Viernes por la mañana
Sonreí mientras caminaba hacia el colegio. Hoy era viernes, y debo admitir que esta especie de comedia romántica en la que me encuentro está siendo bastante entretenida. Me he replanteado si de verdad estoy en un mundo sobrenatural o simplemente en una novela adolescente llena de clichés. Pero, bueno, los últimos días han sido… diferentes.
Algo en Ethan ha cambiado, o al menos parece que ahora no está tan intenso como antes. Supongo que eso es bueno..creo...bueno mi enyras no me fastido mejor para mi....pero Lo único que me preocupa ahora es que, de alguna forma, la gente ha comenzado a prestarme más atención..... Es un problema que no puedo evitar... siendo sinceros, llamar la atención es algo que hago incluso sin intentarlo.... Entre mi extraña competencia con Sophia y Ethan, y mi titulo "misterioso chico del colegio"...quie fue el imbecil que me puso tal titulo..mas bale que no lo encuentre. Suspiré. Da igual.
Miré hacia la entrada del colegio. Allí estaban Ethan y Sophia. Me detuve unos segundos para observar. Al menos, él ya no la ignoraba como antes. Eso es un avance… viendo cómo van las cosas, probablemente yo pierda esta absurda apuesta. Solté una risa para mí mismo. Buen... Pensando en eso, me dispuse a entrar.
Dentro del colegio
Mientras caminaba por los pasillos, me puse a pensar en mi futuro. ¿Qué haría después de terminar el colegio? Medicina… no, eso sería demasiado complicado y comprometedor considerando mi situación sobrenatural. ¿Periodismo? Nah, demasiados tarbajo. ¿Fotografía? Quizás. Era algo que siempre me había interesado, pero aún no estaba seguro.
Perdido en mis pensamientos, algo captó mi atención. Escuché voces cerca del pasillo.
—¿Y ahora qué? —murmuré mientras me acercaba en silencio.
Me escondí tras una de las esquinas y asomé ligeramente la cabeza. Allí estaban Ethan y Sophia. Mi curiosidad ganó, y agucé el oído.
Al fondo del pasillo
—Sophia… —escuché a Ethan decir con un tono que parecía, ¿incómodo? Eso era nuevo.
Sophia lo miraba nerviosa.
—¿Sí? ¿Necesitas algo? —preguntó, casi tartamudeando.
Ethan suspiró, y noté cómo se rascaba la cabeza, algo que hacía cuando estaba incómodo.
—Verás, tengo problemas con la clase de química, así que… —hizo una pausa, como si le costara decir lo que venía—. ¿Podrías ayudarme?
Sophia abrió los ojos como platos, visiblemente sorprendida.
—¿Eh? ¡Sí! Claro que te ayudaría, con gusto —respondió animada, aunque su voz temblaba un poco—. Pero… ¿por qué no le pediste ayuda a Thiago? Si no estoy mal, él tiene la nota más alta en química.
Ethan frunció el ceño. Su expresión se tensó por un momento antes de responder con irritación.
—Sí, bueno… él. No me lo tomes a mal, pero no soporto su actitud. No sé cómo lo aguantas, siendo tu amigo y todo.
Sophia parpadeó, confundida, pero trató de mantener la compostura.
—Entiendo… —murmuró, claramente incómoda. Luego, respiró hondo, intentando mantener su ánimo—. Esto… yo…
Desde mi perspectiva
Desde mi escondite, rodé los ojos. "pues yasomos dos , Ethan, yo tampoco te soporto..imbecil", pensé con sarcasmo. Pero mi atención volvió rápidamente a Sophia. Vamos, Sophia, tú puedes de muestra quien masnda..ponnla mano sobre la maesa y parte.... Este es tu momento...aportas
De vuelta con Ethan y Sophia
Sophia respiró profundamente, como si estuviera reuniendo valor para hablar.
—Yo… bien, te ayudaré. ¿Te parece si nos vemos en la biblioteca después de clases para trabajar en química? —dijo finalmente, tratando de sonar casual.
Ethan asintió con una expresión neutra, casi indiferente.
—Seguro, no tengo problemas con eso. Nos vemos luego —respondió antes de darse la vuelta y alejarse sin más.
Sophia se quedó allí, viéndolo marcharse, y su rostro pasó por una mezcla de emociones: alivio, nerviosismo, y… ¿felicidad? Era extraño, pero parecía realmente contenta de que Ethan le hubiera pedido ayuda.
Mi reacción
Solté un suspiro desde mi escondite. "¿Cómo es que Sophia sigue teniendo esperanzas con este tipo? Es increíble." Ethan había sido seco, por no decir frío, y aun así ella parecía dispuesta a darlo todo. Por un lado, admiraba su persistencia. Por otro… bueno, la apuesta comenzaba.ahhh..sincera mente...me estoy arrepintiendo...
De todos modos, no podía hacer mucho al respecto. Salí de mi escondite y seguí caminando hacia mi clase. Mientras lo hacía, una idea cruzó por mi mente. "Ethan parecía diferente, pero esos cambios repentinos en su actitud…sera bipolar....quisas uno nuca sabe"..y El día apenas comenzaba,
.......
El resto del día transcurrió en lo que parecía una calma extraña, como la que precede a una tormenta. Las clases se sucedieron con la monotonía habitual, aunque no pude dejar de notar cómo Sophia parecía más animada de lo normal, probablemente por su "cita de estudio" con Ethan en la biblioteca.
Por mi parte, intenté concentrarme en mis asuntos. Pero, siendo honesto, la conversación de esta mañana seguía rondando mi cabeza. Ethan no es precisamente un tipo que necesite ayuda académica. Claro, no es un genio, pero tampoco un desastre total. Algo no cuadraba...mi instinto...grita..mehh...paso...lo dejo archivado..el asunto para despues...que se en cargue mi yo del futuro
Cuando sonó la campana que anunciaba el final de las clases, salí del aula con la intención de irme a casa. sali del colegio Pero mientras caminaba por las calles, me detuve al pasar cerca de la biblioteca. Miré hacia adentro por una de las ventanas por puro instinto. Allí estaban Sophia y Ethan, sentados en una mesa al fondo, con algunos libros abiertos frente a ellos.
Desde mi posición
No pude evitar detenerme para observar y escuchar
...Ethan tenía esa sonrisa suya que parecía calculada para desarmar a quien lo mirara, y Sophia… bueno, Sophia lucía como si estuviera en las nubes. Se reía nerviosa cada vez que Ethan decía algo, y aunque trataba de concentrarse en el libro, era evidente que no podía evitar mirarlo cada dos segundos.
--"Esto un desastre ", pensé.
Estaba a punto de seguir mi camino cuando algo me hizo detenerme de nuevo. Ethan miró rápidamente alrededor, como si estuviera asegurándose de que nadie estuviera observando, y luego inclinó ligeramente la cabeza hacia Sophia. Su expresión cambió. Ya no era la típica sonrisa encantadora, sino algo más serio… y tal vez manipulador....aver que tienes para mostrarme
Dentro de la biblioteca
—Sophia, ¿puedo preguntarte algo? —la voz de Ethan bajó de volumen, pero aún alcancé a oírlo desde donde estaba....bueno..con un super oido..quien no
—¿Eh? Claro, dime —respondió ella, algo confundida por el cambio de tono.
—¿Por qué siempre andas con Thiago? —preguntó de repente, con una mirada que parecía más calculada de lo que debería.
Sophia parpadeó, desconcertada.
—¿Qué? ¿Qué tiene eso de malo? Es mi amigo.
—No, no me malinterpretes —dijo Ethan, sonriendo de nuevo, aunque esta vez había algo en su expresión que me puso incómodo—. Solo que… es raro. Él no parece del tipo que se relaciona mucho con los demás. Es como si siempre estuviera… fuera de lugar.
Sophia frunció el ceño, claramente incómoda con el comentario.
—Thiago es un buen amigo. No entiendo por qué tienes que decir cosas así —respondió, cruzando los brazos.
Ethan levantó las manos en un gesto de rendición.
—Tranquila, solo es curiosidad. Me parece interesante, eso es todo.
El eco de mi risa suave resonó en la calle mientras me apartaba de un poco de la ventana.
—Raro... ahhh... —murmuré, dejando escapar una leve carcajada que no podía contener. Pero, , el tono que Ethan había usado no me gustó para nada....
"¿Qué más da?"... Sin embargo, no podía evitar analizarlo más. Poco a poco, las piezas encajaban en mi mente. Una idea comenzó a formarse con claridad inquietante.
—Así que es eso... —murmuré para mí mismo, con una sonrisa burla, y poco de resignación...
El muy cabrón estaba intentando romper mi amistad con Sophia...o lo esta intentado...retrocedía unos pasos, alejándome mas de la ventana. Respiré profundamente, tratando de sacudirme la irritación.
—Bueno, inténtalo... —musité con una risa baja y seca escapándose de mis labios.
Pero, siendo completamente sincero conmigo mismo, no tenía sentido por qué querría hacer algo así. Ethan había sido completamente transparente con Sophia durante los últimos días, lo cual era evidente incluso para alguien que no poseyera sentidos agudos como los míos. ¿Entonces por qué la necesidad ?
—¿Qué ganas con eso? —pregunté en voz baja, aunque nadie estuviera allí para responder.
tenía caso quedarme más tiempo en la calle lleno de pensamientos que no me llevaban a ningún lado.
Mientras caminaba por las calles de la ciudad, mis pensamientos iban a toda velocidad, como un torbellino incontrolable.
"El comportamiento de Ethan está cambiando", reflexioné.
Era innegable. En los últimos días, su actitud se había vuelto diferente, más desconcertante, casi calculada. No sabía si eso era bueno o malo....
—Supongo que solo queda esperar que sea para bien... —suspiré, dejando que las palabras flotaran en el aire mientras mis pasos me guiaban al callejón de siempre.
El callejón era como simpre silencioso, apartado. Al llegar, alcé la mirada hacia el cielo. Nubes densas empezaban a cubrir el sol, oscureciendo lentamente el ambiente. Una ráfaga de viento frío pasó junto a mí, y el aire cargado de electricidad me hizo saber que una tormenta estaba en camino.
Un nuevo pensamiento cruzó mi mente, uno que no había querido admitir hasta ahora: debería hablar con Sophia sobre esto.
Ella parecía tan feliz con su encuentro con Ethan que no quería arruinarlo con mis dudas, pero ignorarlo. Sus sonrisas, sus palabras, incluso sus gestos hacia él... todo eso empezaba a sentirse como algo más que simple cariño..se que le gusta..admitamolos esta enamorada..profunda mente.
—Estoy entre el sí y el no... —admití en voz baja, frotándome la frente mientras dejaba escapar un suspiro cansado.
La sola idea de intervenir me llenaba de incomodidad.
—Esto se parece a un maldito triángulo amoroso... —murmuré con un escalofrío, como si solo decirlo lo hiciera más real.
Sacudí la cabeza de nuevo. No tenía sentido seguir dándole vueltas. Hablaría con Sophia, pero de una manera neutral, sin arruinarle su buen humor. Solo... tenía que abordar el tema con cuidado.
—Esto no va a terminar bien... —susurré para mí mismo, desapareciendo del callejón con un destello apenas visible.
En Casa
Solté un largo suspiro mientras me recostaba en el sofá. Había sido un día..incomodo... pero estaba acostumbrado... Mi vida estaba lejos de ser normal, y Extendí los brazos por encima de mi cabeza, sintiendo el alivio momentáneo en los músculos tensos.
—Bien... cambiemos, comamos algo... y tal vez salga un rato..adespejarme —dije en voz alta, más por llenar el silencio que por necesidad.
Mi apartamento era modesto pero funcional. Había gastado lo necesario para hacerlo cómodo, aunque nada ostentoso. Una televisión, una consola retro para los ratos de aburrimiento... suficiente para mantenerme entretenido en mis largas noches de insomnio. No necesitaba mucho más, considerando que apenas comía y podía pasar días sin dormir si así lo quería.
Mientras me levantaba del sofá, un pensamiento cruzó mi mente:
—¿Cuánto dinero he gastado desde que llegué aquí? —murmuré, caminando hacia la cocina.
Hice un cálculo rápido. Entre el apartamento, los muebles básicos y los pocos lujos que me había permitido, habrían sido unos cien mil dólares. La mayor parte en el departamento, claro. El resto, unos treinta mil en gastos personales.
"Poco, pensé con una sonrisa irónica mientras abría el refrigerador.
Un Cambio de Escenario
Después de comer algo rápido, decidí que era hora de salir. Pero no quería el bullicio de la ciudad ni las miradas curiosas de mis vecinos. Necesitaba tranquilidad.
—Bien, vayamos directo al bosque... necesito despejarme un rato. —Dicho esto, simplemente desaparecí.
En Algún Lugar del Bosque
La brisa fresca golpeó mi rostro mientras reaparecía en un claro apartado del bosque. Respiré hondo, dejando que el aire puro llenara mis pulmones. Era como un bálsamo para el cuerpo, un instante de tranquilidad que parecía casi prohibido en este mundo caótico.
—Oh, sí... esto realmente revitaliza el cuerpo. —Murmuré mientras estiraba los brazos hacia el cielo y soltaba un largo suspiro.
Sin embargo, esa paz se esfumó tan rápido como llegó. Un escalofrío subió por mi espalda, poniéndome alerta. Algo estaba mal.
El aroma me golpeó de lleno, una mezcla peculiar e inquietante de flores silvestres y sangre fresca. No era un olor común, y definitivamente no auguraba nada bueno.
—"¿Qué demonios es eso?"
Mi cuerpo se tensó automáticamente. Este no era el momento de relajarme. Me había dejado llevar por la calma del entorno y olvidé lo más importante de este mundo..
—Vampiros... —murmuré con un tono grave, mientras mis ojos recorrían el bosque en busca de cualquier movimiento.
El olor se intensificaba con cada segundo. No había dudas de que no estaba solo. Ajusté mi postura, listo para cualquier cosa, y me dirigí hacia el origen del aroma.
"Sé que debería huir. La lógica lo dicta, pero... ¿para qué me entrené entonces? Si resulta en un enfrentamiento, al menos tengo la ventaja de mis habilidades. Aunque no fui hecho para el combate..."
Mi respiración se hizo más lenta, más controlada, mientras me deslizaba por el bosque con pasos calculados. Las hojas crujían bajo mis pies, y aunque intentaba no hacer ruido, el silencio del bosque amplificaba hasta el más mínimo sonido.
El aroma a sangre y flores se volvía casi insoportable, una señal clara de que lo que fuera que estaba emitiéndolo estaba cerca. Muy cerca.
—"Esto no es casualidad. Esto es intencional. Me están buscando."
Detrás de un árbol, mis sentidos captaron un movimiento. Mi visión agudizada atravesó la penumbra, y entonces la vi.
Una mujer.
De cabello oscuro como la noche y ojos que brillaban en un rojo intenso, ardientes, como brasas en medio de la oscuridad. Estaba apoyada contra un árbol, con una postura despreocupada, como si me hubiera estado esperando.
—Vaya, vaya... parece que he encontrado al responsable de ese olor tan... intrigante. —Su voz era suave, casi seductora, pero cargada de burla.
Todo mi cuerpo se tensó. No era miedo lo que sentía, pero la amenaza que ella representaba era innegable.
—¿Quién eres? —pregunté con tono neutral, sin bajar la guardia.
Ella sonrió, dejando entrever apenas un destello de sus dientes.
—Oh, qué descortés de mi parte. Soy Liria. —Su voz era como terciopelo, pero senti peligro detrás de las palabras .
—¿Qué quieres? —pregunté con firmeza, mientras analizaba cada uno de sus movimientos.
Ella dio un paso hacia mí, con la confianza de que tiene el control.
—Curiosidad, intriga... y hambre. —Su sonrisa se amplió, mostrando sus dientes —. No todos los días se encuentra a alguien tan peculiar como tú.
—¿Peculiar? —fruncí el ceño, manteniéndome firme—. ¿De qué hablas?
Liria inclinó ligeramente la cabeza, estudiándome como si yo fuera un espécimen raro en exhibición.
—Tu aroma. —Se lamió los labios de forma descarada—. Eres un híbrido, ¿verdad? Mitad vampiro, mitad humano. Un caminante diurno.
Sentí un nudo en el estómago. ...esto esta mal...no hera de los volturis estaba claro...y estoy seguro que hay pocos de los mios entondes como lo supo ella y lo peor,lo había hecho con una precisión inquietante.
—¿Y si lo soy? —respondí con frialdad.
Su expresión se iluminó con un brillo malicioso.
—Interesante... no solo peculiar, sino también delicioso. —Su mirada se oscureció, como si ya estuviera imaginando el sabor de mi sangre—. ¿Me dejarías probarla? Estoy muriendo de sed.
—No, gracias. No quiero morir por anemia. —Mi tono era seco, casi burlón, pero mi cuerpo seguía en alerta máxima.
—Oh, qué lástima. —Rió con malicia—. Entonces no me dejas otra opción. Haré que esto sea entretenido.
Sus palabras eran una declaración de guerra, y su cuerpo se tensó como el de un depredador a punto de lanzarse sobre su presa.
—Ven, inténtalo...—Sonreí con desafío—hoy no se sirve hibrido a la francesa.
Ella soltó una risa baja, cargada de emoción.
—Mientras más te resistas, más delicioso es la comida.
Mi mente trabajaba rápido....bien mi primera batalla.adarlo todo.....uno de los dos no saldría de aquí caminando..y sere yo.
>>>silencio absolto<<<
Ambos nos miramos a los ojos, el silencio envolviendo el ambiente mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte. La tensión era palpable, y respiré profundamente, preparándome para lo que estaba por venir.
—Bien, empecemos, ¿no crees? —pregunté, manteniéndome alerta.
—Claro —respondió Liria, con una sonrisa desafiante.
De repente, como si el tiempo se hubiera detenido, nos lanzamos el uno contra el otro a una velocidad asombrosa. En menos de un segundo, nos encontramos cara a cara. Liria, con un movimiento ágil, lanzó una potente patada hacia mi rostro. Sin embargo, justo antes de que ocurriera el impacto, me volví intangible, dejando que su patada atravesara mi rostro sin causarme daño.
—¿Qué...? —exclamó, sorprendida por mi habilidad.
Pero antes de que Liria tuviera la oportunidad de recomponerse, me teletransporté detrás de ella, fuera de su campo de visión. Sin perder tiempo, ejecuté una patada recta que la golpeó en la espalda, enviándola a volar varios metros hasta estrellarse contra un árbol.
—¡Estruendo! —el sonido del impacto resonó en el aire.
Sin esperar a que se recuperara, apareció frente a ella nuevamente. Liria, aún aturdida, lanzó un gancho derecho, pero me volvió intangible una vez más, dejando que su puño pasara a través de mí sin hacerme daño. Con un movimiento rápido, me acerqué y le asesté un golpe bajo en el estómago.
—¡Gemido! —el aire salió de los pulmones de Liria, dejándola sin aliento.
Aprovechando su debilidad, lanzó un golpe hacia su rostro, derribándola al suelo. Liria apenas podía reaccionar ante la velocidad de los acontecimientos. Tomé un respiro profundo, giré sobre mis talones y la estrellé contra el suelo, manteniendo el impulso, la mandé volar nuevamente contra un árbol.
— ¿Qué pasa...bola de disco andante? —me burlé, observando cómo ella intentaba levantarse—. ¿Dónde quedó tu arrogancia de antes?
—¡Cállate! —gritó Liria, con los ojos inyectados de sangre—. Eres solo un insignificante saco de sangre... nuestro sustento... ni siquiera eres un vampiro real... ¡TE MATARÉ... TE MATARÉ!
—(Risa burlona) —Matarme... bien.... inténtalo.
Observa cómo los ojos de Liria se llenaban de rabia. Sin pensar en lo que había aprendido del intercambio anterior, se lanzó hacia mí, la furia guiando sus movimientos. Justo antes de que lograra tocarme, me teletransporté fuera de su alcance.
Instintivamente, ella se giró, pero ya no estaba allí. Aparecí frente a ella y, con una patada en el pecho, la mandé volar contra otro árbol, destrozándolo en el proceso.
—¡Estruendo! —el sonido del impacto resonó una vez más.
Sin perder tiempo, apareció frente a ella, la tomé de uno de sus pies y la alcé, estrellándola contra el suelo. Pero esta vez, rápidamente me recosté sobre ella, colocando mis manos a ambos lados de su cabeza. Liria sintió el cambio en la situación y se puso alerta, pero ya era demasiado tarde.
—¡NOOOOO! —gritó llena de pánico—. ¡Espera!
—Demasiado tarde —respondí con frialdad.
Con un movimiento rápido, tiré de su cabeza, arrancándola de su cuerpo. Liria quedó inmóvil, sin moverse, mientras yo arrojaba su cabeza a un lado, el eco de mi victoria resonando en el aire.
>>>tiempo despues>>>
Después de batalla con Liria, me quedé de pie.... El eco de mi victoria aún resonaba en el aire pesado. La atmósfera estaba cargada de tensión, y el sol se ocultaba lentamente...apenas visible por la nubes cargas de humeda.
— Tendré que ir a casa por un mechero … —murmuré, dejándome caer sobre la hierba, sintiendo la frialdad y la humedad de la tierra en mi espalda. Cerré los ojos y exhalé—. Al menos gané... ahora sólo falta quemar esto.
Pero algo seguía mal. Sabía que esta victoria no había sido simple, y la idea me atormentaba. Si Liria sabía quién soy… ¿quién más lo sabrá también? Miré al cielo, que comenzaba a oscureser
— Por favor, que no tenga un amante… ya tuve suficiente enfrentándome a uno. No quiero tener que pasar por esto de nuevo. Aunque, siendo realista—lo más probable es que esto se repita… tendré que moverme con más discreción .
Me incorporé lentamente — Es mejor que vuelva a casa por un mechero, quemo el cuerpo y luego… a dormir… por dos días seguidos. Suspiré, resignado, antes de concentrarme y desaparecer.
En casa
Aparecí en la penumbra de mi sala, y me tomé un momento para ajustar mi vista. — A ver… —murmuré mientras recorría el lugar con la mirada—, ¿dónde carajos dejé el mechero? Revolví entre algunos objetos hasta que, al fin, lo encontré. — Aquí estás, —murmuré con una sonrisa satisfecha—. Bueno, vamos allá.
Con el mechero en mano, desapareció nuevamente y regresó al bosque.
De regreso al bosque
Agradecía mi memoria fotográfica. Recordé el sitio exacto de la pelea, lo que facilitó el regreso. El lugar estaba en silencio....
Busqué un par de ramas secas y las apilé con cuidado, formando una hoguera improvisada. Arrastré el cuerpo . — Bien, —dije en voz baja—, vamos a terminar con esto. Encendí el mechero y prendí las ramas.
Observé cómo las llamas se propagaban, lamiendo la madera seca y alcanzando rápidamente el cuerpo en el centro de la fogata. El fuego ardió con intensidad, devorando sin piedad tanto la madera como lo que quedaba de Liria.
— Es bastante conveniente que los cuerpos de los vampiros sean inflamables, —dije, manteniendo una mirada fija en las llamas—liria si me escuchas mandale un saludo a sanpedro de mi parte.
Cuando estuve seguro de que todo había sido reducido a cenizas, me giré y desaparecí de nuevo.
En casa,
Aparecí en casa, esta vez en mi habitación, y estiré los brazos, sintiendo la tensión abandonando lentamente mi cuerpo. — Bien… —me dije con una sonrisa cansada—, un baño y luego directo a la cama..bueno dos dias de descanso...luego colegio...que pereza.
antes de domir escuche como las gotas de agua comenzaban acaer...
El camino al baño nunca se había sentido tan necesario.
—dormir con lluvia...nada mal
>>>continuara<<<