En un segundo, muchas cosas pueden cambiar: desde la muerte de una persona hasta la desaparición entera de un país.
Hay quienes no le dan importancia a los segundos, pero aquellos que han entrado en contacto con el tiempo saben lo crucial que puede ser un solo instante.
En ese breve lapso, todo puede cambiar. Nadie lo sabía mejor que aquel que fue nombrado y reconocido como el hombre más rápido del mundo.
Y en momentos como este, se alegraba de poseer ese poder. Gracias a su velocidad, ahora podía evitar la muerte de alguien que consideraba su amigo.
De no ser por eso, y por el aviso del ayudante de Batman, estaba seguro de que al día siguiente, el primer anuncio que recibiría al despertar sería la noticia de que el justiciero de Gotham había muerto.
Frente a él, Batman estaba a punto de ser atravesado por una criatura con cuchillas unidas a sus antebrazos. Para cualquier otra persona, todo en esta situación habría parecido completamente extraño, pero para Flash, tras todo lo que había vivido desde que se convirtió en héroe, estas cosas ya eran la norma.
Luchar contra enemigos inusuales, demonios, dioses y locos con tecnología o subordinados extravagantes...
El trabajo era extraño, pero ¿quién era él para quejarse cuando había obtenido el poder de moverse más rápido que la luz? Si hablamos de rarezas, él era una de las más notables en este mundo.
Dejando de lado sus divagaciones, se alegró de haber llegado a tiempo. Si hubiera tardado un segundo más, era posible que Batman estuviera gravemente herido. Esas cuchillas no dejarían simples rasguños.
Sin perder más tiempo, decidió actuar y sacar a su amigo de esa peligrosa situación. Ya se ocuparía del monstruo después; las prioridades eran claras.
Moviéndose más rápido de lo que cualquiera sería capaz de reaccionar, Flash corrió por la pared hasta llegar a la misma altura que Batman. Sin dudarlo, se lanzó hacia él para moverlo a otra dirección.
Cuando lo tuvo entre sus brazos, lo dejó en un piso más abajo de donde habían estado peleando antes.
Antes de dirigir su atención al enemigo, observó las heridas de su amigo. La mayoría no eran graves, salvo las del abdomen y la espalda, pero Batman podría resistir el tiempo suficiente mientras Flash lidiaba con la criatura.
Tras asegurarse, redujo su velocidad al nivel de un humano promedio y dejó que el tiempo fluyera normalmente.
Algunos escombros siguieron cayendo, y tanto Batman como la criatura retomaron sus movimientos. Sin embargo, la situación ya era diferente.
Batman, desorientado, terminó moviéndose bruscamente y chocando contra una pared debido al cambio de lugar. Por otro lado, el enemigo solo voló un poco más y se detuvo de inmediato, como si tuviera conciencia espacial y reflejos extraordinarios. Flash tomó nota de esa información; podría ser útil después.
—Llegas tarde —dijo Batman mientras lo miraba.
—Yo diría que llegué a tiempo —respondió Flash con una sonrisa.
—¿Qué es esta cosa con la que estamos lidiando? —preguntó mientras observaba al ser, que los miraba flotando inmóvil, como si no tuviera intención de atacar.
—No tengo ni la menor idea. Apareció y comenzó a matar gente de forma indiscriminada —respondió Batman mientras se ponía de pie y se recargaba en la pared—. Digamos que, por ahora, es un asesino.
—Y ese asesino te dejó bastante mal, por lo que veo —se burló Flash, sin apartar la vista del enemigo.
—No estaba preparado —contestó Batman con sequedad.
—En ese caso, habrá que terminar con esto rápido —sentenció Flash, preparándose para la batalla.
—Me gustaría quedarme a jugar con ustedes, pero tendrá que ser en otro momento —dijo la criatura con voz burlesca.
—¿Y crees que te dejaremos escapar así como si nada? —lo desafió Flash.
—Inténtalo —respondió el monstruo con una sonrisa.
El ambiente se tensó. Todos sabían que la batalla era inminente, pero lo que los héroes no esperaban era que el enemigo simplemente retrocediera hacia las sombras del piso superior.
—La próxima vez, nadie te salvará —dijo la criatura con una risa escalofriante antes de desaparecer.
Sin perder tiempo, Flash subió al siguiente piso, pero esta vez no llegó a tiempo. Solo alcanzó a ver cómo el enemigo se hundía en el suelo, como si formara parte de él.
Más que desaparecer, parecía que se estaba fusionando con las sombras.
Flash intentó golpearle la cabeza con la esperanza de noquearlo y evitar su huida, pero falló. El monstruo escapó con una rapidez que incluso él no pudo superar.
Por primera vez, su velocidad no había servido de nada.
Olvidándose del enemigo, regresó rápidamente con Batman. Necesitaban atender sus heridas antes de que perdiera más sangre.
—¿Lo atrapaste? —preguntó Batman.
—No, escapó —respondió Flash, frustrado.
Su compañero soltó un suspiro y se dejó caer al suelo. Vaya noche había sido.
—Tengo que llevarte a que te atiendan esas heridas —dijo Flash.
—Llévame a la Baticueva. Alfred me dará tratamiento ahí —respondió Batman mientras intentaba ponerse de pie.
—Lo que tú digas, Bats.
Flash lo tomó por un brazo y emprendió el camino hacia la base del Murciélago
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Todo había estado mal desde la mañana. Se levantó con un fuerte dolor de cabeza y más cansancio del que jamás había sentido.
Era como si hubiera hecho toda una rutina de ejercicio sin haber descansado ni un minuto.
Así que, sí, su día había empezado como una completa basura.
Para empeorarlo, debido al cansancio no pudo pasar su preciado tiempo en la biblioteca de la escuela. Eso le molestaba. No le gustaba que su rutina se viera alterada, no después de lo que había sucedido la última vez.
Dejando esos pensamientos de lado, volvió a prestar atención a la clase cuando escuchó al profesor llamarlo.
—Naruto, necesito que te quedes después de esta clase —le dijo el maestro mientras lo miraba con seriedad.
—¿Estoy en problemas? —preguntó, confundido.
—No, pero hay algo que me preocupa un poco. De todos modos, ya casi termina la clase, y lo que tengo que decirte no tomará más que unos pocos minutos —agregó el profesor.
—Está bien, profesor —respondió Naruto, volviendo su atención a su cuaderno.
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—Entonces, ¿qué es lo que quería decirme, profesor? —preguntó Naruto al quedarse a solas con él.
—Estamos haciendo avisos especiales para nuestros estudiantes debido al asesino que anda suelto —comentó el maestro, visiblemente preocupado.
Naruto, extrañado, se acercó al escritorio.
—En ese caso, ¿no habría sido mejor dar el anuncio a toda la clase? —cuestionó.
El profesor lo observó un momento antes de suspirar.
—Eso lo haremos mañana, con un anuncio para toda la escuela. Pero estamos prestando especial atención a los estudiantes que sabemos que viven solos.
Naruto frunció el ceño, confundido.
—¿Por qué? —preguntó.
El rostro del profesor mostró aún más preocupación.
—Lo que sucede es que los informes de la policía indican que la mayoría de los ataques ocurren cuando las víctimas están solas.
Naruto asintió con lentitud, comprendiendo.
—Entonces están vigilando a los estudiantes sin padres, ya que son los más propensos a morir.
El maestro bajó la mirada antes de responder.
—Me gustaría decirte que no, pero te estaría mintiendo. Sí, hemos hablado contigo y con otros estudiantes en situaciones similares para advertirles que no salgan demasiado tarde por la noche.
Naruto suspiró y asintió.
—Entendido, profesor. Trataré de evitar cualquier salida nocturna para mantenerme a salvo.
El maestro asintió con alivio antes de guardar sus cosas.
—Eso es todo, muchacho. Ve con cuidado a casa y asegúrate de estar lo más seguro posible.
Naruto lo siguió hasta la puerta del salón y, al despedirse, trató de tranquilizarlo.
—No se preocupe, estaré bien.
Aunque esas palabras buscaban calmar a su profesor, también las usaba para calmarse a sí mismo.
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Al llegar a casa, Naruto siguió su rutina de siempre: hacer la tarea, preparar la cena y relajarse un poco. Sin embargo, algo en su interior lo instó a encender la televisión.
No era algo que soliera hacer, pero decidió seguir ese impulso.
Colocó los platos de comida sobre la pequeña mesa de su sala y encendió el televisor mientras cenaba.
Lo que no esperaba era lo que vería en las noticias.
—Se nos informa que el cuerpo de aquel sujeto del que les habíamos hablado antes fue encontrado en un contenedor de basura. Aparentemente, fue descuartizado por el actual asesino que azota Gotham.
Naruto sintió un escalofrío recorrerle la espalda al reconocer las imágenes que aparecían en pantalla. Era el callejón donde había estado hace unos días.
—Según las pruebas iniciales, este hombre habría sido una de las primeras víctimas del asesino, algo que se confirmó por el estado de putrefacción del cuerpo. Lo extraño aquí es que hayan escondido el cadáver en este lugar —comentó el periodista mientras mostraban más imágenes.
Naruto apretó los dientes al ver cómo enfocaban las bolsas de basura que él mismo había usado para ocultar los restos del criminal.
—Como sabemos, este asesino no suele preocuparse por ocultar sus crímenes. Entonces, la pregunta aquí es: ¿por qué esconder el cuerpo?
El joven sintió cómo su cuerpo comenzaba a temblar. ¿No lo habrán descubierto, verdad?
—Lo único que se puede asegurar es que se trata del mismo asesino, debido a los cortes limpios en el cuerpo. Esperamos que esto otorgue a las autoridades alguna pista para detener esta serie de homicidios. Con ustedes, Jake. Regresamos contigo, Emma.
Las imágenes cambiaron a la presentadora del noticiero.
—En otras noticias, esta madrugada se reportó un incidente en un edificio. Varios cuerpos fueron encontrados sin vida, aparentemente asesinados por el mismo criminal que aterroriza la ciudad desde hace más de una semana.
Naruto apenas podía escuchar lo que decía. Su mente estaba bloqueada.
Habían encontrado las bolsas.
El reportaje seguía mostrando imágenes del edificio y de los escombros.
—Las pistas encontradas en el lugar indican que hubo una pelea entre Batman y el asesino. Aún no se sabe quién salió victorioso, pero esto confirma que el Caballero Oscuro está enfrentándose directamente a esta amenaza...
Naruto dejó de escuchar.
Lo habían encontrado.
Todo aquello de lo que había intentado deshacerse ahora estaba en manos de la policía. Era cuestión de tiempo antes de que comenzaran a investigar, a interrogar a la gente, a revisar las cámaras de seguridad...
No me encontrarán. Estoy a salvo, ¿verdad?
Se había asegurado de cubrirse con ropa diferente, usar una gorra y una máscara negra. Además, había revisado que no hubiera cámaras en el callejón.
Estoy seguro. Nadie me descubrirá.
Aun así, su cuerpo temblaba. Su mente estaba en caos, llena de preguntas y dudas.
No me encontrarán. No pueden hacerlo... ¿verdad?
Naruto sabía que las cosas estaban por complicarse. Aunque no quisiera admitirlo, también sabía que, después de esto, ya nada sería igual.
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Esta vez no hay mucho que decir, simplemente gracias por leer la historia.
Muchísimas gracias a aquellos que apoyan continuamente la historia y siguen viendo los nuevos capítulos, tratare de actualizar dos capítulos diarios en los próximos días aunque no prometo nada, de momento es seguro que tendrán su capitulo diario asegurado.
Espero seguir cumpliendo con sus expectativas para esta historia y que les gustando sobre todo.
Por cierto, estoy haciendo otra historia y por si les gusta Fairy Tail pues les recomiendo que se pasen por ella, apenas tiene dos episodios pero al igual que esta tratare de actualizarla diario.
Sin mas que decir gracias por todo y los veo mañana con el próximo capitulo.