedan atrapados al frente.

Gerald con su última fuerza para darle las llaves a Samara, ella sólo las agarra mientras lo veía con confusión.

—Vete. —Decía mientras se quejaba por el dolor que sentía. Se notaba que no le quedaba mucho tiempo—. Llévate a Jacob.

Samara estaba llorando desde que salieron de aquella casa y ver cómo su hermano menor y su madre convertirse en aquellas criaturas. Se quita el cinturón de seguridad y se baja del auto para ir a la cajuela y poder sacar lo necesario, mientras Jacob salía del auto temeroso acercándose a la chica viendo las cosas de la cajuela.

La joven agarra una mochila grande, mete cosas que necesitan, ya sea, comida en lata, pan, cualquier tipo de comida, jugos, agua, ropa para ambos. Acerca la caja de herramientas de su padre, siempre llevaba sus herramientas a cualquier lado, ahora la chica sólo agradecía que su padre los tuviera ahí. La abre y observa que cosas agarrar, se pone unas revistas en sus brazos y se enrolla con cinta incluido en sus piernas.

Hace lo mismo en Jacob, guarda pinzas, martillos, cinta adhesiva, desatornillador de punta plana y de punta estrella.

Al agarrar una cuerda y un cutter, cierra la cajuela, se acerca a dónde se encontraba su madre, viéndola como quería salir de ahí pero parecía un animal. El sonido que hacía de quejidos y gruñidos era horrible. Samara la veía por última vez y soltaba leves sollozos.

—Hey —, la joven voltea al escuchar la voz de su padre. —Siempre estuvimos orgullosos de ti y lo estaremos siempre.

Con eso la chica comienza a llorar a mares, levanta a Jacob en sus brazos y dejo que los viera por última vez antes de comenzar a caminar en otra dirección dejando a sus padres ahí.

Al estar algo alejados se escucha una explosión no tan lejos donde se encontraban sus padres; al menos pensaba que habían muerto o eso creía.

Jacob la abraza algo desanimado.

—Te quiero, Sam.