```
Al eliminar al último de los zombis, las tormentas se disiparon y el silencio se apoderó de la depresión donde las Espadas Mágicas habían acampado. Mezclada con alivio y agotamiento, los magos se desplomaron en el suelo, mientras que Ophelia y Dana se acercaban a Karl y Tessa.
—Dormir temprano fue una buena decisión. Los otros magos se ven horribles —bromeó Ophelia.
—No sé si te has dado cuenta, pero llevamos casi dos horas combatiendo, señorita 'no tengo habilidades de ataque a distancia—respondió Dana.
El berserker soltó una risotada. —No voy a ensuciar mi pelaje con sangre de zombi si puedo evitarlo. ¿No fui yo quien dio agua a todos?
Rae se rió en la mente de Karl tras ese comentario. Ella había estado en el centro del campamento, lanzando piedras a los zombis todo el tiempo por la misma razón.
