—He estado pensando en esto sin parar, para ser honesta. Antonio, ¿dónde está? —pregunté mientras inclinaba ligeramente mi cabeza hacia un lado para mostrar mi curiosidad de manera exagerada.
—¿Dónde está Antonio?
—¿Sabe siquiera que estoy encerrada en este lugar?
—¿Sabe que Bradon tomó su lugar y se casó conmigo en su lugar?
—¿Está de acuerdo con eso?
—Observé a Bradon mientras mantenía una mirada curiosa en mi rostro mientras esperaba su respuesta. Sentía que se acercaba una tormenta y podía sentirlo aunque no pudiera verlo. Era solo una sensación, pero sabía que había tocado una fibra dentro de él. Aunque su rostro aún no traicionaba ninguna emoción, podía decir que había ingresado de manera voluntaria en territorio prohibido.
—¿Dónde está Antonio? He querido preguntar desde que no terminé casándome con él y definitivamente no estuvo en nuestra boda o en la recepción después... —pregunté tratando de sonar completamente inocente.
