PARTE III
En ese momento se estaba recordando todo lo que paso hace 5 años atrás, tenia un novio llamado Sebastián, al cual amaba y con el que ya estaban pensando en casarse después de su graduación en la universidad, aún faltaban 2 años, pero así de enamorada estaba ella, tenia a su mejor amiga y confidente Sara con la que había crecido, sus padres y 3 hermanos menores, Nora, y los gemelos Alba y Teo.
Era para las vacaciones por Navidad, estaba regresando a su pueblo de la universidad, ya había quedado con su novio de verse en la cafetería del pueblo y de ahí ir juntos a su casa familiar. Sebastián chico que creció en una gran casa a las afueras de la ciudad, su familia era de dinero, habían heredado una fortuna de sus abuelos y tíos, ya que estos últimos no habían tenido mayor descendencia, todo había ido a quedar a los padres de Sebastián, tienen eran buenos para los negocios y aumentaron el patrimonio. Personas con gran sentido del derecho, y veían a cualquiera como inferiores a ellos, pero habían visto en Mera un rayo de ambición por grandeza y por ello se dedicaba a los estudios para ser destacada en excelencia, a contrario de Sebastián quien consideraba que con la fortuna de la familia lo tenia todo arreglado, y no necesitaba esforzarse demás.
Cuando Mera llego a la cafetería vio a Sebastián sentado junto a Sara, ambos iban juntos a otra universidad distinta a la de Mera, ambos no habían sido aceptados en la universidad y tenían que conformarse con la segunda opción, no era de extrañar que se volvieran cercanos, ya habían salido anteriormente juntos con Mera.
Mera: Hola Sara, hola amor.
Sara: Hola amiga, ya estabas tardando, le decía aquí a tu novio que si no te dabas prisa tendría que invitarme a mi a comer.
Sebastián: Como siempre pensando en que me puede sacar, -levantándose para abrazar a Mera y darle un beso- Hola cariño, fue largo el viaje, ¿porque tardaste tanto?
Mera: Tuve que presentar un último informe antes de salir de la universidad, y perdí el primer tren así que tarde un poco más. ¿Y ustedes ya tienen ratos aquí?
Sebastián: Yo si ya tengo algo, Sara vino hace poco. – Volteando a ver a Sara y con cierta mirada como queriendo confirmara.
Mera: Bueno, ¿qué te parece si vamos a la casa?
Sebastián: Claro, porque no vamos los tres, mis padres nos estarán esperando.
Mera con notable confusión por la presencia de Sara también, pero sin sospechar nada acepto.
Después de un almuerzo en la casa de la familia de Sebastián, Mera tuvo que despedirse ya que tenia que llegar a su propia casa.
Mera: Sara, ¿No te iras ya a tu casa? Ya que me queda en el camino podríamos irnos juntas y compartir taxi.
Sara: ehh, gracias Mera, pero me quedaré un rato más.
Mera: ¿Te quedarás? ¿Tienes algo más que hacer en la casa de Sebastián?
Sebastián interrumpiendo: Cierto, lo siento cariño, pero tenemos un trabajo que terminar con Sara, igual que tu tenemos que mandar un reporte hoy y como nos pusieron en el mismo equipo pensamos terminarlo después del almuerzo, te llamare cuando terminemos y nos ponemos de acuerdo para la salida de mañana, ¿está bien?
Sara: Así es, tenemos que terminar ese reporte, así que será mejor que nos demos prisa Sebastián, antes que se nos pase la hora de enviarlo. Lo siento Mera por no acompañarte, pero tienes que entender, estudios son estudios.
Mera solo asintió y con la misma salió a tomar el taxi que había llamado previamente. A la mañana siguiente habían quedado de ir a una caminata al bosque cerca del pueblo, pero había amanecido resfriada, no se sentía bien, Nora le pidió que no saliera ese día, que mejor reposara, así que mando mensaje al chat grupal con Sara y Sebastián.
Mera: Chicos, chicos, lo siento, pero amanecí mal de salud, y no podre ir a la caminata.
Sebastián: ¿Qué tienes?
Mera: Es resfriado, tengo fiebre, escalofríos y no he parado de estornudar
Sara: Que mal amiga, debe de ser el cambio de clima de la ciudad al del pueblo
Mera: Es posible, lamento que arruine los planes.
Sebastián: No te preocupes, tienes que descansar e hidratarte, iras la próxima vez.
Sara: Así es amiga, te mandaré fotos y te traerá alguna flor silvestre.
Mera: ¿Irán ustedes dos solos?
Sebastián: Lo siento cariño, pero si iremos, de hecho, ya estábamos solo esperándote, y como teníamos los planes ya hechos.
Sara: Espero entiendas amiga, un paseo así no se desaprovecha, si hasta teníamos el cupo apartado en el grupo con guía.
Mera: Bueno, que se diviertan, me iré a descansar yo. Adiós.
Paso ese día no supo nada mas de su novio y mejor amiga, se sentía tan mal que se la paso en cama completamente acobijada, Nora la segunda hija la paso cuidando, le hizo sopa de pollo para que se fuera recuperando de a poco, y los gemelos se mantenían en silencio para no molestar a Mera. Su madre le había pedido a su padre que fuera por medicamento que le había recetado el doctor familiar a Mera.
Al día siguiente cuando se sentía un poco mejor abrió su laptop y vio en las redes sociales fotografías que había subido Sara del paseo, estaba ella junto a Sebastián luciendo felices y en comentarios le llamo la atención uno que decía "hermosa pareja" y Sara no había corregido solo había reaccionado con un corazoncito. Le llamo a Sebastián, pero este no le contesto, probo con Sara, pero tampoco le contestaba la llamada. Algo le decía que algo no iba bien. Esa era la noche de navidad, todos se reunirían en su casa a celebrar, los padres de Sara también venían, los de Sebastián tendrían su propia celebración en su casa con clientes de su empresa.
Esperando que llegaran los invitados puso su mejor cara a pesar de aun tener secuelas de la gripe que la había tenido tumbada el día anterior, llegaron los padres de Sara pero no se veía ella por ningún lado, cuando les pregunto ellos le comentaron que Sara vendría mas tarde, al parecer tenía cita con su novio, un chico misterioso que no les había querido decir quien era, algo que era nuevo para Mera ya que Sara su amiga, su confidente no le había dicho nada de algún novio o si quiera pretendiente alguno. Como habían jugado al amigo secreto los padres de Sara se dieron cuenta que los regalos de ellos debieron de quedarse en el pórtico de su casa, se disculparon con Mera y le dijeron que tendrían que volver mas tarde ya que deberían volver por los regalos. Ante la falta de Sebastián y Sara, Mera decidió ir ella.
Mera: No se preocupen, es aquí cerca, ustedes acaban de llegar, quédense, yo iré por los regalos, en el pórtico quedaron, ¿cierto?
Papá de Sara: Si, en el pórtico, creo, mejor toma, esta es la llave de la puerta por si es que no lo sacamos al pórtico y quedaron adentro.
Mera: Esta bien, entren y pónganse a gusto, yo iré por ustedes.
Agradecieron a Mera y entraron a la celebración. Mientras Mera tomo su teléfono y vio que aun no habían contestado ninguna llamada suya ni un mensaje le habían enviado. Así que decidida a descubrir que ocurría pensó en ir primero por los regalos en el auto de su padre y luego ir a la casa de la familia de Sebastián a buscarlo.
Cuando llego a la casa de Sara, se extrañó de ver afuera parqueado el carro de Sebastián, con sentía gran presión en su pecho, como si alguien estuviera apretando su corazón, se bajo del carro y trato de acercarse a la casa en silencio, las ventanas estaban cubiertas por las cortinas, cuando llego a la puerta no vio los regalos y se acordó la llave que le habían dado por si estaban dentro de la casa, procedió a abrir la chapa de la puerta con el mayor silencio posible, al abrir noto las luces apagadas, pero había cierto brillo proveniente de la sala, luz como de la fogata encendida, entro en silencio tratando de descubrir que estaba ocurriendo, en medio del silencio de la noche empezó a escuchar sonidos, algo que ella conocía, sabia lo que estaba pasando pero no quería creerlo, eran gemidos de su novio Sebastián, y junto a el se escuchaba lo voz de Sara, se acerco poco a poco, cada vez sentía el cuerpo mas pesado, más difícil de moverse, sentía como un balde de agua con hielo le fuera cayendo encima de todo su cuerpo, aquella escena que vio en la sala, ella parada completamente petrificada, veía como su novio estaba completamente desnudo, encima de la que decía ser su mejor amiga Sara, ambos completamente desnudos, mientras el penetraba a su amiga y ella gemía y pedía más, apretando sus pechos y rodeando las caderas de Sebastián para empujarlo nuevamente a sus entrañas, estaban tan absortos en su placer que no se habían dado cuenta de que Mera estaba parada justo ahí, enfrente de ellos.
Sara: Ohhh, ohhh Sebas por favor dale más, ya no puedo, ya me voy a correeerrrr….
Sebastián: Oh si, amor, te hare correrte junto a mí y gritaras mí nombre.
Mera perpleja solo podía ver esa escena, como su novio eyaculaba dentro de su mejor amiga, en el momento en que ambos terminaron, Sebastián empezó a jadear cansado y abriendo los ojos vio a una Mera, pálida por la escena que había presenciado, rápido busco la manera de alejarse de Sara y busco una camisa para cubrirse, mientras Sara quien aun estaba ignorante de la presencia de Mera le dice.
Sara: Amor, pero, ¿qué haces? Siempre te gusta quedarte dentro de mi después de terminar, me gusta eso y que reposes tu cabeza sobre mis pechos, acariciándolos.
Mera: ¿Cu..cu..cuanto tiempo llevan juntos?
Sara entendiendo rápido busco levantarse del sofá y levantando su vestido del piso le pregunta.
Sara: Mera, ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? deberías estar en tu casa.
Mera: Tus padres olvidaron los regalos. – Señalando 2 bolsas de regalos sobre la mesa en el centro de la sala-
Sebastián: Cariño, te puedo explicar.
Mera: No, ya vi todo lo que tenia que ver, y escuché lo que necesitaba.
Sara: Lo siento mejor amiga, pero ya sabes, la universidad, tenemos la misma carrera y eso nos ha unido.
Sebastián: Lo lamento, es algo que paso.
Mera: Basta, no necesito sus excusas, he terminado con ambos, los dos me traicionaron, los dos me engañaron.
Mera tomo pronto los 2 regalos de la mesa y con la misma salió de la casa. Volviendo a la fiesta les entrego los regalos a los padres de Sara sin decir nada, y se dirigió a su habitación, con el corazón destrozado, sintiendo que moría.