—Es gracioso que pienses que importa de dónde viene el dinero —se rió Escarlata, su tono burlón resonando a través del ascensor—. No estoy segura de qué país consideras tu hogar o si siquiera tienes uno. Pero aquí, mientras se haga en nuestro suelo, lo consideramos nuestro. Lo que significa que el dinero usado para financiarte bien podría haber venido directamente del bolsillo del contribuyente.
El General Foster resopló ante esa afirmación mientras yo elevaba una pequeña oración de agradecimiento por lo capaz que era Escarlata de manejar la presión. Definitivamente, yo ya estaría sudando a estas alturas.
—Ustedes los Neomundistas parece que tienen una alta opinión de ustedes mismos —sonrió Foster.