—Hayden… por favor, detente. Tengo miedo... vámonos —suplicé mientras tiraba de su brazo.
—¡Sí! ¡Váyanse! Salgan de mi fiesta —escupió Josh mientras nos sacaba con su mano.
—Tócala otra vez y haré algo más que solo matarte a ti y a toda tu familia —dijo Hayden sin emoción, como si enunciara un hecho.
Era peor que una amenaza, para él, era simplemente la pura verdad. Vi la imagen del padre de Hayden golpeándolo con un arma y podía imaginar que sus palabras se convertían en realidad.