Cita: Las perspectivas son únicas; dependiendo de cómo las tomes, moldearán tu percepción de la naturaleza.
Últimamente, pienso mucho en todo lo que ocurre.
¿Por qué mi mamá y mi papá siempre pelean? ¿Hice algo malo? ¿Qué puedo hacer para que papá se quede con nosotros?
Me levanté de la cama y caminé hacia la puerta. Quería salir a jugar con los vecinos, pero cuando la abrí… todo estaba solo.
El aire se sentía pesado. El suelo estaba sucio, lleno de astillas y madera rota. Un charco rojo manchaba la tierra. Personas caídas, algunas quietas, otras temblando. Más allá, unos hombres reían mientras bebían de botellas rotas.
No entiendo.
¿Por qué todo es así?
Mi cabeza duele de tanto pensarlo.
Papá se va y apenas viene de vez en cuando… ¿Por qué no puede quedarse con nosotros? Mamá siempre llora y yo quiero ayudarla, pero… ¿cómo?
Miro a mi hermano. Está ahí, parado en silencio. No me dice nada.
Marcos nunca quiere jugar conmigo. ¿Será porque no me quiere? ¿Porque papá no nos quiere y él es igual? Papá siempre se va… ¿es porque no nos quiere? Y Marcos tampoco me habla, tampoco juega conmigo.
…Tampoco me quiere.
No. No. Si no me quisiera, no estaría siempre cerca de mí. Tal vez simplemente no le gusta hablar.
Papá debe tener muchas cosas que hacer, por eso no puede quedarse con nosotros. Sí, eso debe ser.
Mi familia…
Mi tío me habla, pero también se va a trabajar, igual que papá. Mamá y él solo están en casa por las noches… aunque a veces ni siquiera los veo. Siempre parecen ausentes, como si estuvieran aquí, pero no al mismo tiempo.
Muevo los dedos de los pies contra el suelo de tierra. Está frío.
El sol comienza a bajar.
Y entonces, lo escucho.
Ese sonido.
Shhh, shhh, shhh.
Las chanclas verdes del abuelo David arrastrándose contra el suelo.
Mis piernas tiemblan. Mi estómago se aprieta. La piel me arde sin que me haya tocado.
Otra vez.
Otra vez.
Otra vez.
Siempre es lo mismo.
Estamos en el patio, y él ya viene. No necesito mirarlo para saberlo. Lo sé por el sonido. Ese sonido que me dice lo que va a pasar.
Mi abuelo David.
Él nos regaña mucho, incluso cuando solo estamos jugando.
¿Por qué hace eso?
Papá dice que Marcos no es mi hermano, pero eso no me importa. Lo cuidaré, porque es mi hermanito y no quiero que pase por lo que yo pasé a su edad.
Sé que mamá y papá me quieren.
Por eso debo cuidar a Marcos.
Marcos habló con el abuelo David. No entendí lo que dijeron, pero escuché algo sobre "control".
¿El control de la televisión?
También mencionó algo de una "ilusión" o algo así… No lo entendí.
El abuelo David está temblando. Sus dedos se mueven inquietos, como si no pudiera controlarlos. Su cara se ve pálida, y su respiración es extraña. ¿Le pasa algo?
Marcos comenzó a caminar con pasos pesados. Siempre tranquilo. Nunca lo he visto sonreír.
Pero algo se siente raro.
El abuelo David tiene miedo. Mucho miedo. Nunca lo había visto así.
¿Marcos le dijo algo?
De repente, el abuelo David le gritó desde donde estaba, pero su voz no sonaba como siempre. No era de enojo… sonaba como si estuviera asustado.
Marcos no se detuvo. Se dirigía hacia mí.
Cuando estuvo junto a mí, las palabras salieron de mi boca sin que pudiera detenerlas. Ni siquiera entendí bien qué dije:
—Marcos, ¿qué pasó? ¿Por qué el abuelo David estaba temblando? ¿Qué le dijiste?
Marcos puso su mano en mi hombro y caminamos juntos hacia el otro extremo del patio. Su mano estaba fría. Entonces, habló.
—Vamos, Enoc. El abuelo David tiene que pensar un poco más por hoy.
¡Marcos hablaba increíble para tener solo tres años! ¡Eso es súper increíble!
—Vamos a jugar, Enoc. Tú eres el avión y yo el cielo.
Me alegré mucho. Marcos no era así. Pero hoy… tal vez lo picó una hormiga.
Entonces, comencé a correr con los brazos extendidos de lado a lado, como un avión.