Tessa miró a su alrededor la situación, luego suspiró y acarició la cabeza de Thor.
—Por el lado positivo, aunque entregamos a los huérfanos sin ni siquiera un gracias, ahora podemos volver a movernos a una velocidad decente.
Karl sonrió, y Rae invocó a un par de Gólems.
—Sí, ahora podemos cabalgar con estilo —comentó Karl—. Ophelia, ¿crees que puedas montar sin silla?
—Creo que sí. Los Gólems se mueven bastante suavemente —respondió Ophelia—. Pero, ¿los guardaespaldas pueden seguir el ritmo de Thor?
Los Guerreros Naga le dieron un pulgar hacia arriba, mientras la pareja de Lamia asentía. Podría ser difícil alcanzar a los gólems o a Rae en línea recta, pero ellos eran bastante rápidos, y Thor solo estaría trotando tranquilamente, lo que podrían mantener todo el día.
