Chapter 4 - Capitulo 1: parte 3

Las mujeres que se encontraban encerradas en la jaula del cuarto del líder eran:

 Haruka, una humana con una estatura de 170 centímetros aproximadamente, su piel era casi tan blanco como la nieve, su cabello era de un negro profundo al igual que un eclipse, sus ojos eran de un verde jade. Tiene 24 años de los cuales 4 de estos lleva encerrada.

Miyabi era una nekomimi, estos son seres que poseen forma humana, pero tienen rasgos de felinos como sus orejas y cola, su estatura es de 165 centímetros aproximadamente, tenía una figura muy sensual, por las curvas de su cuerpo, el color de su cabello al igual que sus orejas y cola eran rubias, sus ojos eran celestes. Tenia 21 años de los cuales lleva encerrada 2.

Kurayami era una humana, media 165 centímetros, su pelo al igual que sus ojos tenían una tonalidad rojiza, tenía varias cicatrices de espada por todo su cuerpo, la más notoria era una que tenía en la nariz. Tenía 28 años de los cuales 6 lleva encerrada.

Yokubo, el líder, me entrega a los brazos de Haruka.

"Cuídenlo, será mi nuevo vasallo"

Dice con un tono despreocupado.

Haruka, temblorosa, me toma entre sus brazos. En su rostro podía verse el miedo y la tristeza que cargaba.

"¿No es muy pequeño para ser un vasallo?"

Dice casi susurrando, con una voz temblorosa.

"Por ahora lo es, pero cuando crezca podrá usar magia del linaje real, por lo cual me podrá ser útil."

Al escuchar esto el rostro de Haruka se ilumina.

"¿Y cómo se llama?"

Pregunta Haruka mientras me acariciaba el rostro con uno de sus dedos.

"Pónganle uno ustedes, no me importa"

Dice mientras mostraba un gesto de desinterés. Al terminar de hablar se voltea, yéndose del cuarto.

"Se llamará Shikei"

Dijo Kurayami, mientras se encontraba sentada en el piso con la espalda contra la pared, su voz sonaba firme.

"Bien ese será tu nombre entonces, Shikei"

Dijo Haruka intentando fingir una sonrisa en su rostro.

Miyabi, quien se encontraba en la esquina contraria a nosotros, voltea ligeramente para verme; el gesto en su rostro era uno deprimido.

Al sentir una mirada volteo hacia ella, lo que provoca que ella quite la mirada.

Durante el tiempo que pase ahí, Yokubo solía llevarme a pasear por todo el calabozo, gracias a esto aprendí que el calabozo contaba con tres pisos subterráneos y uno al exterior, en este último antes vivían los esclavos, pero a partir del intento de fuga, estos fueron mandados a los dos últimos pisos, en el nivel más profundo se encentran los esclavos que poseen habilidades de pelea o saben usar su magia, ellos son privados de toda luz al ser encerrados en cuartos de 1.5 metros por 1.5 metros, las paredes de los cuartos están echas de cristales de mana, los cuales son capaces de absorber todo el mana que los rodea; en un piso superior estaban las mujeres y los hombres que sean incapaces de luchar.

En cada paseo Yokubo me dejaba ver a Yume, la hija de la mujer que se sacrificó por mí, este nombre fue puesto por su actual madre nodriza.

Cuando veía a Yume, intentaba ver si tenía algún rastro de abuso mientras fingía que jugábamos.

8 meses después de comenzar a vivir en esta jaula pude caminar, Haruka me aplaudió y lo celebro de una manera demasiado exagerada, se notaba el esfuerzo que daba en forzar una actitud alegre, no le tome mayor atención a su reacción, ya que pensé que se debía al miedo hacia Yokubo.

Durante todo este tiempo, nunca olvide la promesa que me hice antes de renacer, la promesa de volver a ver a mi amada, me sentía ansioso todos los días, al pensar que estaba desaprovechando cada momento en que no hacia algo para poder verla, lo único que podía hacer era pensar un plan en cómo lograr mi objetivo, pero todos eran imposibles en mi estado actual, el pensar que lo único que podría hacer era esperar, provocaba en mi un sentimiento de impotencia y cada día me repetia que si algo le pasaba seria solo mi culpa, me detestaba.

La única forma de lograr algo en mi estado actual seria usando a los demás esclavos, pero esto seria imposible ya que Yokubo se encargo de destrozar el espíritu de cada uno.

"Llevo aproximadamente 9 meses vivo, el ser que me mando aquí me dijo que le quedaban 21 años por lo que me quedan 20 años con 3 meses aproximadamente, debo aprender a controlar mi magia lo antes posibles, aunque con este cuerpo tengo varias limitaciones aun"

Pensaba mientras Haruka me mecía en sus manos.

"¿En qué tanto piensas pequeño niño?"

Me pregunto mientras acercaba su rostro al mío.

 la mire seriamente como siempre, verla tan directamente me provocaba un sentimiento extraño, desde el día en que Haruka mientras era violada por Yokubo, este le comienza a golpear salvajemente hasta el punto de quedar inconsciente durante unos minutos, lo cual no le importo a Yokubo y siguió abusando de ella.

Cada vez que una de ellas era abusada, las demás se tapaban los ojos y oídos.

Cuando termino de usarla ella ya había retomado la conciencia, la llevo a rastras del brazo hacia la jaula tirándola adentro como un costal de arroz, para luego cerrar la jaula e irse del cuarto como si nada hubiera pasado.

 Kurayami se da cuenta de que Yokubo había terminado, al escuchar las rejas abrirse, por lo que se quita las manos de la cara viendo a Haruka en el piso muy mal herida, así que rápidamente llama a Miyabi.

"Miyabi ven rápido, intenta curarla"

Al escuchar que la llaman, va de la esquina donde estaba sentada a donde Haruka, Miyabi pone sus manos sobre el rostro de Haruka, estas comienzan a brillar de un color verdoso, lo que significaba que estaba usando su magia curativa [curación básica].

Haruka quita la mano de Miyabi, provocando que deje de curarla, para acercase ferozmente hacia mí.

En aquel momento me encontraba sentado en la esquina contraria viendo todo lo que sucedía, la verdad no era algo que me sorprendiera, ya que había pasado varias veces; aunque, nunca fue tan grave como esta vez, cuando la vi acercarse tan rápido me asuste, debido a que nunca la había visto tan alterada.

Se le dificultaba abrir ambos ojos por la hinchazón de su rostro, así que los mantenía semi abiertos, en su rostro había varios hematomas de color verde, su nariz estaba rota y de sus oídos chorreaba sangre.

me carga con sus dos manos, alzándome por encima de su cabeza con los codos flexionados, mientras sus brazos tambaleaban, con una voz temblorosa y aguda como si se estuviera aguantando las lágrimas me dice.

"¡TU DEBES LIBERARNOS, NOS LO DEBES!"

Kurayami voltea viéndome directamente sin ninguna emoción en su rostro, mientras que Miyabi solo baja la cabeza sin poder ver la expresión en su rostro.

La voz de Haruka al finalizar de hablar se corta, pero retoma la palabra ahora con un rostro furioso al igual que su voz.

"¡SOMOS LO UNICO QUE TIENES MALDITA SEA!"

Mientras hablaba, la fuerza de su voz iba perdiendo intensidad al igual que su cuerpo, provocando que se tambaleara, para al final caer en el piso desmayada.

Caigo junto con ella, golpeándome levemente la cabeza contra el piso.

Gracias a este suceso había entendido el porque de sus actitudes tan exageradas, no era por miedo a Yokubo ni mucho menos porque tengan algún aprecio hacia mí, era porque me necesitaban para escapar; querían que al crecer sintiera una deuda lo suficientemente grande, por haberme criado, capaz de hacerme sentir obligado a poner en riesgo mi propia vida para salvarlas.

No las culpe por querer usarme, estuvieron demasiado tiempo encerradas y solo vieron una forma de salir de su calvario, el único culpable de que todo esto sucediera era ese maldito dios, el cual se quedaba sentado viendo como esta gente sufría sin razón alguna más que su diversión.

Al año con siete meses de haber renacido, comencé a hablar frente a los demás, pensaba que era un tiempo prudente en el que podría comenzar a hacerlo sin levantar alguna sospecha, pero al parecer me había equivocado, ya que cuando Haruka me escucho hablar se sorprendió, diciendo que una edad muy temprana para hablar.

El mismo día, cuando Yokubo entro al cuarto y vi que se acostaba en su cama, dije con intención de que me escuchara.

 "Haruka"

Dije esto, para que de esa forma tuviera un registro de mis avances y así me tome como su vasallo lo más pronto posible cuando tenga un mayor avance, quería que me tomara como su vasallo debido a que así se me concedería mayor libertad.

Elegí decir estas palabras; puesto que como paso más tiempo con ella, seria coherente que la primera palabra en aprender es su nombre.

Pero tan pronto me escucho, enojado voltea hacia mí, para luego pararse y dirigirse hacia la jaula, abre esta, por lo cual todas se asustan al verlo tan irritado.

Voltea hacia Haruka, para luego sujetarla del brazo, arrastrándola por el piso y con un tono furioso le grita.

"¡Ven aquí maldita sea!"

Este le lleva a una pared para luego golpearla brutalmente, desfigurándola por completo, mientras le dice con un golpe entre cada palabra.

"¡¿POR QUÉ MIERDAS MI HIJO TIENE QUE DECIR TU ASQUEROSO NOMBRE PRIMERO?!

Al escuchar esto entendí todo, el porque me dejaba ver a Yume o porque me llevaba por todo el calabozo o lo mas importante el porque decidió que viviera en la jaula cerca de él, ya que podía poner un collar de esclavista como a los demás y de igual forma el podría controlarme, no había necesidad de que viviera ahí.

Pero algo no cuadraba… ¿por qué si era su hijo yo seguía siendo un esclavo? o ¿Cómo sabe que yo soy su hijo si mi madre es una esclava?

Miyabi al escuchar esto queda sorprendida y dice entre dientes.

"Pero Kage nunca pudo tener un hijo como el quería"

Al escucharla entendí más, al parecer Kage era mi madre, la cual debió ser una de sus esclavas personales. Lo mas posible es que la eligió debido a su magia, debido a que esta pocas veces es pasada al hijo varón, la mayoría de sus hijos debieron ser vendidos como esclavos por eso los rumores de los demás hijos de mi madre, pero ¿Por qué seguía siendo un esclavo?

Haruka cae de rodillas al piso y en este comienza vomitar, su rostro se llenaba de lágrimas.

Yokubo al verla en el piso la patea en el rostro haciendo que quede inconsciente.

El rostro de las demás hacia notar que no entendían nada.

Yokubo arrastra a Haruka nuevamente hacia la jaula, tirándola dentro y rápidamente voltear hacia mi con una mirada tan intensa que me hizo temer por mi vida, pero apenas me vio retroceder una de mis manos por el miedo, este chasque su lengua y se va del cuarto.

Miyabi y Kurayami se acercan donde Haruka yacía tendida, Miyabi intenta curarla con su magia [curación básica] como siempre lo hacía, pero esta, después de un rato intentándolo, reacciona asustada abriendo completamente sus ojos.

Haruka comienza a convulsionar; al intentar respirar esta no podía, ya que su nariz estaba rota y su garganta parecía obstruida por algo.

Kurayami alterada le dice a Miyabi.

"¡Has algo maldita sea, se está muriendo!"

"¡Eso hago! ¡Pero sus heridas son muy graves y no tengo la suficiente mana como para usar magia más avanzada, lo único que puedo usar ahora es curación básica!"

Responde Miyabi de forma muy veloz, mientras sus manos cada vez se envolvían por un aura verde más grande.

De pronto Haruka deja de convulsionar y Miyabi baja la cabeza.

"Ee…sta.. MUERTA."

Al decir esto comienza a derramar lágrimas, estaba en shock.

Kurayami le grita enojada, mientras la sostiene de los hombros sacudiéndola de forma violenta.

"¡¿Como que está muerta?!

Miyabi alza la cabeza mirándola directamente, dejando ver su rostro lleno de lágrimas.

Kurayami la suelta y se sienta en el piso en silencio.

Estuvimos con el cuerpo durante varias horas, las dos chicas lo miraban como si esperaran que despierte.

Yo no sabia que hacer, solo me encontraba en la pared pensando en lo que había pasado.

"¿Por qué dije su nombre? Talvez si no lo hubiera dicho ella seguiría viva"

repetía en mi cabeza, sentía que todo era mi culpa y así lo era. Otra persona había vuelto a morir por mi culpa.

Después de varias horas Yokubo vuelve, cuando entra lo primero que nota es el olor por lo que se acerca a la jaula, dándose cuenta del estado de Haruka. Este sale del cuarto y a los minutos entra un esclavo quien se lleva el cuerpo.

Las chicas solo miraban como el cuerpo era llevado, sus esperanzas se iban apagando.

Ninguna de las dos durmió esa noche, se quedaron en esa posición todo el tiempo.

Esa misma noche mientras dormía soñé, cosa que nunca hice desde que renací, en el sueño me encontraba parado, encima de un infinito mar azul, el cielo era completamente oscuro, no había ni una estrella, ni siquiera la luna era visible; me encontraba solo en ese lugar; cuando de pronto, volteo hacia arriba y en el vacío cielo aparece una línea, la cual bruscamente se abre, dándome cuenta que era un ojo, era del tamaña de cuatro lunas, cuando este se abrió, rápidamente comenzaron a abrirse varios ojos, llenando el antes vacío cielo; cada uno me miraba directamente.

El mar que antes era azul comenzaba a volverse negro desde los extremos hasta avanzar rápidamente en mi dirección.

Al tocarme esta sombra comienza a atraparme llevándome hacia abajo del mar como si de arena movediza se tratase.

Al ver que mi pie era absorbido, intento sacarlo rápidamente, pero este no salía; estaba asustado, no sabía que hacer por lo que intento gritar, pero mi voz no salía, así que reacciono agarrándome la garganta mientras seguía intentando gritar pero no salía mi voz.

Me di cuenta que el oscuro mar no me estaba absorbiendo, me estaba fusionando con el mar, por eso no podía sacar mi pie de ahí, mi pie era todo el mar.

La oscuridad comienza a subir por mi cuerpo mientras me fusionaba con este y cada parte que era tocada por esta dolía como si diversas espadas atravesaran mi cuerpo.

Al ser casi en su totalidad absorbido alzo mi brazo intentado huir, pero era imposible, lo ultimo que pude ver era como los ojos se cerraban y el dolor desaparecía lentamente.