[ En la Isla Fortuna Grande… ]
Enzo comenzó a empacar sus cosas. Decidió ir a Ciudad de York e intentar recuperar su memoria. Estaba deseando ver a Atenea y a Lanny una vez más.
—¿Estás seguro de esto? Yo no puedo acompañarte. Mi supervisor todavía no ha aprobado mi permiso. —Alicia se sentó en la cama, observando a Enzo mientras metía su ropa en su maleta.
Enzo dejó de hacer lo que estaba haciendo y se acercó a Alicia. Se puso frente a ella y sujetó sus hombros. —No te preocupes por mí. Ya has hecho mucho por mí. No tienes que priorizarme siempre. Tus pacientes te necesitan más. Ahora puedo cuidar de mí mismo.
Alicia frunció los labios. —Solo no quiero que te separes de mí porque te voy a extrañar.
Enzo soltó una risita, inclinándose para besarla en la frente. —Puedes seguirme una vez que consigas la aprobación de tu permiso. —Le dio una palmadita en la cabeza suavemente.