El mayordomo sonrió cuando vio llegar a Arwen. Hizo una leve reverencia en señal de saludo —Señorita Joven, usted está aquí. La Señora la estaba esperando.
Arwen le devolvió la sonrisa y asintió —Entremos entonces. He venido para ver a la Tía Beca.
El mayordomo asintió pero luego miró detrás de ella —Señorita Joven, si ha traído a sus amigos, podemos invitarlos a entrar. Son bienvenidos a unirse a la celebración.
Arwen no culpaba al mayordomo. Todavía pensaba que ella se había casado con Ryan hoy, por eso lo sugería. Sin embargo, al mismo tiempo, podía ver las líneas de confusión en sus cejas. Estaba perplejo, tratando de entender por qué en lugar de venir aquí con Ryan, había llegado con alguien más.