—Entonces tiene que estar en algún lugar del edificio —respondió Lucien—. Si entró y nunca salió, entonces todavía tiene que estar en algún lugar allí. ¿Podría estar atrapada y no poder salir por su cuenta?
Caleb sacudió la cabeza, soltando un largo suspiro. En realidad lo estaba matando no poder tocar a su compañera en este momento. Quizás no se hubiera vinculado con ella como lo había hecho Raphael, pero en cuanto la encontrara, la mordería.
No había manera de que sobreviviera perderla de nuevo.
—No —gruñó—. Cerrando los ojos, repasó todas las situaciones posibles una y otra vez, como si no hubiera estado haciendo exactamente eso desde que Damien había recibido la llamada diciéndoles que algo le había pasado a Addy. —Ella nunca podría estar atrapada dentro de ese edificio.
Brielle miró a Caleb. —Entonces creo que tú y yo necesitamos tener otra conversación con esa lechuza.