Los titanes fueron convocados a la sala de reuniones de la Liga en Watchtower para discutir los eventos que sucedieron, repasar los sucesos y para que Sholan explicará el por qué acabó con el Hermano Sangre sin piedad.
La sala de reuniones de la Liga de la Justicia en la Watchtower estaba cargada de un silencio solemne. Las cicatrices de la reciente batalla contra el Hermano Sangre aún resonaban en el aire, y los miembros de la Liga junto a los titanes miraban a Sholan, quien estaba de pie en el centro, irradiando una serenidad inquietante. Sus ojos abiertos brillaban con el resplandor y los patrones característicos que solo los Ojos del Infinito daban.
Antes de que empezaran a interrogarlo Sholan comenzó a hablar.
—Lo que ocurrió con el Hermano Sangre no es un evento aislado. Es una advertencia de algo mucho mayor que está por venir —dijo Sholan, cruzando los brazos.
Superman, con una expresión seria se movió al frente. —¿A qué te refieres, Sholan?
—A problemas que pondrán a prueba no solo sus fuerzas, sino la capacidad de la Liga y los Titanes para mantenerse unidos. —Sholan cerró los ojos por un momento, concentrándose. Las imágenes de futuros caóticos se formaban en su mente gracias a las energías intrínsecas que veía con los Ojos del Infinito y al conocimiento de su vida anterior sobre el mundo DC.
Sholan fijó su mirada en Superman. —Clark, debes estar preparado. Hay una criatura que viene por ti. No tiene piedad ni límites, y su único propósito es destruir. Y te advierto... no todos los enfrentamientos tienen un final feliz.
Superman frunció el ceño, pero no respondió. La tensión en su rostro era evidente.
Sholan se volvió hacia Batman y a Robin. —Bruce, tu y Damián enfrentarán una prueba que decidirá el destino de su alma. Tendrás que tomar decisiones difíciles, y el proyecto Hellbat será crucial en los tiempos por venir. Pero cuidado... cada elección tiene un costo.
Batman asintió apenas, ocultando la preocupación y Robin apretaba sus puños con fuerza.
—Diana, Clark... hay una posibilidad de un mundo donde el dolor y la pérdida los empujen a cruzar límites que nunca imaginaron. Un mundo donde la justicia se convierte en tiranía. Ese camino puede ser evitado, pero solo si recuerdan siempre quiénes son.
Wonder Woman miró a Superman, compartiendo un instante de comprensión silenciosa.
—Hal, tus anillos se enfrentarán a una amenaza que ni siquiera los Guardianes pueden prever. Los linterna negra se avecinan, pero también La entidad. Mantente fuerte, porque serás clave para ambos.
Hal Jordan levantó una ceja, intentando ocultar su nerviosismo. —¿Algo más críptico que quieras agregar?
Sholan sonrió levemente. —Solo que no estás solo, Hal.
Finalmente, Sholan miró a Flash. —Barry, tu velocidad es un regalo y una maldición. Un solo error puede cambiar todo lo que conocemos. Si decides retroceder en el tiempo por algo tan pequeño como salvar a alguien, podrías destruir este mundo y muchos otros.
Flash tragó saliva, sintiendo el peso de esas palabras. —Entendido... creo.
Su voz resonó una vez más, cargada de advertencia.
—Bruce, hay algo más que debes saber. —Sholan lo miró directamente, su semblante tan sombrío como el del propio Caballero Oscuro.
Batman, siempre cauteloso frunció el ceño. —Habla.
—Hay un lugar más allá de lo que puedes imaginar. Un lugar donde los miedos más oscuros y las fallas más profundas de los héroes y villanos cobran vida: el Multiverso Oscuro.
El nombre resonó como un eco ominoso en la sala de la Liga. Diana arqueó una ceja. —¿El Multiverso Oscuro? ¿Qué significa eso?
Sholan suspiró. —Es un multiverso que está alimentado por los peores temores y los fracasos más devastadores de quienes protegen este mundo. Y Bruce... de ese abismo surgirán varios de tus temores encarnados y en especial algo que pondrá a prueba a este mundo como nunca antes. Alguien llamado el Batman Que Ríe.
El Caballero Oscuro se tensó al escuchar esas palabras, pero mantuvo su compostura. —¿Qué es?
—Es lo que podrías llegar a ser si un día cruzaras la línea. Una amalgama entre tú y el Joker, una mente tan brillante como la tuya, pero completamente corrompida por la maldad. No será solo un adversario; será una pesadilla viviente que desatará el caos en este mundo.
Superman miró a Sholan con urgencia. —¿Cómo lo detenemos?
—Con trabajo en equipo, con fe en el otro y preparándose para lo peor. Su llegada estará vinculada a un metal llamado Nth Metal Oscuro, que abrirá puertas al Multiverso Oscuro. Pero recuerden: no basta con combatirlo. Deben evitar que sus propias sombras internas los consuman, porque ese será su mayor desafío.
—¿Por qué nos dices esto y cómo sabes todo lo que nos acabas de decir? —preguntó Wonder Woman, rompiendo el silencio.
Sholan bajó la mirada, su expresión melancólica. —Porque no pertenezco aquí y mi tiempo en este lugar está llegando a su fin. Además, porque quiero que este mundo tenga una oportunidad. Este lugar, la Tierra 52, puede ser mejor.
La Liga intercambió miradas sorprendidas.
—¿Qué quieres decir con que no perteneces aquí? —presionó Batman.
Sholan levantó una mano deteniéndolo, un brillo dorado comenzó a envolverlo y su cuerpo empezó a desvanecerse lentamente.
—Esto no es un adiós. Es un nuevo comienzo para ustedes. Tienen las herramientas para enfrentar lo que viene. Confíen en su capacidad para hacer lo correcto. Recuerden lo que les dije sobre el futuro. Estoy seguro de que encontrarán la forma de enfrentarlo. Haré todo lo posible para regresar y ayudarlos en los momentos más críticos.
—¿Cómo puedes estar tan seguro de que podrás regresar? — Preguntó Superman.
Sholan esbozó una leve sonrisa, un destello de confianza brillando en sus ojos. —Porque siempre hay un camino cuando realmente quieres salvar lo que importa.
Con esas palabras, Sholan desapareció desvaneciéndose, dejando atrás solo una leve chispa de luz y sus palabras resonando en el silencio de la estación espacial.
El silencio reinó en la sala de la Watchtower. Hal Jordan fue el primero en hablar. —¿Tierra 52? ¿Qué demonios significa eso?
—Probablemente un indicio de algo mucho más grande de lo que entendemos —respondió Diana, cruzando los brazos.
Flash frunció el ceño. —¿Y qué hacemos con todo esto? Nos habló de profecías, de realidades oscuras, de un tal Batman Que Ríe...
Batman, mientras tanto, había regresado a la computadora central, analizando la información dejada por Sholan, proyectando en la pantalla la teoría del multiverso y marcando posibles puntos de interés según lo informado por Sholan.
—Si lo que dijo es cierto, debemos comenzar a prepararnos.
Diana se acercó a él. —¿Y si no lo es?
Sin apartar la mirada de la pantalla, Batman replicó: —No puedo permitirme asumir que estaba equivocado sobre todo con lo que acabamos de ver. Según los sensores de la Watchtower el acaba simplemente de desvanecerse de la existencia sin dejar rastro alguno.
Superman se volvió hacia el Caballero Oscuro arqueando una ceja. —Bruce, ¿acaso creaste algún plan para neutralizar a Sholan?
Batman abrió un archivo con el nombre de Sholan. Y para sorpresa de todos, el archivo estaba completamente vacío.
—¿Qué significa esto, Bruce? —preguntó Hal, confundido.
Batman se giró hacia ellos, su rostro mostrando una inusual mezcla de respeto y admiración. —Significa que no importa lo que intenté, no pude crear un plan de contingencia contra él.
—¿Por qué? —preguntó Diana, cruzándose de brazos.
—Porque, a diferencia de nosotros, cada acción que tomó Sholan, por extrema que fuera, siempre resultó en una mejora para el mundo. Era como si su sola existencia equilibrara el caos y trajera esperanza.
Batman les informó a todos que mientras Sholan hablaba, él y Ciborg recopilaban y simulaban la información llegando a una impactante conclusión.
—No era solo un guerrero. Era un catalizador para el cambio.
Batman proyectó una serie de eventos en la pantalla central, cada uno con un análisis detallado de cómo las acciones de Sholan habían influido en el mundo. A medida que los datos aparecían, los miembros de la Liga observaron con atención, y Bruce comenzó a explicar.
—El Joker desapareció poco después de que Sholan llegara, fue neutralizado durante nuestra pelea con la liga de la injusticia. Gracias a eso no hubo más víctimas, ni un último golpe magistral que dejara un legado de caos.
—¿Qué tiene de especial? —preguntó Hal Jordan, escéptico.
Batman fijó su mirada en él. —Si alguien más lo hubiera eliminado, Gotham habría colapsado en un ciclo interminable de violencia. La muerte del Joker a manos de cualquier otro habría provocado una guerra entre bandas, un levantamiento de sus seguidores y el surgimiento de imitadores. Con Sholan, todo terminó de forma definitiva y sin repercusiones mayores.
Diana asintió lentamente. —Es como si al detenerlo lo hiciera sin desencadenar un desastre mayor.
La siguiente proyección mostró a Lex Luthor.
—Luthor fue muerto durante el mismo enfrentamiento que el Joker y de alguna forma durante su año con los titanes Sholan logró despojar de forma anónima a Luthor y su compañía de su influencia en Metrópolis y el mundo —continuó Bruce—. Pero no fue solo eso. Sholan dejó evidencia suficiente para asegurarse que nadie pudiera ocupar el vacío que dejó. Su corporación fue desmantelada, y los fondos robados se redistribuyeron a causas benéficas.
Superman intervino, con una mezcla de asombro y preocupación. —¿Y qué habría pasado si yo hubiera sido quien hubiera acabado con él?
Batman lo miró directamente. —Habría parecido un acto personal. Los detractores habrían utilizado tu imagen como símbolo de abuso de poder, y Luthor habría quedado como mártir para sus seguidores. Sholan lo hizo de una manera que no dejó lugar a dudas.
La última proyección mostró imágenes de Eobard Thawne, conocido como Flash Reverso.
—El caso de Thawne es quizás el más revelador —dijo Batman—. Sabemos que el Flash Reverso siempre encuentra una forma de regresar, pero Sholan parece que lo aniquiló sin dejar ningún residuo temporal o rastro de la speedforce.
Lo que nadie sabe ni siquiera el mismo Sholan es que cuando él acabó con el Flash Reverso en ese instante la fuerza del fénix dio un chispazo de su poder en ese ataque destruyéndolo a través de las múltiples corrientes del tiempo y el espacio.
Barry Allen frunció el ceño. —¿Qué habría pasado si yo hubiera intentado detenerlo para siempre?
Batman respondió sin rodeos. —El riesgo de una paradoja temporal habría sido demasiado alto. Si Thawne te hubiera empujado al límite, podrías haber desencadenado un evento espaciotemporal y el universo hubiera colapsado sobre sí mismo.
Batman proyectó simulaciones basadas en los datos recopilados.
—Si cualquiera de nosotros hubiera tomado medidas definitivas contra estos enemigos o los que enfrentó Sholan, el mundo habría sufrido graves repercusiones. En el caso del Joker, Gotham habría caído en una guerra interna. Con Luthor, la desconfianza hacia los héroes habría crecido exponencialmente. Y con Thawne, podríamos haber destruido toda la realidad.
Diana levantó una ceja. —¿Entonces, Sholan actuó como un equilibrio perfecto?
Bruce asintió. —Exacto. Incluso las acciones más extremas que tomó siempre resultaron en beneficios que no podríamos haber logrado sin graves consecuencias. Es como si su sola existencia protegiera el delicado equilibrio del mundo.
Mientras la Liga asimilaba la información, Superman rompió el silencio. —Entonces, ¿su desaparición significa que hemos perdido algo irreemplazable?
En ese momento la pantalla de la computadora de la Watchtower parpadeo y un archivo que no estaba apareció junto con un archivo de simulador sináptico que Batman miró rápidamente.
—No necesariamente Clark. Al parecer Sholan nos dejó un camino a seguir y nos dejó un regalo, un tipo de entrenamiento a una técnica poderosa que al parecer no tiene restricción de edad, sexo, raza o especie, junto con un simulador sináptico para poder comprender la sensación que da dicho entrenamiento.
—Una técnica llamada…Haki
Batman cerró los archivos y apagó la pantalla —Pero también nos dejó algo claro: tenemos que fortalecernos como equipo y sobre todo como individuos.
Con esa reflexión, la Liga y los Titanes quedaron en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos, contemplando no solo el impacto de Sholan, sino también el peso de las responsabilidades que él les había legado.