PARTE V
Después de tomar vino y algo de aire volvió a levantarse para ir a bailar con Jack, en la pista de baile los dos empezaron nuevamente ese baile donde lo dejaron, tan cerca uno del otro, ignorando al resto del mundo, mientras Sebastián acercándose a Sara le pregunta.
Sebastián: ¿Dónde esta Jack?, pensé estaría contigo hasta que llegara yo.
Sara: Mi primito prefirió la compañía de la inútil de Mera.
Sebastián al escuchar ese nombre pronto empezó a buscarla con la mirada, veía a todos lados esperando encontrar ese rostro familiar que tenia años de no ver, cuando por fin la diviso, estaba en un baile sonriente con Jack abrazándola, sintió una molestia, y cerro el puño, entonces le dijo a Sara.
Sebastián: Ven, vamos a bailar.
Sara: No quiero, estos zapatos no son para bailar como si fuera una cualquiera.
Sebastián la tomo y jalo a la pista de baile, ahí sin poder quejarse mas se dispuso a bailar con su esposo, mientras lo hacían noto como Sebastián no apartaba la vista de donde estaban Mera y Jack.
Sara: En serio, Sebas, ¿podría siquiera disimular un poco?
Sebastián: ¿A qué te refieres?
Sara: No los dejas de ver, ¿la extrañas o qué? - Dijo con tono molesto y celoso.
Sebastián: ¿Cómo crees? Estoy aquí contigo después de tantos años, eso debería de decirte algo.
Sara aun con algo de recelo, no quiso discutir más, al finalizar el baile las parejas se disiparon, Jack dirigía a Mera a un lado del jardín para poder hablar tranquilamente, pero Sebastián y Sara les acortaron el paso.
Sebastián: Vaya, vaya, después de tantos años, por fin te dejas ver nuevamente Mera, ¿Cómo has estado? Me has extrañado, ¿verdad?
Mera: -tragando fuerte- Hola Sebastián, realmente no, no te he extrañado, de hecho, he tenido una vida tan ocupada que ni tiempo de pensar en ti o en Sara he tenido, y mira, primer día que salgo de mi vida ocupada, y los dos que me andan buscando, como si tuviesen necesidad de tener a su lado, curioso. -Dijo Mera con ironía y sarcasmo-
Sara: Querida amiga, ya lo del pasado dejémoslo en el olvido y seamos amigos de nuevo, llevo 4 años casada con Sebastián, el se graduó y trabaja de gerente en una de las empresas de su padre, de hecho, es la empresa más grande, así que es bastante rico ahora. Se que debes de estar arrepentida porque tienes que trabajar para mantenerte mientras yo, solo tengo que pedirle a mi esposo y el me da lo que yo quiera.
Mera: Lastima que el dinero no compra la felicidad.
Sebastián: Muy cierto Mera, no la compra, pero puede facilitarla.
Jack: Dime Sebastián, ¿qué tal te va en la vida de casado con mi prima?
Sebastián: Que te puedo decir, el matrimonio es distinto para cada persona, todo depende de cuánto dinero tengas.
Jack: No comparto eso, el matrimonio debe depender del amor que se tienen las dos personas.
Mera: El matrimonio debe ser fundado sobre valores, la confianza, el amor, y respeto.
Sara: Blah, blah, blah, vamos, seamos realistas, en estos tiempos ¿qué matrimonio existe sin que halla infidelidad, engaño, o algún que otro problema?
Jack: Que mentalidad más pobre primita.
Tomando la mano de Mera dejo a un lado a Sebastián y Sara, y se dirigió con Mera al jardín, a aquel lugar donde 5 años antes había tratado de quitarse la vida.
Jack: Este creo es un mejor lugar, mas tranquilo, y mira que hermosas son las estrellas.
Mera aun procesando lo que paso minutos antes, voltea a ver el cielo y se sorprende de lo brillante que se ve el cielo, la luna llena mostrando todo su esplendor con una hermosa luz blanca, y las estrellas titilando al compás del sonido de los grillos y luciérnagas danzando a su alrededor.
Jack: Mera, permíteme estar a tu lado, deseo protegerte, cuidarte, que la paz y serenidad de este lugar nos acompañe toda nuestra vida, y poder mostrarte mi amor todos los días.
Mera: Jack, te agradezco todo, gracias por tu amor, espero poder un día ser capaz de corresponderte.
Jack: No te obligues, si eso llega a pasar que sea de forma natural.
Dicho esto, volvió su mirada al cielo, y Mera se dividía entre mirar la hermosa noche o mirar a este guapo caballero junto a ella.
Cuando ya era medianoche, le pidió volver adentro, pero antes de ello le dio un beso en la mejilla, por haberle ayudado esa noche, ella sabía que, si no hubiera estado Jack, no sabría como hubiera podido enfrentar a Sebastián con Sara.
Al finalizar la velada, ya se despedían los últimos invitados, cuando Jack se despedía de Mera le pidió su número de teléfono, para poder estar en contacto más tarde, quería invitarle a salir, Mera le paso su número, que se pondrían de acuerdo ya que tenía planes con su familia.
A la mañana siguiente, cuando despertó después de la celebración, vio el primer mensaje, era de Jack.
BUENOS DIAS MI LADY, ESPERO HAYAS DESCANSADO, NO HE PODIDO DEJAR DE PENSAR EN TI, ESCRIBEME, ME GUSTARIA SABER SI NOS PODREMOS VER, QUIERE PREPARAR UNA SORPRESA PARA TI.
CON MUCHO AMOR JACK
Mientras lo leía no podía evitar sonreír, se sentía, como una quinceañera con su primer novio, pero que estaba pensando, solo eran amigos, se decía ella. Al bajar al comedor ya estaban todos en la mesa desayunando.
Mera: ¡Buenos días a todos!
Mamá: Vaya, pero que buen ánimo te amaneció hoy.
Alba: Yo creo que tiene que ver con la compañía que tuvo anoche.
Mera: Shhhhh, no es solo eso.
Teo: ¿Quién?
Papá: ¿A quién vistes anoche?
Mera: No es nada, solo viejos reencuentros.
Alba: Vamos hermana, ¿cómo crees que sabía que estarías en la celebración anoche?
Mera: ¿De que estas hablando?
Teo: Hay hermana, Jack, desde pequeños nos pasaba preguntando por ti, siempre nos regalaba dulces a cambio de que le contáramos cosas de ti.
Mera: Pero, eso es soborno, me estaba acosando realmente. -Dijo Mera mientras se sonrojaba con lo que había dicho Teo.
Papá: Jack eh, ummm es el primo de Sara
Mamá: Si es el primo, pero hasta donde sé, el siempre ha estado algo alejado de Sara, y también tiene su propia empresa, no sé de qué sea, pero debe de ser exitoso.
Papá: Puede ser económicamente estable, pero ¿qué tal será de sentimientos?
Teo: Papá, él siempre ha mostrado interés por Mera, aunque nunca le había dicho, pero creo es de confianza.
Mamá: ¿No estarás diciendo eso porque los está sobornando nuevamente?
Alba: No, no mamá, esta vez no nos ha sobornado.
Mera: ¿Y entonces como es que se pusieron en contacto para decirle que estaría en la celebración?
Teo: Bueno, cuando perdiste la billetera ayer, el llamo al teléfono de casa, al parecer aún tenía grabado el teléfono de nuestra casa entre sus contactos. Y Alba contesto.
Alba: Oye, fue idea de los tres, cuando contesté me dijo quién era y que había chocado contigo y que se te había caído la billetera, y bueno, le dije que tendríamos la celebración, así te la podía entregar en persona.
Mera: ¿Ustedes dos ya sabían que él tenía mi billetera y no me dijeron en el momento?
Teo: Lo sentimos hermana, pero sabíamos de lo que el sentía, y pues teníamos una deuda con él, después de tantos años de dulces gratis, debía de obtener algo ¿no?
Mera: Bueno, se las perdono por esta vez, pero la próxima me las pagaran.
Terminando eso todos soltaron una risa, y fue la mañana mas alegre en mucho tiempo.