Narradora.
El sol se levantó sobre las ruinas de la ciudad, iluminando un paisaje desolado y silencioso. Samara miró a su alrededor, preguntándose cómo había llegado a este punto. La destrucción del refugio aún resonaba en su mente, y la responsabilidad de liderar a este grupo de sobrevivientes pesaba sobre sus hombros. La chica volteó a su alrededor, preocupada por Jacob, que aún estaba inconsciente después del ataque del Stromper.
—Tenemos que seguir adelante —dijo Alejandro, su voz baja y seria.
El grupo se puso en marcha, con Yakov y Dae-hyun llevando a Jacob en una camilla improvisada. Samara caminaba al frente, escaneando el entorno en busca de peligros, siguiendo una ruta desconocida hacia un destino incierto. Mirando alrededor con una mezcla de curiosidad y miedo. La chica sólo voltea hacia donde estaba Alejandro al frente, en su mente desconfía un poco, pero aún así decide ir más rápido para estar a su lado con preocupación y con ligera muestra de regaño.
—Sabes que no debemos hablar tan alto, ¿Verdad? —musita con una voz tan tranquila. Alejandro la voltea a ver de reojo mientras fruncía el ceño y después su mirada se posa al frente mientras soltaba un suspiro y cerraba sus ojos mientras pensaba.
—¿Y que otra cosa quieres que hagamos para que se muevan, señorita líder? —aquel tono molesto y sarcástico de aquel policía retirado hizo que Samara se detuviera ligeramente ofendida. Se cruza de brazos, Yakov sólo pasaba por su lado mirándola algo distante y Dae-hyun sólo pasaba en silencio aún sujetando a Jacob en esa camilla. A medida que avanzaban, el paisaje cambiaba. Las ruinas de la ciudad dieron paso a un bosque denso y oscuro. Samara se sintió incómoda, como si estuvieran siendo observados. De repente, un ruido en la maleza los hizo detenerse. De repente, un ruido en la maleza los hizo detenerse.
—Кто вы? — preguntó Yakov, con una voz firme. Apuntaba su arma hacia donde había escuchado aquel ruido. Una mujer emergió de la maleza, su rostro pálido y sucio.
—Me llamo Elena. No disparen, por favor—. El grupo se relajó ligeramente, pero Samara notó que Elena parecía nerviosa y evasiva.
—¿Qué te pasó?— preguntó Alejandro acercándose a ella con preocupación. Sabían que no debían ya que no se sabe si era una distracción o emboscada.
Elena suspiró. —Estaba en mi apartamento cuando sucedió. Oí el ruido y salí corriendo. He estado escondiéndome desde entonces.
Yakov frunció el ceño. No podían confiar en alguien que aparece así de la nada e ileso, Dae-hyun se pone a lado del ruso mientras susurraba algo en coreano, eso hizo que el militar baje su preocupación pero sin bajar tanto la guardia.
—Yakov —la voz de Alejandro hace que Yakov voltee a verlo de reojo. —What should we do with her?
Yakov miró a Elena con detenimiento, él era el que más desconfiaba de las demás personas, así que sólo lo pensó mejor antes de responder a la pregunta de aquel policía que estaba frente a aquella chica.
—Yakov la podría observar de cerca. Si demuestra ser confiable, entonces podrán confiar en ella. —Al decir eso, todos asienten. Aunque el ruso sólo asiente algo dudoso. Decidieron dejar que Elena se uniera a ellos, pero con ciertas condiciones. Yakov le explicó en ruso, aunque lo dijo nuevamente en inglés para que pudieran entender.
—Bueno, puedes unirte a nosotros, pero debes demostrar que eres confiable. Si hacemos algo juntos, debes hacerlo también. Si no, tendrás que irte. —Elena asintió, comprendiendo.
Antes de encontrarse con el grupo, Elena se dirigía a un lugar que había oído que podría ser seguro. Había escuchado rumores de un refugio subterráneo en las afueras de la ciudad, donde un grupo de supervivientes había establecido una comunidad. Elena había estado caminando durante días, tratando de encontrar el refugio. Había perdido a su familia en el apocalipsis y estaba sola, sin saber qué hacer. Cuando se encontró con el grupo, la ojimiel estaba exhausta y hambrienta. Pero también estaba desesperada por encontrar un lugar seguro donde poder empezar de nuevo.
—¿Adónde se dirigían ustedes? —, preguntó Elena, mientras caminaba con el grupo.
—Yakov nos había dicho que hay un viejo edificio de fábrica. Hay rumores de que allí hay suministros y equipo que podrían ser útiles — explica mientras señala al frente como si eso también contara como comentario de que por ahí es el camino. Elena asintió, interesada. Alejandro y Samara cambiaron lugares con Yakov y Dae-hyun para llevar a Jacob, así que ambos mexicanos llevaron aquella camilla improvisada para el pequeño.
—¿Creen que podríamos encontrar algo útil allí? —Samara se encogió de hombros después de escuchar la pregunta de la nueva.
—No lo sabemos, pero vale la pena intentarlo.
El grupo continuó caminando, con Elena en el centro, rodeada de los demás. No sabían qué les deparaba el futuro, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos. Mientras caminaban, Dae-hyun se acercó a Elena y le preguntó en coreano.
—Eotteoke jinaeseyo? —la chica lo miró confundida, sin entender lo que había dicho. Elena lo observa confusa después de no captar. Dae-hyun sonrió y probó de nuevo en inglés algo raro de escuchar. —How are you?
—I'm okay, thanks. Just a little scared. —Elena sonrió débilmente. Yakov frunció el ceño.
—Мы не можем доверять кому-то, кто появился из ниоткуда. —exclama en casi un murmuró hacia la castaña. Esta voltea a verlo y entendiendo que con sólo mirar su expresión sabía lo que decía. (Traducción en español: No podemos confiar en alguien que aparece así de la nada.)
Samara asintió. —Tiene razón. Debemos ser cautelosos.
Más tarde, mientras exploraban la fábrica abandonada, Samara se detuvo junto a Jacob, que aún estaba inconsciente. Le tomó la mano, preocupada por su estado.
—Мы приближаемся к заводу —, dijo. El grupo se detuvo y miró alrededor, preparándose para lo que pudiera suceder a continuación. Estaban cerca del destino, así que sólo estaban alerta de lo que pudiera suceder ahí en ese lugar.
La fábrica era una estructura grande y abandonada, con ventanas rotas y una puerta principal que colgaba de sus goznes. Yakov se acercó a la puerta y la empujó con cuidado, mirando adentro. Samara se acercó a la puerta y miró adentro.
—Parece que no hay nadie —abre la puerta, el ruso se acerca por detrás mientras tenía todavía su arma alzada por si las dudas. Alejandro cuidaba de Jacob mientras el ruso y la mexicana entraban a aquel lugar.
—Осторожно —, le advierte. Samara asiente, había notado en la mirada de aquel ex militar preocupación y que le decía que tuviera cuidado. Aún había algo de tensión en ellos después de que aquel ex militar tenía pensado en matar a Jacob por si se convertía. Respira hondo y exhala para después abrir lentamente la puerta para poder observar adentro. El grupo entró en la fábrica, mirando alrededor con cautela. La fábrica parecía haber sido una fábrica de maquinaria pesada, con grandes máquinas y herramientas esparcidas por el suelo. Mientras ellos exploraban, cada uno lideraba cada parte para al menos despejar de que estuviera llenos de Strompers, no querían lidiar con alguno sabiendo que estaban desprotegidos.
Samara observaba a Emily con curiosidad, nota cómo su mirada se ilumina al hablar con Alejandro y Dae-hyun. Emily les contaba su historia, cómo había perdido a su familia en el ataque de los bandidos, y cómo había estado viajando sola desde entonces. Su voz temblaba ligeramente al recordar los detalles, y Samara sintió un destello de empatía hacia ella. Pero algo en la historia de Emily no cuadraba. La castaña no podía precisar qué era, pero su instinto le decía que había algo más. Emily había logrado escapar, pero se perdió en el bosque y termino aquí en la fábrica. A medida que la nueva hablaba, Samara notó que parecía nerviosa y evasiva. Sin embargo, su historia parecía creíble, y el grupo le creyó.
Más tarde, cuando al menos ya habían revisado aquel nivel 3 de la fábrica estaba vacía y que no había rastro de los Strompers, podían relajarse un poco, algunos fueron seleccionados para buscar suministros o algo que fuera de gran ayuda, Emily se ofreció a ayudar. Samara la puso a trabajar con Alejandro, quien parecía simpático hacia ella, pero el policía se negó ya que debía hacer algo más.
—Samara, tenemos que encontrar suministros— dijo Alejandro, su voz es suave. La chica asintió, sabiendo que debían seguir adelante.
Emily se deslizó hacia un rincón oscuro de la fábrica, su mano buscó el dispositivo en su bolsillo. Lo activó con un clic suave y comenzó a teclear un mensaje cifrado. Su corazón latía rápido mientras esperaba la respuesta, su mirada furtiva escaneaba el entorno por si alguien la observaba. La pantalla mostró un mensaje:
"Contacto establecido.
Esperando instrucciones."
[...]
—Todo listo, jefe —. La voz suena en aquella oficina de un refugio altamente equipo y escondido entre las sombras de lo que quedó de un bar. No era un lugar tan grande pero tampoco tan pequeño.
El líder sonrió. —Excelente. Nuestro plan está en marcha. —Soltaba una ligera risa de que esto realmente podría darles beneficios de poder aumentar su liderazgo en este mundo.
Hace un movimiento para poder hacer que algunos de sus hombres se alistaran para poder salir y hacer lo que tuvieran que hacer.
[...]
Samara.
La fábrica abandonada parecía un laberinto sin fin. Yakov, Dae-hyun y yo estábamos yendo a buscar algún tipo de suministros y equipo para nuestra supervivencia. Elena caminaba junto a mí, su presencia aún genera desconfianza en este pequeño grupo de búsqueda, me daba mala espina, dejando aquella manipulación de inocencia o aquella mirada de la que no rompía ningún plato.
—¿Qué crees que encontraremos aquí?—preguntó Elena, con voz baja.
—No lo sé —respondía con seriedad y sin verla —. Pero necesitamos encontrar algo.
La voz de Dae-hyun se escucha en la otra habitación haciendo que nos detuvieramos y nos acerquemos a dónde se encontraba él. Yakov se unía también, al menos el tono de asombro o de que encontraron algo se hacía notar del coreano. Reunidos alrededor de científico, quien sostenía un pequeño contenedor de suministros médicos.
—Esto puede ayudar a Jacob —dije con emoción al acercarme. Agarre algunos para leer lo que eran y lo qué contenían. Guardamos la mayoría por las dudas.
—Excelente. Ahora necesitamos encontrar comida y agua. —Elena lo decía mientras caminaba nuevamente afuera de aquella habitación sin esperarnos. Le susurré que se espere pero no me hizo caso.
Solté un suspiro ante eso, el científico guarda algunas cosas más y hace una seña de que estaba listo, asentí y les hice una seña a ambos para poder salir e ir detrás de aquella chica que salió. El ruso agarra bien su arma, estando alerta.
[...]
Mientras aquel grupo buscan aquellos suministros y cosas que necesitaban, Emily se separa de los demás buscando un lugar apartado y oscuro para poder hacer nuevamente lo que había hecho anteriormente, sacó nuevamente su dispositivo en la mano. Envió otro mensaje cifrado, su corazón latía rápido dejando notar que su nerviosismo estaba elevándose a cada segundo de ser descubierta. Lo que presentía se hace realidad.
—Что вы делаете? — preguntó Yakov, apareciendo detrás de ella. El tono que le había cuestionado le daba tiempo en responderle de lo que estaba haciendo. Aquel tipo aunque fuera un grandote era muy silencioso.
Emily se sobresaltó. Se voltea con rapidez escondiendo sus manos detrás de su espalda tratando de ocultar aquel dispositivo entre sus ropas. Eso al ruso hizo que notará la incomodidad de la chica, él era bueno observando la expresión del cuerpo, sabía cuándo alguien ocultaba algo o cuando era sincera. Yakov la miró con desconfianza, ya que su comportamiento lo alarmó un poco. Aquel hombre alza la voz haciendo que los otros dos que estaban algo alejados se acerquen confusos.
—¿Qué pasa?
—She… To hide something — dijo Yakov frunciendo el ceño apretando el arma contra su pecho. Samara se volvió hacia Emily para después volver a mirar al ruso.
—¿Escondiendo algo? ¿Pero qué sería? —ella cuestiona, al parecer no era la única que desconfiaba de aquella chica nueva, eso le hacía pensar un poco.
Emily titubeó antes de responder. —¡No! No es cierto. Sólo tengo miedo. En serio, créanme —. Hacia una expresión de terror y desesperación de que le creyeran, cualquier movimiento en vano haría que pudiera morir ahí o dejada para que algo más se alimente de ella.
Después de la acusación de Yakov y la defensa de Elena hizo que el grupo se quedará en silencio, considerando como llevar esta discusión. Las tres personas frente a Elena se voltean mientras intentan pensar en que hacer, aunque no tenían tanta comunicación pero las ganas de sobrevivir hicieron que intentarán pensar en un plan. La chica los interrumpe entrando en nerviosismo o eso se podía escuchar de sus labios.
—Entiendo sus preocupaciones —dijo Elena, su voz suave—. Pero les prometo que no tengo intención de hacer daño.
Samara la miró fijamente para después acercarse a ella, su cuerpo se podía notar molestia e incomodidad. Frunció el ceño deteniéndose frente a ella.
—¿Qué hacías antes... del incidente? —Elena titubeó antes de responder.
—Era... médica. —Dae-hyun levantó una ceja, pudo entender eso de Elena.
— 의사입니다? —. La pregunta del coreano hizo que la chica se lo pensara un poco, después nuevamente comienza a hablar en su idioma mientras miraba a Samara y señalaba a Elena, su mirada se podía notar que no le creía a la chica y dudaba de lo que decía. Yakov al parecer también estaba de acuerdo con él mientras hablaba en su idioma. La castaña los veía de reojo mientras escuchaba sus quejas, aunque no les entendía, al menos sus expresiones le hacían saber lo que pensaba realmente. Volteó a ver nuevamente a Elena.
Elena asintió. —Sí, soy médica. Puedo ayudar a Jacob. —Al escuchar aquello, la mirada de la mexicana cambió a una de estar pensando y considerando aquella oferta que le ofrecía la otra. Ella volteó hacia los hombres y ellos se miraron entre sí, notando aquella mirada, también considerando aquella oferta. Miran de nuevo a Samara y mueven sus cabezas, Yakov asentía y Dae-hyun negaba pero al ver de reojo al ruso cambió de expresión y asintió también algo nervioso de lo que podría suceder.
—Está bien— dijo Samara finalmente—. Puedes ayudar a Jacob. Pero si nos engañas...
Elena asintió, entendiendo la amenaza implícita. Continúan buscando suministros y medicamentos, lo que les lleva a terminar rápido ya que no había tantos suministros ahí sólo chalecos, herramientas y medicamentos. Regresan con los demás y Samara empuja a la otra hacía Jacob para que fuera a checarlo. Elena la mira antes de hacerlo. Mientras ella se acercaba a Jacob, examinando con cuidado.
—Necesita atención médica urgente —exclama. Sin esperar alguna respuesta comienza a darle algunos medicamentos para bajar la calentura y dolor de cuerpo del pequeño.
Los demás iban a algunos lugares para poder dormir aquella noche, para que mañana tuvieran fuerzas para continuar caminando y buscando un refugio, pero Yakov y Dae-hyun se quedaron con Samara, vigilando a Elena para que no hiciera nada. El coreano y la mexicana hablaban en un inglés algo básico de que el hombre no confiaba en aquella chica y la castaña entendía que sintiera esa desconfianza que ella también la sentía, pero era médica, la necesitaban. El tipo se sentía algo celoso de que tuvieran a aquella chica intentando sanar al niño, tenía un presentimiento negativo. Mientras ellos seguían hablando, Yakov se acercó a Elena.
—Что ты плотишь? — preguntó.
Elena sonrió, su mirada helada con su vista puesta en él. Sin ninguna emoción lo único que sale de sus labios es:
—Sólo trato de ayudar.
Pero Yakov notó algo en su mirada, algo que no le gustó. Se aleja dejándola sola con Jacob para que siguiera curando las heridas y estabilizando aquel cuerpo.