Con las respuestas de sus mascotas, Karl comenzó a darse cuenta de cuánto su forma de pensar estaba influenciando la suya. Debería estar horrorizado por la situación. Pero la calma de sus mascotas le afectaba tanto como su emoción, y simplemente no podía sentirse debidamente agitado por la situación mientras Halcón buscaba el sitio de la batalla original siguiendo el rastro del escarabajo a través del bosque.
—Lo he encontrado. No lo terminó de comer, solo tomó las partes buenas y luego persiguió a los demás. Creo que puedo meterlo todo en esta bolsa que trajeron —Halcón le informó de manera útil.
Era un pensamiento inquietante.
—Empaquétalo y tráelo al Espacio de la Bestia, nos aseguraremos de que llegue a un entierro apropiado. No, espera, preguntaré a los clérigos si debe ser enterrado ahí mismo primero —Karl respondió.