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—Yan Jinyi había resucitado.

—Para esperar un espacio en la cuota de resurrección, había hecho cola en el inframundo durante 500 años.

—No se podía hacer nada. En ese tiempo, la batalla era intensa. Como líder de los bandidos que abogaba por la unidad y era amable y leal, ¿cómo podía ver morir a sus hermanos de una muerte horrible?

—De repente, no pudo controlarse y... mató a todos los enemigos.

—De lo contrario, probablemente no tendría que hacer cola durante tanto tiempo.

—Yan Jinyi yacía recta en la cama grande y espaciosa, manteniendo sus ojos fijos en el techo. Si no fuera por el hecho de que su pecho subía y bajaba, otros probablemente pensarían que estaba muerta.

—De repente, una palma fue lanzada hacia su cara sin previo aviso, dejando inmediatamente una huella en su rostro pálido.

—¿Todavía fingiendo estar muerta, eh? P*ta, ¿cómo te atreves a seducir a mi prometido? ¡Hoy debo golpearte y matarte! —El dolor caliente y punzante en su cara hizo que Yan Jinyi se estremeciera antes de volver en sí inmediatamente.

—Enfocó su visión y vio a la mujer altiva y dominante parada frente a ella.

—El maquillaje en su rostro era muy pesado y parecía justo como un fantasma del Infierno. Estaba vestida con poca ropa y todos sus miembros estaban expuestos.

—En ese momento, la mujer estaba a punto de abofetearla otra vez, pero Yan Jinyi reaccionó rápidamente al girarse y levantarse, pateando a la mujer con toda su fuerza y haciendo que volara.

—¿De dónde salió esta arpía? ¿Cómo se atreve a golpearme? —mientras hablaba, miró alrededor y de repente se quedó atónita. '¿Dónde diablos estoy?'.

—Había muchos hombres y mujeres vestidos con ropas extrañas rodeándola en la casa. Todos ellos estaban sorprendidos o regodeándose de ella.

—Además, también había muchas cosas de aspecto extraño en exhibición alrededor. Eran negros e iluminados.

—Aunque esas cosas le eran extrañas, sentía un sentido de familiaridad.

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Recordó que los empleados del inframundo le dijeron que el mundo en el que iba a ser resucitada sería diferente al mundo de donde venía. Le permitieron poseer el cuerpo de otra persona porque temían que no se pudiera adaptar.

Por lo tanto...

Yan Jinyi todavía estaba digiriendo la memoria en su cabeza, pero la mujer a la que acababa de patear ya se estaba dirigiendo hacia ella agresivamente y estaba a punto de abofetearla. Los párpados de Yan Jinyi temblaron y extendió la mano para arrastrar a la mujer por el brazo. Con las cejas levantadas, preguntó indiferente:

—¿Tienes ganas de morir?

Cheng Ruoxue nunca habría esperado que la débil Yan Jinyi de repente se comportara como una persona completamente diferente. No solo la había pateado, sino que incluso la había amenazado. Abrumada de rabia, ladró:

—Yan Jinyi, tú eres quien tiene ganas de morir. Directora Li, debes echar a esta pequeña p*ta del set hoy. De lo contrario, ¡yo no continuaré con la grabación!

La gente de alrededor comenzó a hablar y a consolar a Cheng Ruoxue.

Yan Jinyi pellizcó el punto en medio de su frente. De repente recordó que era... una celebridad ahora.

El set era similar a los teatros de ópera de su época.

Ella era la líder de la Fortaleza Nube Negra, cuyo nombre hacía temblar a otros de miedo. Sin embargo, ella en realidad se había convertido en una actriz de bajo nivel que era una pusilánime sobre la que otros podrían pisotear. ¡Indignante!

'Sin embargo, ¿no está el dueño original de este cuerpo ya casado?'

'Su esposo es rico, pero terminó en un estado tan patético.'

'Sí, parece que ella no es agradable y la familia de su esposo no la reconoce.'

Rápidamente filtró todos los recuerdos del dueño original antes de mirar hacia la persona frente a ella y decir:

—¿Eres Cheng Ruoxue?

Cheng Ruoxue, que todavía estaba amenazando a la directora, se quedó inmediatamente atónita y una mirada de perplejidad apareció en sus ojos amenazadores después de escuchar esas palabras.

—¿Estás loca? ¿No sabes quién soy? —dijo Cheng Ruoxue.

—No estoy loca. —Se detuvo y continuó con una expresión solemne:

— Tú sí.

La cara de Cheng Ruoxue se retorció de repente y amenazó:

—Directora Li, no me importa cuán adecuada sea para este papel. Mientras Yan Jinyi forme parte del elenco, nunca volveré al set otra vez.

La Directora Li parecía extremadamente en conflicto y parecía haber sido puesta en apuros. Yan Jinyi le fue recomendada por un amigo. La admiraba por su talento y buenas habilidades de actuación pero ahora...

Cheng Ruoxue levantó un poco la barbilla y dijo con arrogancia:

—¿Qué pasa? Directora Li, ¿te atreves a ofender también al Tercer Joven Maestro Huo? Está bien, llamaré al Tercer Joven Maestro ahora mismo.