Chapter 22 - cap 22

Capítulo: La Nueva Era de Sabaody

El sol brillaba intensamente sobre el Archipiélago Sabaody, un lugar donde la esperanza y la desesperación se entrelazaban en cada esquina. Luffy, el único hombre en esta versión de la historia, había viajado al pasado y se encontraba en un momento crucial de su vida. Sabía lo que el futuro traería, pero no podía mencionarlo. Con su sombrero de paja en la cabeza, se sentía más fuerte que nunca, listo para enfrentar lo que viniera.

Mientras tanto, sus antiguas aliadas, ahora todas mujeres, se habían convertido en guerreras temibles. Zoro, Usopp, Sanji, Franky y Robin eran las heroínas de esta historia, cada una con su propia fuerza y carisma. Sin embargo, había un matiz de travesura en el aire, ya que muchas de ellas se aprovechaban de la inocencia de Luffy, disfrutando de ponerlo en situaciones comprometidas.

La Confrontación en el Bar

En un bar bullicioso, un grupo de piratas que se hacían llamar los "Piratas del Sombrero de Paja" hacían su entrada triunfal. Sin embargo, su apariencia era engañosa. Luffy, Nami, Franky y Sogeking estaban allí, pero no eran los auténticos. Con desprecio, despreciaron a un capitán que quería unirse a ellos. "¡Solo tienes una recompensa de 55 millones! ¡Queremos a los más grandes!", gritó el falso Luffy, mientras sus compañeras reían ante la torpeza del pobre hombre.

Fue entonces cuando Nami, la verdadera Nami, entró en la escena. Con su característica confianza, decidió ignorar al grupo. "¿Por qué debería temerles?", murmuró, mientras disfrutaba de su bebida. Pero este acto de desafío no pasó desapercibido. Los falsos Sombreros de Paja la miraron con desprecio, intentando intimidarla, pero Nami no era una mujer que se dejara amedrentar fácilmente.

De repente, una planta carnívora apareció de la nada, atacando a los impostores. "¡Eso es Usopp!", exclamó Nami con una sonrisa. Al verlo, lo abrazó con fuerza, sintiendo la calidez de su amistad. "¡No puedo creer que estés aquí!", dijo ella, mientras él sonreía, aliviado de que su amiga estuviera a salvo. Sin embargo, sabían que el peligro aún acechaba, ya que los falsos piratas intentaban recuperar el control.

El Reencuentro

Mientras tanto, Sanji había llegado al Archipiélago y se encontró con Zoro. Aunque ambas eran mujeres en esta línea de tiempo, la camaradería seguía tan fuerte como siempre. "¡Zoro! ¡He estado buscándote!", gritó Sanji, sonriendo al ver a su amiga. "¿Dónde están las demás?"

Zoro, con su mirada seria, respondió: "Nami y Usopp llegaron antes. Pero hay algo más… Luffy y Robin aún están desaparecidas". La preocupación en su voz era palpable. Ambas sabían que Luffy era especial y que su viaje no sería fácil.

Rayleigh, el antiguo maestro de Luffy, se unió a la conversación. "Luffy ha entrenado duro. Pero hay rumores que indican que un nuevo grupo de piratas se está formando para ocupar su lugar", dijo, mirando al horizonte con una mirada que mostraba tanto admiración como preocupación.

El Concierto de Brook

En otra parte de la isla, Brook, el músico esquelético, se había convertido en una superestrella. Su concierto estaba a punto de comenzar, y la multitud estaba ansiosa por verlo. "¡Soy el Rey de las Almas!", exclamó Brook, mientras las notas de su música llenaban el aire. Las chicas, atraídas por su carisma, comenzaron a gritar, mientras él sonreía, disfrutando de la atención.

Sin embargo, no todo era diversión. Robin, que había llegado recientemente, se dio cuenta de que la situación en Sabaody se había vuelto más peligrosa desde su última visita. "Tengo que encontrar a Luffy", pensaba mientras se movía entre la multitud, consciente de que había alguien siguiéndola.

La Batalla por la Verdad

De vuelta en Grove 47, Chopper se encontró perdido entre los falsos Sombreros de Paja. "¡No soy una mascota!", gritó, mientras intentaba liberarse de su captura. Los falsos piratas intentaron atraerlo con un pepino, pero los gritos de Chopper llamaron la atención de Robin, que rápidamente se acercó para ayudarlo.

"¡No te preocupes, Chopper! ¡Estoy aquí!", dijo Robin, mientras luchaba contra los impostores. La batalla se intensificó, y los verdaderos piratas comenzaron a formar equipo, luchando con valentía y esfuerzo. Las chispas volaban y los gritos llenaban el aire mientras la lucha se desataba.

El Momento de la Verdad

Luffy, sintiendo la conmoción en el aire, decidió intervenir. Con su sonrisa inconfundible y su espíritu indomable, se lanzó hacia la pelea. "¡No se preocupen, chicas! ¡Estoy aquí!", gritó, mientras su presencia iluminaba la batalla.

La lucha fue intensa, pero con cada golpe, cada movimiento, se forjó una conexión más profunda entre ellos. En medio de la batalla, Luffy recordó su futuro, sintiendo la tristeza de lo que vendría, pero también la esperanza de que juntos podrían superarlo.

Momentos Tristes y Emotivos

A medida que la batalla avanzaba, Zoro se enfrentó a una de las falsas guerreras, sintiendo el peso de la pérdida de su antigua tripulación. "¡No puedo permitir que esto vuelva a suceder!", gritó, recordando a sus amigas y compañeros que habían caído en el camino. Las lágrimas comenzaron a brotar en sus ojos, pero se las secó con determinación.

Robin, al ver la lucha, recordó sus propios demonios y la soledad que había sentido en su vida. "No volveré a estar sola", se prometió a sí misma, mientras golpeaba a sus oponentes con una fuerza renovada.

El Fin de la Batalla

Finalmente, el grupo de verdaderos Sombreros de Paja se unió, y con un último esfuerzo, lograron derrotar a los falsos piratas. Con el aliento entrecortado y el sudor corriendo por sus frentes, se miraron unos a otros, sintiendo la emoción de haber luchado juntos una vez más.

"Lo hicimos", dijo Sanji, sonriendo mientras se abrazaban en un momento de felicidad compartida. Luffy, observando a sus amigas, sintió una mezcla de alegría y tristeza, sabiendo que el futuro no sería fácil, pero estaba listo para enfrentarlo con ellas a su lado.

El Archipiélago Sabaody había cambiado, y con cada batalla, cada lágrima y cada risa, el vínculo entre los Sombreros de Paja se fortalecía. Juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío que viniera, y Luffy, el único hombre en medio de un mar de poderosas mujeres, sabía que su destino estaba entrelazado con el de ellas.

La brisa suave del Archipiélago Sabaody acariciaba las olas mientras Luffy, el único hombre entre un mar de mujeres guerreras, caminaba por las calles bulliciosas. Su mirada era serena, pero en su mente, un torrente de recuerdos del futuro lo abrumaba. Sabía lo que estaba por venir, las batallas que se avecinaban, y cómo el destino de sus amigos estaba entrelazado con el suyo. Sin embargo, no podía revelar nada; eso sería un riesgo demasiado alto.

Mientras tanto, en un rincón del archipiélago, la falsa tripulación de los Sombrero de Paja, compuesta por versiones femeninas de Zoro, Sanji y Usopp, se preparaba para un encuentro crucial. La falsa Nami, con un aire arrogante, lideraba el grupo, confiada de que podrían desmantelar a los verdaderos Sombreros de Paja.

"¡Vamos a encontrar a la verdadera Nami y Usopp! ¡Nuestra gloria como piratas depende de ello!", gritó la falsa Nami, mientras sus compañeras asentían, ansiosas por demostrar su valía.

El verdadero Luffy, ajeno al alboroto, se encontraba en un bar cercano, disfrutando de un tranquilo vaso de jugo de piña. Pero la atmósfera de la isla se tornó tensa cuando un grupo de marines, liderados por el vicealmirante Momonga, comenzó a desplegar sus tropas. Luffy sintió el cambio en el aire; sabía que la batalla se avecinaba.

Una sombra se deslizó detrás de él. Era Zoro, ahora una mujer de cabello verde y mirada feroz. "Luffy, hay problemas. Los marines están aquí y han traído refuerzos", informó, su voz grave y decidida.

Luffy se giró, sonriendo. "Entonces, ¡vamos a pelear! ¡No dejaré que nos atrapen!"

En ese momento, las falsificaciones de los Sombreros de Paja llegaron al bar, buscando a sus contrapartes. La falsa Zoro, con una sonrisa burlona, se acercó a Luffy. "¿Así que eres el famoso Luffy? ¿El capitán de los Sombrero de Paja? No pareces tan impresionante."

La verdadera Luffy se mantuvo tranquilo, con su característico optimismo. "No soy tan impresionante como mi tripulación", respondió, mirando a Zoro, Usopp y Sanji que se acercaban. Pero, antes de que pudiera terminar su frase, la falsa Zoro lanzó un ataque sorpresa.

El sonido del acero chocando resonó en el aire mientras Luffy esquivaba la hoja con agilidad. "¿Acaso no sabes que soy el Rey de los Piratas?", exclamó, mientras se preparaba para contraatacar.

Las batallas estallaron en la isla. Luffy rápidamente se dio cuenta de que sus amigas, aunque traviesas, también eran fuertes y decididas. Las risas y los gritos llenaron el aire mientras las chicas se lanzaban a la acción, disfrutando de cada momento y aprovechándose de la inocencia de Luffy.

"¡Oye, Luffy! Ven aquí un segundo", llamó Usopp, mientras trataba de recuperar su aliento entre las risas. "¡Déjanos manejar esto! ¡Nos encanta pelear!"

Luffy se sintió un poco abrumado por el afecto repentino de sus amigas, pero no podía evitar sonreír. "Está bien, ¡pero no se tomen demasiadas libertades!", advirtió, aunque sabía que eso era parte del encanto de su tripulación.

Mientras tanto, en otro lugar de la isla, Chopper se encontraba en una búsqueda frenética. La falsa Robin había sido secuestrada, y él no podía dejar que sus amigos la abandonaran. "¡Debo encontrarla antes de que sea demasiado tarde!", gritó, mientras corría entre la multitud.

La desesperación se apoderó de su corazón, y en un momento de tristeza, recordó los tiempos en que todos estaban juntos, riendo y disfrutando de la vida. "No puedo dejar que esto suceda de nuevo", se dijo a sí mismo, con lágrimas en los ojos.

De vuelta en el campo de batalla, el verdadero Luffy se encontraba en medio de la pelea, sintiendo la energía de sus amigas a su alrededor. Usopp y Sanji, a pesar de ser versiones femeninas de sí mismas, luchaban con ferocidad y determinación. La atmósfera estaba llena de adrenalina, y cada golpe resonaba como un eco de su amistad.

Pero luego, un marine apareció, interrumpiendo la batalla. "¡Deténganse! ¡No pueden seguir así!", gritó, apuntando su arma hacia Luffy.

En un instante, Luffy se dio cuenta de que tenía que actuar. Con un grito de determinación, desató su Haki del Rey, causando que los marines cayeran al suelo, incapaces de soportar su presencia. "¡Nadie se interpone en nuestro camino!", exclamó, mientras la multitud estallaba en vítores.

La verdadera Zoro, con una mirada decidida, se volvió hacia Luffy. "¡Eso es! ¡Sigamos luchando! ¡No dejaremos que nos detengan!"

Mientras la batalla continuaba, la actitud juguetona y pervertida de las chicas que rodeaban a Luffy se hizo más evidente. Aprovechaban cada oportunidad para acercarse a él, disfrutando de su inocencia. "¡Mira, Luffy, aquí tienes un nuevo ataque!", decía la falsa Sanji, mientras le daba un codazo juguetón.

Pero Luffy, aunque un poco sonrojado, se mantenía concentrado en la pelea. Sabía que tenían que ganar, no solo por ellos, sino por todos aquellos que creían en los Sombreros de Paja.

A medida que la batalla se intensificaba, la amistad y la camaradería brillaron a través de la lucha. Cada golpe y cada risa unieron a la tripulación, y Luffy, aunque abrumado por la atención, no podía evitar sentirse agradecido por tenerlas a su lado.

Al final del día, cuando el polvo se asentó y la victoria fue suya, Luffy miró a su alrededor. Sus amigas, aunque traviesas, eran fuertes y leales. "¡Vamos a seguir adelante! ¡El viaje apenas comienza!", proclamó, mientras todos a su alrededor estallaban en risas y vítores.

En el fondo de su corazón, Luffy sabía que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre estarían unidos, y eso era lo que realmente importaba. La aventura apenas comenzaba, y él estaba listo para enfrentar lo que viniera, con sus amigas a su lado.

En la vibrante y caótica isla de Sabaody, los ecos de la batalla resonaban mientras la tripulación del Sombrero de Paja se preparaba para enfrentar un nuevo desafío. Sin embargo, en esta versión de la historia, el protagonismo de los combates y las intrigas lo llevaban las mujeres, mientras que Luffy, el único hombre, se encontraba en el centro de atención, atrapado entre la inocencia y la manipulación de sus compañeras de tripulación.

Capítulo: Enfrentamientos y Revelaciones

Mientras los marines se acercaban, un aire de tensión envolvía a Grove 41. Zoro, ahora una mujer de cabello verde y con una mirada feroz, se encontraba lista para la batalla. "¿Qué demonios está pasando, Sanji?", preguntó con frustración mientras afilaba su espada. Sanji, con su cabello rubio brillante y una actitud tan seductora como siempre, simplemente sonrió. "¡No te preocupes, Zoro! Solo es otro día en la vida de los Sombrero de Paja".

A lo lejos, Luffy observaba con una mezcla de asombro y preocupación. Sabía que el futuro estaba lleno de peligros, pero no podía revelar nada. La inocencia de su tripulación era un arma de doble filo, y él era el único que podía ver las sombras que se acercaban. En ese instante, un grupo de marines irrumpió en la escena, y Luffy se preparó para actuar.

La Batalla Comienza

De repente, los marines comenzaron a disparar. Luffy, en un instante de pura adrenalina, activó su Gear Second. Su cuerpo se iluminó con una energía vibrante y, en un abrir y cerrar de ojos, se lanzó hacia adelante, esquivando balas y golpeando a los enemigos con una velocidad devastadora. "¡No se olviden de mí!", gritó mientras se desplazaba por el campo de batalla.

Zoro y Sanji, viendo la valentía de Luffy, se unieron a él. Con movimientos fluidos y precisos, Zoro cortó a un marine que se acercaba, mientras que Sanji lanzaba una patada giratoria que dejaba a sus oponentes aturdidos. Sin embargo, a medida que luchaban, la atmósfera se tornaba cada vez más extraña. Las chicas de la tripulación, en un giro inesperado, comenzaron a aprovechar la situación, riendo mientras manoseaban a Luffy cada vez que lograba derribar a un enemigo.

La Confusión de Luffy

"¿Por qué siempre están tan cerca de mí?", preguntó Luffy, la inocencia en su voz resonando entre el caos. "Es que eres nuestro capitán, Luffy", respondió Nami, guiñándole un ojo mientras se lanzaba contra un marine. "Además, ¡no puedes quejarte de que te defendamos de esta manera!"

Mientras tanto, Brook, el músico esquelético, se unió a la lucha, disfrutando del momento como siempre. "¡Chicas, no se olviden de mí! ¡Oh, qué hermoso espectáculo de batalla!", exclamó con entusiasmo, solo para ser rápidamente abofeteado por Robin. "¡Concentrate, Brook! Ahora no es el momento para tus tonterías".

La Revelación del Falso Luffy

En medio de la batalla, el verdadero Luffy se dio cuenta de que un impostor con el nombre de Demaro Black había estado manipulando a su tripulación falsa. "¡Eso no es justo!", gritó Luffy, intentando entender cómo habían caído en la trampa. "¡Nunca seré un impostor! ¡Soy Luffy, y me convertiré en el Rey de los Piratas!"

Los marines, en su afán de capturar a Luffy, comenzaron a rodear a la tripulación del Sombrero de Paja. Pero en un giro inesperado de eventos, Sentomaru y un Pacifista aparecieron, listos para desatar el caos. "¡No dejaré que te escapas, verdadero Luffy!", gritó Sentomaru, lanzándose hacia él.

La Intervención de Rayleigh

Justo cuando la situación parecía volverse desesperada, una figura familiar apareció en la distancia. Era Rayleigh, quien, con una mirada decidida, se interpuso entre los marines y Luffy. "¡No pasarán, marines! Este chico tiene un futuro que aún no han visto", dijo con una voz firme, mientras dibujaba una línea en el suelo como advertencia.

Luffy sintió una oleada de gratitud y determinación. "¡Gracias, Rayleigh! Prometo no defraudar a nadie", gritó, mientras se unía a sus amigas en la lucha.

Momentos de Empatía

A medida que la batalla continuaba, la intensidad emocional aumentaba. Luffy, a pesar de ser el único hombre, sentía el peso de las expectativas sobre sus hombros. Las chicas, aunque disfrutaban del momento, también mostraban una increíble valentía y camaradería. Cada golpe, cada caída, resonaba en sus corazones. La vida de un pirata no era solo aventura; también había sacrificios y momentos de tristeza.

Zoro, después de derribar a otro marine, se volvió hacia Luffy y le dijo: "No importa lo que pase, siempre estaremos contigo. ¡Tú eres nuestro capitán!". Las palabras resonaron en el corazón de Luffy, y una sonrisa iluminó su rostro.

La Huida y la Reunión

Finalmente, con la ayuda de sus aliadas y su ingenio, el grupo logró evadir a los marines y reunirse. A bordo del Thousand Sunny, se sintieron un poco más seguros, aunque la batalla no había terminado. "¡Chicas, tenemos que seguir adelante!", dijo Luffy, con una mezcla de emoción y determinación.

A medida que el barco comenzaba a zarpar, el sonido del mar resonaba en sus oídos. La tripulación había enfrentado desafíos, pero juntos eran indestructibles. "¡El nuevo mundo nos espera!", exclamó Luffy, mientras miraba hacia el horizonte, sabiendo que aún había mucho por descubrir, y que cada momento compartido con sus compañeras era un tesoro invaluable.

Así, el viaje de los Sombrero de Paja continuaba, lleno de aventuras, risas y, por supuesto, un montón de travesuras. Luffy, con su visión del futuro, sabía que el camino sería largo, pero no había nada que no pudieran enfrentar juntos.

En el Archipiélago Sabaody, el aire vibraba con una mezcla de tensión y emoción. La tripulación de los Sombrero de Paja había logrado escapar, pero la sombra de sus enemigos aún se cernía sobre ellos. En una zona conocida como "Tierra de Nadie", los falsos miembros de la tripulación, capturados por Caribou y su hermano Coribou, temblaban de miedo mientras cavaban sus propias tumbas.

—¡Por favor, déjennos ir! —suplicó la falsa Sanji, con lágrimas en los ojos.

—¿Y por qué deberíamos hacerlo? —replicó Coribou con una sonrisa siniestra—. Ustedes intentaron traicionar a los verdaderos Sombrero de Paja. ¡No hay perdón para traidores!

Cuando Drip, el falso Sanji, comenzó a llorar y a rogar por su vida, Caribou se acercó, su brazo transformándose en una sustancia pegajosa.

—¡Silencio! —gritó, asfixiándolo lentamente—. ¡No me hagas perder el tiempo!

La escena se tornó oscura, y los falsos Sombrero de Paja comprendieron que su destino estaba sellado. Las risas de los verdaderos Sombrero de Paja resonaban en sus mentes, un eco de lo que nunca llegarían a experimentar.

Mientras tanto, en Grove 46, la atmósfera era diferente. Sentomaru, firme y decidido, informó a su base sobre la captura de Demaro Black.

—Los Sombrero de Paja han regresado, y son más fuertes que nunca. —Su voz resonaba con respeto y una pizca de temor—. Debemos prepararnos.

En el fondo del océano, los verdaderos Sombrero de Paja disfrutaban del asombroso mundo submarino. Robin observaba con curiosidad mientras Nami exploraba las posibilidades de su burbuja protectora.

—Si un Rey del Mar muerde esto, estaremos en problemas. —advirtió Nami, su mirada seria.

—Eso nunca sucederá, ¿verdad? —bromeó Luffy, su sonrisa inocente iluminando el ambiente.

Mientras compartían la comida que Hancock había preparado, la atmósfera se llenó de risas y camaradería. Sin embargo, la alegría se tornó en melancolía cuando Franky asumió un tono más serio.

—Hatchan y Duval han estado protegiendo el Thousand Sunny a toda costa. Pero... —su voz se quebró—. Hatchan resultó gravemente herido.

Las chicas de la tripulación, especialmente Zoro y Usopp, se miraron entre sí con preocupación. La figura de Kuma apareció en sus pensamientos, un guerrero que había sacrificado tanto por ellos.

—Él siempre estuvo de nuestro lado —dijo Zoro, su voz llena de determinación—. No lo olvidaremos.

La conversación se interrumpió cuando un eco de risas y malicia resonó en la distancia. Caribou y su tripulación acechaban, ansiosos por vengarse.

De vuelta en la Tierra de Nadie, Caribou se relamía los labios, emocionado por la perspectiva de destruir a los verdaderos Sombrero de Paja.

—¡He encontrado su rastro! —gritó, su voz llena de euforia—. ¡Vamos a acabar con ellos!

Mientras tanto, Luffy, sintiendo el peligro inminente, miró a su tripulación con una mezcla de preocupación y emoción.

—No sé lo que está por venir, pero debemos estar listos. —Su voz era firme, pero en su interior sabía que las cosas no serían fáciles.

Las chicas, emocionadas y decididas, se prepararon para la batalla. Zoro desenvainó su espada, Usopp ajustó su tirador, y Franky preparó su cañón.

—¡Vamos a luchar! —gritó Zoro, el fuego en su mirada reflejando su determinación.

La batalla se desató. Las chicas luchaban con valentía, mientras Luffy se mantenía a su lado, sintiendo la presión de ser el único hombre en un mundo que ahora estaba lleno de mujeres audaces y decididas. A pesar de su inocencia, sabía que debía protegerlas a toda costa.

Los ataques volaban en todas direcciones, risas y gritos de guerra resonaban mientras la batalla alcanzaba su punto máximo. Caribou, confiado, lanzó un ataque hacia Luffy, pero él lo esquivó con agilidad.

—No dejaré que lastimen a mis amigas —declaró Luffy, su sonrisa se mantenía firme, incluso en medio del caos.

Mientras la lucha continuaba, momentos de tristeza y desesperación emergieron. Usopp, atrapada en una situación comprometida, gritó por ayuda, y Zoro luchó con todas sus fuerzas para salvarla.

—¡No te preocupes, estoy aquí! —gritó Zoro, cortando a través de los adversarios con un furioso ataque.

La batalla se tornó feroz, y cada golpe resonaba como un eco de sus esperanzas y sueños. Pero entre la lucha, también había momentos de conexión y camaradería, recordando a cada uno de ellos por qué luchaban.

Finalmente, con un último esfuerzo, las chicas lograron derrotar a Caribou, pero no sin pérdidas. Mientras se recuperaban, Luffy miró a sus compañeras, dándose cuenta de que cada una de ellas había luchado con valentía y sacrificio.

—No importa lo que pase, siempre estaremos juntas. —dijo Luffy, su voz resonando con un sentido de unidad.

Las chicas se abrazaron, y aunque el futuro era incierto, sabían que juntos podrían enfrentar cualquier adversidad. Mientras el horizonte se oscurecía, sus corazones brillaban con la promesa de una nueva aventura.

Así, en el Archipiélago Sabaody, un nuevo capítulo comenzaba para los Sombrero de Paja, donde cada batalla traía consigo la oportunidad de crecer, de recordar sus lazos y de enfrentar juntos su destino.

El barco Thousand Sunny surcaba las profundidades del océano, descendiendo hacia la Zona Disfótica. La atmósfera era tensa, llena de anticipación y un ligero miedo a lo desconocido. Luffy, el único hombre a bordo, se sentía un poco abrumado por la situación, pero su espíritu aventurero siempre lo mantenía en pie. Mientras la tripulación ajustaba sus abrigos para soportar el frío creciente, las mujeres de los Sombrero de Paja se movían con una confianza juguetona, disfrutando de la inocencia de Luffy.

Momento de acción: El ataque de Caribou

De repente, un grito de Usopp interrumpió el murmullo de la tripulación. "¡Chicas, hay algo acercándose!" Todos se giraron, y en un instante, el barco de los Piratas Caribou apareció, remolcado por un monstruoso Momoo. El pánico se apoderó del rostro de Nami al reconocer al monstruo, recordando su oscuro pasado con el grupo de Arlong.

Caribou, al ver a los Sombrero de Paja, sonrió maliciosamente. "¡Hoy es el día en que tomaré sus cabezas y me haré famoso en todo el mundo!"

Antes de que pudiera hacer algo más, Franky lo levantó con una sola mano y lo arrojó contra la barandilla. "¿Qué te hace pensar que puedes tocar a mis nakamas?" rugió ella con furia.

Luffy, observando con interés, sonrió. "¡Vamos a divertirnos, chicas! ¡Demostremos de qué estamos hechos!"

Momentos de camaradería: La relación entre Luffy y las chicas

Mientras la tripulación se preparaba para el combate, las chicas aprovecharon la oportunidad para acercarse a Luffy. Sanji, con su encanto habitual, se acercó a él con una sonrisa traviesa. "Luffy, cariño, ¿quieres que te proteja?" Mientras hablaba, no pudo evitar darle un pequeño golpe en el brazo, disfrutando de la sensación de su piel suave.

Zoro, que también había cambiado de sexo, se unió a la diversión. "¿Por qué no te dejas caer en mis brazos, Luffy? Te prometo que no te lastimaré." Su tono era sarcástico, pero había un destello de cariño en sus ojos.

Luffy se sonrojó, sintiéndose un poco abrumado por toda la atención. "Eh… gracias, chicas, pero estamos en medio de una batalla."

La batalla contra el Kraken: Un enfrentamiento épico

El Kraken apareció de la nada, sus tentáculos gigantescos listos para atacar. "¡Es hora de luchar!" gritó Luffy, desatando su Haki de Armamento. Sanji y Zoro lo siguieron, preparándose para la batalla.

El primer tentáculo del Kraken se lanzó hacia ellos, pero Sanji se deslizó con gracia y pateó el tentáculo con su Diable Jambe, mientras Zoro cortaba otro con su técnica Santoryu. Luffy, con una risa contagiosa, usó su Gomu Gomu no Elephant Gun, golpeando al Kraken con toda su fuerza.

Mientras la batalla avanzaba, el Kraken comenzó a tambalearse. "¡Eso es, sigan así!" Luffy animaba a sus compañeras, sintiéndose más fuerte con cada golpe. Las chicas, en un arrebato de energía, lo rodearon, disfrutando de cada momento en el que podían tocarlo y animarlo.

Momentos tristes: La sombra del pasado

Sin embargo, en medio de la batalla, un momento de tristeza invadió a Luffy. Recordó su tiempo con sus amigos caídos en el futuro, la soledad que había sentido y lo que había perdido. Las chicas, al darse cuenta de su cambio de humor, se acercaron a él.

"¿Qué pasa, Luffy?" preguntó Robin, su voz suave y comprensiva.

"Solo… recuerdo a los que ya no están," respondió Luffy, su sonrisa desvaneciéndose.

Las chicas se unieron a él, brindándole consuelo. Sanji le dio un abrazo, mientras Zoro se sentaba a su lado, apoyando su cabeza en su hombro. "No estás solo, Luffy. Siempre estaremos contigo," dijo Zoro con sinceridad.

El clímax de la batalla: La erupción del volcán

Con el Kraken finalmente derrotado, la tripulación respiró aliviada. Pero de repente, un retumbante sonido resonó desde el fondo del océano. Nami miró con horror. "¡El volcán está a punto de entrar en erupción!"

"¡Todos a sus puestos!" gritó Luffy, recuperando su energía. "¡No dejaremos que nos atrape!"

Mientras el barco temblaba y comenzaba a ascender, Luffy miró a sus compañeras. "¡Vamos a salir de esto juntas!"

La tripulación se unió, lista para enfrentar lo que viniera, su vínculo más fuerte que nunca. La aventura apenas comenzaba, y aunque el futuro era incierto, sabían que juntos podían superar cualquier obstáculo.

Era un día tranquilo en el fondo del océano, donde el Thousand Sunny reposaba en el lecho marino, aún vibrante de la reciente aventura que había llevado a los Sombrero de Paja hasta aquí. Luffy, el único hombre de la tripulación, despertó en la casa de Camie, rodeado de sus compañeras: Sanji, Usopp y Chopper.

—¿Dónde estamos? —preguntó Luffy, frotándose los ojos mientras se incorporaba.

—En la Isla Gyojin —respondió Sanji, sonriendo con una chispa de alegría en sus ojos—. ¡Y hay sirenas!

Chopper, siempre atento a la salud de sus amigos, se acercó para examinar a Luffy.

—Estás bien, pero tienes una herida. Debemos asegurarnos de que no haya veneno —dijo, preocupado.

Luffy sonrió despreocupadamente. La verdad era que, aunque había estado en peligro, su cuerpo había desarrollado anticuerpos tras su encuentro con Magellan, lo que le había salvado la vida. Sin embargo, no podía compartir esa información, pues conocía el futuro.

Mientras tanto, las sirenas comenzaron a llegar a la casa, llenando el lugar con risas y una energía vibrante. Camie, emocionada, presentó a Luffy a sus amigas, las Quintillizas Sirena Medaka, quienes no tardaron en rodearlo, admirándolo y comentando su extraño aspecto.

—¡Él es el famoso Luffy! —exclamó una de las sirenas, acercándose un poco más de lo que Luffy se sentía cómodo.

—Es tan... interesante —murmuró otra, haciendo un gesto de admiración. Las miradas de las sirenas eran traviesas, y Luffy no podía evitar sentirse un poco abrumado por la atención.

En un rincón, Sanji no podía contener su emoción y se lanzó a nadar con las sirenas, mientras Usopp y Chopper reían, disfrutando del espectáculo.

—¿Qué les parece si vamos a ver la ciudad? —sugirió Camie, sus ojos brillando—. ¡Hay tanto que explorar!

La llegada a la Isla Gyojin

El grupo se preparó para salir, y cuando llegaron a la ciudad, Luffy quedó asombrado por la belleza de la Isla Gyojin. Las burbujas de aire flotaban por doquier, y los colores vibrantes de los corales y las criaturas marinas llenaban su vista. Pero pronto, el ambiente festivo se vio interrumpido por la llegada de los príncipes del Reino Ryugu.

Fukaboshi, Ryuboshi y Manboshi aparecieron, pidiendo explicaciones sobre la llegada de los Sombrero de Paja. Las sirenas se apresuraron a ocultar a Luffy y a sus amigos, pero él, sin miedo, se adelantó.

—¡Soy Luffy! No venimos a causar problemas —gritó, con su característica despreocupación.

Los príncipes se miraron entre sí, sorprendidos por su audacia. Sanji, que había regresado junto a las sirenas, se quedó paralizado al ver a los príncipes, y una vez más, una hemorragia nasal traicionó su naturaleza.

—¡No! —gritó Usopp—. ¡Sanji!

En medio del caos, Hammond y su tripulación de Bestias Marinas aparecieron, buscando a Luffy. La tensión aumentó cuando Hammond exigió que Luffy se uniera a ellos o se preparara para las consecuencias.

—¡No voy a unirme a ti! —gritó Luffy, su voz resonando con determinación.

La batalla

Sin más advertencia, Hammond ordenó a sus hombres atacar. Luffy se lanzó hacia adelante, utilizando su habilidad de Gomu Gomu no Pistol, derribando a varios de los atacantes con facilidad. Sin embargo, las cosas se complicaron cuando Hyouzou, un tritón pulpo, apareció en la escena, lanzando un ataque venenoso que Luffy apenas logró esquivar.

—¿Vas a pelear en serio? —preguntó Luffy con una sonrisa—. Esto se va a poner interesante.

La batalla se intensificó, con Luffy esquivando ataques y contraatacando con su Haki. Las sirenas miraban con asombro, algunas incluso animando a su héroe mientras el caos se desataba a su alrededor.

Luffy, con su energía inagotable, logró desarmar a Hyouzou y, usando su velocidad, golpeó a Hammond una vez más. Sin embargo, la pelea no era solo física; había un trasfondo emocional en juego. Luffy sabía que no solo luchaba por él, sino por la aceptación de su tripulación y el futuro de la Isla Gyojin.

Momentos desgarradores

Mientras la pelea continuaba, Sanji, que había estado tratando de ayudar a Luffy, fue herida cuando un ataque descontrolado de Hammond lo alcanzó. El dolor en el rostro de Sanji hizo que el corazón de Luffy se detuviera por un momento.

—¡Sanji! —gritó, corriendo hacia ella mientras su corazón se hundía.

Las sirenas se acercaron, con lágrimas en los ojos, y Luffy, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, prometió que protegería a sus amigos a toda costa.

—No te preocupes, ¡te salvaré! —dijo con determinación, mientras Chopper se apresuraba a curar a Sanji.

El futuro incierto

Tras la batalla, con los enemigos derrotados y la calma regresando a la isla, Luffy se sentó junto a Sanji, quien se recuperaba lentamente. Camie y las sirenas lo rodearon, ofreciendo consuelo y apoyo.

—No sé qué pasará en el futuro, pero haré todo lo posible para que todos estén a salvo —murmuró Luffy, mirando al horizonte.

Las sirenas, agradecidas, comenzaron a cantar, creando una melodía que resonó en el corazón de todos. Era un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, la amistad y el amor siempre prevalecerían.

Y así, en la Isla Gyojin, la historia de Luffy y sus amigas se entrelazaba con la leyenda, marcando el comienzo de una nueva aventura, llena de risas, desafíos y momentos que tocarían el corazón de todos.

El agua azul profundo del océano se movía con fuerza mientras Luffy, el único hombre en esta extraña era llena de mujeres, navegaba junto a su tripulación por los misteriosos pasajes de la Isla Gyojin. Aunque el destino lo había llevado a tiempos pasados, su corazón estaba lleno de recuerdos de futuros que aún no estaban escritos. A su alrededor, sus compañeras de tripulación, Zoro, Usopp, Nami, Sanji, Robin y Frankie, se movían entre risas, pero su inocencia y pervertidas travesuras a menudo ponían a Luffy en situaciones comprometedoras que lo hacían sonrojar.

"¡Luffy, ven aquí!" llamó Zoro, que ahora era una mujer de cabello verde brillante, con un brillo travieso en sus ojos. Luffy se acercó, ignorando las miradas que sus compañeras le lanzaban, y antes de que pudiera reaccionar, Zoro lo manoseó de forma juguetona. "¿No es un poco pequeño para el banquete de Neptuno?"

"¡Hey! No es justo!" protestó Luffy con una sonrisa tonta, mientras sus compañeras reían a carcajadas. En su mente, él sabía que aquellas acciones no eran más que su forma de mostrar afecto, aunque su inocencia a veces lo hiciera sentir incómodo.

Mientras Luffy disfrutaba de los momentos con su tripulación, una sombra se cernía sobre el Distrito Noé. "Mano de Cangrejo" Gyro y su tripulación estaban huyendo, perseguidos por los Nuevos Piratas Gyojin. "No podemos dejar que nos atrapen," gritó Gyro, mientras su tripulación intentaba mantener el rumbo hacia el barco. Sin embargo, Hody Jones, el temido capitán de los Nuevos Piratas Gyojin, no se detendría ante nada.

"¡Atrápenlos!" ordenó Hody, su voz era un eco de pura maldad. "¡Quiero que regresen a la superficie y cuenten a todos quiénes somos!" Su tripulación, bajo el efecto de las peligrosas Esteroides Energéticos, se lanzó hacia adelante, imparable y feroz. La batalla estalló en el puerto, y los ecos de la lucha resonaban en el aire mientras los piratas de Gyro luchaban por su vida.

Mientras tanto, en el Palacio Ryugu, Neptuno había invitado a los Sombrero de Paja a un banquete en agradecimiento por su ayuda. El ambiente estaba lleno de alegría, risas y el aroma de comida deliciosa. Luffy, incapaz de resistir la tentación, se adentró en la cocina del palacio. Sin embargo, al intentar alcanzar un plato, se encontró con la Princesa Shirahoshi, quien, al ver su figura pequeña y su actitud despreocupada, comenzó a llorar.

"¡No llores!" dijo Luffy, confundido. "No soy un enemigo. Solo quiero comer."

La princesa, con sus grandes ojos azules, lo miró con sorpresa. "¡Nadie me había gritado antes!" respondió entre sollozos, lo que llevó a Luffy a darse cuenta de que su sinceridad había tenido un efecto inesperado.

De vuelta en el Distrito Noé, Hody había alcanzado a Gyro y su tripulación. "¡No puedes escapar de mí!" rugió, mientras devoraba a uno de los piratas. La desesperación llenaba el aire, pero la valentía de Gyro brilló en medio de la oscuridad.

"¡No dejaremos que nos aplasten!" gritó Gyro, mientras su tripulación luchaba con todas sus fuerzas. Sin embargo, Hody y sus hombres eran implacables. El combate era feroz, y las vidas pendían de un hilo.

En el banquete, mientras Luffy intentaba calmar a Shirahoshi, sus compañeras de tripulación estaban ocupadas en sus propias travesuras. Usopp, ahora una mujer de espíritu guerrero, discutía con Nami sobre el precio de la ropa en la tienda de Pappag. "¡No entiendo por qué todo es tan caro!" exclamó Nami, mientras se cruzaba de brazos.

"¡Tienes que aprender a negociar!" respondió Usopp, con una sonrisa astuta. "¡Mira cómo lo hice yo!"

De repente, un grito resonó en el aire. "¡El distrito está bajo ataque!" Gritos de pánico y caos llenaron el ambiente. Las sirenas estaban atrapadas en el miedo mientras Hody se acercaba, y Luffy sintió que debía actuar.

"¡Vamos, chicas! ¡Debemos ayudar!" Luffy instó a su tripulación, pero no sin un último manoseo de parte de Frankie, quien disfrutaba de cada momento de travesura.

Mientras tanto, en el Bosque Marino, Jinbe observaba la situación con preocupación, sintiendo que la historia estaba a punto de repetirse. "Debemos actuar rápido," murmuró, recordando las tragedias del pasado.

De vuelta en el palacio, el Ministro de la Derecha estaba aturdido y preocupado. "¿Dónde está la princesa?" preguntó, su voz temblorosa. "Si algo le ocurre, será una crisis nacional."

Usopp y Nami intercambiaron miradas, sabiendo que debían encontrar a Luffy y Shirahoshi antes de que Hody pudiera hacerles daño. "¡Vamos! ¡No hay tiempo que perder!" gritó Nami, mientras su determinación aumentaba.

Mientras tanto, Luffy y Shirahoshi se habían dirigido al Bosque Marino, donde la princesa, después de diez largos años encerrada, finalmente podía sentir la libertad. "Es hermoso," dijo Shirahoshi, con lágrimas de felicidad en sus ojos.

Luffy, con una sonrisa, le ofreció su mano. "Vamos a explorar más. Estoy aquí para protegerte."

Pero el eco de su promesa resonaba en el aire, mientras Hody y Decken se preparaban para atacar. La lucha entre la luz y la oscuridad estaba por comenzar, y el destino de todos estaba en juego.

Y así, el capítulo se cerró, dejando a la audiencia con la emoción de la batalla inminente, el eco de los sueños por cumplir y la esperanza de que la amistad y el valor prevalecerían en las profundidades del océano. ¿Qué nuevos desafíos enfrentarían Luffy y sus compañeras en esta historia repleta de giros inesperados?

La Isla Gyojin estaba en alerta máxima. El cielo se oscurecía con las sombras de los monstruos marinos que transportaban a los temidos Nuevos Piratas Gyojin, liderados por la temible Hody Jones y su cómplice Decken. Mientras tanto, la comunicación aérea alertaba al palacio sobre la amenaza inminente, pero la verdadera batalla se libraba no solo entre los hombres-pez y los guardianes de la isla, sino también en el corazón de Luffy, el único hombre en un mar de mujeres.

Luffy, con su característico sombrero de paja, se encontraba en el centro del caos, rodeado de sus compañeras de tripulación, quienes, en esta línea de tiempo, no solo eran fuertes, sino que también parecían disfrutar de la inocencia del joven capitán. Zoro, Usopp, Sanji y Franky, todas ellas en cuerpos femeninos, se movían con agilidad y picardía, utilizando su encanto para distraer a los enemigos e intentar proteger a su amado capitán.

—¡Luffy! ¡Ten cuidado! —gritó Zoro, mientras desenvainaba su espada, lista para enfrentar a Hody.

—¡No te preocupes! —respondió Luffy, sonriendo, sin entender del todo la tensión de la situación, mientras una de sus compañeras lo manoseaba de manera juguetona, provocando que él riera con despreocupación.

La Batalla Comienza

Hody Jones se reía con desprecio al ver a los defensores del palacio. Con un movimiento feroz, rompió una de las paredes del palacio, provocando una inundación que amenazaba con ahogar a los guardias atrapados. Las gotas de agua, convertidas en flechas, volaron por el aire, hiriendo a los guardias que intentaban resistir.

—¡No dejaré que arruinen nuestra isla! —gritó Hody, mientras Zoro se lanzaba al ataque, desenvainando su espada con determinación.

—¡Zoro, ten cuidado! —exclamó Usopp, quien, aunque era mujer, no perdía la oportunidad de proteger a su capitán a toda costa.

Zoro, con una precisión mortal, cortó las cuerdas que mantenían a los guardias atados, mostrando su integridad. Los ministros del palacio, sorprendidos por la valentía de la capitana, comenzaron a murmurar entre ellos.

—Esto es... algo diferente —dijo uno, mientras los otros asentían, admirando la fuerza de Zoro.

Mientras tanto, Luffy, más preocupado por la seguridad de sus compañeras que por la batalla, se encontraba en un dilema: ¿debería luchar o cuidarlas? Sin embargo, al ver que Hody estaba a punto de atacar nuevamente, su instinto protector tomó el control.

—¡No dejaré que te hagas daño! —gritó Luffy, lanzándose hacia Hody con una determinación renovada.

El Enfrentamiento

Hody, sorprendido por la audacia de Luffy, se preparó para atacar, pero fue demasiado tarde. Luffy utilizó su técnica más poderosa, un Gomu Gomu no Jet Hammer, estrellando a Hody contra el suelo. El eco del golpe resonó en todo el palacio, mientras la tensión aumentaba.

—¡Esto es por la isla! —gritó Luffy, y en ese momento, su Haki del Rey Supremo emanó de él, noqueando a varios hombres-pez en el camino.

Las chicas, sin embargo, no podían resistirse a la oportunidad de aprovecharse de la situación, y cuando Luffy estaba distraído, comenzaron a manosearlo juguetonamente, riendo ante su inocencia.

—¡Luffy, eres tan fuerte! —dijo Sanji, con una sonrisa coqueta.

—¡Deja de distraerlo! —protestó Zoro, mientras cortaba a otro enemigo que intentaba acercarse.

Momentos de Ternura y Tristeza

A medida que la batalla continuaba, las emociones comenzaron a aflorar. Shirahoshi, la princesa sirena, había sido testigo de la devastación y no podía contener las lágrimas. Luffy, al notar su tristeza, se acercó a ella.

—No llores. ¡Todo estará bien! —le dijo con una sonrisa, tratando de consolarla.

—Es que... no quiero que nadie más sufra —respondió Shirahoshi, su voz quebrándose.

Luffy la miró, comprendiendo la carga que llevaba. Sabía que había muchas cosas que estaban en juego, pero su corazón inocente siempre buscaba la luz incluso en la oscuridad más profunda.

—¡Prometo protegerte! —exclamó Luffy, tomándole la mano, mientras las demás chicas observaban con admiración.

Clímax de la Batalla

La batalla se intensificó cuando Hody, decidido a demostrar su fuerza, se levantó de entre los escombros, furioso. Con un rugido, lanzó un ataque masivo que inundó el palacio, pero Zoro, con su determinación, se lanzó hacia él.

—¡No te dejaré ganar! —gritó Zoro, cortando el agua que Hody había provocado, mientras el resto de las chicas se unían en un poderoso ataque conjunto.

Con movimientos coordinados, todas las mujeres de la tripulación atacaron, creando una sinfonía de fuerza y agilidad, mientras Luffy sonreía, disfrutando del espectáculo de sus compañeras luchando a su lado.

La Resolución

Finalmente, después de una feroz batalla, Hody fue derrotado. La isla Gyojin había sido salvada, y aunque había momentos de tristeza y dolor, la unión de Luffy y sus compañeras había hecho la diferencia.

—Lo hicimos, chicas —dijo Luffy, con una sonrisa de satisfacción, mientras las mujeres lo rodeaban, riendo y celebrando la victoria.

A pesar de la locura que había rodeado la batalla, sentía que había algo más profundo en juego. La inocencia de Luffy, rodeada de mujeres fuertes y decididas, había iluminado la Isla Gyojin, un recordatorio de que, incluso en medio del caos, siempre hay espacio para la alegría y la amistad.

De vuelta al palacio, los ministros y los guardias del palacio logran salir sanos y salvos. Aunque están preocupados por el bienestar de su rey, acuerdan que necesitan encontrar a los príncipes. Mientras tanto, en toda la isla, los Nuevos Piratas Gyojin liderados por sus oficiales intentan subyugar a la gente para que renuncie a los ideales de la Reina Otohime pisoteando su fumi-e o sean expulsados ​​de la isla o sufran violencia. En la Villa de la Rueda de Agua en el lado norte de la isla, Fukaboshi ataca a Dosun, exigiendo furiosamente saber qué esperan lograr al obligar a los ciudadanos a pisar la imagen de su difunta madre. En una aldea del sudeste llamada Coral Gaoka, los lugareños están alborotados por el supuesto secuestro de Shirahoshi por parte de los Sombrero de Paja mientras un Caribú cercano escucha y conspira para secuestrar a la princesa.

De vuelta en el Bosque Marino, Shirahoshi está llorando, preocupada por su padre. Jinbe le asegura que Hody no le hará nada todavía y Jinbe afirma que salvará al rey. Nami cuestiona a Jinbe sobre enviar a Arlong al East Blue. Sanji rápidamente le exige a Jinbe que se explique y le revela el horror por el que pasó Nami cuando Arlong se apoderó de la Villa Cocoyasi . El chef agrega que lo que Jinbe diga a continuación decidirá si lo perdonará o no. Después de escuchar sobre el pasado de Nami, Jinbe muestra remordimiento. Nami comenta que si bien no perdonará a Arlong, no sabía por lo que pasaron los hombres-pez y que mientras iba a rescatar a Camie de los traficantes de esclavos, notó que el Parque Sabaody se parecía al Parque Arlong .

Hatchan no niega esto, mencionando que él y sus compañeros hombres-pez querían vivir con los humanos desde que eran niños, pero el odio de Arlong fue un poco demasiado lejos. Explica que hace 200 años, los hombres-pez y los tritones se separaron de las especies de peces comunes y el Reino Ryugu se convirtió en una nación del Gobierno Mundial , entablando amistad con algunos humanos e incluso participando en las reuniones del consejo. Sin embargo, esto no impidió que los hombres-pez fueran perseguidos. El peor período de su historia llegó al comienzo de la Gran Era de los Piratas cuando los piratas arrasaron la isla. Todo eso se detuvo cuando Barbablanca reclamó la Isla Gyojin como su territorio, pero eso tampoco detuvo la discriminación.

Piratas del sol Los piratas del sol.

Jinbe luego explica que dos personas decidieron tomar una posición: la Reina Otohime, que se unió por la paz con los humanos y Fisher Tiger, que quería separar a los hombres-pez de los humanos y fue en contra del tabú del mundo al atacar a Mary Geoise para liberar a los esclavos. Tiger luego formó los Piratas del Sol con Jinbe, Hatchan y Arlong como parte de la tripulación. Sin embargo, su cruzada antigubernamental chocó con la búsqueda de paz de Otohime, lo que paralizó ambas resoluciones. La historia luego retrocede 15 años atrás cuando Hatchan le informa a Fisher Tiger que vieron un barco enemigo. Tiger pregunta si son los Marines. [18]

La historia se remonta un poco al pasado, cuando un ladrón gyojin corría por la ciudad con una sirena como rehén. Sin embargo, fue interceptado por la persona más inesperada, la reina Otohime. A pesar de lastimarse la mano al abofetear al ladrón, logra tirarlo al suelo. Otohime luego exige saber por qué el ladrón haría algo así. El ladrón reveló que había tenido mala suerte al haber perdido su trabajo después de que su negocio se incendiara y terminara endeudado y tuviera diez hijos que alimentar. Otohime lo reprendió, comentando que eso no era excusa para sus acciones, ya que solo continuaría el ciclo de sufrimiento. Luego, lloró por él y citó que, aunque es una noble y vive rica, le gustaría hacer más para ayudar a sus súbditos. Esto conmovió al ladrón hasta las lágrimas y juró cambiar sus costumbres cuando los guardias se lo llevaron. Los residentes comentaron sobre la naturaleza amable de Otohime, aunque no pudieron evitar mirar con desconcierto cómo ella abofeteaba a un niño pez-hombre por tener mocos saliendo de solo una de sus fosas nasales.

Discurso de Otohime La reina Otohime intenta convencer a su pueblo para que solicite la integración con los humanos.

Más tarde, Otohime predicó a sus súbditos sobre intentar ir a la superficie e interactuar con los humanos de manera pacífica. Mencionó que los piratas que secuestraron a algunos de los de su especie eran solo una fracción de los humanos con los que habían interactuado. Pidió a los súbditos que firmaran su nombre en una petición para migrar con ella. Los residentes se negaron y Jinbe observó desde la distancia y comentó para sí mismo que los esfuerzos de la reina eran inútiles y que la historia solo hablaba por los humanos. Otohime pronto regresó a casa con su familia, cansada pero todavía optimista. Neptune sabía bien sobre la naturaleza peligrosa de su búsqueda de paz con los humanos como lo intentaron sus antepasados, pero el esfuerzo solo terminó en vano. Le pidió al Ministro de la Izquierda que la protegiera lo mejor que pudiera.

Un día, uno de los guardias fue a verificar un disturbio causado por Arlong, quien estaba intimidando a uno de los residentes que tenía uno de los documentos firmados de Otohime. Cuando el guardia trató de detener a Arlong, solo para encontrarse en sus garras. El guardia llamó a Jinbe, quien en ese momento estaba en el Ejército de Neptuno, para ayudar. Jinbe le dijo con calma y severidad a Arlong que dejara al soldado en paz y le devolviera los papeles a pesar de que no le importaba la causa de Otohime, pero sabe que es importante para ella. Arlong se vio obligado a llamar a Jinbe su "hermano" bruscamente, ya que crecieron como huérfanos en el Distrito Gyojin juntos. Jinbe solo lo llamó escoria ya que Arlong estaba actuando como un pirata. De repente, escuchan que Fisher Tiger ha regresado a la ciudad y los dos fueron a saludarlo. Luego se revela que el Distrito Gyojin comenzó como un hogar para huérfanos, pero con el tiempo se corrompió debido a sus malvados administradores. Pronto, el Distrito Gyojin se convirtió en un refugio para los marginados de la Isla Gyojin. Tiger, Jinbe, Arlong y Macro eran residentes allí y, con el tiempo, tomaron caminos separados a medida que crecían: Tiger se convirtió en un aventurero, Jinbe se alistó en el Ejército de Neptuno, Arlong se convirtió en un pirata y Macro se convirtió en un secuestrador de su propia especie.

Pronto, la noticia del ataque de Tiger a Mary Geoise llegó a la Isla Gyojin. Con los esclavos gyojin que liberó, Tiger formó los Piratas del Sol. Jinbe renunció a su puesto y Arlong reunió a su tripulación pirata para unirse a Tiger también. La historia luego se traslada al momento posterior a que Hatchan avistó el barco de los Marines. Luego se muestra el período posterior a la batalla con los Piratas del Sol diezmando por completo a los Marines. [19]

En toda la Isla Gyojin, los residentes vitorearon a Tiger después de enterarse de lo que hizo en Mary Geoise. Un breve flashback muestra al propio Tiger yendo a Neptune y contando lo que vio en el mundo de la superficie, sorprendiendo tanto al rey como a la reina. La reina Otohime lloró instantáneamente al escuchar las atrocidades que los humanos estaban haciendo a los gyojin. Después de la noticia de la maniobra de Tiger, Neptune dudó de que pudieran asistir a una reunión del consejo con la isla en tal alboroto. Otohime comprendió la acción de Tiger, citando que su corazón "se elevó en un grito gigante". A pesar de todo, Otohime continuó tratando de hacer que sus súbditos emigraran con ella, pero los ciudadanos estaban tan dudosos como siempre. Mientras tanto, en el Distrito Gyojin, el joven Hody Jones y los futuros oficiales de los Nuevos Piratas Gyojin se enteraron de las hazañas de Tiger y vitorearon a los Piratas del Sol, pensando que su objetivo era destruir a los humanos.

Mientras tanto, en Grand Line, los Piratas del Sol se encontraron con otro barco de la marina y derribaron fácilmente a su tripulación. El contralmirante Kadar llamó a Tiger y le exigió que devolviera a los ex esclavos. Tiger le respondió diciendo que no tenía pruebas de que hubiera esas personas en su barco. Los Piratas del Sol luego saquearon el barco. Tiger luego ve a Arlong a punto de asesinar a un marine, bajo el razonamiento de simplemente ser un humano. Tiger le gritó que se detuviera. En Marineford , Strawberry informa al vicealmirante Borsalino (Kizaru) sobre el hundimiento del barco de Kadar a pesar de las órdenes de que solo hiciera un reconocimiento y regresara. Strawberry declaró que pudieron identificar a Arlong y Tiger y etiquetarlos como muy poderosos, lo que "preocupó" a Borsalino.

De regreso con los Piratas del Sol, Tiger reprendió a Arlong y Jinbe por sus brutales acciones contra sus oponentes. Jinbe declaró que los Marines estaban tratando de matarlo, pero Tiger afirmó firmemente que no mataría por odio y le dijo a su tripulación que su objetivo final era romper las reglas férreas del mundo y liberar a los oprimidos. Tiger continuó diciendo que matar sin sentido solo los haría tan malos como los humanos que los oprimían. También afirmó que si comenzaban a actuar por venganza, los humanos solo responderían de la misma manera en un ciclo sin fin. Arlong, sin embargo, sugirió que deberían matar humanos hasta el punto en que temerían a los hombres-pez y no querrían tomar represalias. Jinbe golpeó a Arlong en la cabeza para callarlo.

Esa noche, Tiger le confió a Jinbe sobre la diferencia que creía que Otohime vería en Arlong y él y que los demonios que moraban en su corazón (el de Tiger) eran los verdaderamente aterradores. Y así fue, Otohime intentaría que sus súbditos firmaran su petición y Tiger y sus Piratas del Sol continuaron navegando por los mares. Tiger y Jinbe pronto recibieron recompensas de Bien230.000.000 y Bien76.000.000 respectivamente (lo que molesta a Arlong porque los Marines lo ignoraron). Han pasado tres años desde el incidente de Mary Geoise, y los Piratas del Sol desembarcaron en una isla donde los nativos les pidieron que se llevaran a una ex esclava llamada Koala con ellos para devolverla a su tierra natal. Explicaron que ella logró escapar de Mary Geoise durante la incursión de Tiger y terminó en su isla.

Tiger obedeció, aunque Arlong mostró su desprecio tan pronto como Koala abordó su barco, incluso la golpeó ya que ella sonreía todo el tiempo. Koala de repente sacó un trapo y comenzó a limpiar el piso, diciendo que haría cualquier cosa para mantenerlos felices y se disculpó profusamente. Jinbe luego le preguntó si les tenía miedo. Koala dijo que sí, pero que quería volver a ver a su madre, por lo que reunió el coraje para subir a bordo de su barco, rogándoles que no la mataran. Uno de los Piratas del Sol explicó que el estilo de vida de un esclavo se ha integrado en su cuerpo. Si lloraban o se tomaban un descanso, su dueño los mataría. Pronto, estar en guardia todo el tiempo se convirtió en un reflejo.

Tigre marca a koala Tigre marca a Koala con su propio Jolly Roger .

Tigre pronto vio esto y ordenó que llevaran a Koala a su habitación. Luego marcó a Koala con el símbolo del Sol, afirmando que era una medida necesaria para liberarla de su carga. Koala se despertó y se disculpó por desmayarse y una vez más dijo que no lloraría. Tigre le gritó, diciendo que tenía permitido llorar si lo deseaba y le dijo que él no es lo mismo que los Dragones Celestiales . Luego tomó su arma y la arrojó por la borda, afirmando una vez más que no mataría a nadie. Tigre luego ordenó a su tripulación que llevarían a Koala a casa sin importar lo que pasara. Al escuchar esto, Koala finalmente lloró. [20]

Pasó un tiempo y los Piratas del Sol lograron hacerse con un Eternal Pose en la isla natal de Koala. Incluso le consiguieron ropa nueva y un corte de pelo. Koala estaba comprensiblemente nerviosa y continuó limpiando el barco mientras Aladine , el tritón que explicó sobre su crianza como esclava, les dijo a los demás que la dejaran en paz, ya que el trauma tarda un tiempo en olvidarse. Sin embargo, Arlong continuó siendo antagónico hacia ella, creyendo firmemente que todos los humanos son iguales y que se volvería contra ellos a medida que envejeciera. Jinbe piensa lo contrario y le dice a Arlong que no todos los humanos piensan lo mismo y que parecen tener miedo de los hombres-gyojin. Cuando Jinbe le preguntó a Koala si era porque son piratas, Koala respondió que es porque los humanos no saben nada sobre los hombres-gyojin. Esto hace que Jinbe se dé cuenta de que esta es la razón exacta por la que los hombres-gyojin temen a los humanos. Pasaron los días en el barco y los piratas trataron bien a Koala. Pronto el barco llegó a la isla natal de Koala, Foolshout Island . Tiger se ofreció a llevar a Koala a su pueblo natal mientras los Piratas del Sol le deseaban lo mejor antes de partir, y ella prometió contarles las cosas buenas sobre ellos. Pronto llegaron a su pueblo y Koala se reunió con su madre.

Tigre emboscado Tigre emboscado por los marines.

Luego, Tiger comienza a regresar al barco, pero de repente fue emboscado por los marines liderados por el contralmirante Strawberry. Strawberry le dijo a Tiger que los isleños lo ofrecieron a cambio de que pasaran por alto que Koala era un ex esclavo. Los Piratas del Sol escucharon la conmoción, pero antes de que pudieran correr en su ayuda, su barco fue atacado por barcos de la Marina circundantes. Saltaron al océano para escapar de la destrucción de su barco. Un grupo de ellos liderado por Jinbe fue a ayudar a Tiger mientras Arlong y su grupo capturaban un barco de la Marina para su escape. En el pueblo, Koala escuchó los disparos y le preguntó a su madre al respecto, pero su madre dijo que no era nada.

Los Piratas del Sol lograron escapar, pero Tiger resultó gravemente herido y necesitaba una transfusión de sangre. El barco tenía sangre humana en stock que era compatible con la suya. Mientras Aladine preparaba la transfusión, Tiger la rechazó, explicando que no quería que la sangre del odio corriera por sus venas. Muriendo lentamente, Tiger dio sus últimas palabras a su tripulación, revelando que en su aventura anterior en realidad fue capturado y convertido en esclavo por los Dragones Celestiales, experimentando de primera mano la "Locura Humana". Se las arregló para escapar, pero no podía dejar que los otros esclavos sufrieran, así que regresó para liberarlos. Tiger se lamentó de no escuchar lo que Otohime estaba diciendo y que los que pueden cambiar el futuro para mejor son los que, como Koala, no saben nada sobre la discriminación.

La muerte del tigre Tigre muriendo en la comodidad de su devota tripulación.

Él rogó a sus compañeros de tripulación que no le contaran a la Isla Gyojin lo que había sucedido ese día, ni su rabia hacia los humanos o que él era un ex esclavo. Sabía que hay humanos de buen corazón por ahí, pero si las cosas siguen como están, todo lo que quedará será odio. Fue este razonamiento lo que le hizo sentir que su cuerpo rechazaría la sangre humana si se la daban y que, sin importar cuánto lo intentara, nunca podría amar a un humano. Aladine lo consoló con el conocimiento de que todos los esclavos que liberó le debían una enorme deuda de gratitud y que siempre lo aclamarían como un gran héroe. Feliz de escuchar esto, Tiger murió a causa de sus heridas y su tripulación lamentó su muerte.

Borsalino derrota a Arlong Borsalino derrota a Arlong.

Algún tiempo después, Arlong regresó a la isla Foolshout con la intención de vengarse de los aldeanos por su participación en la muerte de Fisher Tiger. Sin embargo, fue interceptado por Borsalino y fácilmente derrotado. Cuando se le preguntó por qué regresó, Arlong mencionó la muerte de Fisher Tiger. Borsalino mostró indiferencia ante la noticia y se llevó a Arlong con él. [21]

Arlong fue llevado a G-2, donde despotricó que Tiger murió porque no había sangre de hombre-pez para él y culpó a los humanos por su muerte. Esta noticia aparece en los periódicos y los Piratas del Sol, ahora bajo el mando de Jinbe, aceptan a regañadientes que la historia falsa será mejor para el honor de Tiger. Los Piratas del Sol continúan pasando sus días luchando sin matar a nadie. Los marines pronto reconocen la fuerza de Jinbe. El propio Jinbe le envía a Neptune una carta explicando la verdad sobre la muerte de Tiger. Al escuchar esto, Otohime se vuelve más decidida a lograr su objetivo. Continúa con sus discursos y tratando de obtener firmas, pero los ciudadanos son aún más reacios después de la muerte de Tiger. Los días continúan con Otohime ayudando a los sobrevivientes de naufragios, enseñando a los niños de la Isla Gyojin sobre el mundo de la superficie y tratando de que la gente firme su petición. Entonces, un día, mientras hacía sus rondas habituales, un grupo de hombres-pez y tritones pidió cancelar sus nombres de la lista y muy pronto, todas las firmas fueron canceladas. Los ciudadanos incluso le pidieron que cesara sus discursos.

Otohime se angustió por esto, tratando de mostrarse valiente para su familia, pero llorando para sí misma cuando estaba sola. Poco después, se emborrachó y se hizo cargo del intercomunicador de la isla, reprendiendo a los ciudadanos por su cobardía y despotricando sobre cómo sus hijos se escapaban para ver el mundo de la superficie. Ella afirma que no pueden quedarse en el fondo del océano para siempre y que si los humanos son la barrera, deben tratar de superar este miedo para sus futuras generaciones. Mientras tanto, con los Piratas del Sol, Jinbe recibe una carta del gobierno invitándolo a convertirse en un Señor de la Guerra del Mar.

Chew sugiere aprovechar la oportunidad para hacerse un nombre infame, pero Jinbe decide aceptar la oferta. Regresa a la Isla Gyojin y explica su plan al Rey Neptuno, citando que otorgará indultos a los Piratas del Sol y fortalecerá el vínculo entre las especies. Jinbe admite los problemas que su tripulación le causó a Otohime y desea apoyarla, pensando que es lo que Tiger hubiera querido. En la sala del trono, Hody, ahora completamente desarrollado y en el Ejército de Neptuno, escucha atentamente. Tras su inducción, a todos los compañeros de tripulación de Jinbe se les otorga inmunidad a través de su estado de Señor de la Guerra, lo que permite a los esclavos liberados una apariencia de libertad, a costa de liberar también a Arlong. Después de su liberación, Arlong muestra su resentimiento hacia Jinbe por haberse convertido en un "perro del gobierno" y afirma que volverá a ser capitán de los Piratas de Arlong (con Hatchan, Kuroobi y Chew) y tiene la intención de llevarse a otros leales a él, incluidos algunos antiguos esclavos, dividiendo a los Piratas del Sol en dos facciones. En una isla, Arlong desafía a Jinbe a detenerlo.

Cuando Arlong dice que será la ira de los hombres-pez, Jinbe lo golpea hasta dejarlo inconsciente por la falta de respeto, pero aun así lo deja ir. Jinbe está consternado porque Arlong no respetará las últimas palabras de Tiger. Aladine consuela a Jinbe, diciendo que entiende por qué Jinbe no pudo detener a Arlong en ese entonces. Sabiendo que intentar hacer las cosas por la fuerza nunca funciona y que o los Marines lo detendrán, o ellos (los Piratas del Sol) podrían tener que hacerlo si llega el momento. Los Piratas del Sol ahora están completamente dispersos, la tripulación de Jinbe y la tripulación de Arlong quedaron separadas junto con una tercera facción de Macro y sus dos asociados que regresaron a sus antiguas formas de comercio de esclavos. [22]

El barco de Mjosgard El barco averiado de San Mjosgard llega a la isla Gyojin.

Mientras tanto, en la Isla Gyojin, reciben un informe de que un barco naufragado se acerca a la isla, pero la causa de alarma es que hay un Noble Mundial a bordo. Otohime les dice que dejen entrar al barco y que envíen una unidad de respuesta de emergencia a la costa. Luego corre hacia la entrada principal de la Isla Gyojin. El barco llega a la entrada, donde se ha reunido una multitud de hombres-gyojin y tritones. Un Noble Mundial llamado Mjosgard sale arrastrándose de los restos y comienza a dispararles, exigiendo tener una máscara a pesar de estar gravemente herido y toda su tripulación ahora muerta. Mjosgard continúa exigiendo un médico, pero también insulta a los ciudadanos de la Isla Gyojin. Los soldados se preguntan qué hacer y Hody sugiere que deberían matarlo ya que es lo peor de la humanidad. No muy lejos del área, Vander Decken IX y sus dos secuaces se acercan al puerto.

Luego tenemos un pequeño flashback que revela por qué Mjosgard vino a la isla. Su padre le dijo que Jinbe ahora es un Señor de la Guerra del Mar y que los esclavos que alguna vez le pertenecieron regresaron a la Isla Gyojin. Mjosgard decidió ir a la isla para reclamarlos. De regreso en el tiempo actual, algunos de los Piratas del Sol salen de la multitud y lo confrontan. Mjosgard intenta arrojarles su autoridad revelando que alguna vez fueron sus esclavos, pero simplemente le apuntan con sus armas. Algunos de los ciudadanos intentan convencerlos de que se detengan, ya que eso alterará el perdón que Jinbe hizo por su liberación. Los piratas contraatacan que en la superficie, los Nobles Mundiales tienen Almirantes Marinos que los respaldan. Si mataron a Mjosgard justo en la Isla Gyojin y los ciudadanos de la Isla Gyojin se quedan callados al respecto, simplemente se clasificaría como un accidente de naufragio. Los ciudadanos se dan cuenta de que tienen razón y comienzan a pedir la muerte de Mjosgard.

Justo cuando uno de los Piratas del Sol está a punto de apretar el gatillo, Otohime se lanza y logra proteger a Mjosgard, recibiendo la bala por él aunque solo le roza el brazo. Ella ordena a los piratas que arrojen sus armas ya que hay niños mirando. Jinbe y Aladine llegan a la escena con Shirahoshi y sus hermanos a cuestas. Los Piratas del Sol le preguntan a Otohime por qué lo protegió a pesar de saber lo que les había hecho. Otohime responde que entiende cómo se sienten por las voces de sus corazones (poseía la habilidad Haki de Observación y tenía una mayor empatía) pero que no deberían transmitir ese odio a sus hijos. Jinbe se da cuenta de que es exactamente lo que Fisher Tiger deseaba que su tripulación no hiciera por el bien de su isla.

Shirahoshi invoca a los reyes del mar cuando era niña Shirahoshi invoca involuntariamente a varios Reyes del Mar.

Sin embargo, Mjosgard se recupera, la agarra y amenaza con dispararle. Justo cuando parece que le va a disparar. Shirahoshi grita por su madre, lo que hace eco en la isla y convoca a enormes Reyes Marinos al área para sorpresa de todos, especialmente de Otohime. Mjosgard se desmaya al ver a las criaturas salvando a Otohime mientras Vander Decken, que estaba mirando, se alegra mucho de ver tal habilidad. Revelando que había una leyenda de una Princesa Sirena que tenía tal habilidad y que es lo que su antepasado estaba buscando, habiendo logrado encontrarlo él mismo. Su tripulación comienza a felicitarlo, pero Decken les dice que se queden callados ya que cree que son los únicos que saben el significado detrás de este nuevo poder. Decken luego comienza a conspirar para hacer suya a Shirahoshi. Otohime luego le pide a Aladine que cure a Mjosgard, a lo que él accede. Pasan las semanas y Mjosgard pronto se curó y se preparó para partir. Sin embargo, Mjosgard no es más que un desagradecido con los hombres-pez, y está más enojado por el hecho de que le apuntaron con un arma. Sin embargo, Otohime aparece y pide acompañarlo. Los ciudadanos, así como Neptune, se sorprenden ante tal idea. Neptune incluso desea ir en su lugar. Sin embargo, ella calma a todos simplemente pidiéndoles que confíen en ella, explicando que un diplomático débil puede representar la paz mucho más fácilmente que un guerrero musculoso. Con gran renuencia, acceden a sus deseos, y ella viaja a la superficie con el Noble Mundial. Toda la isla entra en un estado de inquietud durante su tiempo fuera, preocupándose por su bienestar. [23]

Finalmente, después de muchas negociaciones con los Nobles Mundiales y de apreciar mucho la isla, ella regresó con un papel que se decía que era la "Luz de la Esperanza" para la Isla Gyojin, un documento que les otorgaba a los Gyojin un lugar en el Levely una vez más. Mientras todo esto sucede, vemos un pequeño flashback de más de Vander Decken y su tripulación hablando sobre el tesoro del Reino Ryugu. Su tripulación menciona el Tamatebako que supuestamente podría hacer crecer a cualquiera. Decken se emociona hasta que su tripulación menciona que no pueden ingresar al palacio a menos que él esté casado con Shirahoshi. Decken luego comienza a planear casarse con Shirahoshi para obtener el tesoro de la familia Ryugu, que es lo que sus antepasados ​​han estado buscando durante años. Mientras tanto, Otohime muestra el papel a sus súbditos, diciéndoles que logró convencer a un Noble Mundial para que les dé a los Gyojin su respaldo para las relaciones de los Gyojin y los humanos. Lo único que necesita ahora son las firmas para que esto suceda y pedirles a sus súbditos su apoyo. Al principio, la gente duda, pero poco a poco van añadiendo sus nombres a la lista. Pronto, cientos de hombres-pez firman con sus nombres. Tanto es así que necesitan una cesta más grande para que quepan todos. Otohime se conmueve con todo esto y pronto empieza a llorar de alegría al ver que su sueño se hace realidad después de siete años de dificultades.

Otohime habla entonces con sus hijos en privado, contándoles la hazaña que Shirahoshi logró con los Reyes del Mar. Les explica además que las sirenas tienen la habilidad de hablar con los peces, pero nunca podrían hacerlo con los Reyes del Mar. Sin embargo, cada pocos siglos nace una sirena con esa habilidad. También existe una leyenda que dice que alguien aparecerá para guiar a la sirena y que el mundo pronto cambiará. Los príncipes están asombrados por tal historia, pero su madre les advierte que un poder así en las manos equivocadas puede hundir el mundo. Como Shirahoshi es todavía muy joven, no es consciente de este poder ni puede controlarlo y otro arrebato podría destruir toda la isla. Otohime les dice entonces a los príncipes que se conviertan en guerreros fuertes para que puedan cuidar de su hermana, a lo que los tres acceden de todo corazón sin dudarlo, dispuestos a dar sus vidas para salvarla y ayudar a contener sus arrebatos.

Otohime asesinado Otohime asesinado a plena luz del día.

Un día, sin previo aviso, las firmas fueron quemadas misteriosamente en su caja. Los soldados logran salvar todo lo que pueden, pero, en la confusión, de repente suena un disparo. Al principio, nadie le presta atención, hasta que descubren que Otohime está sangrando por el pecho y se dobla. Jinbe, Aladine y los soldados despejan la plaza mientras intentan encontrar al tirador. Los príncipes y Shirahoshi corren al lado de su madre. Mientras lo hacen, Vander Decken usa el caos para tocar el hombro de Shirahoshi antes de que lo acompañen. A pesar de que se solicita atención médica, Otohime yace moribunda en el centro de la plaza. Fukaboshi jura encontrar al asesino, pero Otohime lo detiene. Consuela a sus hijos, pidiéndoles que no permitan que el odio y la amargura los consuman. Manboshi y Ryuboshi comienzan a bailar a pesar de su dolor, diciéndole a su madre que protegerán a Shirahoshi. Fukaboshi agrega que recolectarán las firmas y se convertirán en guerreros para proteger a su hermana. Otohime se alegra de oírlo y con las fuerzas que le quedan hace la promesa del meñique con sus hijos antes de morir. [24]

Jinbe y los guardias logran encontrar al tirador, Hody llega primero y revela que era un humano sin nombre. Sube a una torre y revela esto a toda la isla para gran sorpresa de los ciudadanos. Cuando Neptune se entera de esto, se encierra en la torre para reprimir su furia asesina. Mientras lo hace, le confiesa al Ministro de la Izquierda que, aunque dispararon al tirador y lo atraparon, Otohime no querría que la vengara ya que no desea propagar su odio a los niños de la isla. Y que incluso si quisiera, no podría matar al humano. Siente que, como soldado, ya que vengó y tomó prisioneros a muchos humanos, no estaba capacitado para ayudar a Otohime con su causa solo para velar por ella. Es por esto que siente que no puede asumir la causa de Otohime ya que se estaría contradiciendo a sí mismo. Aunque admite que la contradicción de sus corazones es lo único que los humanos y los hombres-pez tienen en común.

Llega el día del funeral de Otohime, pero antes de que la familia Ryugu esté a punto de irse. Shirahoshi le muestra a su padre una carta de amor de Decken, proclamando que no dejaría de seguirla. Cuando Neptune descubre quién es Decken, ordena a sus hijos que se queden en el castillo por temor a que el tirador pueda tener cómplices y ordena a los guardias que encuentren a Decken. En Sea Forest, casi toda la isla asiste al funeral de Otohime. Fukaboshi transmitió su elogio desde el castillo a través de un Den Den Mushi televisado , diciéndoles a los ciudadanos que sabe que sus corazones están confusos por la pérdida de su reina, pero que él y sus hermanos continuarán cumpliendo los deseos de Otohime. Reinicia la firma de firmas para que puedan asistir a Levely incluso si les tomó muchos años lograrlo e insta al resto de la isla a hacer lo mismo para hacer realidad el sueño de su madre.

El flashback termina cuando Jinbe les dice que han pasado diez años desde entonces y que los hermanos lograron reunir muchas firmas con Neptune y Shirahoshi apelando a las masas incluso cuando la isla ha estado luchando contra la discriminación durante 16 años. Jinbe cierra asumiendo la responsabilidad por Arlong, alegando que quería detenerlo si escuchaba que estaba haciendo algo malo, pero los marines que Arlong había comprado impidieron que la información llegara al Cuartel General de los Marines, por lo que Jinbe no sabía de sus acciones. Sanji exige enojado que Jinbe se haga seppuku (suicidio) para expiar su error, pero Nami lo detiene. Aunque Jinbe está humildemente dispuesto a aceptar cualquier castigo de ella, afirma que no lo culpa a él, solo a Arlong, y que Jinbe es amigo de Luffy.

Además, ella no tiene ningún resentimiento hacia los hombres-gyojin, por lo que Jinbe no necesita disculparse con ella. Estas palabras conmueven a Jinbe y Hatchan hasta las lágrimas, y el primero afirma que está en deuda con ellos. Franky comienza a llorar como de costumbre después de escuchar la historia, mientras que Nami nota que la situación de Arlong realmente estaba carcomiendo a Jinbe por dentro. Sanji patea a Luffy, quien se quedó dormido durante toda la historia como de costumbre. Nami también habla con Shirahoshi y afirma que su madre era una mujer increíble, con lo que la princesa también está de acuerdo y afirma que se siente cómoda cerca de Nami incluso si se acaban de conocer. Nami afirma que probablemente se deba a que tienen antecedentes similares (ambos tuvieron a sus madres asesinadas a una edad temprana).

La conversación luego pasa a Hody, con Hatchan afirmando que es incluso peor cuando se trata de odiar a los humanos. La diferencia entre ellos es que, si bien Arlong no lastimaría a los de su propia especie, Hody no tiene tales reservas, especialmente si sienten compasión por los humanos. También afirma que se acerca un Levely que ocurre cada cuatro años y Neptune iba a asistir a él. Jinbe pregunta si Hody desea detenerlo, pero Hatchan dice que hay mucho más. Antes de que pueda continuar, Chopper ve un Den Den Mushi saliendo del bosque. Den dice que es uno visual conectado a un monitor, la imagen de Hody aparece en una pantalla de televisión cercana y comienza a dirigirse a toda la isla .

En toda la isla, los ciudadanos se ven obligados a pisotear el fumi-e de la Reina Otohime, a pesar de su renuencia. Pronto comienza la transmisión de Hody y comienza proclamando que el Reino Ryugu ha caído y que él es el nuevo rey de la isla. Ordena que aquellos que simpatizan con los humanos abandonen la isla y que también está permitiendo que los ciudadanos del Distrito Gyojin ingresen a la isla, para gran terror de los ciudadanos.

Hody continúa hablando de que no se debe confiar en los humanos, mencionando la muerte de Otohime para la ira de Fukaboshi, Manboshi y Ryuboshi y que el Reino Ryugu los está llevando por el camino de la muerte. Luego muestra al Rey Neptuno encadenado, llamándolo débil y proclama que matará al rey en tres horas, para horror de sus hijos. Nami reflexiona que fue su culpa que sucediera, cuando Jinbe protesta, Camie responde por los Sombrero de Paja alegando que los Caballeros de la Ammo los atacaron primero. Hody Jones continúa su discurso y declara que decapitará al Rey Neptuno en tres horas, en la plaza.

Usopp, Brook y Zoro capturados.

Hody luego muestra la caja llena de peticiones para Levely, diciendo que podría romperla. Pero luego cambia de opinión y decide que las personas cuyos nombres están en las peticiones son traidores al país y que los encontrará y matará a todos. Por último, llama a Luffy, mostrándole a Zoro, Usopp y Brook en una jaula en una habitación que se llena lentamente de agua, diciendo que los ahogará después de que el rey sea ejecutado. Luego vendrá por Luffy por detener a Arlong, mostrando su nuevo cartel de recompensa de 400.000.000 y proclamando que tomará su cabeza antes de cortar la transmisión. Los ciudadanos lo llaman loco, pero Fukaboshi afirma que lo detendrá. Mientras tanto, con los Sombrero de Paja atrapados, Usopp le grita a Zoro que haga algo, pero Zoro le dice sarcásticamente que deshaga las cerraduras. Brook bromea sobre cómo asustó a los hombres-pez con el hecho de que estaba vivo, pero Usopp y Zoro se quejan de que si hubiera seguido haciéndose el muerto, podría haberlos salvado. Zoro reflexiona sobre que Nami se escapó y por eso traerá ayuda, aunque Usopp se queja de lo que sucedería si no vinieran y hace una impresión convincente de Robin cuestionando el destino de Nami, lo que hace reír a Brook.

Robin descubre un Poneglyph.

Mientras tanto, en los bosques traseros del Bosque Marino, Robin logró localizar el Poneglyph, notando que es diferente de los demás, ya que parece estar escrito más como una carta de disculpa, que involucra a alguien llamado Joy Boy . De regreso con el grupo de Luffy, muestra su felicidad por el aumento de su recompensa, lo que hace que Nami lo abofetee gritando que no es el momento. Jinbe se da cuenta de que el aumento fue después de la Guerra de Marineford . Luffy comienza a partir para rescatar a su tripulación, pero Jinbe lo detiene. Shirahoshi también comienza a despegar, pero Jinbe también la detiene. Hatchan está realmente en contra de la idea de que ella vaya, ya que menciona que Hody sabe sobre el poder de Shirahoshi para convocar a los Reyes Marinos y está usando al rey como rehén para protegerse contra tal ataque. Si la capturaran, Hody podría intentar usar el poder para sí mismo. También fue la razón por la que se asoció con Vander Decken IX, para sacarla del camino ya que Decken ya la estaba persiguiendo. Shirahoshi les dice que no sabe si tiene ese poder, aunque ha oído hablar de él. Jinbe cree que, siempre que Hody no se entere de que Shirahoshi no sabía nada sobre la habilidad, entonces tienen una oportunidad. Luffy decide una vez más salir y le ordena a Sanji que cuide de Shirahoshi. Jinbe lo detiene una vez más, diciéndole que no debería pelear con Hody. Franky y Chopper preguntan si es porque son humanos (Sanji los llama la atención), a lo que Jinbe confirma, diciéndoles que algunos refugiados todavía guardan rencor contra los humanos y les pide que se lo dejen a él. Luffy responde que las vidas de sus amigos están en juego y que todos sufrirán si no hace nada. Luffy le dice a Jinbe que es libre de intentar detenerlo. Jinbe cumple el desafío a regañadientes y los dos se preparan para pelear. [26]

Luffy, Sanji y Jinbe son golpeados.

Nami, Sanji, Chopper y Shirahoshi les gritan a los dos que se detengan. Luffy usa esta distracción para intentar subirse a Megalo para ir al palacio, pero Jinbe lo golpea con el movimiento de Karate Gyojin : Samegawara Seiken , tirándolo lejos y logrando lastimarlo, lo que Nami nota. Jinbe explica que el Karate Gyojin hace uso de toda el agua circundante, incluidas las de los organismos vivos, lo que le permite atacar cualquier cosa, incluso a un hombre de goma como Luffy. Luffy ataca de vuelta con un Jet Stamp . Jinbe logra bloquearlo y pregunta si todo eso ha producido el entrenamiento de Luffy. Antes de que la pelea pueda ir más allá, Robin aparece de repente entre los dos tratando de detener la pelea. Pero Luffy y Jinbe están a punto de golpearla, lo que hace que Sanji intervenga para salvarla. Sin embargo, se revela que en realidad no era Robin, sino un clon hecho de sus poderes y Sanji termina en un contraataque cruzado de los ataques de Luffy y Jinbe, los tres siendo golpeados.

La verdadera Robin se muestra y les dice a los tres que, después de todo, todos son amigos. Después de que todos se calman, Jinbe intenta hacerle entrar en razón a Luffy, explicándole que cada vez que intentaban llevarse bien con los humanos, estos siempre los rechazaban, lo que llevó a los hombres-pez a creer que todos los humanos los odiaban. Incluso el incidente de Arlong les hizo pensar que lo habían derribado solo porque era un hombre-pez. Entonces, si Luffy intenta luchar contra Hody, solo será visto como más opresión humana para alguien que intenta acabar con ella. Sin embargo, Sanji responde que si se fueran ahora, la Isla Gyojin estaría bajo el gobierno de Hody y, como tienen amigos en la isla, no pueden simplemente hacer la vista gorda. Sanji también le pregunta a Hatchan que cuando les suplicó que se fueran, fue porque Hody lo atacó por simpatizar con los humanos, a lo que Hatchan se muestra reacio a responder. Sanji concluye que es porque es su país que Luffy tiene más razones para luchar que solo salvar a su tripulación. Luffy le exige a Jinbe que se salga del camino una vez más, a lo que el hombre-pez se niega, lo que obliga a Luffy a declarar que tendrá que vencer a Jinbe para seguir adelante.

De vuelta en el Palacio Ryugu, uno de los miembros de la tripulación de Hody pregunta quién protegerá el palacio. Hody declara que nadie, ya que cree que nadie puede entrar en el palacio. El corte abierto en toda la cavidad torácica de Zoro todavía lo afecta y pide un esteroide energético para aliviar el dolor antes de preguntar por los residentes del Distrito Gyojin, que uno de sus tripulantes confirmó su mudanza a las partes principales de la isla. Hody les dice que también usen las casas de aquellos que se irán o morirán, afirmando que será una gran nación que despreciará a los humanos. En el Distrito de los Dulces, uno de los oficiales de los Nuevos Piratas Gyojin, Daruma, está usando sus mandíbulas para masticar la fábrica. En gran parte enojado por haber recibido capuchino y dulces como bocadillos en lugar de carne y les recuerda a los ciudadanos que se los comerá si vuelven a cometer ese error. Luego se dirige a la Plaza Gyoncorde , dejando a los ciudadanos como saben lo que sucederá si se oponen a ellos. Una vez que se va mordiendo bajo tierra, los ciudadanos afirman que los Príncipes Ryugu son su única esperanza.

De vuelta en el palacio y con los Sombreros de Paja cautivos, Brook revela un nuevo poder para dejar su cuerpo como alma, con el que admite que se topó mientras rezaba un día. Usopp le dice que vaya a buscar a Pappag para obtener las llaves para liberarlos, ya que Pappag parece haber sido abandonado. Pero Zoro le dice que le traiga una de sus espadas y él cortará las cerraduras y las jaulas. Brook va a hacerlo y logra encontrar a Pappag, pero su apariencia asusta a la estrella de mar que huye de él. [27]

Mientras tanto, en el oeste de la isla en Waterwheel Town, Dosun fue golpeado y atado junto con su unidad con los residentes del área cuidándolos. Uno de ellos sugiere usar a Dosun como rehén para evitar que Hody ataque, pero Dosun responde que Hody simplemente los verá como débiles y los matará. Continúa diciendo que siempre ha sido así, odiando a los hombres-pez que interactuaban con piratas humanos o aquellos a quienes los humanos les daban sangre, ya que siente que la sangre de los humanos está contaminada y que cualquiera que se interpusiera en su camino era un enemigo para ellos. En medio del discurso, uno de los Nuevos Piratas Gyojin logra disparar un esteroide energético en la boca de Dosun y gradualmente se recupera hasta que se libera de sus cadenas. Luego ataca a los residentes, jurando vengarse de Fukaboshi antes de decirles a sus hombres que se dirigen a Gyoncorde Plaza.

El borracho Hattoryu de Hyouzou.

En el sur de la isla, antes de la Sala de Reuniones de los Hombres Gyojin, Hyouzou se ha emborrachado y su tripulación está tratando de sacarlo de esa situación para la próxima batalla contra el Ejército de Neptuno. Sin embargo, otro hombre-gyojin se apresura a gritarles a los demás que se alejen de él, advirtiendo que Hyouzou es conocido como el asesino alcohólico. Pero es demasiado tarde, ya que Hyouzou ataca a algunos de ellos pensando que son el ejército de Neptuno. En el este de la isla, en el Salón Comercial Marino, Zeo está atacando a algunos de los ciudadanos mientras se hace invisible burlándose de ellos todo el tiempo. Algunos de los piratas hombres-gyojin atacan repentinamente lo que creen que es un insecto, pero resulta ser el propio Zeo quien reaparece después de la paliza. A pesar de esto, continúa hablando de cómo el gobierno de Ryugu caerá con la muerte del Rey Neptuno y que es hora de dirigirse a la Plaza Gyoncorde. Sorprende a su unidad, ya que se refieren a él como el "Noble del Distrito de los Hombres-Gyojin".

Al noroeste de Waterwheel Town y en dirección a dicha plaza, encontramos a los hermanos Ryugu en uno de sus barcos con todavía una hora antes de llegar. Los guardias se preguntan por qué Hody está haciendo la ejecución en la plaza en lugar de en el palacio, pensando que es una trampa. Fukaboshi lo sabe pero no le importa ya que tienen que salvar a su padre. Manboshi y Ryuboshi mencionan algunos otros puntos como los piratas que han dejado de venir a la isla pensando que es obra de Hody. El bienestar de su hermana ya que Hody no la mencionó durante su anuncio. Y los Sombreros de Paja que, a pesar de la predicción de Shyarly, cuestionan al sentir que no son malas personas, especialmente porque las sirenas les tenían cariño, quienes son conocidos por ser grandes jueces de carácter, viendo a través de fachadas maliciosas. Ryuboshi está de acuerdo, pero deja el tema en suspenso para centrarse en la próxima batalla y llama a todas las tropas del país a las armas. En Gyoverly Hills, algunos de los Ammo Knights junto con los Ministros están luchando contra una Bestia Marina Sea Bear, pero les va mal. Los Nuevos Piratas Gyojin intentan evitar que siga adelante, pero no pueden controlarlo. Uno de los Gyojin sugiere usar fuego para calmarlo, lo hacen y comienza a funcionar, pero el oficial que está con ellos, Ikaros Much, de repente también se ve afectado, inclinándose hacia atrás sin control.

Él grita para que se apague el fuego, afirmando que se seca como un calamar cuando está cerca de uno. Lo hacen e Ikaros regaña aún más al grupo. Algunos de los piratas gyojin dicen que una vez tuvo un amigo llamado Daidalos que era un calamar. Pero Daidalos nadó demasiado cerca de los rayos del sol y se convirtió en un calamar seco asado. Desde entonces, Ikaros instintivamente comienza a convertirse en un calamar seco cada vez que ve fuego debido a un trauma. Ikaros de repente dispara una lanza de calamar de su mano que golpea a uno de los gyojin y le chupa toda el agua. Ikaros luego comienza a golpear a dicho gyojin con las palmas como castigo por el fuego hasta que uno de su tripulación grita que tienen que llegar a la plaza. Antes de que puedan, uno de los guardias señala algo en el cielo, revelando que es Hody en una Jirafa Marina Bestia con el Neptuno atado dirigiéndose a la plaza. Los ciudadanos invocan a Neptuno para pedirle que los salve, pero Neptuno siente que no puede hacerlo porque no puede proteger a su propio pueblo. El Ministro de la Derecha también se preocupa por esto, ya que si no pueden proteger a su rey, no pueden llamarse ejército. [28]

Ikaros pregunta dónde está Hody, a lo que Neptuno responde que es por el esteroide energético que están usando. Los piratas-hombres-pez explican que debido a lo que sucedió cuando se enfrentó a Zoro, Hody ha estado tomando esteroides energéticos uno tras otro para aliviar el dolor. Pero ahora lo están afectando y destrozando su cuerpo. Hody de repente grita de dolor para gran sorpresa y preocupación de su tripulación. El Sea Bear que está con ellos de repente comienza a actuar de manera extraña, una mirada de horror aparece en su rostro como si sintiera algo diferente en Hody. Corte de nuevo a Vander Decken, quien medita sobre su rechazo de la Princesa Shirahoshi, incluso se afeita el cabello. Después de lo cual reflexiona sobre qué hacer con Luffy ahora que la protege. Se le ocurre una idea que lo anima instantáneamente. En Gyoverly Hills, los Ministros y los Ammo Knights han sido derrotados. El Ministro a la izquierda se dice a sí mismo cómo estuvieron tan cerca de asistir al Levely y lograr el sueño de la Reina Otohime antes de que todo esto sucediera. Él ruega a los dioses por un milagro para detener a Hody.

La nueva apariencia de Hody después de la sobredosis de esteroides energéticos.

Mientras tanto, en la Plaza Gyoncorde, Neptune se ha instalado en el lugar donde Otohime fue asesinado. Su tripulación se había apoderado del área con los reyes del mar rodeándola. Mientras tanto, Hody ha sufrido un cambio drástico debido a los esteroides energéticos, se ha vuelto mucho más corpulento, más alto y su cabello se ha vuelto blanco. Frente al grupo yacen los Ammo Knights completamente derrotados. Uno de los guardias se pone de pie y saca un poco de dinamita, citando que si al menos puede eliminar a uno de los líderes, habría hecho su trabajo antes de que lleguen los príncipes. Pero justo cuando se prepara para encenderlo, Hody lo golpea con un tiro de agua. El tiro derriba al guardia y continúa navegando por la isla, atravesando algunos edificios antes de finalmente aterrizar en las aguas de Mermaid Cove. Los piratas se maravillan de la nueva fuerza de Hody, quien comenta que se siente increíble.

En ese momento, los príncipes irrumpen en la plaza y cargan contra el grupo. Ryuboshi les grita que la gente de la isla estaba dispuesta a mirar más allá de su opresión y aceptar relaciones con los humanos. También comenta sobre la obsesión de los piratas con el odio y la venganza antes de jurar que no les permitirá lastimar a la gente del reino. Los Reyes del Mar se lanzan tras los tres príncipes, pero los derrotan fácilmente a todos para asombro de los ciudadanos y los piratas. Los príncipes declaran que ahora tienen una oportunidad y que si Hody ganara, nunca tendrían otra. Hody responde que a pesar de lo que digan al final, el reino pertenecerá al vencedor. La tripulación de Hody y los príncipes se lanzan a la batalla. [29]

Luego vamos a Jinbe y Shirahoshi que están en Megalo rumbo a la plaza, la princesa se preocupa por su padre, pero Jinbe le asegura que pensarán en algo. En toda la isla, los ciudadanos se apresuran a llegar a la plaza. Jinbe y Shirahoshi también están en camino hacia allí cuando la princesa ve lo que cree que es Neptuno cuando en realidad, es un lote de globos con su forma con el sonido de su voz sonando desde allí.

Los nuevos piratas Gyojin se reúnen en la Plaza Gyoncorde.

De vuelta en la plaza, se revela que los príncipes fueron golpeados por los piratas y ahora están atados junto a Neptuno. Se disculpan con su padre, quien les asegura que no es su culpa, ya que la dependencia de los piratas de los esteroides energéticos solo les otorga una fuerza falsa. La tripulación de Hody pide su ejecución inmediata, pero Hody se niega porque no conoce el estado de Shirahoshi. Manboshi le grita que la deje en paz ya que no tiene nada que ver con él, pero Hody lo rechaza y dice que conocía su secreto desde el principio. Uno de los piratas llama a Hody, quien revela que capturaron a Jinbe y Shirahoshi que habían caído en la trampa falsa de Neptuno. Con todos sus cautivos ahora en su lugar, Hody se ríe de sí mismo de que lo único que queda son los Sombrero de Paja que, según él, han ido al palacio para rescatar a sus amigos. E incluso si llegan a la plaza, hizo preparativos para ellos. De repente aparecen 100.000 forajidos (70.000 hombres-pez y 30.000 humanos cautivos) que rodean la plaza dispuestos a luchar.

Sin embargo, Madame Shyarly aparece de repente y llama a Hody, diciéndole que no se ponga arrogante ya que tuvo una visión de alguien destruyendo la Isla Gyojin. Hody cree que es él mismo, pero ella mantiene su predicción que hizo antes y afirma que es Luffy quien lo hará, lo que hará que la toma de posesión del reino por parte de Hody sea inútil. Hody se enoja con esta noticia y golpea a Shyarly con un chorro de agua, preguntándole si fue una venganza por su hermano, Arlong, ya que él era el gran nombre en el Distrito Gyojin y ahora ha tomado el manto. Luego continúa regodeándose sobre cómo puso el plan en acción... primero matando a la Reina Otohime. Mientras todos se tambalean en estado de shock por la noticia, continúa afirmando que le pagó a un humano para que quemara los nombres de Levely, luego le disparó y usó al humano como chivo expiatorio del asesinato, así como para desmoralizar a la isla. Hody sigue hablando mal de Otohime, afirmando que su llanto por la isla fue motivo suficiente para matarla y declarando orgullosamente haber cometido el crimen. Sin embargo, Shirahoshi revela que siempre supo que Hody era la asesina, para gran sorpresa de Neptune y Jinbe.

Vander Decken mueve a Noah.

Mientras tanto, en el Distrito Gyojin, Vander Decken IX usa sus poderes para mover el arca, Noé, que desea usar no solo para matar a Shirahoshi sino para destruir toda la isla y también para despedir a su "amada". [30]

Hody le pregunta a Shirahoshi qué quiere decir con que siempre lo supo. Shirahoshi explica que Megalo le dijo que había visto a Hody disparar el tiro que mató a Otohime. Los príncipes luego preguntan por qué nunca les dijo, a lo que la princesa revela que era el último deseo de su madre que ella no odiara al asesino de Otohime. Shirahoshi nunca se lo dijo a los príncipes porque tampoco quería que guardaran rencor. Jinbe entiende su difícil situación y simpatiza con ella, pero Hody solo se ríe de ella. Burlándose de ella y Megalo, dice que no decirle a los príncipes le ha permitido a Hody continuar con sus planes sin obstáculos. Hody luego golpea a Neptune y a los príncipes con disparos de agua hiriéndolos gravemente para horror de los ciudadanos de la isla. Algunos de los niños gyojin van con Madame Shyarly y le preguntan cuándo destruirá Luffy la isla. Ella responde que solo puede ver el futuro, no precisar la fecha, por lo que no tiene idea de cuándo. Los niños afirman que, si bien la destrucción de la isla será mala para ellos, también lo será para las tropas de Hody. Un hombre-pez adulto está de acuerdo con ellos y le ruega a Luffy que venga a destruir la isla para salvar a la familia real. Otros pronto se suman a la súplica también.

Los Sombreros de Paja finalmente se involucran.

Sin embargo, Hody sigue negando las afirmaciones de Shyarly, llamándolas mentiras (ignorando su conocida precisión y su conocimiento de la fuerza de los Sombrero de Paja) antes de ir a acabar con Neptune. Justo cuando está a punto de dar el golpe mortal, Shirahoshi llama a Luffy ella misma. En ese momento, algo sale de la boca de Megalo y corre directo hacia Hody, le da una patada en el estómago y lo envía volando contra una pared. La figura, por supuesto, es Luffy en Gear 2 , para sorpresa de los ciudadanos, respondió a su llamada. Todos los ciudadanos aplauden mientras que los Nuevos Piratas Gyojin están estupefactos de que haya estado allí todo el tiempo. Jinbe le dice a alguien que deben darse prisa, que resulta ser Nami, que ha usado su Mirage Tempo para esconderse y agarrar las llaves de las cerraduras de Neptune y las esposas de los príncipes. Además, el papel firmado por los Dragones Celestiales. Pronto se ve algo en el cielo que revela que es Franky en el Sunny y Hoe. Franky dispara su cañón Gaon contra los piratas y los hace volar. Con el camino despejado, Hoe llega volando y recoge a Neptune y al Príncipe mientras el Sunny se estrella contra la plaza.

Al ver a Luffy, algunos de los ciudadanos preguntan si Luffy y su tripulación son amigos o enemigos, a lo que él responde simplemente que tendrán que decidir por sí mismos