Capitulo 6: Entrenamiento en el bosque
Año 2875 Abril
Punto de Vista de Joseph:
Durante el último mes y medio me sometí a un riguroso entrenamiento con el espíritu, el cual ara llamaba maestro.
Todos los días entrenaba mi físico con una rutina estricta por las mañanas y luchaba contra gólems por las tardes.
Al principio apenas podía luchar contra tres a la vez, aunque con Bostek enseñándome, pude descubrir rápidamente cómo aprovechar mi talento.
En este punto ya sabía como activar conscientemente mi "Instinto" simplemente tenía que dejar de pensar, intentar que mis movimientos no se vieran obstaculizados por mi capacidad cerebral. Aunque pude dominar este estado, mi maestro no estuvo satisfecho, él quería que pudiera usar ese "Instinto" mío junto a mi inteligencia en combate, que según él era muy elevada.
Aun con las enseñanzas del espíritu, no pude lograrlo ningún día de los que llevaba aquí. Siempre que lo intentaba mi "Instinto" interfería con mi capacidad mental o esta última interfería con la otra.
Hoy me tocaba luchar contra 10 gólems a la vez, aunque mi maestro me propuso otra prueba. Esta vez tendría que luchar con una invocación diferente.
Bostek invoco sus círculos mágicos y de ellos surgió una bestia de más de 4 metros, algo similar a un oso que solo había visto en libros, este llevaba equipado una especie de armadura que protegía alguno de sus puntos débiles.
El espíritu verdoso me explico que no era un oso convencional, esa bestia de casi 4 metros era un oso de batalla oscuro, lo que coincidía con su tono de piel oscuro. Mi maestro me dijo que esta era mi última prueba, si sobrevivía a él podría salir al exterior sin problemas.
Sin más dilación, con un gesto de la mano de Bostek, el oso arremetió rápidamente hacía mi. Para mi suerte logre evadir su ataque rápidamente gracias a mi "Instinto", sin embargo su ataque no tenía la intención de impactar en mi persona, sino de tumbar un árbol para que este me aplaste.
En el aire y sin ningún apoyo, desactive mi "Instinto" para poder pensar como salir de esa situación. Rápidamente saque mi daga plateada con retoques oscuros y la clavé en el árbol cayendo, usando mi daga como punto de apoyo me impulse hacía un árbol estable, en el proceso extraje la daga con decorado de demonio.
Sin tiempo que perder, me abalancé sobre una parte no cubierta del oso, para mi fortuna la daga penetro sin problemas en la piel de este. "El condicionamiento físico del último mes y medio sirvió" Pensé en mi mente. Sacándome de mis pensamientos, el oso ataco con su garra recubierta de metal, sin más opciones simplemente volví a activar mi "Instinto", esquivando fácilmente aquel terrorífico ataque.
Aun en este estado, mi cuerpo se fue directamente a atacar la zona herida del oso, aunque para mi mala fortuna, el oso más inteligente de lo que parecía, ya se venía venir esto, por lo que me conecto un zarpazo de lleno en mi costado. Ese golpe hizo que desactivara mi "Instinto".
"Mierda, eso duele" Pensé.
"Eso no es lo que quería hacer, si hubiera estado en mi estado de "Instinto desactivado" o estado normal, habría apuntado a sus piernas. Debería poder derrotarlo sin problemas con estrategia, pero si quiero ganar tengo que esquivar sus pesados golpes y sin mi "Instinto" en su máximo esplendor, no podre lograrlo."
En ese momento me di cuenta de algo, esta prueba era para que pudiera usar mis dos cualidades a la vez, ese viejo espíritu, más sabio que viejo, había creado las condiciones para que me vea obligado a evolucionar.
Después de varios intercambios de golpes más, me di cuenta de algo. Mi "Instinto" que pensaba que había controlado, era imperfecto. Las bases que me explico Bostek del "Instinto" eran simples, este potenciaba todos mis reflejos y hacía que fuese una máquina de batalla. La primera parte si que la tenía, pero la segunda no. Mis movimientos con el, eran imperfectos, eso lo sabía gracias a mi experiencia luchando, pero ,¿cómo podría solucionar esto?
Antes de que pudiera encontrar una respuesta, el oso volvió a cargar contra mi, en ese momento mi cuerpo reacciono a tiempo, aunque no había activado conscientemente el "Instinto". No se si fue por suerte o casualidad que se me ocurrió una idea. No tenía que forzar el "Instinto" sino que tenía que forzarlo a salir, crear las situaciones adecuadas para que este pueda activarse inconscientemente. Esa sensación ya la había sentido, en mi primer combate contra los gólems, en ese momento mi "Instinto" estaba activado, aun así pude pensar claramente una estrategia para ganar.
Con esto en mente pude notar que aun con mi "Instinto" activado, podía saber claramente donde o como atacar. Sin más limitaciones, en un par de minutos derrote al oso que tantos problemas me había dado con un golpe en toda la nuca.
"Wow, otra vez me sorprendes niño. Entonces, ¿lo has descubierto?" Dijo mi maestro.
"Si, ahora ya lo entiendo," Afirmé mientras caía al suelo por el cansancio.
"Bueno ya no tengo nada que enseñarte, eres libre de irte. Pero antes déjame darte un regalo." De repente el Bostek saco una daga de color verde esmeralda, con la empuñadura hecha de ramas, similares a las raíces de los gruesos árboles del bosque. Este me ofreció la daga.
Yo acepte con sinceridad el regalo de mi maestro, aunque curioso por el gesto de este le pregunte, que porque me daba un regalo si yo era un "invasor" en su bosque.
El me respondió que eso era lo que decía la piedra por fuera, pero que por dentro decía que se debería recompensar a aquellos que son traídos personalmente por el Dios de las Plantas.
Aun sin saber que significaban sus palabras, simplemente se despidió con una sonrisa.
En el momento siguiente ya me encontraba fuera del bosque, detrás de mi aun se podían ver una gran cantidad de arboles colosos, pero delante mía se podía ver un gran prado, con un camino ancho, así que supuse que si seguía el camino, eventualmente encontraría un pueblo.