¿Yo primero?
—Está bien... puedes ir tú primero. Seré lento así que... —dije con voz temblorosa.
—Tú ve primero. Es más seguro de esa manera. Si te caes, puedo atraparte. Si te cansas a mitad de camino, puedo esperarte o empujarte hacia arriba... —dijo Hayden, con su tono tan carente de emoción como siempre.
—Está bien... —acepté con hesitación.
—¡La escalera está lista! —oí la voz de un hombre gritando desde arriba.
Hayden se movió hacia la escalera y comenzó a tirar de ella para probar su estabilidad. Una vez que estuvo satisfecho de que la escalera no caería, me hizo señas para que empezara a subir.
Bueno, aquí voy...
Fue una larga escalada pero de alguna manera, logré llegar hasta la cima. Hayden me siguió sin ningún problema. Me sentía extremadamente cansado, y estaba seguro de que mi cuerpo me dolería a la mañana siguiente. Me prometí en silencio hacer más ejercicio.
—Llévala al hospital más cercano —ordenó Hayden a uno de sus hombres.
—¿Y tú? —pregunté en pánico.