Chereads / Saigo No Yami (Versión en Español) / Chapter 12 - Una Era Comienza

Chapter 12 - Una Era Comienza

- "Después de aquella desvelada, Mitsuki y Elisa suben a un misterioso metro futurista en una parte de la ciudad llena de tecnología avanzada. Mientras el destino los espera, Allivy les lanza una misión crucial: comenzar a formar a "Los Prodigios". ¿Podrán completar su misión también? ¡Descúbrelo en este viaje lleno de acción, sorpresas y decisiones inesperadas!" -El amanecer bañaba la ciudad con tonos cálidos, haciendo brillar las superficies metálicas y proyectando sombras largas sobre las calles. Allivy caminaba al frente con su postura recta y su paso seguro, mientras Mitsuki y Elisa la seguían, todavía recuperándose del caos reciente.—¿Porque nos haces caminar tanto? Estamos cansados. —dijo Mitsuki con tono relajado, ajustándose la chaqueta y mirando a su alrededor.—Nadie les mandó a trasnocharse tanto —respondió Allivy sin mirar atrás.Elisa soltó una leve risa, sacudiendo el cabello revuelto por los acontecimientos recientes. —Bueno, al menos llevamos paseando un buen rato.El grupo avanzaba por una avenida futurista, bordeada por edificios altos de cristal que parecían tocar el cielo. Vehículos flotaban sobre rieles no visibles, y pantallas holográficas proyectaban noticias y publicidad en bucles interminables. Mitsuki, distraído, miraba los detalles del entorno con curiosidad.—Increíble. —Se detuvo un momento para observar un holograma que mostraba un paisaje cambiante, desde montañas hasta océanos.—Es tecnología básica de Ectiviland, lo diseñó un científico súper importante. Igualmente ya es costumbre —respondió Allivy con tono práctico.—Tú le quitas la magia a todo —replicó Mitsuki, fingiendo un suspiro de decepción mientras se ponía al día con las dos mujeres.Elisa, más observadora, notó un grupo de drones que pasaban en formación sobre ellos, brillando como luciérnagas metálicas. —¿Drones? ¿Porque están aquí?—No necesitas entenderlo, solo seguir avanzando —dijo Allivy mientras tomaba un desvío por una calle más estrecha, que terminaba en un túnel discreto con paredes de metal pulido.Mitsuki, sin perder su actitud relajada, sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a desbloquearlo. Allivy lo notó y detuvo su paso, girándose hacia él con el ceño ligeramente fruncido.—¿Qué haces?—Voy a sacarme una selfie —respondió Mitsuki con naturalidad, deslizando los dedos por la pantalla.Allivy, visiblemente confundida, arqueó una ceja mientras sonreía. —¿De verdad? ¿Ahora?Mitsuki le dedicó una sonrisa despreocupada. —¿Por qué no? Supongo que marcará mi vida este momento.Elisa no pudo evitar reírse mientras observaba la escena. El contraste entre la sorpresa de Allivy y la actitud relajada de Mitsuki era tan evidente que resultaba cómico. Mientras Mitsuki se tomaba la selfie, Elisa aprovechó para mirar a su alrededor, notando los detalles del túnel al que Allivy los había llevado. Las paredes de metal pulido brillaban bajo la luz tenue de las lámparas, y un aire fresco parecía recorrer el lugar, como si todo estuviera en perfecto orden. No se oía nada más que sus pasos, y un leve eco de algo distante.—Me da mala espina esta misión —comentó Elisa, sin apartar la mirada de la puerta metálica al final del túnel. —No sé, da una vibra de que pasará algo malo.Mitsuki terminó con la foto y guardó el teléfono en su bolsillo. —Sí, bueno, lo raro es lo que más me gusta de este sitio —respondió, mirando a Allivy—. ¿Ya estamos cerca de lo que sea que estamos buscando?Allivy asintió, mirando por encima de su hombro. —Sí. El metro está al final de este túnel. Es lo que necesitamos para seguir con nuestra misión.Mitsuki asintió, claramente más interesado en el transporte que en la misión misma, y Elisa, aunque algo cautelosa, seguía a la líder sin decir palabra.El túnel parecía alargarse a medida que avanzaban, y el sonido de sus pasos sobre el metal resonaba, creando una sensación de vacío en el aire. A medida que se acercaban a la puerta final, un leve zumbido comenzó a llenar el espacio, proveniente de lo que parecía un mecanismo oculto.Allivy detuvo su paso frente a una puerta metálica que brillaba con una intensidad propia. Sin hacer más que un leve movimiento de la mano, la puerta se deslizó hacia un lado, revelando el metro del que les había hablado.Era un vehículo peculiar, con capacidad limitada, solo apto para dos personas, pero con una apariencia sofisticada. El diseño era completamente minimalista, con líneas elegantes y una superficie metálica que reflejaba las luces del túnel. No había puertas visibles, solo una abertura que invitaba a entrar.—Vaya, Esto sí me sorprende —comentó Elisa, mirando el vehículo en silencio por un momento. —¿Es seguro en verdad?Allivy miró a Elisa con una leve sonrisa. —No se preocupen, lo que sea que se encuentren ahí, estoy segura que lo vencerán.Mitsuki, como siempre, no mostró ningún tipo de preocupación. Se acercó al metro y asomó la cabeza para observar el interior. —Parece... cómodo —comentó, como si fuera una opinión completamente neutral, aunque el brillo en sus ojos decía lo contrario.Allivy se detuvo un momento, mirando a Mitsuki con una sonrisa traviesa. Parecía como si quisiera recordar algo pero no terminara de encajar.—Mitsuki, —dijo con una ligera pausa, —Los compañeros con los que compartiste tu adolescencia ¿Cómo es que se llaman?Mitsuki la miró un poco sorprendido antes de soltar una risa ligera.—Ronaldho es mi mejor amigo, y Antho es mi hermano menor.Allivy asintió, dándose cuenta de su olvido, pero no dejó que eso interfiriera en su actitud confiada.—Ya veo ¿Qué tan poderosos son? —preguntó, de nuevo con tono serio, aunque aún manteniendo la sonrisa en el rostro.Mitsuki frunció el ceño un momento, como si pensara cuidadosamente antes de responder.—Bueno... —dijo, echando un vistazo a Elisa y luego a Allivy—. Antho es algo poderoso, no es como Elisa o yo, pero tiene sus propias habilidades. Es impredecible, en el buen sentido. Tiene una gran capacidad para adaptarse y hacer lo que más necesita en el momento adecuado. Aunque... no creo que sea tan fuerte como nosotros.Allivy asintió, atenta a cada palabra, pero no parecía sorprendida.—Y sobre ese tal Ronaldho, ¿qué hay de él? —preguntó.Mitsuki sonrió con una expresión cálida, como si estuviera hablando de alguien muy cercano a él.—Ronaldho no tiene poderes como los nuestros. Pero tiene una fuerza física impresionante y una mente brillante. Es más el tipo de persona que resuelve los problemas a su manera... y a veces, esa forma de resolver las cosas es un poco... caótica —respondió Mitsuki, encogiéndose de hombros con una sonrisa juguetona.Allivy dejó escapar una pequeña risa.—Brillante, ¿eh? Me imagino que alguien así también podría ser útil.—Te sorprenderías —respondió Mitsuki, ahora bastante relajado. —Aunque no sé ¿A qué viene todo esto?.Allivy sonrió ampliamente, una mirada astuta brillando en sus ojos.—La razón es simple, Mitsuki. Para armar al grupo de los prodigios, es bueno conocer las piezas que tengo como posibles. Algunos de ustedes ya se conocen, así que no veo por qué no reunir a todos desde el principio. Si alguno de ellos tiene habilidades útiles, es más fácil empezar con una base sólida.Mitsuki la observó por un momento, mordiéndose ligeramente el labio inferior como si estuviera evaluando sus palabras.—Ya veo... —dijo, encogiéndose de hombros mientras volvía a mirar hacia el túnel del metro.En ese momento, Elisa, que había permanecido en silencio hasta ese instante, parpadeó y levantó la mirada, sorprendida por lo que acababa de escuchar.Elisa, al escuchar la conversación entre Mitsuki y Allivy, frunció ligeramente el ceño, como si algo no estuviera del todo claro en su mente.—¿Piensas buscar a nuestro hermano? —preguntó Elisa, sorprendida por lo que acababa de escuchar, una mezcla de incredulidad y una pequeña chispa de esperanza en su voz.Allivy, con su típica sonrisa confiada, la miró directamente. —Si Mitsuki me da la ubicación, sí. No tengo problema en ayudarles a encontrarlo.Mitsuki, que había estado escuchando atentamente, suspiró antes de responder. —No sé la ubicación exacta, pero le voy a marcar a mi hermano en el camino. Te diré donde está en cuanto hable con él.Allivy asintió, con un gesto de comprensión. —Perfecto, entonces manténme informada. —Añadió con una sonrisa. Luego, sin más, presionó el botón para activar el metro.—Buena suerte, chicos —dijo antes de alejarse hacia la salida, con una postura confiada y segura.El metro comenzó a moverse con un suave zumbido, mientras Allivy se alejaba, dejándolos a ellos con una sensación de incertidumbre, pero con la esperanza de que algunas cosas se solucionaran pronto.El metro avanzaba a través del túnel, su suave zumbido llenando el espacio. Mitsuki y Elisa se acomodaron en sus asientos, mientras el paisaje metálico de la ciudad pasaba por las ventanas.Elisa, cansada por los recientes acontecimientos y con la mente aún un poco agitada, decidió que necesitaba descansar. Sacó unos audífonos de su bolso y se los puso, aislándose del bullicio del exterior. Cerró los ojos, dejando que la música suave y relajante la envolviera, mientras se recostaba un poco en el asiento, buscando un breve respiro.Mitsuki, por su parte, estaba más alerta, observando el entorno con interés. Aunque Elisa parecía estar completamente sumida en su descanso, él no podía evitar sentir que había algo extraño en el aire.El tiempo pasó sin que dijeran mucho más, el viaje continuaba y el sonido de la ciudad quedó atrás, sustituido por la quietud del tren.Elisa, en su pequeño descanso, logró relajarse un poco, permitiendo que la paz momentánea la envolviera, mientras el tren avanzaba hacia lo desconocido.Mitsuki sacó su teléfono y, con un suspiro, marcó el número de su hermano, Antho Sorano. Esperaba escuchar su voz, pero en lugar de eso, solo recibió el sonido de su mensaje de buzón de voz. Repitió la llamada, con la esperanza de que esta vez contestara, pero de nuevo, la grabación de voz lo interceptó."Este niño..." Mitsuki murmuró para sí mismo, mirando la pantalla antes de decidir que no tenía sentido seguir insistiendo. Cambio de conversación hacia la de Allivy.Mitsuki, sintiendo una ligera incomodidad, tecleó rápidamente:"No pude contactar a mi hermano. Lo intentaré de nuevo después."Poco después, la respuesta de Allivy apareció en la pantalla. Era breve, pero Mitsuki la leyó con cierta sorpresa:"Madre..."No entendió del todo el tono, pero supuso que Allivy tenía sus propios motivos para escribirlo. Por el momento, no profundizó en el asunto, guardando el teléfono nuevamente en su bolsillo. La música de Elisa se escuchaba suavemente, casi como una capa de tranquilidad sobre el ambiente.El tren seguía su curso, avanzando hacia lo desconocido, mientras Mitsuki se perdía en sus pensamientos sobre su hermano y el futuro incierto de su misión.En una zona tranquila de la ciudad, Alaska se encontraba en un parque de juegos infantiles, observando con una sonrisa en el rostro cómo Aura, la niña de cabello celeste y rosado, corría y jugaba entre los columpios y toboganes. La pequeña reía alegremente, sus ojos brillando con pura diversión, mientras Alaska la acompañaba en un juego de carreras.—¡Vamos, Aura, ¡te voy a alcanzar! —gritó Alaska, haciendo una mueca competitiva mientras trataba de alcanzar a la niña, pero esta la adelantaba rápidamente, demostrando ser más ágil de lo que parecía.Aura soltó una carcajada.—¡No puedes atraparme, Alaska! ¡Soy más rápida que tú!Alaska se dejó caer en el césped, fingiendo estar exhausta, con una expresión dramática.—Que ridícula me vi —se quejó, llevando una mano a la frente como si estuviera en una tragedia griega.Aura se acercó, sonriendo.—No digas eso, Alaska. ¡Solo necesitas más práctica!Antes de que pudiera continuar con su alocada diversión, el teléfono de Alaska vibró en su bolsillo. Suspiró y miró a Aura, quien seguía jugueteando en el suelo.—Oye, ve a jugar con los otros niños por un momento, ¿sí? —le dijo, dándole una palmadita en la cabeza con tono suave pero firme.Aura, aunque algo triste por tener que detener su diversión, asintió y se levantó para unirse a otros niños que jugaban cerca.Alaska sacó el teléfono y, al ver que era un mensaje de Allivy, decidió escuchar el audio. Colocó los audífonos y apretó play.La voz de Allivy resonó en sus oídos, cargada de una sensación de incertidumbre.—No sé si logre encontrarlos, pero llama a las otras 4, a lo mejor ellas si que pueden ser incluidas pronto...Alaska dejó de moverse por un segundo, sus ojos se agrandaron de sorpresa y un sudor frío comenzó a formarse en su mejilla. De inmediato, se pasó una mano por el rostro pensando.—¡¿Las otras cuatro?! —murmuró para sí misma, mirando al horizonte como si pudiera escapar de la situación. No podía creer que ahora tuviera que buscar a cuatro mujeres... ¡que estaban de viaje en Italia!Con un profundo suspiro y una sonrisa nerviosa, respondió rápidamente al mensaje de Allivy:"Entendido, lo haré."Pero en su mente, la preocupación se apoderó de ella. ¿Enserio iba tener que viajar hasta Italia? ¿Que tendrá Allivy en mente incluyendo tanta gente de golpe?.Sin perder tiempo, se levantó del banco, mirando alrededor para encontrar alguna pista que la ayudara a cumplir con la nueva tarea que Allivy le había dado.Alaska miró a Aura una última vez, acariciando su cabeza con una sonrisa forzada.—Me tengo que ir, pequeña, nos vemos pronto —dijo, antes de girarse rápidamente hacia las cuidadoras y despedirse brevemente.Con un rápido "gracias" y una sonrisa, comenzó a correr, esquivando a la gente mientras su mente se centraba, Sabía que iba a ser una tarea complicada.Fin del capítulo.