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Decir que Rae estaba emocionada por el viaje en coche sería quedarse corto. La Araña de la Matanza naturalmente quería viajar para esparcir su progenie y encontrar pareja, y conforme adquirían inteligencia, ese instinto se convirtió en una especie de ansias de aventura.
Poder cubrir tanto terreno en un día era maravilloso para la joven araña, que observaba todo desde la seguridad de su nido en crecimiento dentro de los bajos árboles y arbustos que Karl estaba creando en el espacio para ella.
Por otro lado, Thor no tenía ningún interés en el paisaje. Estaba contento de masticar todo el día mientras estuviera seguro de que no lo dejaban atrás. Incluso comparado con Rae, todavía tenía mucho que crecer. La mayor parte de su tamaño provendría de sus largas patas, con un cuerpo comparativamente pequeño, por lo que llegaría a la madurez completa antes que él, pero él también tenía un cuerpo sólido y duradero que formar con placas blindadas que necesitaban tiempo para solidificarse.
