Capitulo 4: La Alta Nobleza
Punto de vista de Lexter:
Al atravesar el portar lo primero que vi fue un campo abierto, algo similar a una pradera, a mi derecha había un bosque, con arboles de unos 30 metros aproximadamente, lo que más me extraño fue no ver a Joseph por ninguna parte. Sin más opciones y pensando que Joseph estaría bien, decidí avanzar por el campo. Después de unos pocos kilómetros, pude ver un camino, este era ancho y llano perfecto para que pasasen carruajes, por lo que pensé que si seguía el camino, eventualmente encontraría un pueblo.
El camino era seguro y abierto, no había indicios de monstruos pero aun me mantuve alerta. No fue hasta que escuche un ruido lejano que me alerte, sentía que alguien estaba en problemas por lo que me dirigí a ayudar, y con suerte me podrían guiar a mi destino.
Al llegar cerca de la zona pude notar a dos tipos de personas, unos que claramente eran caballeros por la armadura glamurosa que llevaban, y los otros como una especie de bandidos.
Los caballeros, aun superados en número intentaban proteger el carruaje situado al centro de ellos, sin pararme a pensar más tiempo, ataque a un bandido por la espalda, mi daga se vio atravesando la zona del cuello del bandido, sin dejar reaccionar a nadie, ni siquiera a los caballeros que me habían visto venir antes, me abalance sobre un bandido situado a la izquierda del recién muerto. Esta vez en vez de atacar directamente al cuello golpeé sus partes íntimas y una vez que el bandido estuvo en el suelo un tajo atravesó su cuello, con eso iban dos.
Los caballeros, dedujeron que no era un enemigo y reaccionaron rápidamente atacando sin piedad a los malhechores, rápidamente con mi ataque sorpresa pudimos acabar sin complicación alguna con estos bandidos, durante la batalla me di el lujo de usar la Técnica de Aura que había aprendido del señor de la cicatriz, dejando sorprendidos tanto a amigos como enemigos.
Cuando finalizo la batalla uno de los caballeros se acerco a mi confiado. "Oye chico, gracias por ayudarnos, sin ti seguramente habríamos perdido" Dijo el apuesto hombre con armadura blanca.
Al estar más cerca de él, pude notar que era fuerte, incluso más fuerte que yo, con más preguntas que dudas le dije al hombre: "Hay algo que no entiendo, porque no pudiste acabar con los bandidos si eres más fuerte que yo" Dije con un tono de pregunta.
"¿Así que lo has notado, eh? Bueno la respuesta es simple, no puedo usar todas mis capacidades actualmente, sino rompería un Pacto y simplemente perdería la capacidad de usar la espada" Dijo el caballero cuyo nombre aun no sabía.
Sin darme tiempo para responder, del carruaje central salió una chica de ojos verdes como la esmeralda y con pelo carmesí que brillaba tanto como el propio sol.
"Disculpen la intromisión, me gustaría agradecer personalmente al chico, Alfred" Dijo dirigiéndose al caballero cuyo nombre ahora si sabía.
"Hola, buenas tardes, mi nombre es Catherine Heatheart, hija del duque Heatheart. Quiero agradecerte personalmente por salvarnos a mi y a mis caballeros, me gustaría que nos acompañaras para poder otorgarte una recompensa, aceptarías chico rubio?" Dijo con un tono picaresco.
Aun sabiendo si ofenderme o no simplemente acepte la propuesta ya que no tenia nada que perder. Al principio quise seguir el carruaje pero la noble peliroja insistió en que fuera en el carruaje junto a ella, por lo que sin más opción subí al carruaje lujoso de la joven noble.
Después de un tiempo, no se si fueron 2 o 3 horas, un caballero de nombre Matheu, Matt para la noble de pelo rojo, nos aviso que llegamos a nuestro destino, al mirar por la ventana con cortina de el carruaje, pude notar una inmensa ciudad llena de vida, mercaderes por aquí, puestos por allá y incluso varias personas que parecían ser aventureros.
Con más curiosidad aun, le pregunte a Catherine si estábamos en la capital, puesto que nunca había visto una ciudad tan grande.
Catherine con una sonrisa pícara, me respondió que no, que estábamos en la ciudad Heatheart, como su propio apellido. Esta me explico que en el reino de Lushford, a parte de la capital, existían tres ciudades al mismo calibre de la capital. Estas eran dirigidas por las tres familias Ducales, las cuales eran las más importantes, solo por detrás de la familia real.
También me explico un poco más a profundidad las características de las casas Ducales. La suya la Heatheart, se especializaba en magia de fuego y rayo, la Coldheart a diferencia de ellos se especializaba en magia de hielo y agua. Por último la familia Fullheart, tenía un don innato para las Técnicas de Aura, siendo los más hábiles en todo el reino, incluso superando a la familia real.
Al pasar un rato, llegamos a la casa de Catherine, bueno más que casa o mansión era más como un pequeño pueblo, por la extensión de esta. En el centro se podía ver desde muy lejos la casa principal, una extensa mansión que debería ser tan grande cómo para albergar a diez mil personas.
Sin perder el tiempo, entramos dentro de la mansión donde los señores Heatheart nos dieron una cálida bienvenida. Los señores de la casa, me agradecieron profundamente el haber ayudado a su hija, y aun sin saber el porque de sus agradecimientos si tenían un caballero escolta tan capaz con ella, simplemente con cortesía acepte sus agradecimientos.
Poco rato después una sirvienta me guio hacia mi habitación, igual de lujosa que toda la mansión. Finalmente cuando esta se fue pude descansar y reorganizar mis pensamientos. En medio de todo el caos, al final no pude localizar a Joseph, pero supuse que como él fue quien me enseño a sobrevivir en los barrios bajos, no tendría ningún problema fuera de estos.
Como mucho podría haber matado al primero que lo hubiese molestado, pero afortunadamente antes de salir, le enseñe las reglas básicas de una sociedad normal, no como la de ese infierno.
Inmerso en la cómoda cama de alta calidad y perdido en mis pensamientos, finalmente pude descansar con un sueño profundo.