Es como si me dieran un afrodisíaco, mi ser se balancea y mis ojos parpadean cerrándose ante la sensación de dicha absoluta que me desconcierta.
Los azules oceánicos se dilatan con una glotonería amorosa y hay una necesidad de huir que envuelve mi ser. Sin embargo, no puedo moverme. No puedo hablar. Él posee un control absoluto sobre mi corazón y mi mente como si yo fuera una marioneta. Su marioneta.
Él se arrodilla a mis pies con una lentitud tortuosa mientras intento alejarme de él, pero él no desea nada de eso. Las palmas callosas se lanzan hacia delante para rodear mis muslos por debajo mientras gimoteo descaradamente en voz alta ante la sensación de sus ardientes dedos que derriten mi piel.
Con un tirón fluido, me acuesta plana bajo su cuerpo hercúleo mientras él se cierne sobre mí. Sus ardientes esferas comienzan su perverso camino desde mis ojos tímidos hasta mis labios palpitantes, mi cuello y mis pechos abundantes cubiertos.
Él lo graba, el levantarse y caer de mi pecho oculto bajo la delgada manta de terciopelo con una necesidad carnívora que lo inflama desde dentro. Cada acción mía parece provocarlo y él sucumbe a su llamado.
Sin vacilar ni avisar, arranca la manta de mi cuerpo exponiendo lo que deseaba ocultar. Su respiración se endurece y cambia a una de pesadez por lo que está viendo por primera vez. Mi desnudez estimulante que una vez lo hechizó.
Él ha estado hambriento, puedo verlo porque él me lo revela. No puedo manejar esto, la manera en que me mira es tan sensual que no puedo soportarla. Cubro mis pechos y mi coño sin vello con mis palmas apartando la mirada de él, mis mejillas arden con vigor pero él lo saborea, cómo mi piel pálida se enrojece y se ruboriza ante su despliegue abierto de deseo insondable por mí.
Mi bendición lunar avanza rápidamente para tomar mis muñecas y enjaularlas sobre mi cabeza, no le gusta cuando me oculto de él. Esto lo provoca aún más. Cierro fuertemente mis piernas rogando a la diosa que él no pueda oler mi sed insaciable por él que gotea por mis muslos internos erótica y salvajemente expulsada por mi coño empapado. Estoy cachonda, muy cachonda.
Inconscientemente empiezo a frotar mis muslos juntos como un medio para calmar mi coño dolorosamente palpitante que llora e implora que él me desfloree y la bestia lo percibe con claridad, no hay movimiento de mi parte que pase desapercibido por él. Él ve todo, él siente todo y él imprime todo.
Mis pezones rosados y maduros están descaradamente erectos, sobresaliendo en atención, exigiendo ser probados por su lengua. —Fobos —Un gemido incontrolable de deseo sale de mis labios y sus ojos se agrandan ante lo que he hecho.
Es como si hubiera activado algo que pacientemente se escondía dentro de él. Hay una variación en su aura mientras los feromonas dominantes caen crudos de cada uno de sus poros para saturar el aire a nuestro alrededor, la bestia se colapsa y renuncia a su control magistral para rendirse a mi cebo.
Su boca se abre amplia mientras salta hacia abajo para succionar mi pezón derecho, tirando del sensible bulto mientras mi cabeza cae hacia atrás sobre el colchón y un gemido vulgar se escapa de mis labios. Los sonidos húmedos y lascivos de sus chupadas invaden mis oídos mientras sus palmas agarran mis muslos separándolos con vulgaridad para acomodarlo.
Mi macho rápidamente desabrocha sus pantalones liberando su polla en tensión a mis ojos abiertos, es la primera vez que la contemplo. Siempre me cohibía de hablar de ello o de prestar atención a imágenes de eso porque quería que todos mis primeros momentos fueran con él. Es verdaderamente enorme y larga, observo las venas protuberantes que recorren hasta la cabeza de su masa y la pesadez de sus bolas que se balancean con cada movimiento que él expone para mí.
Me ahogo en mi aliento por lo que mis ojos graban en los abismos de mi mente desde su vello púbico que cubre sobre su pene hasta lo duro y extravagantly hinchado que está, simplemente dolorido por liberarse. Sus travesuras son rápidas y frenéticas como si algo dentro de él exigiera que me folle tan pronto como sea posible, no hay amor en sus maneras es pura lujuria esto es todo lo que veo y eso... eso me mata.
Él sube mi vestido dejando al descubierto mi sexo lloroso para él, su boca salivadora lo veo tan claro como el día. Agarrando su polla en su mano, la coloca sobre mi coño justo encima de mi clítoris y labios y jadeo ante sus movimientos ágiles y despiadados.
—Fobos espera, no estoy segura de esto —empiezo a protestar, pero él no presta atención a mi incomodidad que comienza a aumentar en nuestra situación actual. Mi pasión se evapora hasta morir y es reemplazada por las emociones de mi corazón y las dudas de mi mente.
—Él agarra mis piernas y las enrolla firmemente alrededor de su cintura, sus palmas se colocan planas a cada lado mío mientras levanta su cuerpo posicionándose sobre mí. Lentas empujadas febriles comienzan sobre mi coño virgen y sano cubriendo su polla con mi fluido espeso, la sensación es indescriptible ya que me proporciona un placer mucho mejor de lo que soñé recibiría con él.
—Ahora lo entiendo, él está persiguiendo lo que le exigieron. Él les dará a sus lobos un heredero al llenarme con su semilla esta noche. Mi corazón se desgarra pero él no puede oír el sonido desgarrador del mismo.
—Sus vigorosos empujones forzados, sus gruñidos retumbantes de placer y sus perversos azules, capturo instantáneas de ellos con mi mente. ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te hago sentir? ¿Es mucho mejor de lo que imaginaste como lo es para mí?
—Yo maúllo... él gime.
—Yo sollozo... él se estremece.
—Yo me ahogo... él existe.
—Mírame. Mírame, mi macho. ¿Cómo sabrás que es tu hembra a quien estás acariciando si ni siquiera me dedicas una sola mirada de afecto?
—¿Dónde está mi beso, Fobos? La primera y última vez que me besaste fue cuando tenía dieciocho años y desde entonces lo he anhelado, sentir tus labios sobre los míos con cada aliento que tomaba. ¿Dónde están mis palabras de seguridad o amor? ¿Por qué no dices que me extrañaste o cuánto te alegra que sea tuya?
—¿Por qué no me hablas? ¿Por qué no me muestras tus emociones? ¿No puedes ver que me traes un sufrimiento infinito, confusión e incertidumbre? ¿Por qué no me tranquilizas, simplemente abrázame y alivia mis miedos? ¿Por qué?
—¿Es esto todo lo que quieres de mí? ¿Solo follarme? Entonces hazlo, me quedaré quieta para ti —susurro débilmente en la noche mientras giro mi cabeza hacia un lado quedando tan quieta como puedo mientras mis lágrimas dolorosas empapan la almohada.
—Él se detiene y por primera vez, sus ojos se fijan en mi rostro.
—Hay un silencio tenso que nos consume, el ambiente apasionado ha perecido. El único sonido que se puede oír es mi sollozo tenue. Esto no es lo que quería para cuando él tomaría mi virtud, todo sobre mi vínculo de compañero es sombrío y doloroso. Me pone a prueba con cada día naciente.
—Palmas perversas agarran mis hombros mientras él me levanta para sentarme, sus dedos agarran mi mandíbula con rudeza mientras dirige mi cara para encontrarse con la suya.
—¿Por qué actúas así cuando estás bastante acostumbrada a tener un macho entre tus piernas? —él pregunta audazmente, sus ojos sumergiéndose profundamente en mi alma.
—No pienso dos veces mientras mi palma derecha se levanta rápidamente para golpear su mejilla con furia, el sonido de ello resonando a través del silencio. Su rostro es impulsado hacia un lado mientras él tranquilamente registra lo que acabo de hacer. Las primeras palabras que me dirige en años y esto es lo que declara, la audacia de este macho de matarme de esta manera con sus palabras y acciones es increíble.
—Vete. —Escupo dolorosamente fulminándolo con la mirada mientras las lágrimas deprimidas fluyen por mis mejillas rojas mientras mi alma sangra por las palabras que pronunció sin remordimientos.
Su mandíbula se aprieta y su puño cerrado tiembla, pero no pronuncia otra palabra. Me levanto vacilante de la cama arreglando mi vestido y llevándome la manta de terciopelo mientras marcho hacia el otro lado de la tienda, me derrumbo en el suelo duro y acerco mis rodillas al pecho e ignoro completamente su existencia.
Fobos también se levanta, pero no sale de la tienda como le ordené que lo hiciera, más bien camina con seguridad hacia mí mientras me alejo más de él.
Agachándose a mi lado, un suspiro tenue se le escapa. —Ven aquí. —Él pronuncia con suavidad extendiendo su palma para abrazarme.
—No, no me toques nunca. —Grito con furia mientras mis ojos borrosos lo escudriñan con ira mientras él se retira de mí.
—Dame tu vestido.
—No.
—Entonces te lo quitaré.
—No te acerques a mí o te golpearé de nuevo. —Lo amenazo mientras intento escapar de su ser abrasador. Es como si agujas penetraran profundamente en mi corazón, duele.
—Todo lo que necesito es tu vestido.
—¿Para qué?
—Para evidencia para mis lobos.
—¿Y por qué debería presentárselo a ti?
—Porque tú eres su Luna.
Aparto una vez más la mirada de él, sopesando si cumplir o no con su solicitud. No deseo engañarlos, pero tampoco quiero decepcionarlos o disgustarlos solo por mis pruebas con mi macho. Ellos merecen algo de luz en su vida, algo que esperar.
Así que lo hago. Cubriendo mi cuerpo debajo de la manta, me despojo de mi vestido lanzándolo sin otra mirada hacia él mientras él lo atrapa hábilmente con facilidad y con un gesto de agradecimiento lo lleva hacia la entrada de la tienda.
Garras afiladas emergen y él intencionadamente hace jirones el vestido en unas pocas partes solitarias esparciendo los pedazos fuera de la tienda sobre el suelo de césped. Quiere mostrarles que tuvimos un apareamiento vehemente y hay una alta probabilidad de que lleve su cachorro.
Cubro mis ojos con la tierna carne de mis palmas, meciéndome sobre las almohadillas de mis pies mientras intento moverme de una manera que pueda aliviar la angustia de mi alma.
¿Cómo viviré ahora que mi macho ha mostrado concluyentemente sus verdaderos sentimientos hacia mí? ¿Cómo respiraré cuando mi bendición lunar me encuentra abominablemente impura?
~~~
N/D
Hola, mis pequeños lobos,
¡Espero que hayan disfrutado este capi! Solo para evitar confusión, tanto las virtudes de Fobos como las de Tea siguen intactas, él no la penetró.
La tradición de bienvenida de cinco etapas:
1. La ululación de bienvenida
2. El sacrificio de la oveja
3. La oferta de regalos
5. La limpieza de la Reina
El segundo día de su tradición de bienvenida tendrá lugar en el próximo capi. ¿Cuál de las cinco etapas les gustó?
No olviden,
UNIRSE AL GRUPO PRIVADO: https://www.facebook.com/groups/authorlizzyfatima
DAR LIKE & SEGUIR MI PÁGINA DE FB: https://www.facebook.com/Lizzy-Fatima-110539484538446