—Algo me está pasando —creo que me estoy volviendo loca.
Sigo escuchando voces en mi cabeza, junto con los sueños en los que soy un soldado luchando en el cuerpo de un hombre. Era siempre lo mismo una y otra vez, como si estuviera atrapada en un bucle temporal.
Giré el candado de mi taquilla, meditando sobre qué hacer conmigo misma. Le había pedido a la Niñera que interpretara, pero ella me dijo que el sueño no tenía sentido y que podría ser el efecto psicológico de mis traumas pasados.
Pero he cortado todo lo que me vinculaba a ese supuesto trauma emocional y en estos días, lo único que me hacía sentir mariposas era Xander. Después de aquel evento con las Panteras, el Sr. Dupree vino al café durante tres noches seguidas con la misma expresión cansada y las mismas súplicas para que yo le diera clases particulares a Xander.
Él parecía desesperado aunque no podía entender por qué. Fue el último día cuando la Niñera aceptó tras escuchar una historia triste del Sr. Dupree.