Los pasillos de Kamar-Taj siempre habían sido lugares de reflexión, pero en los últimos cuatro años, la Ancestro había sentido cómo la quietud del templo se había vuelto más densa, como si la misma atmósfera respirara con más dificultad. Las energías cósmicas que se habían desbordado, primero a través de la presencia de Sholan, luego con las complicaciones derivadas de la Cosmic Infection, comenzaban a dejar su marca. El equilibrio que había sido su vida durante siglos ahora se veía alterado. Sin embargo, el tiempo le había enseñado a observar desde una perspectiva mucho más amplia. Y ahora, con una mirada más profunda, comprendía la naturaleza del destino que se estaba trazando.
Sholan había llegado a Kamar-Taj cuando aún era joven, impulsado por el deseo de proteger a la Tierra y encontrar respuestas a sus propios orígenes. Pero en los últimos años, algo había cambiado en él. Sus pasos se habían vuelto más firmes, su energía más oscura, como si hubiera absorbido algo mucho más allá de su control. La Ancestro se encontraba ahora sola en una de las salas de meditación, con la mente absorta en el remolino de pensamientos que la rodeaban. Durante esos años, había sido testigo de su evolución, pero también de los peligros que acechaban.
Cuando se le reveló el plan de Sholan, comprendió inmediatamente lo que estaba en juego, y la pregunta que se le presentó no era si lo apoyaría, sino si sería capaz de manejar las repercusiones de dicho poder.
A lo largo de estos años, Dormammu, el tirano de la Dimensión Oscura, se había mantenido al margen, como si presintiera que algo estaba en marcha. Pero lo que no sabía era que la Cosmic Infection que Sholan había desencadenado en su encuentro con Cthulhu había comenzado a gestarse lentamente dentro de su plano oscuro, contaminando la esencia misma de su dominio. Al principio, todo parecía una simple alteración, pero conforme pasaba el tiempo, la infección comenzaba a fusionarse con la energía oscura de la Dimensión Oscura, produciendo una reacción en cadena que Sholan había previsto: la creación de un Núcleo de Sombras.
Recientemente, Cortana había confirmado que este núcleo estaba cerca de completarse. A través de la manipulación precisa del tiempo y el espacio, el ciclo de infección se había extendido con tal fuerza que el Monarca de las Sombras ya comenzaba a despertar. La simbiosis entre la luz y la oscuridad estaba a punto de hacerse realidad.
La Ancestro había sentido que Sholan ya no solo buscaba el poder por sí mismo, sino que el deseo de proteger a la Tierra y a sus seres queridos se había convertido en su principal motivación. Pero el costo de ese poder era la aceptación de lo que vendría después. Dormammu no podría permanecer indiferente a la propagación de esa infección, pero la presencia del Núcleo de Sombras proporcionaría una defensa única contra cualquier amenaza que surgiera, tanto en la Tierra como en los planos cósmicos.
En los días posteriores al trato con Sholan, la Ancestro había profundizado en sus meditaciones, buscando la conexión entre la Gema del Tiempo y el vasto poder que Dormammu representaba. Durante estas meditaciones, vislumbró lo que podría ocurrir: una lucha eterna entre las fuerzas del caos y el orden, una batalla cuyo resultado podría alterar no solo el equilibrio de la Tierra, sino de todo el multiverso. ¿Sería Sholan capaz de manejar tal poder, o se perdería en la oscuridad que él mismo había invocado?
El tiempo continuó avanzando, y en cada uno de sus sueños, la Ancestro vio cómo la energía del Núcleo de Sombras se expandía, llenando la Dimensión Oscura. Dormammu, quien ya había sentido los vestigios de esta anomalía, comenzaba a investigar los cambios en su reino, sin saber que ya era demasiado tarde para detenerlos. La Cosmic Infection era como una semilla en su jardín sombrío, y cuando el Monarca despertara, no podría hacer nada para detenerlo.
Mientras tanto, Sholan había continuado su viaje a través de los nueve reinos, creciendo más fuerte, pero también más distante. El vínculo con Loki, que alguna vez fue tan estrecho, se había enfriado, pero la Ancestro comprendió que todo formaba parte del plan. La lucha por el poder, la oscuridad que había absorbido y los cambios en su alma se movían como un juego de ajedrez cósmico. Y Sholan sabía que en el momento adecuado, él cumpliría su juramento con Odín, y el Núcleo de Sombras estaría completo.
Finalmente, la Ancestro se levantó de su meditación y, con un suspiro, recorrió el espacio que había sido testigo de tantas decisiones. El futuro se encontraba tejido entre hilos de luz y oscuridad, y el destino de Sholan, junto con el de todos los que lo rodeaban, descansaba en las sombras que él mismo había desatado.
"El camino hacia la oscuridad," pensó, "es inevitable. Pero incluso la oscuridad puede dar paso a una nueva luz."