Capitulo 2:
Un sueño
Año 2875 Marzo
Punto de vista de Joseph:
Durante el último mes me dedique a enseñarle lo básico a Lexter, el chico aprendia rápido incluso más que yo, absorvió las técnicas y tácticas que había estado perfeccionando durante 3 años en tan solo 1 mes, el chico tenía algo que yo no tenía, Lexter tenía talento, un talento abismal que puede devorar a cualquiera y más si considero que yo no tengo talento. Al acabar el entrenamiento de Lexter, por primera vez salimos los dos juntos a ganarnos el pan, puesto que durante el último mes nos había estado manteniendo yo. Ahora con dos personas pudimos conseguir lo básico más fácilmente, los barrios bajos eran crueles por lo que Lexter que de por si tenía un corazón puro, tuvo varias dificultades al no ser capaz de acabar con la vida de sus enemigos. Si Lexter hubiera tenido la astucia que tengo yo seguramente habríamos podido dominar los barrios bajos a excepción de la "Zona Norte", controlada por la banda North.
Durante una de las noches oscuras y frías de los barrios bajos, Lexter me hizo una pregunta una pregunta que calo muy profundo en mí; "¿Cuál es tu sueño Joseph?".
Mi sueño, era algo que nunca me había planteado, mejor dicho algo que no tenía tiempo para pensar, pero ahora con menos preocupaciones para sobrevivir me lo questioné; ¿Qué quiero hacer? ¿Cuál es mi sueño?
En ese momento Lexter me interrumpió; " Sabes Joseph, mi sueño es volver a l'exterior, yo vengo de ahí, quiero volver ahí, en los barrios bajos he aprendido muchas cosas pero me gustaría ir afuera, y sobre todo estudiar en la academia de la capital, sabes, la magia me ha gustado desde pequeño quiero aprenderla y por eso quiero ir al mejor sitio para aprender. El director de la academia Lushford se dice que es un mago capaz de mover el mundo a su antojo" Sin perder el tiempo, saque de debajo de mi cama dos boletos de color plateado. Joseph con una cara de confundido me pregunto que era eso, y yo le respondí alegremente que era nuestro método de escape, los barrios bajos son una zona que es restringida, no se puede salir libremente, por lo que solo hay dos manera de escapar, una es siendo miembro de la realeza o nobleza y la otra usando un boleto plateado como el que tenía. La cara de Lexter se iluminó notablemente, su alegría contenida se derramaba por todos los huecos de su cara así que para calmarlo le dije; " Simplemente vamos a dormir hoy y mañana nos iremos". Así sin más, acabo el día.
A la mañana siguiente fuimos al mercado a equiparnos antes de ir a la Gran Puerta que conectaba el exterior con los barrios bajos. Primero vendí todos los objetos que tenía en mi refugio y compre víveres básicos para sobrevivir unos días y las empaque en una bolsa que llevé en mi hombro, justo antes de dirigirnos a la Gran Puerta, mi atención se vio dirigida a dos dagas, una plateada con retoques oscuros en forma de demonio, la otra una dorada con retoques blancos con forma de ángel, sin dudarlo compre las dos, la daga dorada se la regale a Lexter y la otra me la quede yo. Por desgracia gracias a ese desvío, vimos la llegada de 5 miembros de North, en ese momento un hombre robusto y alto con una cicatriz que recorría su cara desde su ojo derecho hasta su boca gritó; "Somos North venimos a cobrar el impuesto de la zona sur, todos los presentes deberán entregar el 40% de sus pertenencias, aquellos que se atrevan a escapar serán ejecutados sin excepción alguna, formen una fila y vayan de uno en uno."
"Mierda" grité en mi interior, "si esos desgraciados de North descubren el boleto plateado, seguro que se lo quedan, ya que para ellos que dos niños tengan estos será muy extraño, y teniendo en cuenta que ellos tienen el monopolio de estos estoy seguro que nos lo quitaran." pensé en mi mente.
Lexter, al verme con cara de frustración y preocupación me pregunto si todo iba bien, entonces le explique la situación. También le explique que luchar no era una buena opción ya que cualquier oficial de North era más fuerte que nosotros, a parte de ello nos superaban en número. Mi amigo de cara angelical, por un momento se quedo congelado, como si le hubieran arrebatado el alma en ese momento. Sabiendo que no tenias oportunidad, opte con dejar que nos revisaran y rezar para que en un futuro pueda volver a conseguir esos boletos. En ese momento sentí la mano del rubio que consideraba mi amigo, con sus ojos azules llenos de determinación me dijo; "Vamos a pelear". "¿Que?" Pensé en mi cabeza, este tipo debe estar loco para enfrentarse a esos tipos, aunque haya entrenado no debe ser capaz de luchar contra esos oficiales de North.
Sin darme más tiempo para pensar vi como un miembro de la pandilla del norte le arrebataba un bebé a una mujer, esa mujer apenas tenia para dinero para alimentar a su hijo y esos desgraciados se querían llevar a su hijo. En ese momento mi cuerpo se movió por instinto, me pare detrás de el oficial que sostenía el bebé y intente apuñalar su cuello con la daga plateada recién comprada, como sospechaba el hombre esquivo mi ataque sorpresa y contrataco con un golpe pesado, su puño del tamaño de mi cabeza conecto en mi, aunque para mi fortuna logre mitigar los daños usando mis dos brazos. La había cagado, ahora estaba seguro de que iba a morir, aunque pensé que era una locura al principio esa acción de arrebatar un hijo a una madre exploto toda mi rabia acumulada.
Antes de que el oficial rematara mi débil cuerpo, Lexter apareció por detrás de este, el miembro de North reacciono a tiempo y puso su mano para bloquear el ataque de mi amigo, pero Lexter siendo más hábil y astuto que yo, hizo una finta y apuñalo directamente en la zona izquierda del oficial, rápidamente retiro su daga y fue corriendo a auxiliarme, sabiendo que no teníamos más opciones corrimos hacia la Gran Puerta. Los miembros de North restantes, extrañamente no nos siguieron, sino que fueron a auxiliar al miembro herido.
Justo cuando pensaba que podríamos huir exitosamente el hombre de la cicatriz apareció en frente nuestro. "Vaya, vaya, estos niños apuñalan a mi compañero y intentan escapar. ¿No saben que tienen que responsabilizarse por sus actos?" Dijo el hombre de la cicatriz. Sin darle tiempo para pensar, ataque rápidamente a sus partes íntimas, aunque mi golpe conecto de lleno, el señor no se movió ni un milímetro. "¿Sabes algo niño? Cuando has sobrevivido más de 50 años en los barrios bajos los golpes ahí ya no hacen daño, sería más efectivo que me golpees en la cara" Dijo el hombre impasible.
Sin hacer caso a sus palabras Lexter se coloco en su espalda y intento atacarlo desde su punto ciego, al mismo tiempo yo intente apuñalar su cuello por el frente. El hombre sin esfuerzo nos mando a volar a los dos con una técnica. Al parecer el miembro de North parecía muy hablador así que dijo; " Oye os voy a dar un consejo, si queréis soñar con hacerme daño deberías usar por lo menos una Técnica de Aura."
"¿Técnica de aura? que se supone que es eso..." Pensé para mi mismo. Aun sin saber lo que era esa supuesta Técnica de Aura y con mi cuerpo en el aire, vi como Lexter se levantaba rápidamente para golpear al señor de la cicatriz. El hombre corpulento lanzo un golpe en respuesta a la embestida, sin embargo, fue él el que salió por los aires.
Punto de vista de Lexter
"Técnica de Aura eh, eso me hace pensar en mi padre, él dijo que tenia talento, talento para la magia y el aura, aunque nunca me enseño si que aprendí las bases para tener una idea de cómo hacerlo, aun así nunca lo había experimentado, pero ahora lo entiendo ahora todo tiene sentido."
Sin más dilación caí al suelo rápidamente y me puse en posición de ataque, el miembro de North, en respuesta a mi movimiento, pero me sentí calmado, tranquilo, cómo si fuera omnipotente en este momento, cuando el puñetazo estuvo cerca mío no lo esquive, simplemente hice lo mismo que él nos hizo a Joseph y a mi, agarre su muñeca y le devolví toda la fuerza dirigida a mí hacia él, como resultado el hombre de gran contextura salió volando por culpa de su propia fuerza, lo había hecho, lo había logrado, por primera vez había usado una Técnica de Aura.
Punto de vista de Joseph
Al reincorporarme para la batalla, esta vez apunte a otro punto débil, los ojos, mi golpe esta vez dio de lleno, aunque para mi mala fortuna no logre hacer ni una pizca de daño. El oficial de North en vez de parecer irritado o enfadado, estaba más bien impresionado.
"Wow, no me jodas, como es que un niño de apenas unos 10 años puede usar eso, y encima mi propia técnica, oye mocoso que hace un talento como tu en los barrios bajos." Dijo el señor riendo a carcajadas.
Aunque Lexter había copiado al miembro de North, igualmente no teníamos posibilidad de ganarle, aun así iba a darlo todo de mí, justo cuando estaba apunto de moverme para realizar mi siguiente movimiento, escuche al hombre hablar una vez más.
"Sabéis que, os voy a dejar en paz además, ¿no era esto por lo que estabais huyendo?" En sus manos se pudo ver los dos boletos plateados que anteriormente habían estado resguardados en mi bolsillo, ahora en el sucio suelo luego de que el hombre los lanzase en dirección a nosotros.
"Oye sabéis algo renacuajos, el mundo es muy grande, yo en comparación a él no soy nada y vosotros tampoco lo sois, aun así os voy a dar dos opciones, trabajad para mí y os asegurare un buen futuro, aquí en los barrios bajos, o salid al exterior y vivid vuestra propia aventura con la incertidumbre del futuro, que vais a decidir" Exclamo el señor de la cicatriz.
Lexter y yo nos miramos un par de veces y sin duda alguna los dos reclamamos los boletos que inicialmente ya eran nuestros, y nos dirigimos hacia la Gran Puerta, sin ninguna duda y con nuestro equipaje bien asegurado le hablamos al guardián de la Gran Puerta. Este nos activo el portal y sin mediar ninguna palabra, con solo una mirada alegre dirigiéndose al portal de los ojos celestes de Lexter atravesamos la puerta.