Chapter 4 - Un Golpe Decisivo

El coloso continuaba rugiendo, su cuerpo cubierto de heridas que no parecían ser suficientes para detener su furia. La lluvia de hechizos y ataques mágicos que le caían encima no hacían más que enfurecerlo, y su tamaño descomunal lo convertía en una fuerza de la naturaleza difícil de contrarrestar. Aleron, sin embargo, no se sentía derrotado. Cada golpe que el Grifo Mítico propinaba, cada hechizo lanzado por los demás estudiantes, era un paso más cerca de la victoria.

"¡No podemos seguir de esta manera!" gritó Aria, mientras lanzaba un hechizo de relámpagos contra el coloso, que apenas se inmutaba. "Si seguimos atacando sin estrategia, nunca lo derribaremos. ¡Necesitamos algo más, Aleron!"

Aleron frunció el ceño, sintiendo la presión de la batalla sobre sus hombros. El vínculo con el Grifo Mítico era fuerte, pero él no podía hacerlo todo por sí solo. Necesitaba encontrar una manera de maximizar el poder de su bestia y usar su energía de manera más eficiente. Sabía que tenía que ser más estratégico.

En ese momento, su Panel de Estadísticas brilló de nuevo, como si respondiera a su necesidad de más información. Las palabras "Vínculo Bestial: Potencial Desbloqueado" aparecieron en la pantalla, junto con una nueva notificación.

Panel de Estadísticas:

Grifo MíticoPoder: Tres EstrellasHabilidad: Vínculo Bestial (Potencial Desbloqueado)Dificultad para Domesticar: BajaEstado del Vínculo: FuerteHabilidad Adicional: Vuelo Rápido / Defensa AéreaNueva Habilidad Desbloqueada: Llamado del VínculoHabilidad de Aleron: Canalización de Energía (Nivel 1)

Llamado del Vínculo. Aleron leyó el nombre de la nueva habilidad con sorpresa. No sabía qué significaba exactamente, pero de alguna manera sentía que esa habilidad era clave para cambiar el rumbo de la batalla.

El Grifo Mítico, al ver la expresión decidida de Aleron, dejó de atacar al coloso y se posó en el suelo, observando a su domador con atención. Aleron cerró los ojos y comenzó a concentrarse, sintiendo el poder de la bestia fluir a través de él, guiado por el amuleto que siempre llevaba al cuello. La energía mágica comenzó a elevarse en su cuerpo, y con ello, la conexión con su bestia creció más fuerte.

"Llamado del Vínculo", murmuró Aleron, intentando canalizar la habilidad.

El Grifo emitió un grito de guerra y levantó las alas, comenzando a rodear a Aleron en círculos. A medida que el vínculo se intensificaba, la criatura comenzó a brillar con una luz dorada, una energía mágica más pura y más densa que nunca. Los demás estudiantes, al ver esto, se detuvieron un momento, impresionados por el espectáculo.

"¡¿Qué está haciendo?!", exclamó Aria, observando la escena.

Aleron sintió cómo una gran cantidad de energía mágica comenzaba a fluir fuera de él, canalizada hacia el Grifo. En ese momento, comprendió lo que estaba sucediendo. El Llamado del Vínculo no era solo un ataque o una habilidad de defensa. Era un despertar de poder, una forma de compartir la totalidad de su energía mágica con su bestia, empoderándola más allá de sus límites.

"¡Ahora, Grifo!" gritó Aleron, sintiendo que la conexión alcanzaba su punto máximo.

El Grifo lanzó un rugido ensordecedor, sus alas batiendo con una velocidad increíble. La luz dorada que lo rodeaba estalló en una poderosa explosión de energía, y el coloso, que ya se había reagrupado para atacar, fue golpeado de lleno por la onda de choque.

La fuerza de la explosión derribó al coloso momentáneamente, haciendo que su enorme cuerpo se tambaleara y cayese de rodillas. La tierra tembló bajo su peso, pero la bestia, aunque herida, no estaba derrotada.

"¡Lo hemos logrado, Aleron!" Aria gritó, sorprendida. "¡El coloso está debilitado!"

Aleron no respondió de inmediato. A pesar de que el coloso estaba en el suelo, todavía no estaba completamente fuera de combate. La energía que había canalizado hacia el Grifo lo había dejado agotado, y su respiración se volvió entrecortada. El esfuerzo había sido enorme, pero sabía que ahora era el momento.

"¡Todos, atacad ahora!" ordenó el maestro Kael, quien había estado observando con atención. "¡Usad vuestros ataques más poderosos! ¡Este es el momento de acabar con él!"

Los estudiantes comenzaron a lanzar hechizos en combinación, uniendo sus fuerzas en un torrente de energía mágica. El coloso, debilitado, comenzó a levantarse, pero su movimiento era torpe, lento. La bestia luchaba por mantenerse de pie, mientras los hechizos y las armas mágicas se estrellaban contra su cuerpo, perforando sus escamas y debilitando su resistencia.

Aleron, viendo la oportunidad, gritó a su Grifo: "¡Hazlo ahora! ¡Termina con esto!"

El Grifo Mítico, ahora potenciado por el Llamado del Vínculo, se lanzó hacia el coloso con una velocidad imposible para una criatura de su tamaño. En un solo movimiento, la bestia se elevó en el aire y, con un giro impresionante, clavó sus garras en el cuello de la criatura gigante. La energía mágica que emanaba del Grifo aumentó, y con un poderoso grito, la criatura lanzó su ataque final.

Una ráfaga de energía pura atravesó el cuerpo del coloso, haciendo que su enorme figura se desplomara de forma definitiva. El campo de batalla quedó en silencio, solo interrumpido por los últimos ecos del coloso cayendo pesadamente al suelo.

Aleron cayó de rodillas, agotado por el esfuerzo. Su mente estaba nublada por el cansancio, y su cuerpo pedía descanso. El Grifo, aunque igualmente exhausto, aterrizó suavemente a su lado y se agachó para apoyarse en él. Aleron sonrió, sintiendo una gratitud profunda por su bestia. Habían logrado lo que parecía imposible.

"Lo logramos", dijo Aleron, apenas audible.

"Vaya", dijo Aria, acercándose con una expresión de asombro. "Pensé que nunca lo conseguirías, pero... lo hiciste. Derrotaste a un coloso. Eso no es algo que cualquier domador de bestias pueda decir."

Aleron la miró con cansancio, pero también con una chispa de orgullo. "Este es solo el comienzo."

El maestro Kael se acercó a ellos, su rostro serio pero satisfecho. "Bien hecho, Aleron. Has demostrado un gran potencial, no solo como domador de bestias, sino también como líder. Este ha sido un enfrentamiento impresionante. Pero recuerda... los desafíos solo aumentarán. Este mundo no tiene piedad."

Aleron asintió, levantándose lentamente. "Lo sé. Pero no me detendré. Voy a ser el mejor. Seré el Maestro de Bestias más poderoso."

La batalla contra el coloso había terminado, pero el verdadero desafío apenas comenzaba.