El cielo de los claros de las bestias era oscuro y frío debido a la gélida noche que inundaba la tenue luz del atardecer, mientras el cuerpo de una bestia con cuernos de apariencia demoníaca agonizaba y daba sus últimos suspiros, mientras veía un par de ojos rojos que lo observaban con indiferencia.
'¿Se siente demasiado Devi para ser una bestia de rango SS, a mi parecer?'
Murmuró una mujer de cabello negro que se encontraba sobre el cuerpo moribundo de la bestia de maná, con una expresión de disgusto y decepción por la poca resistencia ofrecida por la bestia, la cual daría sus últimos suspiros no antes de lanzar un último ataque de llamas azules que rodearían a la mujer, quien ni siquiera se movería un centímetro para detenerlas por completo.
Solo para que, un segundo después, las llamas se extinguieran de golpe ante una poderosa cúpula de aire formada, la cual protegería a la mujer misteriosa, dejándola intacta, lo que la haría suspirar.
'Supongo que tampoco eres tú.'
Diría antes de rematar a la bestia con una onda sónica que estallaría el cráneo de un solo golpe, solo para segundos después arrancar su núcleo de maná para absorberlo de inmediato.
'Esa bruja dijo que encontraría algo interesante en los claros de las bestias, pero supongo que no se trataba de esta bestia.'
Pensó mientras el resto del maná se condensaría sobre su núcleo de maná, creando algo que le dibujó una sonrisa en el rostro.
'Por fin, el quinto anillo de maná,' dijo mientras comenzaba a caminar hacia el norte en busca de algo interesante por descubrir.
PUNTO DE VISTA DE ALEPH VEREOTI
Un par de días habían pasado desde que visité a Eleanor en Xyrus y actualmente me encuentro en los claros de las bestias, terminando de limpiar una mazmorrA de rango C que el gremio me pidió que despejara. Debido a que le debo un par de favores, no pude negarme.
Por otro lado, Hades parecía molesto por tener que separarse de Eleanor, algo que me pareció lindo pero un poco conflictivo en el futuro. Pero ya pensaría en eso cuando llegara el momento.
'Entonces, ¿aún no encuentras nada?' pregunté al pequeño lobo que se encontraba rastreando a una bestia de maná bastante peculiar, la cual se ha visto por esta área.
'Mmm, puedo oler algo, pero está a unos kilómetros hacia el norte de aquí, papá.'
Respondería Hades mientras avanzábamos hacia el norte en búsqueda de esa extraña bestia de maná, ya que teníamos tiempo libre y quería un par de núcleos para poder crear un tercer anillo de maná y aumentar mis reservas significativamente.
'Papá.'
Hablaría Hades de repente, llamando mi atención.
'¿Qué haremos a partir de ahora, que eres el caballero guardián de Tessia?'
Preguntaría Hades, y por un momento olvidé que había aceptado la propuesta de Virion de volverme el guardaespaldas de Tessia.
'Bueno, técnicamente solo haré lo de siempre, con la diferencia de que ahora me pagarán,' dije entre risitas por lo irónico de la situación.
'Entonces Tessia y mamá son las únicas dos chicas por las que papá se preocupa.'
Preguntaría el pequeño con un tono curioso por descubrir lo que pensaba de Tessia y Eleanor, pero a pesar de lo demostrado no era tan difícil de contestar aunque estaba equivocado en algo. 'Mmm, en realidad son tres.' Murmuraría ganándome más su curiosidad.
'Uwu, ¿quién es la tercera?'
El preguntó mientras podía ver sus ojos brillar a través de nuestro enlace a la espera de mi respuesta. 'Se trata de mi hermana mayor.' Dije, y casi de inmediato una imagen de una mujer de cabello negro y ojos azules me vino a la mente, pero antes de que pudiéramos seguir hablando, Hades se detendría de golpe, alertándome.
'Mmm, ¿qué pasa?' pregunté antes de levantar la mirada solo para ver algo increíble.
Escamas de un negro obsidiana junto a un par de plumas del mismo color y ojos de un amarillo líquido que le daban un aura increíble; después de todo, lo que tenía enfrente era un jodido dragón, pero antes de que pudiera hacer o decir algo, este me notaría, mirándome con ojos amenazadores.
GRRRAAAAAAAAAWRR.
El dragón soltaría un fuerte rugido en busca de intimidarme, pero ahora que lo veía mejor, no era tan poderoso como los de mi viejo mundo; a lo mucho, sería más fuerte que el Garra Lunar con el que me enfrenté junto a Arthur en el pasado, pero algo que llamó mi atención fue que el dragón tenía ojos similares a los de Hades.
Ojos inteligentes.
GRRRAAAAAAAAAWRR.
De repente, Hades tomaría su forma completa, devolviendo el rugido al dragón, quien parecía sorprendido por la repentina transformación de mi hijo lobo, pero lo que más la impactó era la fuerza del pequeño lobo.
'Hades, tranquilo, aún no sabemos qué deberíamos hacer,' dije, tratando de calmarlo, ya que solía ser demasiado explosivo a la hora de defenderme a mí o a Eleanor, pero afortunadamente siempre es razonable.
Pero cuando ya lo había calmado, el dragón, aún nervioso, lanzaría unas llamas de maná puro a nuestros pies en señal de advertencia, pero esto no sería tomado por Hades de buena manera.
'Hades, no.'
Grité cuando el pequeño lobo arremetería contra el dragón, derribándola, pero antes de que él pudiera hacer algo, el dragón usaría sus alas para alejar a Hades, quien apenas retrocedería, listo para volver a atacar.
Rápidamente crearía pilares de tierra para tratar de separarlos, pero debido a la estúpida fuerza bruta que poseían, estos eran destruidos con facilidad, y no podía usar magia de fuego o rayo ya que no quería lastimar a Hades; por lo que traté de usar gravedad, pero igualmente sería inútil, ambos tenían fuerzas físicas demasiado grandes.
'Hades, alto, no pelees.' grité mientras me mantenía a distancia para evitar un golpe innecesario. 'Si sigues así, puedes llamar la atención de alguien indeseado,' diría, y casi como si hubiera invocado el mal presagio, un escalofrío recorrería mi columna vertebral.
'¿Pero qué?' murmurría mientras volteaba hacia atrás, solo para notar que el viento estaba demasiado fuerte y agresivo, mientras que la atmósfera era inundada por una cantidad absurda de maná y magia desviada que hacía parecer mis grandes reservas como si fueran meras migajas.
Sin bajar la guardia, miraría al cielo solo para ver que las nubes se arremolinaban en un tornado, el cual bajaría con un estruendo sónico a unas docenas de metros de mí, dando una demostración de magia de viento insuperable.
'Mmm, qué bestias más interesantes tienes ahí, chico.'
Una voz femenina se oiría a mis espaldas, haciéndome voltear solo para toparme con la nada, por lo que intuía que estaba usando magia de sonido, una magia de sonido tan avanzada que no era capaz de detectarla, lo que solo me haría comenzar a sudar frío por lo malo de la situación.
Pero antes de que pudiera decir algo, el tornado crecería hasta tener cerca de unos 10 metros de longitud, mientras que el ruido que provocaba era insoportable. Claramente se había dado cuenta de mis intenciones y me estaba advirtiendo de que no hiciera estupideces, por lo que, aún con esta advertencia, hablé.
'Puedo ayudarte,' dije con los nervios a flor de piel mientras que le ordenaba a Hades que se quedara quieto, algo que obedeció ya que había sentido el enorme poder de la entidad que se encontraba enfrente de mí, pero algo que llamó mi atención es que el dragón haría lo mismo y se quedaría quieto ante la llegada de esta persona.
'Solo vine a ver de qué se trataba todo este alboroto.' Contestaría la voz aún envuelta en el tornado, pero fácilmente podía decir que era una mujer y una que imponía demasiado si me lo preguntaba. 'Entonces, ¿cuál es tu objetivo ahora?' Pregunté mientras reunía la mayor cantidad de maná pobre para poder defenderme, casi si fuera posible.
'Mmm, supongo que el lobo es tuyo, ¿verdad?' preguntó. 'Sí,' respondí.
'En ese caso, puedo matar al dragón. Algo me dice que tiene mucho maná.' Ante esta palabra, el dragón gruñiría mientras que Hades volvía a su forma para ponerse a mi lado. 'Papá, ¿qué haremos?' preguntó Hades, preocupado por lo que pudiera pasar, y aunque me gustaría que no mataran al dragón, era simplemente estúpido desafiar a esta persona quien hacía parecer como recién nacidos a todos los magos con los que me he enfrentado hasta ahora.
'Hades, puedes comunicarte con el dragón,' pregunté mentalmente mientras caminaba hacia el tornado a paso lento. 'Mmm, creo que puedo. ¿Por qué?' preguntó el cachorro con curiosidad.
'Dije que se vaya lo más rápido que pueda mientras distraigo a esta mujer,' dije mientras me preparaba para liberar mis anillos de maná.
'No, papá, estás loco. Esta mujer es un monstruo, te matará,' gritó el pequeño en mi mente mientras trataba de salir de mi núcleo, pero se lo impedí ya que las cosas se pondrían feas.
'Mmm, tienes valor, chico.' diría de repente la voz antes de que el tornado que la envolvía se disipara por completo, dejando ver a una mujer de una cabellera larga y lacada de un negro puro, mientras que un par de gemas carmesí adornaban sus ojos.
'No solo es jodidamente fuerte, sino que también es bonita,' escupió Hades ante la apariencia de la mujer, quien me miraba con ojos desinteresados. Pero antes de que pudiera decir o hacer algo, ella hablaría.
'No interfieras o saldrás herido.'