—¿Qué es esto? —tomando el sobre extendido de su mano, Leonica suavemente peló los bordes, sacando el papel blanco con letras negras impresas y leyéndolo.
Al segundo siguiente, sus ojos se abrieron de par en par por la incredulidad y la sorpresa también. El contenido del papel era una cooperación entre su empresa Imperio Romero y la conocida empresa familiar, Industrias Richardson.
Era la cooperación que había estado esforzándose por conseguir, sin querer trabajar con la empresa de Gabriel después de todo el alboroto que había ocurrido y después de un mes y medio, casi dos meses, aquí estaba... ella lo tenía en su poder.
Si la etiqueta lo permitiera, Leonica habría rodeado con sus brazos el cuello de Arvan y lo habría atraído hacia ella en el abrazo más apretado y feliz. Sin embargo, la etiqueta no lo permitía y, hablando desde un punto de vista, su punto de vista, ella y Arvan no eran tan cercanos todavía.