62.
Rachael miró al lobo, sorprendida de que él ofreciera eso. Le sorprendió aún más que intentara hacerse invisible cuando era más del doble de su tamaño, pero Brielle tenía razón; él no representaba una amenaza para ellas.
—Lo tendré en cuenta —murmuró mientras continuaba guiándolo a través de la sala de recreación y hacia el ala hospitalaria. Cada piso tenía una sala de recreación, así que las del piso principal eran principalmente las que querían expandir sus zonas de confort al ver a los hombres en los equipos de seguridad.
Lucien asintió con la cabeza. —¿Sabes si ella va a estar bien? Me refiero a Addy.
—Eso pensé —rió Rachael moviendo la cabeza—. Y no tengo idea. Médicos acaban de llamar a la recepción para informarnos que Addy estaba despierta. Pero tomamos la privacidad muy en serio aquí. Nadie revelaría nada acerca de una residente con alguien más.