—El sol se asomaba por las persianas, bailando sobre mis párpados como siempre lo hacen en la madrugada —me froté los ojos y eché un vistazo a mi habitación.
—Hoy decidí que volvería a casa.
—No podía quedarme en la casa del grupo ahora que Nic estaba en casa, ambos estábamos pasando por cosas y nos necesitábamos ahora más que nunca y necesitaba alejarme de todo y de todos aquí.
—No debería querer irme y no quiero, pero él estará aquí sin mí porque de todas formas no podemos vernos juntos y tenerlo cerca solo empeoraría las cosas.
—Él me odiará cuando se dé cuenta de que me mudé y nunca se lo dije.
—Todas estas continuas catástrofes ni siquiera son mi culpa, pero estoy cargando con lo peor de ellas.
—Lo sé, es una fiesta de lástima para uno —como sea.
—Tomando una ducha lo más rápido posible, logré limpiarme y salir en tres minutos —sin afeitarme.
—A veces una chica está demasiado deprimida para afeitarse y ni siquiera estoy tratando de impresionar a nadie de todas formas.