—En la oscuridad de la noche, la luna tiene forma de plato de plata, colgando alta en el cielo derramando su líquida luz lunar hacia abajo.
Los densos bosques despliegan ligeramente sus verdes hojas y ramajes en el viento de verano. Las cascadas caen estruendosas al fluir, pero los sonidos no logran cubrir el ruido de los grillos de madera de sándalo que chirrían.
Fang Yuan pisó la hierba verde, acercándose silenciosamente a un jabalí de montaña.
Este jabalí tenía su cabeza enterrada, bufando y resoplando mientras escarbaba la tierra esmeralda con su hocico, hurgando entre el suelo y la hierba en busca de gusanos.
El jabalí era un animal omnívoro. No solo comía gusanos, sino que también robaba huevos de ave y era hábil cazando conejos salvajes, ratones, incluso criaturas venenosas como serpientes y escorpiones.
Fang Yuan se deslizó lentamente por detrás del jabalí.
