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Chapter 18 - 18

"¿Qué hacían todos esos bichos aquí y por qué no hay un aviso como el del río?"

"Ha ha, la verdad es que la cueva sulfurosa es la cobertura perfecta, nadie se acercaría a un sitio así, al menos no un simple granjero, y, por otro lado, estos Cangrejos del ácido no son carnívoros así que nunca han atacado a nadie, solo se han reproducido en paz hasta nuestra llegada... ellos son los que asustaron a Matías..."

"¿Pero si no son peligrosos para que matarlos?"

"He dicho que no son carnívoros, no que no sean peligrosos, ya los has visto, son territoriales, lo de matarlos es fácil, por la ganancia, dudo que saquemos mucho del tema del río, pero aquí tenemos muchas cosas buenas..."

"¿Qué puede haber de bueno en esos seres?"

"Todo... veintidós piedras, que serán mayores que las de los Kobolds, las bolsas con las que fabrican ese emplasto tóxico que lanzan, es un buen ingrediente para fabricar ácidos, los caparazones una vez limpios se venderán bien para hacer escudos... En la naturaleza tienes que acostumbrarte a aprovecharlo todo, comienza llenando estas tres garrafas del agua sulfurosa y ahora te enseño a limpiarlos".

En el proceso de limpiar los monstruos por dentro el niño no pudo evitar vomitar un par de veces, realmente era una actividad asquerosa. Pero al final se acostumbró, Rilcar era metódico, una vez estaban limpios guardaba las piezas en otra bolsa dimensional. Gael no perdió detalle, tener una bolsa dimensional era raro, tener dos era realmente algo excéntrico.

"Este es tu pago por ayudarme en la limpieza... Tú decides qué haces con ella"

Rilcar le tiró una piedra de un tamaño bastante decente a Gael, podía darle un buen empujón a su físico, pero, por otro lado, y con un cálculo rápido podía ver que valdría el doble que, como mínimo, que la piedra más grande que vendió a Claudicus.

Cuando salieron de la cueva era ya avanzada la tarde.

"¿Maestro, qué quería decir con que sacaremos poco del río? ¿No hay nada acechando?"

"Aunque antes mencionamos a los seres Faeri, dudo que un fata esté tan al sur y cerca de la civilización, además ya habría hablado con los niños o causado algún pequeño desastre, eso nos deja con toda seguridad un monstruo de Río y los animales por grandes que sean no dan piedras Gael, solo los monstruos..."

"¿los lobos no dan piedras?"

"Un lobo normal, no es como un perro salvaje, solo los wargos, los lobos blancos u otras variedades inteligentes, con magia, o de un tamaño no natural, tienen piedras que puedas recolectar..."

"No entiendo la diferencia... esos Cangrejos del ácido solo eran insectos grandes..."

"Son los dioses los que ponen las reglas, Gael, poco podemos hacer si estas escapan a nuestra comprensión, simplemente son así. Ahora pregunta de examen sobre lo que has visto del combate: ¿qué había de malo en los cuchillos de hielo que rebotaron?"

"Les faltaba potencia para atravesar los caparazones..."

"Bien, pero si esa era la fórmula exacta del hechizo del libro que significa eso, ¿está equivocado el hechizo que has aprendido?"

"No... no lo sé, maestro..."

El muchacho estaba preocupado haber aprendido algo inútil y perder su tiempo no era algo que el chico pudiera aceptar.

"El secreto de un mago no es el conocer todos los conjuros formales y lanzarlos sin pensar, es adaptar la magia a cada situación, cada ser, cada monstruo tienes sus peculiaridades, ser un buen mago es adaptarse..."

"Pero usted los ha lanzado tal y como viene en el libro, ¿lo hizo usted a posta?"

"Claro, era una buena oportunidad para enseñarte. El ataque real era la trampa de barro, los cuchillos de hielo solo eran una distracción y una buena oportunidad para una lección. Con ello no quiero decir que no tengas que aprender los conjuros que vienen en el libro, al contrario, tienes que repetirlos hasta la saciedad, hasta que te salgan sin pensar en cada paso, pero no quiero que pienses en ello como la forma correcta de hacer magia, para los que somos como tú y yo, la adaptación lo es todo, piensa en los conjuros como la base para ser un buen mago, si entiendes los principios que los componen tendrás la llave de un universo mucho más grande..."

Con el paso de las horas, las veces que había vomitado Gael en la cueva y la excitación de la aventura y se había olvidado del almuerzo; sin embargo, el ruido estrepitoso de las tripas de niño les devolvió a la realidad.

"Hagamos una parada para comer"

Se sentaron a la sombra de un haya grande y se repartieron una hogaza de pan, un salchichón y un poco de queso. Era una comida sencilla, pero Gael hubiera cambiado cien veces la libertad de una comida sencilla en medio del campo a una rígida cena en el castillo. Incluso su ropa cómoda y barata que llevaba ahora le parecía mucho mejor que los trajes de noble que siempre había llevado.

El muchacho comenzó a practicar el cuchillo de hielo hasta agotar su maná, pero después se atrevió con la cuchilla de viento.

Recordaba la sensación cuando en la cueva lanzó una en un momento de necesidad guiado por puro instinto. Tardó mucho menos que con el cuchillo de hielo en su primer intento, solo 12 segundos, la cuchilla dejó una marca no muy profunda en el árbol.

"Dale más velocidad de giro al aire y apriétalo más con tu voluntad"

Gael siguió las instrucciones de su maestro y la siguiente vez el corte en el árbol fue mucho mayor. Según los registros, con un núcleo de maná de aire de nivel uno, el niño tendría que poder hacer seis cuchillas antes de agotar el maná.

El chico cumplió con las seis, pero quedó agotado.

"¿Maestro, qué fue ese hechizo que lanzó al entrar a la cueva?"

"Eso, bueno, técnicamente fue un conjuro sencillo de dos articulaciones; con tu talento serás capaz de hacer uno propio cuando pases el colegio..."

"¿Tan difíciles son los hechizos?"

"Cualquier bruto con mucho maná puede lanzar una magia poderosa y espectacular, pero solo los verdaderamente inteligentes, los que aman la magia, los que necesitan encontrar el poder, incluso en los lentos hechizos, llegan a aprender de verdad... Muchos solo conseguirán repetir los hechizos que vienen en los libros, pero si llegas a aprender de verdad cómo funcionan las palabras mágicas, podrás conseguir casi cualquier cosa que puedas imaginar... Pero en una batalla, lamentablemente son demasiado lentos y demasiado llamativos, un mago recitando un hechizo es un blanco fácil..."

"¿y el círculo mágico?"

"Ha, ha, ha corres mucho, Gael, concéntrate primero en aprender lo básico, para el resto tendremos tiempo..."