El progenitor humano observaba cómo Astrid von Frostheart se desplazaba a gran velocidad hacia el norte, donde se encontraba el territorio de los von Frostheart.
Una figura curvilínea apareció detrás del progenitor, con cabello rubio que resplandecía y ojos azules con una mirada maternal, aunque en lo profundo se escondía un mar inmutable. Medía 1.90 metros de altura y exudaba una nobleza y seducción naturales.
La mujer lo abrazó por detrás y le susurró al oído:
"No sueles mostrar interés en nuestros descendientes, e incluso si quisieras acostarte con esa joven, no harías todo tan problemático", susurró con suavidad. Luego, con una voz más seria, añadió: "¿Cuán seguro estás de que ella es 'esa' mujer? Aunque se parecen, podría ser solo una coincidencia."
El hombre miró a su esposa y le contestó con una mirada seria y contemplativa en su rostro:
"Estoy un 70% seguro de que ella es 'esa' mujer", dijo con un tono esperanzador.
La mujer lo observó y dijo: "Bueno, 'él' ya nació. Ella debió nacer al mismo tiempo, así que supongo que podría ser." La mujer dejó de darle importancia y continuó: "De todas formas, es genial que ellos hayan vuelto con nosotros", dijo.
"Sí, todo cambió en el momento en que lo conocimos, e incluso en esta era distante podremos juntarnos como antes, aunque probablemente se enoje cuando recupere todos sus recuerdos y vea la actual relación que tenemos los progenitores", dijo con preocupación el progenitor humano.
La progenitora humana lo soltó y caminó al frente de él, le agarró con delicadeza la cara y le dijo:
"Él ya está aquí. Él es nuestro líder, él sabrá solucionar la situación. Incluso si hemos cambiado mucho desde 'ese' entonces, todos los progenitores aún lo respetan", dijo con una voz tranquilizante que apaciguó a su esposo.
El progenitor humano se calmó y la miró con ojos soñadores.
"¿No me estarás seduciendo? ¿O es que acaso quieres otro hijo?", le dijo con voz coqueta.
"Quizás…" dijo ella burlonamente.
En una carretera, un joven dragón se desplaza con un grupo de mercaderes humanos que se dirigen al territorio humano después de intercambiar bienes en tierras draconianas. Su escolta fue destruida y, de pronto, un joven que pasa los ayuda a cambio de que lo lleven al territorio humano. Al principio dudaron, pues no era bien aceptado introducir a otra especie inteligente en el territorio que ocupa su especie; podría ser mal visto por algunas especies, e incluso matarían a los intrusos, y los miembros de la especie serían juzgados con sus leyes. Pero esos eran territorios restrictivos. El territorio humano no es así, así que dejaron las preocupaciones y aceptaron. Pero para que el territorio humano sea tan poco restrictivo, hay una razón.
Al ser una de las especies ápice del mundo, no necesitan estar preocupados por ataques que pueden ser solucionados enviando algunas tropas. Aparte de que en el territorio humano se encuentra la primera academia inter-especies exitosa y la única que realmente ha podido funcionar; otras razas lo han intentado, pero solo se ha producido el caos.
La Academia de la Trascendencia Ascendentia, es la mejor del mundo, ofreciendo la mejor educación disponible, pues muchos progenitores, especialmente los humanos, se han dado el tiempo de administrarla y construirla hasta llegar a lo que tenemos actualmente. Pero al ser una academia tan prestigiosa, no todos pueden inscribirse; solo la nobleza de las diferentes especies puede unirse, y la gente común solo puede unirse por invitación o por ser genios destacables a pesar de no ser nobles.
Un día, mientras el joven dragón regresaba de la caza, se encontró con una carta que contenía toda la información que necesitaría para llegar a la academia; sí, era una carta de invitación. El joven dragón no entendió nada, pero no tenía nada que hacer, pues estaba solo desde que murió su cuidador, un dragón anciano que, después de muchas batallas y heridas incurables, y con un corazón de dragón muy debilitado por el sobreesfuerzo, no podía alimentar su existencia, lo cual lo hizo envejecer y morir después de cuidar al joven dragón durante 9 años. El dragón anciano murió un día, y su cuerpo fue enterrado como le dijo al joven dragón que hiciera.
Entonces, el joven dragón fue en la dirección que la carta señalaba con una flecha y se encontró cerca de las fronteras de una caravana de mercaderes siendo atacada, y los ayudó, comenzando así su viaje a territorio humano.
***
*Punto de vista de una joven en la caravana
Una joven, con un camuflaje que oculta su color de cabello, ojos y rasgos faciales, se encuentra en una carretera rodeada de gigantescos árboles que superan los 100 metros de altura. Está aterrorizada; los mercenarios que contrataron como protección estaban siendo eliminados. Solo quedaban sus guardias personales, que actuaban como si fueran sus padres, y un grupo de mercaderes que también formaban parte del convoy, buscando mayor seguridad al combinar sus escoltas contratados.
De repente, ella observa la aparición de un joven que acaba con todos los 'bandidos' que los atacaban, logrando que sobreviviera un tercio de los escoltas, de los cuales originalmente había muchos más. Después de calmarse al tomar la mano de su 'madre', que en realidad no lo es, sino una cuidadora asignada desde su nacimiento para cumplir ese rol, analiza la situación más detenidamente. Tal vez el impacto proviene de presenciar el primer acto de violencia en su vida. Luego, fija su mirada en el joven con rasgos dracónicos.
El joven dragón tiene una figura humanoide con 2 cuernos en su cabello tan negro como la noche más profunda y ojos morados con pupilas verticales, un cuerpo bien formado con una cola escamosa que rodea su cintura y una mirada penetrante como la de un depredador que no disminuye el sentimiento de amenaza a pesar de tener la apariencia de un niño de 10 años, al igual que ella. De repente, un acto del dragón joven llama su atención, cortando sus divagaciones.
"¿Ustedes humanos se dirigen a territorio humano, cierto?", dijo el joven.
El escolta que actúa como mercader/padre asiente, fingiendo miedo.
"H-ho, gran dragón, gracias por ayudarnos. No sé cómo pagarles", dice el mercader.
La joven nunca deja de sorprenderse de cómo un escolta tan serio y estoico puede actuar de esa forma. Ahora ella entiende por qué su padre lo asignó a ella para este viaje. La 'esposa' del mercader agradece junto a su 'marido'.
"Si quieres compensármelo, déjame unirme a ustedes e ir a territorio humano", dijo el joven dragón.
Haciendo que la 'esposa' frunza el ceño, debido a que los corazones de dragón son uno de los principales materiales para que un humano superior tenga la posibilidad de evolucionar. Si bien los dragones jóvenes no son cazados porque está prohibido, siempre habrá algunos enfermos que no les importará. Aparte, lo que hace que un corazón de dragón funcione como material para la evolución del humano superior es que el corazón de dragón debe estar maduro, que es cuando un dragón ya entra en la adultez, así que ella pregunta:
"¿Por qué quieres ir a territorio humano? ¿Los dragones son raros en nuestro territorio?", dice de forma interrogativa.
El dragón la mira unos segundos y después saca una carta que muestra una flecha en la dirección en la que se iban a mover. Pero después de mirar más detenidamente la carta, la mujer, el hombre, e incluso la niña que se había quedado fuera de la conversación se sorprenden; es una carta de invitación a la Academia de la Trascendencia Ascendentia
La joven, después de sorprenderse, lo piensa y tiene sentido de lo que recuerda de sus clases privadas.
Los dragones, desde jóvenes, están en el ápice del ecosistema; solo su aura es capaz de alejar a las bestias de los alrededores. Las bestias sin inteligencia no están adorando y esperando la evolución del Árbol del Mundo; son más animalísticas, más atadas a sus instintos. Pero es diferente para las bestias con inteligencia como los dragones. La mayoría de las razas vienen a rezar cada 10 años después de que, tras 500 años, el Árbol del Mundo dio indicios de completar su evolución.
Después de terminar de sorprenderse, el 'padre' mira a la 'madre' y dice lo siguiente:
"Ok, no tenemos ningún problema en llevarte", dice el mercader.
El joven asiente y se sube al vehículo en el que se encuentran; lo observa con curiosidad. La máquina tiene tres pisos de altura y está formada por un mecanismo de movimiento con cuatro gigantescas patas de araña a cada lado. Está hecha de una especie de metal, similar a una aleación de acero, con un líquido azul resplandeciente que parece fluir como venas por todo el cuerpo de la impresionante máquina de transporte. Aunque el joven dragón no entiende cómo funciona exactamente, sabe cuál es su propósito: el transporte.
Después de admirar el vehículo, observa el interior del segundo piso, que es bastante espacioso, con mesas, sillas y decoraciones esparcidas por el lugar. En el piso inferior se encuentra un almacén donde se guardan las mercancías, y en el tercer y último piso hay una especie de balcón donde los mercenarios o escoltas de los nobles se ubican para proteger a sus contratantes o amos. El joven se sienta unos asientos delante de la "familia".
El mercader usa un líquido parecido al mercurio que, al entrar en contacto con la máquina, repara todos los daños. Después de la reparación, emprenden el viaje a gran velocidad hacia territorio humano.
La niña no aguanta el aburrimiento ni el silencio, y no puede evitar mirar al joven que se encuentra a unos asientos delante de ella. Entonces, el joven siente su mirada y se la devuelve. Tras un silencio incómodo en el vehículo, ella finalmente habla:
"Entonces, dragón, ¿cómo te llamas?", dijo la joven.