Todo se encontraba en el mismo estado de siempre, unos cuantos ruidos en algunos lugares, locales de comida que a pesar de ser tarde seguían teniendo gente, personas en callejones, policías dando sus vueltas en la ciudad.
Todo parecía normal, como si de cualquier ciudad se tratase pero todos sabían que tarde o temprano cambiaría aquella tranquilidad por un infierno.
Siempre era lo mismo, algún loco que decidía darse a conocer, alguna batalla entre grupos de la mafia, podría ser un escape de prisión otra vez o alguna pelea entre súper villanos y súper héroes.
En aquella ciudad los momentos de paz como este eran apreciados mas que en cualquier otro lugar.
Pero esta vez algo había conseguido escapar de su largo encierro, esto no era igual a nada que hubieran visto antes, el era maldad pura.
Mientras la gente pasaba su noche como siempre, en una cierta parte de la ciudad se encontraba una persona corriendo lo mas rápido que podía.
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Aquel hombre no era para nada sobresaliente, no tenia importancia y menos aun portaba con alguna especie de reconocimiento de ningún tipo, era carne de cañón y el siempre lo había sabido.
Afortunadamente de alguna forma a pesar de ser un don nadie siempre había poseído la suficiente suerte como para evitar los problemas.
Nunca había estado en alguna pelea por territorio o en medio de alguna conmoción lo suficientemente grande como para dañarlo.
Todo eso a el le gustaba, si bien la paga no era algo del otro mundo al menos le bastaba para sobrevivir de una buena forma, nada le faltaba y le gustaba ese tipo de vida.
Pero la suerte no tiende a durar para siempre.
Ese día había sido como todos los anteriores, tan solo se trataba de cuidar el lugar del envió y supervisar que todo saliera bien, era el mismo trabajo que muchos de sus compañeros hacían con el.
Unos tipos llegarían para entregar la mercancía y ellos a cambio darían el dinero, todo fácil y rápido como siempre lo había sido, la policía estaba en otros puntos y todo se estaba realizando de forma discreta en la oscuridad de la noche, dentro de un almacén que se encontraba en un área para nada concurrida.
Todo estaba saliendo bien hasta que esa cosa apareció, aquel maldito monstruo llego sin previo aviso y comenzó a matar a todos, algunos intentaron resistirse y le dispararon pero las balas no le hacían ni cosquillas, algunas le rebotaron en la cabeza pero otras simplemente atravesaban su cuerpo.
Pero esa cosa, oh esa cosa, se puede decir con certeza que la persona mas afortunada en ese momento fue aquel que murió primero ya que solo le separaron la cabeza del cuerpo, matándolo rápidamente y sin sufrimiento pero los demás no tuvieron tanta suerte.
Lo primero que hizo fue incapacitar a todos los que se encontraban en el almacén, cortando sus piernas y algunos brazos para que no se movieran del dolor, esto evitó que la gente escapara.
Uno de ellos había conseguido por suerte esconderse rodeado por algunas cajas, consiguiendo así mantener su cuerpo entero y sin ser mutilado por aquel monstruo.
Cuando estuvo seguro que aquella cosa no sabía donde se encontraba decidió asomarse para saber si ya no estaba para poder irse de aquel lugar, ni sus peores pesadillas lo podrían haber preparado para lo que vería en ese momento.
Aquella cosa que por fin podía ver de una manera mas clara tenia cuchillas que sobresalían de sus antebrazos y una especie de armadura corporal que cubría todo su torso junto a su cabeza, impidiendo así cualquier abertura para saber quien o que estaba debajo de aquella armadura, lo más sorprendente de todo es que no tenia piernas, flotaba como si de un fantasma se tratará.
Pero su actuar era mas similar al de un demonio, después de haber incapacitado a todas aquellas personas que estaban en el almacén sin incluirlo a el, fue de uno en uno por todos, se tomo su tiempo para jugar con ellos.
Les dejaba cortes por lo que quedaba de sus cuerpos mientras estos gritaban de dolor o pedían ayuda solo para terminar desmayados por el dolor y la perdida de sangre.
Ellos fueron los mas afortunados ya que debido a las heridas era probable que murieran desangrados pero al menos ya no los torturaría, este monstruo parecía perder el interés en las personas que dejaban de estar conscientes, como si ya no le entretuvieran o dejaran de ser útiles.
Pero si por el contrario conseguías aguantar el dolor de los cortes, esta cosa procedía a cortar cachos enteros de carne, como si fueras un animal que fue llevado al matadero pero en lugar de matarte antes de cortar tu carne el lo hacia mientras estabas vivo.
Al ver esto algunos intentaron alejarse arrastrando sus cuerpos pero esa cosa parecía sentir placer por la desesperación que tenían por escapar, los dejaba alejarse unos cuantos metros de su posición inicial para tan solo después acercarse y cortarles la cabeza.
Todo esto era una maldita pesadilla, los gritos de dolor estaban resonando en todo el lugar y lo hacían estremecerse cada vez que los escuchaba.
Nadie sabia como es que todo comenzó, de un momento a otro aquel maldito demonio apareció sin previo aviso y desde la oscuridad surgió como si de una sombra se tratase, fue ahí cuando todo comenzó.
No podía quedarse mas tiempo o estaba seguro que moriría así que volvió a asomarse, tenia que asegurar una pequeña ventaja de tiempo aunque sea para poder escapar.
Pero al momento de volver a sacar la cabeza de su escondite fue cuando lo vio, su amigo.
Aquel que había entrado al mismo tiempo con el ya que ambos decían que siempre estarían juntos como hermanos en las buenas y en las malas, aquel amigo estaba frente a el, sin piernas y con sangre escurriendo de su boca.
Parecía que se había desmayado después de que la criatura lo torturara pero ahora al recuperar la conciencia y ver la situación de los demás su miedo volvió a surgir, desesperado trataba de arrastrase con toda la fuerza que tenia para escapar de aquel monstruo.
Tal vez había sido por pura suerte o algo pero consiguió arrastrarse mas lejos que cualquiera de los otros, lo suficiente como para estar a menos de un metro de su escondite actual.
Justo en ese momento su amigo alzo la mirada, no podía decir si era para buscar algún lugar donde esconderse o escapar pero ambos habían terminado viéndose a los ojos.
En el momento en que lo vio su mirada parecía haber cobrado vida y con una nueva fuerza renovada comenzó a arrastrarse de nuevo hacia el, tal vez el verlo le había hecho creer que podrían escapar juntos.
Pero aun así no podía solo verlo arrastrarse mientras el se quedaba ahí cómodo solo observando, el era su hermano mas que su amigo y lo había apoyado en todo, cuando estaba en su peor momento le tendió la mano cuando nadie mas lo hizo, no quería hacerse el héroe pero lo menos que podía hacer después de recibir tanta ayuda de su parte era intentar ayudarlo.
Rápidamente miro otra vez en dirección a la criatura para ver donde se encontraba, la suerte le volvía a sonreír o así lo sintió cuando observo como el demonio estaba casi hasta la otra punta del almacén, eran mas de 50 metros entre ellos y esa cosa.
Además, se encontraba torturando a otra persona por lo que no estaba prestando atención a ningún otro lugar, tenia el suficiente tiempo como para traer a su amigo a su escondite y a partir de ahí escapar juntos.
Tomando todo el coraje que podía tener en esa situación decidió arriesgar su integridad para ayudar a su amigo, así que salio rápidamente de su escondite y se acerco sin hacer ruido, una vez que estuvo a su lado le agarro las manos y lo arrastro lo mas rápido que podía sin hacer ruido.
Cuando estuvieron cubiertos por las cajas fue cuando por fin se detuvo, alzo la cabeza y comenzó a mirar a todos los lados posibles para saber donde podría haber una salida.
Justo al fondo en la esquina donde se encontraban había una puerta de emergencia, estaba un poco oculta por algunas estanterías de metal pero no impedían el paso por lo que no habría problema a la hora de correr y salir.
Cuando ya tuvo la salida en la mira tan solo faltaba volver a asegurarse donde estaba aquella cosa, no podía dejar que los atrapara justo en el ultimo momento, cuando estaba por voltear a ver donde estaba el monstruo un repentino escalofrió recorrió su cuerpo entero.
"¿A donde van pequeñas ratas?" aquellas palabras parecían haber sido dichas por una voz grave y distorsionada, el sonido venia de encima de ellos, resistió el impulso repentino de sus instintos que le decían que corriera y miro hacia el techo.
Justo como había anticipado, ahí estaba, el monstruo se encontraba por encima de las cajas que habían servido de escondite para ambos, la vista de esa cosa muy cerca de el lo paralizo al instante, sabía que no existía escapatoria alguna de aquella situación.
No podía luchar contra aquella cosa y eso quedo bien demostrado con sus compañeros, aquellos que estaban muertos y esparcidos por todo el almacén.
Su mano fue apretada con fuerza lo cual lo saco por un momento de aquella parálisis, su amigo estaba observándolo y con la otra mano señalo la puerta, su mensaje era claro pero aun así consiguió escuchar su tenue voz "ve" escucho.
Lamentando su cobardía y debilidad dejo que sus instintos se hicieran cargo, se levanto lo mas rápido que pudo y sin el ser consciente su cuerpo sobrepaso sus propios limites por momentos, permitiendo que tuviera una velocidad mayor a la que jamas había experimentado.
Probablemente la adrenalina y la situación de vida o muerte en la que se encontraba consiguieron este efecto pero a pesar de todo eso aquella voz volvió a sonar con fuerza "corre mas rápido" solo para después de aquellas palabras escuchar el sonido de carne siendo cortada con fuerza.
Eso fue lo ultimo que escucho antes de salir por la puerta de emergencia.
Corrió y corrió con todas sus fuerzas, nada importaba en ese momento se lamentaba por la muerte de su único amigo pero su supervivencia era mas importante, cuando se librara de esa cosa podría pensar en cualquier otra cosa pero ahora no, no era el momento.
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Sin saberlo aquella criatura se encontraba volando por encima de el, observando como aquel mortal corría con todas sus fuerzas para escapar, su miedo, aquel miedo tan puro que hace años no había probado era delicioso.
Su manjar y comida siempre fue el miedo, nació en una guerra y el miedo era lo que mas abundaba, esa emoción tan cruda sobra la cual nadie tenia control, era uno de los pocos sentimientos mas puros e inalterables que existían.
Y esta siempre fue su parte favorita, ver a sus presas tener la esperanza de poder escapar tan solo para minutos después arrebatarles todo, en ese momento es cuando mas miedo expulsan y eso le encantaba.
Tal vez acabo demasiado rápido con los otros pero este mundo aun tenía mortales en abundancia, había mucho miedo por cosechar y sobre todo, ya no se encontraba encerrado.
Mientras el invocador tuviera sus pesadillas el podría obtener el control y hacerse presente en el mundo, nadie sabia de su existencia de momento y tenia que aprovechar el máximo tiempo posible con el antes de que los demás se enterarán.
Si bien le gustaría que aquella persecución fuera mas prolongada no podía darse el lujo de que escapara o alguien mas lo viera y es que no existe temor mas grande que a un peligro desconocido capaz de matarte.
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Casi podía ver la salida, unos metros mas adelante se encontraba una de tantas avenidas principales, con suerte el monstruo se distraería con las demás personas y el podría escapar.
Su cuerpo ardía por el esfuerzo, sus piernas temblaban cada vez que sus pies golpeaban el suelo pero no se podía rendir, no ahora que estaba cerca.
Así que con todo lo que le restaba de energía aumento su velocidad un poco mas con la esperanza de escapar.
Y una vez mas ocurrió lo mismo que al principio, aquella cosa apareció de la nada, como si se materializara frente a el.
Se sorprendió y asusto a niveles iguales pero aun así consiguió corriendo, tal vez podría esquivarlo y escapar, si, el siempre había sido un tipo afortunado así que confiaba en que la suerte le ayudaría.
Lastimosamente para este tipo había dos fallas en su plan, la primera es que la suerte no puede ser usada a su antojo como si con desearlo se pudiera hacer realidad, había algunas excepciones pero la gente en su mayoría carecía de aquella capacidad.
Su segundo error fue pensar que un humano común y corriente como el podría sobrepasar a un monstruo.
Sin ver los errores en su pensamiento e impulsado por el miedo decidió actuar, lastimosamente no llego demasiado lejos al sentir y observar como todo su mundo comenzó a ponerse de cabeza, todo a su alrededor se movió como si ingresara a otra dimensión en la que las cosas estaban de cabeza.
Tarde fue cuando se dio cuenta que no era otra dimensión, simplemente le habían cortado su cabeza y fue justo en ese momento en que todo se apago, su visión poco a poco comenzó a obscurecerse y la ultima cosa que permaneció en su cabeza fue la imagen de aquel demonio.
"No hay mejor sensación que esta" dijo aquella criatura mientras comenzaba a moverse hacia el cuerpo de aquel hombre "gracias, tu miedo fue delicioso" pronunció mientras se alejaba.
"Aun es temprano y todavía queda un poco de tiempo" decía mientras comenzaba a elevarse hacia el cielo una vez más, una vez que estuvo unos cientos de metros en el cielo observo la ciudad mientras hablaba "una comida mas me vendría bien antes de irme".
Y como si de una sombra se tratará simplemente se fue volando, perdiéndose en el cielo oscuro y el bullicio de las calles.
Algo había llegado y el instinto mas primitivo de los humanos estaba por despertarse una vez mas, aquello que los había impulsado a mejorar como especie.
El miedo estaba de vuelta y con el vino algo peor.
Después de todo, todos tenemos miedo.
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Se que dije que haría capítulos mas cortos pero simplemente me perdí mientras lo escribía y no me gustaría borrar nada de este capitulo, los demás si tratare de que sean mas cortos.
Una vez mas una disculpa si es que llegan a ver alguna falta de ortografía o error gramático, si saben donde esta agradecería el comentario para corregirlo.
Gracias por leer este episodio y espero que les haya gustado.
El próximo capitulo tratare de subirlo mañana o pasado mañana.
Si les gusto agradecería que comentaran algo para saber que así fue y entender que les gusta la dirección que esta tomando la historia, pronto se vendrán las peleas así que espero estar a la altura de sus expectativas.
Sin mas que decir gracias por leer la historia y los veo hasta el siguiente capitulo.