PARTE IV
Nora subió a ver qué ocurría, si se sentía mal nuevamente por la gripe.
Nora: Mera, ¿Estas bien? ¿la gripe te ha vuelto a hacer sentir mal?
Entrando vio a Mera hecha un desastre. Y corrió a abrazarla para asegurarle que todo estará bien, queriendo entender que había pasado. Entre sollozos y con la voz entrecortada le contó lo que presencio en la casa de Sara, como la habían engañado las dos personas en quienes mas confiaba. Nora completamente furiosa quería ir a hacerles pagar por haber dañado a su hermana mayor, desenmascararlos, pero Mera la detuvo, le pidió que no dijera nada de eso, solo que había terminado con Sebastián.
Era la peor navidad que había tenido hasta la mañana siguiente, habían quedado de una salida familiar, pero Mera dijo que no se sentía bien aún, que se quedaría en casa, así que el resto de la familia ignorante de lo que pasaba Mera, se subieron al microbús contratado para la salida, Nora le dijo a Mera que se quedaría pero ella le dijo que estaba bien, que no arruinara su viaje por culpa de su mala relación, así que Nora se subió al microbús, en el asiento que le correspondería a Mera, y empezaron su viaje, irían a lo alto de una montaña donde almorzarían en un restaurante con un magnífico mirador.
Horas mas tarde, recibe una llamada.
Papá: Mera, tu madre y los gemelos van por ti. Hubo un accidente en el camino.
Mera: ¿Papá? ¿Qué pasó? ¿Están todos bien?
Papá: Ahorita no quisiera darte mas detalles, solo que debemos ser fuertes, por tu madre y hermanos, debo colgar. – Con eso termino la llamada-.
Quedó congelada con lo que había dicho. Paso la siguiente hora ansiosa, esperando que llegaran a casa para saber que ocurría. Cuando por fin llegaron.
Mera: Mamá, mamá, ¿qué paso?
Mamá: Oh hija, lo siento, pero Nora, Nora, ella…
Mera: Mamá, ¿Qué pasó con Nora?
Mamá: Cuando íbamos de camino, hubo un derrumbo justo cuando íbamos pasando, unas rocas y arboles venían sobre nosotros, el conductor trato de esquivarlo todo lo que pudo, pero, no logro evitarlo todo, Nora iba del lado del copiloto, y ella, por la ventana entraron unas ramas de árboles, de las cuales unas le perforaron el pecho, tu padre quedo allá con la policía, esperando a medicina legal. No podíamos hacer nada por ella, tu Tío Eugenio el medico dijo que ya había fallecido, la rama le perforo justo en el corazón, no sufrió.
Mera, perpleja, incrédula ante la noticia, no podía creerlo, hace unas horas Nora le había dicho que se quedaría, pero fue Mera quien le insistió en ir, sintió una gran culpa, si no hubiera insistido en que fuera Nora al viaje, ella estaría viva, o si ella hubiera ido al viaje, seria ella la que estaría sentada de copiloto, y ella estaría muerta, y con el dolor del engaño eso era lo que hubiese deseado. Los días pasaron, Mera se sumía mas en la depresión. En la culpa de la muerte de Nora, en ver como los gemelos lloraban por Nora. Para año nuevo tomo una decisión, no había celebración, estaban aún haciendo eventos conmemorativos por Nora, cuando Mera decidió entrar al cuarto de sus padres, tomo del botiquín una caja de medicamentos para dormir.
Se dirigió al patio de la casa, donde ella y Nora sabían sentarse antes del amanecer para poder ver los primeros brillos del sol, completamente desconsolada, en una mano tomo un puño de pastillas y en otra tenia el vaso de agua para pasarlas. Cuando estaba a punto de tomarse las pastillas para terminar su vida, escucho una voz, alguien de la ceremonia se estaba acercando a ella.
Era su tía Gloria, hermana de su padre.
Tía Gloria: Mera, hija mía, ¿qué haces aquí afuera? Puedes coger un resfriado.
Mera: Tía, no me importa, solo quiero estar sola, ya no quiero estar aquí, no puedo seguir.
Tía Gloria: Mera, cariño, se que es difícil y doloroso, debes de estar sufriendo mucho.
Mera: No entiende tía, tenia que haber sido yo, yo tenia que haber ido en ese asiento, yo tendría que estar muerta, no Nora. Es mi culpa.
Tía Gloria: Pero ¿qué dices? ¿Acaso tu tienes el poder de provocar derrumbes?, por que yo no lo creo, ni de predecir el futuro, no puedes culparte, fue un accidente, trágico, pero no es culpa de nadie.
Mera: Pero, ya no sé cómo seguir, perdí a mi novio, perdí a mi mejor amiga, y también a mi hermana.
Tía Gloria: Cuando nacemos, ¿cómo nacemos?
Mera: ¿De nuestras madres?
Tía Gloria: Nacemos solos, desnudos, sin nada, así estas tu si no contamos a tu familia claro, lo que te quiero decir es, puede ser un proceso doloroso, pero esto puede significar una nueva vida para ti. Piénsalo, ¿qué hubiera querido Nora?
En ese momento Mera lloró, dejo caer las pastillas y el vaso con agua, la tía al notar las pastillas, se dio cuenta lo que había estado a punto de hacer, la abrazo y le dijo en un susurro al oído, "MIENTRAS NOS TENGAS A NOSOTROS, TU FAMILIA, NO ESTARAS SOLAS", aquel abrazo fue tan cálido que el frio de la noche desapareció, después de un rato así la tía dijo.
Tía Gloria: Mera, vamos adentro, presentemos nuestros respetos a Nora, y lo que representaba.
Mera: Gracias tía, realmente le agradezco sus palabras.
Se unieron a la ceremonia, y más tarde, cuando las formalidades habían terminado, y se habían formado los grupitos que usualmente hacen para platicar, estaba Mera con unos familiares cuando estaba entrando un grupo de amigos para presentar sus respetos por Nora, en ese momento vio como Sebastián entraba con Sara de su brazo, saludaban a todos como si fueran una pareja feliz, Sebastián tomó de la cintura a Sara para acercarla a el ante la mirada de todos, quienes volteaban a ver a Mera ya que sabían que ellos habían sido novios durante años, en ese momento Mera sintió como en cualquier momento vomitaría por esa escena, trayendo imágenes de aquella noche de navidad, hace 1 semana que los había encontrado. Salió corriendo a su habitación, con la respiración entrecortada, sentía no podía más.
Se arrodillo ante la mesita frente a la ventana, orando por fuerzas para superar aquello. Cuando levanto su mirada, vio un sobre, estaba entre algunas cosas de su mesita, le llamo la atención porque era la letra de Nora, había estado tan dolida, tan deprimida que no había notado ese sobre, rápido lo cogió para abrirlo, cuando lo abrió cayo un collar con un dije en forma de corazón, al abrirlo veía una foto de ella y su familia a un lado y en el otro decía, "TU FAMILIA SIEMPRE ESTARA A TU LADO", desplego la carta. Era de Nora que decía:
QUERIDA HERMANA, SE QUE HA SIDO UN DIA DIFICIL, TE SIENTES MORIR, TE PUEDES CULPAR, PERO SE QUE ERES FUERTE, TODO PASARA Y TU SEGUIRAS DE PIE, AMORES VIENEN, AMORES VAN, AMISTADES VIENEN, AMISTADES SE VAN, PERO LA FAMILIA ES PARA SIEMPRE, A MI ME CORRESPONDIA DARTE UN REGALO EN EL INTERCAMBIO, NO ESTUVISTE PRESENTE, PERO AQUÍ TE LO DEJO, ESTE COLLAR ES UN SIMBOLO, PARA RECORDARTE QUE EN TU CORAZON QUIEN SIEMPRE ESTARA ES TU FAMILIA, SIGUE ADELANTE, DONDE UNA VIDA MUERE, OTRA VIDA INICIA.
CON AMOR, TU AMADA HERMANA NORA.
Mientras, leía cada palabra lloraba más, sentía un dolor incomparable en su corazón, pero al final sintió una paz, sabía lo que tenia que hacer, estaba decidida, a la mañana siguiente hablo con su familia, había tomado una decisión, necesitaba irse a vivir por completo a la ciudad, quería enfocarse en los estudios, conseguir trabajo, asistir a terapia también para superar el sufrimiento, su familia comprendió su deseo, Nora les había comentado el dolor que estaba pasando esa noche de navidad.
Al año siguiente Mera se despidió de su familia y se mudo por completo a la ciudad donde se había dedicado a fortalecerse, se graduó y consiguió trabajo, también realizaba trabajos FreeLancer, después de un tiempo ganaba más como independiente que en el puesto de trabajo que tenía, así que decidió renunciar y dedicarse a sus pasiones. Hasta 5 años después estaba de nuevo en la casa de sus padres, después de terapias y recuperarse de todo, no podía creer, otra vez estaba ahí, sentada, con un dolor como si le hubiesen reabierto viejas heridas. Pero también estaba decidida, tenia que ser fuerte, y no dejar que Sebastián le afectara, con su mano apretó el dije de corazón. Mera andaba puesto el collar que le regalo Nora, todo el tiempo lo llevaba, no se lo quitaba ni para bañarse. Suspiro hondo y le dijo a Alba.
Mera: Estoy bien, solo tomare un poco de aire y creo podemos seguir bailando, ¿no crees Jack?
Jack: -sonriendo- Si, creo que sería perfecto.