Los sobrevivientes y los agricultores miraban a Karl como si estuviera loco.
—¿Te encontraste, como que te detuviste y hablaste con, las Tribus de Orcos, y no te atacaron?
Karl asintió. —Sí. Intercambiamos pescado con los Orcos Colmillo Amarillo, y luego saludamos a los que estaban al sur de aquí mientras pasaban por la autopista. Ninguna de esas tribus fue violenta sin motivo.
—Una vez, puedo entenderlo. Pero dos veces en una semana, ¿y todavía estás aquí para contarnos sobre ello? ¿Eres parte Orco o algo así? —preguntó el troll, olfateando el aire para tratar de determinar qué era Karl.
—Solo admiran su tipo de locura —amenazó con golpear al Jefe Destructor Mundial en la cara si al Orco no le gustaba su regalo —bromeó Tessa.
Los agricultores parpadearon lentamente mientras miraban a Karl. —Deberías haber sido tú quien contara las historias nocturnas, parece que las tuyas son mucho más salvajes que las nuestras. ¿Cómo descubriste su nombre en primer lugar?
