Punto de Vista de Hale
Verla entrar al club era como un sueño.
Demasiadas veces en mi sueño la había visto volver hacia mí, y por mucho que mi corazón lo deseara, sabía que no era posible. Ella había sido arrancada de mí, y vivía con ese dolor todos los días. Me sorprendía que no me hubiera matado.
—Tienes que darle una oportunidad, Hale —dijo James suavemente, mientras yo miraba la puerta principal. Damian la había cruzado de mala manera, y yo me quedé confundido, sin mostrar emoción.
—No creo que eso sea posible —dije en voz baja mientras veía a James de reojo negar con la cabeza e irse hacia su habitación.
Mis pensamientos giraban sobre los eventos de la noche, y los recuerdos de Ivy me invadían.
Casi podía saborearla en mi lengua la primera vez que la besé. Sus labios rosados y pucheros esperándome en la habitación contigua para tomarlos una vez más. Sin embargo, la duda se llevaba el protagonismo de cualquier deseo que tuviera por ella.