Como tenía pensado ir con Bai Lingmiao y los demás, Li Huowang tuvo que reprimir sus alucinaciones. De lo contrario, se quedaría atrapado para siempre alternando entre la realidad y la alucinación y no podría hacer nada productivo.
El Taisui Negro criado por Dan Yangzi fue la clave para suprimir sus alucinaciones.
El grupo llegó a la caverna y se detuvo. Pudieron ver al Taisui Negro salir del caldero oscuro. Esta fue la primera vez que vieron la verdadera apariencia de un Taisui Negro.
Era una masa negra grande, viscosa y pegajosa. A primera vista, parecía que tenía pelos cubriendo todo su cuerpo. Sin embargo, al observarlo más de cerca, se reveló que en realidad eran tentáculos delgados o filamentos que aún no habían madurado.
Todo su cuerpo era como un gusano gigante que se expandía y encogía libremente.
Al mismo tiempo, había varias aberturas a lo largo de su cuerpo hinchado que liberaban un hedor nauseabundo cada vez que la criatura temblaba.
Esta escena hizo que todos se sintieran temblando de rodillas; de hecho, estaban tan conmocionados que casi se dieron la vuelta y huyeron.
Sin embargo, Li Huowang podía percibir astutamente que algo no iba bien. Este Taisui Negro era significativamente más pequeño y el líquido negro se filtraba constantemente por debajo de él.
¿Qué está pasando? ¿Podría estar su vida interconectada con la de Dan Yangzi?
Li Huowang sintió que su corazón se hundía.
Con eso en mente, salió corriendo rápidamente. Cuando regresó, tenía en la mano partes de los restos de Dan Yangzi.
Li Huowang corrió hacia el Taisui Negro y se arrodilló sobre una rodilla. Luego, con mucho esfuerzo, recogió la carne podrida que se retorcía en sus brazos y empujó los restos de Dan Yangzi hacia los huecos del cuerpo del Taisui Negro.
Sin embargo, una vez que metió los restos, aún más líquido negro salió del cuerpo del Taisui Negro, y su cuerpo se encogió aún más.
El rostro de Li Huowang estaba lleno de ansiedad; era como si no estuviera sosteniendo una criatura negra que se retorcía, sino a su propio hijo enfermo.
Inquieto, agarró los lados del Taisui Negro y lo sacudió suavemente. "¡Oye, oye! No me asustes así. ¿Qué voy a hacer si terminas muriendo?"
Sin embargo, el Taisui Negro no mostró ninguna respuesta: no había señales de ningún movimiento en su cuerpo.
Cuando se hizo más pequeño, Li Huowang decidió ser despiadado: abrió la boca y comenzó a morder con fuerza su cuerpo.
Las acciones repentinas de Li Huowang dejaron atónitos a Bai Lingmiao y al resto. Solo pudieron quedarse en el lugar y observar al ensangrentado mayor Li cargar a la temblorosa criatura y desgarrarla con fuertes mordiscos.
Desde su perspectiva, Li Huowang se estaba comportando más como un monstruo que el Taisui Negro.
Puppy se acercó a Zhao Wu y le susurró: "¿Deberíamos irnos solos? Si vamos con él, me temo que me va a comer mientras duermo".
El miedo se apoderó de sus ojos mientras continuaban observándolo.
Mientras tanto, la carne encogida del Taisui Negro se había tensado visiblemente cuando Li Huowang comenzó a morderlo. Esto hizo que Li Huowang comenzara a sentir que el objeto que estaba mordiendo era un neumático.
Pero ya no le importaban más esas cosas y siguió devorándolo a grandes bocados. Sin embargo, por mucho que comiera, no podía alcanzar la velocidad a la que se disolvía en un líquido negro. Poco después, solo quedaba una capa de piel negra en su regazo.
—Señor Li, ¿ya comió lo suficiente? ¿Podemos irnos ya? —preguntó Puppy con cautela.
Li Huowang arrojó la pegajosa y maloliente capa de piel al suelo con pesar. No sabía cuánto duraría su efecto esta vez antes de su próxima alucinación. Solo podía esperar encontrar otro Taisui Negro o alguna otra forma de suprimir sus alucinaciones.
"Primero me cambiaré de ropa", dijo Li Huowang.
Los artículos restantes eran prácticamente inútiles. No tenía sentido reunir los "manuales de técnicas de cultivo" ya que Dan Yangzi no sabía leer.
Li Huowang se quitó su pegajosa túnica taoísta y se puso un conjunto verde nuevo, sintiéndose renovado de inmediato.
Después de terminar de cambiarse, guió al grupo hacia la entrada mientras explicaba el motivo de sus acciones.
Cuando Li Huowang explicó que simplemente había estado tratando de usar la carne del Taisui Negro para controlar sus alucinaciones, finalmente pudieron tranquilizarse.
—Ah, ya veo. Supuse que el mayor Li tenía hambre. —Cachorro hizo una broma para aligerar el ambiente.
Había una nueva bifurcación en el pasillo frente a ellos, con uno de los caminos conduciendo a la residencia de Dan Yangzi.
Li Huowang se detuvo, sintiendo curiosidad.
¿Deberíamos entrar y comprobar las consecuencias de la batalla entre nuestros tres mayores?
Si bien no quería involucrarse en su disputa, tampoco quería ver nacer un nuevo Dan Yangzi.
"Vamos a echar un vistazo". Li Huowang guió a su grupo hacia la habitación de Dan Yangzi.
Cuando llegaron a la puerta de la residencia de Dan Yangzi, Li Huowang descubrió que la puerta que había cerrado anteriormente no había sido abierta, lo que indicaba que nadie había salido de la habitación de Dan Yangzi.
"Mayores, ¿ya terminaron? Nos vamos", gritó Li Huowang.
Después de esperar un rato sin obtener respuesta, abrió la puerta. Un penetrante hedor a sangre les dio la bienvenida, mientras una palma que goteaba sangre fresca apareció ante ellos.
Todos miraron hacia arriba y vieron una escena aún más espantosa. Xuan Yuan estaba muerto, asesinado de una manera terrible. Su cuerpo estaba casi partido por la mitad por una espada.
Mientras tanto, Chang Ren también estaba muerto, apuñalado por la espalda por otra persona. Xuan Yuan era más un erudito que un guerrero, por lo que esto solo pudo haberlo hecho su hermano, Chang Ming.
Y el que sobrevivió hasta el final, Chang Ming, tampoco estaba en buena forma. Su cuerpo había sido atravesado por las líneas negras y las monedas de cobre que colgaban alrededor del texto sagrado, clavándolo a la pared; parecía haber activado una de las trampas de Dan Yangzi.
Chang Ming aún no había muerto. Sus ojos estaban llenos de deseo y seguía mirando fijamente con resolución el supuesto texto sagrado que contenía el método para alcanzar la inmortalidad.
"Tos tos~"
Al ver entrar a Li Huowang, Chang Ming, que estaba inmovilizado contra la pared, pareció querer decir algo. Sin embargo, las monedas de cobre incrustadas en su cuello le habían cortado por completo la tráquea, lo que le impedía hablar.
Li Huowang se acercó a él y sonrió antes de agacharse para recoger su espada.
Se trataba de una espada larga que medía 1,2 metros de largo. La hoja reflejaba la fría luz de la lámpara de aceite, lo que la hacía parecer muy afilada.
Li Huowang ejerció algo de su fuerza para blandirla durante unos cuantos golpes y luego le dijo a Chang Ming: "Es una buena espada. Mayor, parece que no podrás usar esta espada por ahora, así que Junior hará un buen uso de ella a partir de ahora. Si bien Junior no es un espadachín, es mejor tener un arma en mis manos que tener que usar los puños vacíos allí, ¿no estás de acuerdo?"
Chang Ming intentó usar su expresión para insinuar algo, pero Li Huowang no pudo entenderlo.
Luego, Li Huowang tomó la vaina del cuerpo de Chang Ming antes de envainar la espada y colgarla en su espalda.
A continuación venía la parte más importante, el texto sagrado.
Li Huowang se volvió hacia el texto sagrado sin ningún tipo de protección.
En ese momento, Chang Ming de repente comenzó a luchar intensamente. Sin embargo, las monedas de cobre en esas líneas negras se hundieron aún más en su cuerpo y pronto la luz en sus ojos se atenuó rápidamente.
—Mayor Li, el mayor Chang Ming está muerto. —Los ojos del cachorro se abrieron en estado de shock.
Li Huowang miró el llamado texto sagrado que tenían ante ellos y suspiró suavemente. Tanta gente había muerto sólo por culpa de este objeto de origen desconocido.
Li Huowang se inclinó para examinarlo. Estaba aún más concentrado que cuando estaba bajo la tiranía de Dan Yangzi.
Sin embargo, después de leerlo varias veces, todavía le pareció que se trataba de una escritura. Con un poco de conjeturas, parecía un texto que aconsejaba a la gente hacer el bien.
Li Huowang dio un paso atrás, luego extendió una mano hacia atrás y lentamente desenvainó su espada.
¡Sonido metálico!
La espada afilada golpeó fuertemente la losa de piedra que estaba grabada con escrituras.