La Doctora Sato, con una mirada que mezclaba compasión y determinación, guio a Ren a través del caos que aún reinaba en el Parque Maruyama. Esquivando a policías, paramédicos y curiosos, llegaron a una furgoneta negra sin distintivos aparcada discretamente en una calle lateral."Este es mi laboratorio móvil", explicó la doctora mientras abría las puertas traseras, revelando un interior lleno de pantallas, cables y extraños dispositivos que parpadeaban con luces de colores. "Aquí podremos analizar mejor la situación y preparar tu entrenamiento."Ren, aún conmocionado por la desaparición de Aiko y abrumado por el despliegue tecnológico que tenía ante sus ojos, se dejó guiar por la doctora. Sato lo sentó frente a una pantalla donde se reproducían imágenes del vórtice, tomadas por cámaras de seguridad del parque."Como te expliqué, ese vórtice es un portal dimensional que conecta nuestro mundo con otro. Un mundo habitado por yokai", dijo Sato, señalando la pantalla. "Criaturas sobrenaturales con poderes que desafían nuestra comprensión.""¿Y Aiko está allí? ¿Con los yokai?", preguntó Ren con un hilo de voz, imaginando a su hermana rodeada de monstruos."Es lo más probable", respondió Sato con gravedad. "Por suerte, el rastreador dimensional captó su energía justo antes de que el portal se cerrara. Sabemos que está viva, y tenemos una vaga idea de su ubicación."Un mapa holográfico se proyectó en la pantalla, mostrando un archipiélago de islas flotantes en un cielo de color púrpura. Un punto rojo parpadeaba en una de las islas."Ese es el mundo yokai", explicó Sato. "Y ese punto rojo es la última ubicación conocida de Aiko."Ren contempló el mapa con una mezcla de asombro y terror. Parecía un lugar sacado de un sueño, o más bien de una pesadilla."Pero... ¿cómo voy a llegar hasta allí? Y aunque lo haga, ¿cómo voy a enfrentarme a esos... yokai?", preguntó Ren, sintiendo que la esperanza se desvanecía."Para eso está el entrenamiento", dijo Sato con firmeza. "No podemos permitir que te aventures en ese mundo sin preparación. Los yokai pueden ser peligrosos, y necesitarás aprender a defenderte."Sato activó otro dispositivo, una especie de casco con electrodos que colocó sobre la cabeza de Ren."Esto te ayudará a desarrollar tus habilidades latentes", explicó. "Todos tenemos un potencial oculto, una conexión con la energía espiritual que nos rodea. Este dispositivo te ayudará a despertar ese potencial, a controlar tu propia energía y a usarla para defenderte."Ren se sintió como un conejillo de Indias, pero la desesperación por rescatar a Aiko lo empujaba a seguir adelante. Cerró los ojos mientras el casco se activaba, y se preparó para lo que fuera que viniera.El entrenamiento fue intenso y agotador. Durante días, Ren se sometió a sesiones que desafiaban sus límites físicos y mentales. Aprendió a canalizar su energía, a sentir la presencia de los yokai, a defenderse de ataques invisibles y a usar su propia energía para crear escudos protectores. Sato lo guiaba con paciencia, corrigiendo sus errores, animándolo a superar sus miedos.Poco a poco, Ren comenzó a sentir un cambio en su interior. Una fuerza desconocida despertaba en él, una conexión con algo más grande que él mismo. Sus sentidos se agudizaban, sus movimientos se volvían más fluidos, y una confianza inusitada crecía en su corazón.Finalmente, llegó el día de la prueba final. Sato lo llevó a una cámara de simulación, una habitación circular con paredes que proyectaban imágenes holográficas. Ren se encontró en un bosque oscuro, rodeado de criaturas grotescas que lo atacaban con garras afiladas y colmillos amenazantes.Ren, recordando las enseñanzas de Sato, se concentró en su energía, canalizándola hacia sus manos. Creó un escudo protector que lo protegió de los ataques, y luego contraatacó con ráfagas de energía que hicieron retroceder a las criaturas.La batalla fue feroz, pero Ren, con una determinación que nunca antes había conocido, logró vencer a todos los yokai. Cuando la simulación terminó, Ren se encontraba jadeante, pero con una sensación de triunfo que lo inundaba."Lo has logrado, Ren", dijo Sato con una sonrisa de aprobación. "Estás listo."Ren la miró con gratitud. Sabía que el camino que tenía por delante era peligroso, pero ahora se sentía preparado para enfrentarlo. Por Aiko, se enfrentaría a cualquier cosa."Gracias, Doctora Sato", dijo Ren con determinación. "Estoy listo para rescatar a mi hermana."Sato asintió, y con una mirada de complicidad, activó el portal dimensional. Un nuevo vórtice se abrió ante ellos, esta vez en el laboratorio móvil. El destino esperaba al otro lado.